28.01.09

Ruptura entre el Gran Rabinato de Israel y la Santa Sede

Llevamos ya demasiado tiempo teniendo que soportar todo tipo de menosprecios y gestos poco amigables por parte de un sector importante de la comunidad religiosa judía. A Pío XII lo tienen enfilado por su papel durante el Holocausto, a pesar de que todas las evidencias históricas demuestran que fue la Iglesia Católica, y Pío XII en particular, la que más judíos salvó de las garras nazis. De hecho, cuando el Papa Pacelli murió, la totalidad de las personalidades mundiales judías le alabó. También se han molestado cuando el Papa Benedicto XVI ha introducido una plegaria por la conversión de los judíos en una fecha del calendario litúrgico. Y ahora el Gran Rabinato de Israel rompe relaciones con la Santa Sede porque ha remitido la excomunión al obispo Williamson, de la FSSPX, que hizo unas declaraciones ciertamente desafortunadas sobre las cámaras de gas nazis. No les importa que el superior de la Fraternidad haya pedido perdón ni que haya prohibido a Williamson volver a abrir la boca sobre ese tema. Tampoco tienen en cuenta el hecho de que la revocación de la excomunión no tiene nada que ver con ese asunto y que la Iglesia se haya ratificado en su condena del nazismo y del Holocausto.

¿Qué pretenden exactamente los líderes religiosos judíos con este tipo de gestos? ¿por qué no aceptan las disculpas de monseñor Fellay y la censura a Williamson? ¿por qué su interés en dar la espalda a un Papa que quiere mantener relaciones cordiales con ellos?

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27.01.09

Lo de Lumen Dei huele cada vez peor y en Roma no se enteran

Paco Pepe les llamó “secuases". Su comportamiento es el de auténticos sectarios. Y lo que Roma está haciendo con el asunto de Lumen Dei, posiblemente presionada por algunos prelados irresponsables, empieza a oler a huevo podrido.

Se nombró a don Fernando Sebastián como Comisario Pontificio. Se negaron a aceptarlo. Se les conminó a aceptar su autoridad. Se siguieron negando. Se les puso una fecha límite para aceptar lo que el propio Vaticano les ordenó. Se siguieron negando. ¿Solución de Roma? Levantar la fecha límite, sin consultar previamente dicho paso al Comisario, al cual han dejado en una situación que como menos habría que calificar de “alucinante".

Javier Morán, que suele estar bien informado, comenta que uno de los adalides de estos sectarios es monseñor Osoro. Dada la actitud previa en este asunto del arzobispo electo de Valencia, esa noticia es perfectamente creíble. Menos lo es que el cardenal Rouco ande metido en el ajo. Más vale que no sea así.

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26.01.09

La ley es para todos o no es para nadie

Cuando al arzobispo Marcel Lefebvre procedió a ordenar como obispos a cuatro sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X, el Papa Juan Pablo II anunció la excomunión de los cinco a través del motu proprio Ecclesia Dei. En el mismo se podía leer lo siguiente:

“Al realizar ese acto, a pesar del monitum público que le hizo el cardenal Prefecto de la Congregación para los Obispos el pasado día 17 de junio, el reverendísmo mons. Lefebvre y los sacerdotes Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta, han incurrido en la grave pena de excomunión prevista por la disciplina eclesiástica” (Código de Derecho Canónico, can. 1.382).

El artículo del canon citado reza así:

1382 El Obispo que confiere a alguien la consagración episcopal sin mandato pontificio, así como el que recibe de él la consagración, incurre en excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica.

Parece, por tanto, fuera de toda duda que la excomunión era conforme a la ley que la Iglesia se ha dado a sí misma y, de hecho, el que los obispos ordenados por Lefebvre hayan solicitado al Papa Benedicto XVI que les remitiera esa pena es un reconocimiento explícito de la licitud de la misma.

Ahora bien, el mismo código de derecho canónico que se aplicó a monseñor Lefebvre contiene los siguientes artículos:

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25.01.09

¿Y qué les escribo yo a los obispos?

