Concilio por aquí, concilio por allá. Y mientras tanto, aquí no evangeliza casi nadie
Charlando con uno de los comentaristas de mi post anterior, ha salido a relucir la discusión sobre el cumplimiento del Concilio Vaticano II. Aducía la otra parte que no se ha desarrollado el sacerdocio común de los fieles, que algunos puntos de la Gaudium et Spes tampoco se han cumplido y que la jerarquía actual se está olvidando de la autonomia de las realidades temporales que reconoce el concilio. O sea, el fantasma del preconciliarismo.
Dicho lo cual, yo me pregunto: ¿Qué es eso de que no se ha desarrollado lo del sacerdocio común de los fieles? A ver, ¿cuándo, en la historia de la Iglesia, han habido ministros extraordinarios de la Palabra?, ¿cuándo, en la historia de la Iglesia, ha habido una pujanza de los movimientos de fieles eminentemente laicos, lejanamente similar a la actual?; ¿o qué se pretende?, ¿igualar el sacerdocio común de los fieles al sacerdocio ordenado, rompiendo de esa manera con una de las cosas que más claramente quedó establecida en la Iglesia desde los primeros siglos, y acercándonos a un modelo protestante a-sacramental?
¿Y qué decir de la autonomía de las realidades temporales? ¿implica la misma una autoncensura de la Iglesia a la hora de criticar todo lo criticable de la actividad de "lo civil"? ¿No está en juego precisamente la libertad religiosa cuando se niega a la Iglesia su derecho a expresar su oposición a legislaciones contrarias al bien común, a la ley natural, a la dignidad de la vida humana y hasta al sentido común?
Por ejemplo ¿dice o no dice el Concilio que "se violan, además, los derechos de los padres, si se obliga a los hijos a asistir a lecciones escolares que no corresponden a la persuasión religiosa de los padres, o si se impone un único sistema de educación del que se excluye totalmente la formación religiosa" (DH 5)?
Y ahora está la, o las, pregunta/s del millón: Sabiendo que el CVII no fue dogmático, ¿qué es eso de hablar de posturas preconciliares, como si las mismas fueran ajenas al ethos católico? ¿es que no existe catolicismo antes del concilio? ¿es que el comportamiento del católico se guía sólo por lo dispuesto en un concilio concreto, rechazando todo el magisterio eclesial anterior al mismo si cree que se opone a su interpretación particular de dicho concilio concreto?
Algunos tienen un concepto ciertamente peculiar de lo que significa ser católico. Y tiene su gracia que aquellos que no dejan de criticar al Papa y los obispos de hoy en día, señalen con el dedo a los que plantean dudas sobre la actuación del Papa y los obispos de décadas atrás, a la hora de atajar los obvios desmanes litúrgicos y doctrinales que encontraron vía libre tras el concilio.
Habrá quien le parezca exagerado que se establezca una cierta relación entre la frase papal "abramos las ventanas" y la frase, también papal, "el humo de Satanás ha entrado en la Iglesia". Pero, por ejemplo, no soy yo el que acaba de escribir que el diablo ha vuelto y se ha infiltrado en las cátedras de exégesis bíblica. Eso lo ha escrito un tal Joseph Ratzinger, a la sazón Papa. ¿También es preconciliar el bueno de Benedicto XVI?… en fin.
Me pregunto si no estamos viviendo una de las etapas más cismáticas de la historia de la Iglesia. No porque haya grupos que se alejan públicamente de la comunión eclesial, que también, sino por la falta de determinación pastoral ante el empuje de una disidencia alocada, ha conseguido que ésta se aposente e influya en el pueblo católico como no ocurría, creo yo, desde tiempos de los arrianos, cuando más de medio orbe hasta entonces católico se hizo arriano. Con la particularidad de que al menos entonces se sabía quién era quién y cuál era el sitio de cada cual. Hoy hay un totum revolutum que no presagia nada bueno a menos que se vaya en otra dirección de forma más clara.
