Pero qué graciosos son Gallego & Rey
Soy lector asiduo de El Mundo. Creo firmemente en la libertad de expresión y en la libertad de prensa. Sin duda dicha libertad ha de extenderse a los humoristas gráficos de los periódicos. Incluso cuando se pasan de graciosos. Incluso cuando son profundamente injustos. Incluso cuando, como ha pasado hoy con Gallego y Rey en El Mundo, se pasan de graciosos y son profundamente injustos. Pero claro, a la vez que creo en la libertad de expresión, también creo en la libertad de elección. En base a la misma me propongo no volver a comprar El Mundo si llego a la conclusión de que es posible que al abrir el periódico, me encontraré con una burla falsa y estúpida hacia Su Santidad Benedicto XVI.