La importancia de lo afirmado por el cardenal Baldisseri
Aunque todavía queda tiempo para que se celebre el Sínodo extraordinario de los obispos sobre la familia, se puede decir que las declaraciones que acaba de realizar el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general de dicho sínodo, ayudan mucho a calmar las aguas bravas del río que desembocará en el lago sinodal. Tanto más cuando ese mismo purpurado había realizado tiempo atrás otras declaraciones que no pocos, y no sin razón, agitaron dichas aguas en un sentido ciertamente inquietante para los que creen que la Iglesia debe mantenerse firme, dentro de la caridad, en su fidelidad a la Escritura, la Tradición y su propio Magisterio sobre los sacramentos del matrimonio, la eucaristía y la confesión.
Para todos ellos es muy alentador ver al cardenal italiano citar la Filius Dei, del Concilio Vaticano I, enseñando que “hay que mantener siempre el sentido de los dogmas sagrados que una vez declaró la Santa Madre Iglesia, y no se debe nunca abandonar bajo el pretexto o en nombre de un entendimiento más profundo“. Y es que, aunque también recuerda las palabras de San Juan XXIII en la inauguración del Concilio Vaticano II, señalando que la doctrina de la Iglesia debe ser enseñada hoy “a través de las formas de investigación y de las fórmulas literarias del pensamiento moderno. Una cosa es la substancia de la antigua doctrina, del depositum fidei, y otra la manera de formular su expresión“, lo que queda claro es que no puede enseñarse algo contrario a lo que se ha enseñado siempre.
No voy a comentar acá las tesis del cardenal Kasper, el mismo que ha llegado a decir que si el sínodo no piensa aceptar la comunión de los divorciados vueltos a casar es mejor que no haya sínodo (sic). De eso se está encargando magistralmente Bruno Moreno (*), miembro del consejo editorial de InfoCatólica. Pero no puedo por menos manifestar mi extrañeza y preocupación por el hecho de que en muy poco espacio de tiempo, la Iglesia se haya metido en un debate que, por la propia naturaleza de lo debatido, ya debería estar cerrado.

El cardenal y arzobispo de Barcelona. S.E.R Lluís Martínez Sistach,
Allá por el año 1971, la Sagrada Congregación para el Culto Divino tuvo a bien publicar una Instrución General sobre la Liturgia de las Horas. Para comprender su importancia, cito:
Si les digo la verdad, hacía tiempo que no veía un acto tan claramente chulesco y soberbio en contra de la autoridad de un obispo. A Mons. Catalá, obispo de Málaga, se le está riendo en la cara un sector importante del mundo cofrade.
El National Catholic Reporter es, sin duda, el medio de comunicación del “catolicismo” progre-liberal más influyente de EE.UU. O sea, para que se hagan ustedes una idea, es como el portal digital español de las viñetas blasfemas, pero sin blasfemias ni obsesiones enfermizas contra el cardenal Rouco y otros obispos.