Y lo peor es que mientras nos dedicamos a discutir concilio arriba, concilio abajo, la sociedad se descristianiza y acá no evangeliza nadie. O casi nadie, para no ser del todo injusto. A ver si nos entra de una vez en la cabeza una cosa: lo que salva a las almas no es la interpretación de un concilio, por muy importante que haya sido, sino la predicación del evangelio, sin caer en el error de diluir sus exigencias para que sea más aceptable para el hombre moderno, y sin caer en el error de esconder y enterrar la gracia de Dios con un legalismo cuasi-judaizante, al que se anima a cumplir con un espíritu pelagiano. Y de lo demás, queridos, se puede decir que es vanidad de vanidades. Os lo dice un vanidoso.
Luis Fernando Pérez Bustamante.
40 comentarios
Los primeros concilios ecuménicos son todos estrictamente dogmáticos, ni pastorales ni evangelizadores. Y los concilios locales de los primeros siglos también.
Y no existe oposición entre hablar de un plano superior y trabajar en este. La Gaudium et Spes lo remarca. Es más, el hablar del plano superior motiva el trabajar en este y lo coloca en su justo marco según la GS.
Por último, el CVII tiene tres de sus cuatro constituciones dogmáticas y una pastoral. Que no haya declaraciones ex-cathedra o anatemas no significa que no haya contenido dogmático.
Creo, aunque puedo equivocarme, claro, que todo es consecuencia del abandono de cualquier ejercicio de la autoridad, del oficio de regir que junto al de enseñar y santificar configuran el oficio apostólico, el ministerio de los obispos (LG , 24 y ss.).
Y aunque supongo que vendrá de más lejos, considero una verdadera declaración de principios de esta actitud pasiva un pasaje del discurso de inauguración (11-10-62) del CVII por el Papa Juan XIII: "La Iglesia se opuso siempre a estos errores y a menudo incluso los condenó con gran severidad. En nuestro tiempo, la Iglesia de Cristo prefiere emplear la medicina de la misericordia y no empuñar las armas de la severidad. Ella cree que, en vez de condenar, hay que responder a las necesidades actuales explicando mejor la fuerza de su doctrina. No es que hoy falten doctrinas y opiniones falsas y peligros q...
Sin entrar en la parte final, que revelan un análisis de la realidad y del futuro muy deficiente, parece claro el Papa en sus palabras: contra los errores, la misericordia; nunca la severidad, contraria a la honradez. Desgraciadamente, los frutos producidos por esta actitud no dejan en buen lugar las palabras del Papa.
Vamos, vamos..... qué carca tridentino torquemadista estás hecho, je je.
Me gustaría también una referencia de un concilio previo a Nicea que tuviera caracter pastoral.
PD: Por alguna extraña razón el sistema considera inapropiada la palabra Elvira y no deja ponerla directamente. Lo digo por si queréis usarla, escribidla tal que así: El vira
Vamos, vamos..... qué progre, libertino, antipapista estás hecho, je je.
Juan XXIII tenía razón. Y si créeis que en el mundo de hoy alguien se va dejar evangelizar "a palos", estáis pero que muy equivocados.
Hacerse todo a todos, para ganar a algunos. Esa era la receta de San Pablo. Y sigue siendo válida.
Buenas noches a todos.
Dije "a palos", entrecomillados, o sea: "las armas de la severidad" (sic) que decide dejar Juan XXIII
Ya sí que me voy. Es tarde.
Creo que se trata de discrepar sin razonar, o razonando mal. Cualquier actividad humana tiende a aislar y denunciar el error. Pero parece que en la Iglesia la regla debe ser la contraria: todo vale, todo da igual y ni nada ni a nadie se puede criticar (salvo a la jerarquía, claro está).
Las armas de la severidad de las que habla Juan XIII no se refieren a la evangelización, sino a los errores y a su oposición a ellos.
No entiendo cómo se comentan los textos sin leerlos, o manipulándolos, que es peor.
También estoy de acuerdo con Francisco Ríos en la primera parte de su comentario: esa eclosión de cierta teología después del CVII fue acompañada (¿o due efecto?) de un "oscurecimiento" (dejésmolo en eso) del magisterio episcopal. Que unido al abandono de la función de regir ha desembocado (me refiero al ámbito intraeclesiástico exclusivamente) en el actual estado de cosas, en que en algunos casos da la sensación de que se han perdido los papeles o se está totalmente sobrepasado por unos acontecimientos que no se han querido, podido o sabido contralar. Habrá que confiar en la intervención del Espíritu Santo.
