18.08.08

La fe y la moral como factor político

Uno de cada cuatro votantes de Estados Unidos no sólo profesa y practica la fe protestante evangélica sino que basa su voto por los candidatos presidenciales teniendo muy en cuenta dicha fe. En las últimas elecciones ese fenómeno ha crecido igualmente de forma bastante considerable entre el votante católico practicante, con lo cual podemos estar entre un tercio o más de ciudadanos norteamericanos que depositan la papeleta en la urna no sólo teniendo en cuenta su bolsillo sino su fe. Si los cristianos “activos” votan en masa a un candidato, su victoria es casi segura.

En las elecciones pasadas el “católico” Kerry consiguió la proeza de convertirse en el primer demócrata en bastante tiempo -concretamente desde que Reagan arrasó en su segunda elección- en perder las elecciones entre los católicos de misa dominical. Su posicionamiento a favor de la legislación favorable al aborto fue clave en esa pérdida. No siendo George Bush la alegría de la huerta, es obvio que Kerry acusó el claro mensaje lanzado por muchos obispos católicos norteamericanos en el sentido de que un cristiano no puede ni debe votar a un candidato pro-abortista.

Los protestantes useños no tienen obispos, salvo en algunas denominaciones, pero son absolutamente conservadores en la defensa de la vida y de la familia tradicional. Así que a menos que los candidatos republicano y demócrata mantengan una postura similar ante esos asuntos, su voto estará siempre decantado hacia el que sea más “cristiano” en sus ideales.

Otro factor importante es lo mucho que cuenta el comportamiento privado de los candidatos. El votante cristiano norteamericano tiende a creer que aquellos que no son fieles a sus cónyuges no están especialmente capacitados para ser fieles a su país. Y a diferencia de en España, la mentira es una losa insuperable para cualquier político en los Estados Unidos. Sencilla y llanamente la gente no se fía de quien les miente. Aquí les votamos. Allá les botan.

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17.08.08

Propuesta a quien corresponda en la Iglesia sobre los políticos católicos y el aborto

Con la autoridad que Cristo confirió a Pedro y a sus Sucesores, en comunión con todos los Obispos -que en varias ocasiones han condenado el aborto y que (…), aunque dispersos por el mundo, han concordado unánimemente sobre esta doctrina-, declaro que el aborto directo, es decir, querido como fin o como medio, es siempre un desorden moral grave, en cuanto eliminación deliberada de un ser humano inocente. Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la Palabra de Dios escrita; es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal
(Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium Vitae, n. 62).

Canon 1398.
Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae.
(Código de Derecho Canónico)

La Iglesia decidió hace tiempo condenar con la pena de excomunión a los que han participado en un aborto. Eso incluye también a los que sin participar en el acto “médico” del aborto, han sido cómplices necesarios para la comisión de dicho delito. Así lo dejó bien claro el propio Juan Pablo II:

La excomunión afecta a todos los que cometen este delito conociendo la pena, incluidos también aquellos cómplices sin cuya cooperación el delito no se hubiera producido
(Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium Vitae, n. 62)

A día de hoy, la postura de la Iglesia acerca de los políticos católicos que se declaran públicamente a favor de la despenalización del aborto -total o parcial- y que votan a favor de leyes pro-abortistas, es llamarles a no comulgar en misa mientras no rectifiquen de manera igualmente pública.

Lo que yo propongo es que la Iglesia vaya más allá y proceda a excomulgar a todo político católico que se manifieste y vote a favor de una ley que facilite la legalización del aborto. Supongo que una decisión así la puede tomar el Papa. Creo que de hacer tal cosa la Iglesia recibiría todo tipo de ataques, pero sería un gran bien en cuanto al testimonio de absoluta intolerancia ante el mayor holocausto continuo de nuestro tiempo. No se puede ser cristiano y apoyar directa o indirectamente el aborto. Quien así lo hace, sobra de la Iglesia de Cristo.

Si alguien se quiere sumar a esta petición, que lo haga con su nick o con nombres y apellidos en la zona de comentarios.

Luis Fernando Pérez Bustamante

16.08.08

Lugo, de predicar a dar trigo

Sinceramente deseo al nuevo presidente de Paraguay, Fernando Lugo, que tenga el mayor de los éxitos al frente del gobierno de su país. Ojalá consiga todo lo que se propone para el bien de su pueblo. Pero una cosa es lo que deseo y otra lo que sospecho que va a ocurrir. No conozco bien la situación económica de esa nación y tampoco mucho su problemática social. Lo que sí sé es que si el presidente de un país toma como referentes a Salvador Allende y Leonardo Boff, su futuro no puede ser bueno. La izquierda real -no la socialdemocracia europea- ha demostrado su absoluta incapacidad de levantar un país de la miseria. Al contrario, todavía no he conseguido que alguien me demuestre de la existencia de un solo país que haya prosperado económicamente después de un gobierno de izquierdas.

