Más sobre lo de la parroquia de Entrevías
Como era de suponer, el cierre de la parroquia de San Carlos Borromeo en Entrevías está trayendo mucha cola. La progresía eclesial ya tiene un nuevo icono, alrededor del cual vuelven lanzar sus consignas de siempre: nosotros estamos con los pobres, los marginados y la verdadera Iglesia; contra nosotros está la jerarquía opresora, inquisitorial, alejada del evangelio. Nihil novum sub sole. Lleva siendo así desde hace décadas y seguirá siendo así hasta que pase a mejor vida la generación de disidentes que se criaron a los pechos del marasmo post-conciliar.
José Manuel Vidal dice en El Mundo que, según sus fuentes en el episcopado y en la vicaría territorial a la que pertenecía la parroquia, ha sido Roma quien ha ordenado a Rouco el cierre definitivo. Y habla de delaciones masivas de católicos "conservadores" tanto en Roma como en el obispado. Por supuesto, a todos los defensores de los curas de Entrevías no se les pasa por la cabeza que hubiera santas intenciones en los denunciantes de las gravísimas anomalías litúrgicas acontecidas en San Carlos Borromeo.