Papa Juan XIII: "La Iglesia se opuso siempre a estos errores y a menudo incluso los condenó con gran severidad. En nuestro tiempo, la Iglesia de Cristo prefiere emplear la medicina de la misericordia y no empuñar las armas de la severidad. Ella cree que, en vez de condenar, hay que responder a las necesidades actuales explicando mejor la fuerza de su doctrina."
Es decir: en vez de EMPUÑAR LAS ARMAS DE LA SEVERIDAD para condenar errores, responder a las necesidades actuales EXPLICANDO MEJOR LA FUERZA DE SU DOCTRINA
No se evangeliza condenando errores con severidad, sino exponiendo nuestras razones.
No quiero irme dejando un mal entendido. Ni manipulación, ni ignorancia, en todo caso una forma distinta de ver las cosas, tan respetable como la suya. Puede que mi forma de expresarme no haya sido muy clara, pero para eso lo he intentado explicar.
Hasta mañana a los amigos.
pretendes rectificar lo que habías dicho pero lo haces ratificando lo que yo había señalado: que la severidad se refiere a los errores y no a la evangelización.
Dejemóslo estar. Pero cuidemos los razonamientos.
Sí, dejemóslo estar. Pero si mis razonamientos no le gustan, sobre gustos...Cuide usted los suyos.
También le deseo unas buenas noches como a los demás.
Yo también creo que evangelizar es "la predicación del evangelio, sin caer en el error de diluir sus exigencias para que sea más aceptable para el hombre moderno, y sin caer en el error de esconder y enterrar la gracia de Dios con un legalismo cuasi-judaizante, al que se anima a cumplir con un espíritu pelagiano."
Es muy significativo que, como dice Luis, muchas órdenes se han convertido en ONGs o asociaciones privada,s mientras el peso de la evangelización ha recaído sobre grupos laciales, nacidos al margen de claustros monacales o universitarios, lejos de obispos o teólogos, y entre ellos destacan las comunidades neocatecumentales, pero también Opus Dei, Mil...
"lo que más interesa al Concilio ecuménico es que se conserve y se proponga con mayor eficacia el sagrado depósito de la doctrina cristiana". "Este Concilio ecuménico nº XXI... quiere transmitir la doctrina católica en su integridad, sin atenuaciones ni deformaciones". "Tampoco nuestra tarea tiene como fin fundamental discutir algunos capítulos importantes de la doctrina cristiana y repetir, ampliado, lo que han dicho los Padres y los teólogos, antiguos y modernos. Todo eso sabemos que lo conocéis y lo tenéis presente en vuestro espíritu". Y refiriéndose a la doctrina católica afirma Juan XXIII que "hay que pensarla y formularla en aquel modo tan cuidado y tradicional que muestran, sobre todo, las actas del Concilio de Trento y del Vaticano I".
¿Tú crees que la ironía y la hipocresía se excluyen entre sí? Lo he leído en otro blog, y me parece absurdo. Hay personas cuyo discurso está hecho mitad y mitad de cada una de las dos cosas. Desde luego no son las características ideales que se necesitan para evangelizar. Me pregunto cuáles son las cualidades humanas que consideráis esenciales en un evangelizador (no sé si serán charlas de sacristía, pero me interesa)
Un saludo
Muchas veces no se trata de la palabra que podamos transmitir, sino que Dios se "posesiona" de nosotros (de personas que lo quieren) y cualquier gesto de las mismas es evangelizador, pues es el Espíritu Santo mismo quién actúa en ellas.
Para adquirir esta gracia he leído que es preciso orar mucho, desearla, dar todo a Dios, y poner toda la voluntad.
Me gustaría oir algunas otras opiniones.
LF, espero especialmente la tuya, porque creo que es tu vocación. Supongo que estás muy ocupado, pero me gustaría que hubieses contestado algo a mi comentario anterior.
También Nachet y otros que pasaron por el post.