Eso lo entendió hasta Lula, el presidente brasileño, la gran esperanza de todos los Boff, Casaldáliga y demás patulea progre-eclesial, que se dio cuenta de que hacer el indio en el ámbito de la economía mundial no lleva a nada. Una cosa es darse golpes en el pecho y lanzar discursos grandilocuentes llenos de demagogia populista y otra gobernar.

Ya que veo imposible que Kugo imite al mejor presidente de todo el continente, Álvaro Uribe, y poco probable que siga los caminos de la izquierda chilena, la más “europea” de la zona, esperemos que al menos vaya más por el camino de Lula o incluso del “nuevo” Alán García que por el de Chávez y Correa. Y claro, habiendo sido obispo católico no creo que se le pase por la cabeza dar lugar a leyes pro-abortistas o de matrimonios gays, que es lo que se intenta imponer por aquellos lares. Mejor no me pongo en esa tesitura.

Luis Fernando Pérez Bustamante

14.08.08

Hallazgo arqueológico de enorme importancia

Un grupo de arqueólogos de Iberia ha demostrado que a principios del siglo XXI había una sociedad salvaje en la península ibérica que sacrificaba a sus hijos antes de nacer. Entre los restos de lo que se suponía que era una clínica se han encontrado restos de fetos humanos de entre 4 y 8 meses de gestación. Algunos de los cráneos estaban reventados, señal de que habían sido hechos pedazos dentro del seno materno.

El descubrimiento es la prueba irrefutable de que tienen razón los historiadores que aseguran que hace 10 siglos la civilización occidental había entrado en barrena, con comportamientos propios de civilizaciones salvajes. El hallazgo supone también un apoyo a la teoría de que en el siglo XXI también se sacrificaba a los ancianos enfermos que eran un estorbo para las familias. De confirmarse este último extremo, quedaría definitivamente probado que la desaparición de aquella civilización fue causada por la corrupción moral de los hombres y mujeres de aquel tiempo.

Los historiadores todavía dudan de si hubo algún tipo de resistencia real a aquel holocausto, aunque todos coinciden en que de haberla, fue mínima.

Hotan, a 14 de agosto del 3023

13.08.08

Hay prisa por matar

Los favorables a la eutanasia en este país tiene prisa para que se pueda ejecutar legalmente a los enfermos terminales que así lo soliciten. Saben que tienen un gobierno deseoso de cumplir sus deseos. El apoyo socialista al doctor Montes es uno de los símbolos más sintomáticos de por hacia dónde va la España de principios del siglo XXI. En toda cultura de la muerte que se precie de ser genuina, la eutanasia no puede faltar. Es una de las patas de la mesa, sin la cual la misma quedaría totalmente coja. El aborto, la eutanasia y la destrucción de embriones humanos para experimentar con ellos como cobayas, son las cabezas de esa hidra asesina a la que gran parte de la sociedad española quiere rendir pleitesía y adoración idolátrica.

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, interrumpió ayer sus vacaciones para reunirse con los representantes de la Asociación Derecho a Morir Dignamente. Es sintomático que con la crisis económica que tenemos encima, tenga que ser este asunto el único que provoque la suspensión temporal de las vacaciones de un ministro socialista. Cuestión de prioridades, diría yo. Total, si la crisis se hace espantosa y los precios de los alimentos básicos siguen disparándose, habrá que ir pensando qué hacer con los abuelos que difícilmente pueden llegar a fin de mes. Chico previsor este Bermejo.

El ministro y los favorables al asesinato legal de enfermos quieren acelerar el “debate” en la sociedad. Supongo que para el próximo otoño vamos a ver en TVE una serie de películas favorables a la eutanasia, tales como “Mar adentro” y “Million dolar baby". Por supuesto, no osarán emitir “Las alas de la vida", del doctor Carlos Cristos, recientemente fallecido. Esta gente llama debate al uso indiscriminado de los medios de comunicación para adoctrinar en la cultura de la muerte a la sociedad lanar de “una de gambas, otra de chopitos y vamos a ver el furbo y los toros".

Los cristianos tenemos que hacernos notar ante esta nueva embestida del Baphomet “progresista". Olvidémonos de que el PP vaya más allá de decir que ésta es una cuestión que no interesa a los españoles y que el gobierno la usa para distraer la atención ante la crisis. De los populares, ansiosos por anclarse indefinidamente en el extremo-centrismo, no cabe esperar otra cosa que una oposición débil, basada en la ausencia de consenso social ante la eutanasia. No les veremos situándose de forma clara y rotunda del lado de los que nos oponemos al suicidio asistido en base a nuestros valores éticos y morales. El gallardonismo y rajoyismo sería capaz de abrazar al doctor Montes antes que dar la imagen de firmeza moral en este asunto, no vaya a ser que les llamen fachas. Por tanto, y a la espera de que alguien lleve a cabo de verdad ese posible proyecto político de un nuevo partido de inspiración clara, visible y netamente cristiana, la pelea la tendremos que dar esa parte de la derecha social que no nos conformamos con ver a España convertida en el laboratorio de la ingeniería social más perversa desde tiempos del nazismo y la Revolución soviética.

Luis Fernando Pérez Bustamante