Cuando ayer leí la carta abierta que José Manuel Vidal y Jesús Bastante escribieron a los obispos españoles, pensé si era oportuno que hiciera algo parecido. Pero, a decir verdad, aunque ayer se celebró la festividad de San Francisco de Sales, que es uno de mis santos favoritos y el patrón de los periodistas, no tengo nada claro que a estas alturas de la película yo pueda ser considerado como un periodista más. Llevo demasiado poco tiempo en esto y estamos ante una profesión lo suficientemente importante como para que cualquier advenedizo se adjudique a sí mismo el título de periodista. Por otra parte, Religión en Libertad es evidentemente un medio de comunicación. Y como yo lo dirijo, tampoco voy a caer en el absurdo de afirmar que no juego algún papel en el mundo de la información sociorreligiosa de este país. Es obvio que si ReL tiene identidad propia y sus líneas están ya marcadas, se debe en buena medida, para lo bueno y para lo malo, a mí.

Vidal y Bastante afirman que que las relaciones de la Iglesia como institución con los medios de comunicación y, sobre todo, con los periodistas especializados en información religiosa dejan mucho que desear. Pues será con algunos medios, digo yo. Quizás con la mayoría, pero desde luego no con todos. Y dado que no es con todos, lo más sensato es que cada cual hable por sí mismo. Me aburren mucho aquellos que parecen dar por hecho que siempre es la Iglesia, y no ellos, la que tiene que ceder y cambiar para que esa relación mejore. Cuando existe una absoluta ausencia de autocrítica, y eso es muy típico en la práctica totalidad de la profesión periodística, los juicios de valor suelen ser absolutamente parciales.

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24.01.09

La verdadera cuestión de fondo con los lefebvrianos

A la espera del texto final con el que Benedicto XVI revocará las excomuniones de los obispos lefebvrianos, creo oportuno hacer una revisión de cómo estaban las relaciones entre la FSSPX y la Iglesia. Y para ello no hay nada mejor que escuchar a los protagonistas principales del “conflicto". Tras varios días visionando conferencias de monseñor Fellay y del padre Nicholas Pfluger, números 1 y 2 de la Fraternidad, he llegado a las siguientes conclusiones:

- Aunque la excomunión se llevó a cabo por llevar a cabo una ordenación episcopal que el Papa había desautorizado, ese acto, en sí mismo, era sólo la guinda del pastel.

- Lo que “separa” a la FSSPX de Roma no es un asunto menor. Hay un desacuerdo doctrinal importante en relación al Concilio Vaticano II y algunas de las enseñanzas recogidas en sus textos. De hecho, ese es el punto esencial para los lefebvrianos. Están radicalmente en contra del ecumenismo, al menos tal y como se lleva a cabo, del concepto de libertad religiosa recogido en el Concilio y de lo que ellos llaman implicaciones doctrinales derivadas de la reforma litúrgica post-conciliar. Insisten en que Roma debe de hablar con ellos sobre doctrina y que no tiene sentido tratar el tema del estatus canónico de la Fraternidad sin haber llegado a un acuerdo sobre aquello que motivó que Lefebvre hiciera lo que hizo.

- La cuestión de la misa “tridentina” es importante para ellos, sin duda. Se muestran complacidos por el motu proprio que “liberaliza” el rito anterior a la reforma del Novus Ordo, aunque se quejan, y no sin razón, de que no ha sido correctamente recibido por muchos obispos. Pero quien piense que con ese motu proprio ya está todo solucionado, o no sabe la realidad del lefebvrismo o sabe pero engaña.

- Aunque afirman tener en alta estima a Benedicto XVI, declaran públicamente que mantienen diferencias doctrinales con él. Fellay dice en una conferencia que lo que el Papa afirma sobre la Tradición viva de la Iglesia no es lo que la Iglesia ha enseñado durante siglos.

- Hay un problema de confianza no pequeño en las relaciones entre la FSSPX y buena parte de la curia. Se quejan de que un sector importante de la misma ha boicoteado cualquier tipo de avance. Y aseguran que incluso el Papa ha tenido que actuar en contra del consejo de la práctica totalidad de sus colaboradores, especialmente al publicar el motu proprio. Eso sí, hablan bastante bien del cardenal Castrillón Hoyos.

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