Posibles consecuencias del motu proprio
Una vez publicado el motu proprio "Summorum Pontificum" se están disparando los comentarios sobre su contenido y sus posibles consecuencias. Existe todavía en algunos sectores la manía de reducirlo todo a una vuelta a la misa en latín y al intento de devolver a la comunión plena con la Iglesia a los lefebvristas. Pero hay mucho más detrás de esta decisión del Papa.
Ciertamente a los lefebvristas se les acaban las razones para permanecer haciendo el cimbel fuera de la comunión plena con el Papa, pero yo creo que, más que en ellos, Benedicto XV ha pensado en los católicos tradicionalistas que no han roto su fidelidad con la Iglesia, y que en algunas diócesis han sido poco menos que perseguidos como apestados por obispos generalmente de tendencia liberal. Para ellos el motu proprio es un premio a su fidelidad y paciencia. Es más, si uno lee entre líneas, se aprecia fácilmente que el Papa da por hecho que esos fieles tiene más formación litúrgica que el resto, pero también advierte de las "exageraciones y aspectos sociales indebidamente vinculados a la actitud de los fieles que siguen la antigua tradición litúrgica latina". En otras palabras, los fieles más cercanos a esa liturgia suelen formar parte de los sectores más conservadores de la sociedad. Eso en España es especialmente cierto, pues es entre las gentes más a la derecha del PP, o directamente de la extrema derecha, donde hay más fieles favorables al rito antiguo. En Francia, con matices, ocurre lo mismo - con la particularidad de que allá son centenares de miles los católicos tradicionalistas- y donde quizás no se dé la misma situación es en Estados Unidos, país donde la bipolaridad política, con la afinidad tradicional entre los católicos y el partido demócrata sólo rota en las últimas elecciones por la temática pro-vida, la pluralidad de cultos y liturgias -la anglicana/episcopaliana tradicional visualmente es mucho más "tridentina" que un Novus Ordo celebrado de manera simplona- y la grave crisis de la pederastia, que guste o no muchos han relacionado con la permisividad moral de los obispos ante la homosexualidad en los seminarios y el clero, han sido factores que han fortalecido el movimiento tradicionalista, que tiene una vitalidad vocacional ciertamente envidiable.