Acabarán dando al doctor Morín la Medalla del Mérito al Trabajo

La izquierda española, instrumento privilegiado de Satanás para implantar la cultura de la muerte, está empeñada no sólo en facilitar la muerte de inocentes en el seno materno, sino en que el Estado aplauda con las orejas a los galenos asesinos que se forran a costa de destrozar embriones y machacar los cráneos de los fetos humanos.

El texto infame de la subcomisión parlamentaria para la ley del aborto no sólo confirma los peores augurios para la dignidad de la vida humana en sus primeras fases de existencia, sino que se permite la recomendación de que se preste “apoyo institucional a las clínicas abortivas” de forma que se dignifique las prestaciones que se llevan a cabo en las mismas. En otras palabras, las instituciones del Estado español deben de apoyar y dignificar a los médicos y equipos auxiliares que se dedican al negocio del asesinato de seres humanos.

“Nuestra” izquierda basurienta no sólo sirve a la muerte. Quiere que la nación entera exalte al brazo armado del terrorismo uterino. El modelo de médico favorito del gobierno y los grupos parlamentarios que le apoyan es una especie de híbrido entre el doctor Morín y el doctor Montes. Uno se encarga de la fase inicial de la vida humana y el otro de la final. Así se cierra el ciclo. De hecho, ahí tenemos como ministro de salud a un sujeto que presumía de investigar manipulando con embriones humanos. Menos mal que Menguele era austriaco y ya ha muerto, que si no le hacían poco menos que vicepresidente del gobierno de Zapatero. Al fin y al cabo, comparten la misma ideología sobre la dignidad de la vida humana.

La Iglesia, como no puede ser de otra forma, ha de levantarse en armas espirituales y mediáticas contra esta salvajada. Nuestras balas son oraciones. Nuestros misiles, movilizaciones. Nuestras familias numerosas serán las armas de destrucción masiva contra la cultura de la muerte y la izquierda asesina. No basta con documentos episcopales más o menos contundentes. Es como pegar a un elefante con un matamoscas. O vamos a la guerra contra la muerte o la muerte ganará la guerra a la vida. Es hora de levantarse y decir “Basta Ya” al aborto, a la eutanasia, a los ataques contra la familia.

Luis Fernando Pérez Bustamante

PD: Hoy se cumplen 24 años de la muerte de mi padre en el Monte Oíz. Ruego una oración por su alma. Se llamaba José Luis.