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado, se salvará, pero el que no crea se condenará (...) Ellos se fueron de allí a prdicar por todas partes y confirmando su doctrina con los milagros que la acompañaban" (Mc. 16, 15-16. 20)
"... Que se predique en su nombre la penitencia y la rmeisión de los pecados a todas las naciones, empezando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas" (Lc. 24, 46-48).
¿Contesta esto a tu pregunta, estimada Sofía?
Te recomiendo que leas el discurso que, durante el Jubileo del 2000, pronuncio el Cardenal Ratzinger a los catequistas, en él señala alguna de estas cualidades: entrega de la vida, la "renuncia al propio yo, ofreciéndolo a Cristo para la salvación de los hombres, es la condición fundamental del verdadero compromiso en favor del Evangelio"; oyente de la Palabra, el "anuncio de Cristo, el anuncio del reino de Dios, supone la escucha de su voz en la voz de la Iglesia"; orante "la palabra del anuncio siempre ha de estar impregnada una intensa vida de oración"; y que viva y predique lo esencial del Evangelio, "El mensaje cristiano es en realidad muy sencillo: hablamos de Dios y del hombre, y así lo decimos todo." Añadiría algo que esta implícito: vivir lleno del amor de Dios y ser consciente de la necesidad de entregar el tesoro que se posee.
Muchas gracias también a Francisco Ríos, me ha gustado mucho su aportación.
Sigo esperando la respuesta de Luis Fernando.
Pasión por Dios
Amor por las almas
Conocimiento y vivencia personal del evangelio
Paciencia
Constancia
Disposición al martirio (en cualquiera de sus modalidades, no sólo la "sangrienta")
Me ha dado por preguntar esto porque hoy es San Marcos Evangelista, y partiendo de textos como los que cita Nachet, me he planteado cuáles deberían ser las características de alguien que quiere evangelizar.
Gracias a todos. Buenas noches.
Yo creía que la cristiandad y la Iglesia habían aparecido simultáneamente.
"El modelo se rompe con la llegada de la cristiandad por el constantinismo"
La cristiandad no llegó por el constantinismo, existía ya un tiempo (y varias persecuciones) antes. Constantino dio libertad de culto a la Iglesia.
"No confundamos tradición con antiguedad". Me temo que eso es lo que tú haces.
"como es el suspiro de los que no me entienden" En efecto, yo no paro de suspirar por la tradición perdida y, desde luego, no te entiendo.
Vaya cacao que llevas, amigo. La "religión cristiana" no controla ni ha controlado jamás ninguna sociedad. Supongo que te refieres a la Iglesia, que tampoco ha controlado nunca sociedad alguna. La Cristiandad es un concepto medieval, nacido de la coincidencia (no exacta, claro está), brevemente, de los territorios del emperador católico de Occidente con los de las naciones católicas. Posteriormente se aplicó a todos los monarcas católicos que solidariamente se unían en la obediencia en lo espiritual (jamás en lo temporal) al papa, solidaridad cristalizada, irónicamente, con las cruzadas, primer rasgo común de identidad de Occidente o Europa.
"Esto no se dio en los tres primeros siglos donde aparecía Iglesia como comunidad cristiana contrapuesta a sociedad cristiana que surgio de constantino"
La Iglesia antes de Constantino y después de Constantino no varió en su organizaci...
"Ni creo que Jesus buscó esto ni la Iglesia pretendía aquello en sus primeros momentos"
Un poco más abajo he colgado lo que Jesucristo instruyó a sus apóstoles antes de ascender a los cielos. Y me parece que queda bien claro que Él sí quería que se evangelizara a todas las naciones. Lo que en mi pueblo se interpreta como que quería que todos los hombres creyeran en Él, o sea, fueran cristianos. Y se lo encomendó a los apóstoles, cuyos sucesor...
Si te mueres de ganas de criticar a la Iglesia católica, pues entonces vete poniendo sobre el tapete una por una las cosas que encuentras criticables de su historia (igual te sorprende que esté de acuerdo contigo más de lo que crees). Descalificar a toda la Iglesia católica tras el concilio de Nicea como carente de legitimidad no es más que protestantismo teológico y majadería histórica.
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