Plenaria de transición hacia una nueva CEE
Concluyó la XCIII Plenaria de la Conferencia Episcopal Española. Sin la menor duda no ha sido una plenaria más. Aunque habrá quien pueda pensar que todavía es un poco pronto para afirmarlo, creo que estamos ante el fin de una etapa marcada por la presidencia del cardenal Rouco Varela. Por supuesto, el cardenal arzobispo de Madrid sigue siendo el presidente de la CEE, pero nunca antes su influencia en las decisiones y votaciones de la conferencia había sido menor. Ni siquiera en el trienio de monseñor Blázquez ocurrió lo que ahora hemos visto.
La elección de monseñor Juan del Río Martín como nuevo miembro del Comité Ejecutivo de a CEE, en sustitución del cardenal Cañizares, no entraba en los planes del cardenal Rouco, quien esperaba que el elegido fuera monseñor Braulio Rodríguez, arzobispo electo de Toledo y, por tanto, futuro Primado de España. Si a eso se le une que para sustituir a monseñor Del Río en la Comisión de Medios, la mayoría de los obispos españoles han elegido a monseñor Piris, obispo de Lérida, nos encontramos con que el arzobispo que será Primado de España en un par de meses no estará siquiera en la Permanente de la CEE. No sé si tal hecho ha acontecido antes en la historia de la propia CEE, pero dudo mucho que haya una sola conferencia episcopal católica en el resto del mundo cuyo primado no esté ni en la ejecutiva ni en el, por llamarlo de alguna manera, segundo nivel de gobierno de dichas conferencias. Tal anomalía podrá “solucionarse” una vez que el Papa acepte la pronta renuncia por edad del cardenal Amigo como arzobispo de Sevilla, pero eso no cambia la realidad ante la que nos encontramos hoy.
Además, es bien conocida la voluntad del cardenal Rouco de que la Cope siguiera el camino por el que había transitado en los últimos años. Hoy ya puedo decir que hace unas pocas semanas el cardenal participó en una cena en la que, preguntado por el tema Cope y la continuidad de Losantos, dijo que “a quién se le puede pasar por la cabeza que hay que echar ahora a Federico de la Cope". Pues ya tiene usted la respuesta, don Antonio María. Todos sabemos que, por mucho que nos quieran vender la moto de que es una decisión “empresarial", las razones para que Coronel de Palma y cía hayan puesto fin a la era Losantos-Vidal en Cope tienen poco que ver con asuntos económicos y sí mucho que ver con presiones políticas, eclesiales y mediáticas. Pueden cantar victoria los que querían una Cope sin Losantos. En septiembre el locutor turolense, junto con su buen amigo César Vidal, empezará una nueva aventura radiofónica, sin duda apasionante, lejos de la que durante casi 20 años ha sido su casa.