La Junta socialista pornográfica
He intentado por un momento imaginarme cuál habría sido la reacción de mis padres si hace 30 años yo hubiera llegado a casa contándoles que en el colegio me habían propuesto analizar una revista pornográfica. Y que además me hubieran asegurado que “la masturbación es otra práctica sexual más, que se puede realizar en solitario o en pareja". Y que “no hay una edad establecida” para la primera relación sexual, la cual “depende de cada persona, cuando se sienta preparado para ello". Mi duda es si mis “progenitores", especialmente mi padre, habría salido inmediatamente en dirección al colegio con un trabuco en la mano o si habría optado por hacerlo al día siguiente con una sierra eléctrica.
Exageraciones aparte, lo cierto es que no tengo la menor duda de que ambos habrían puesto el grito en el cielo ante semejante barrabasada. La perversión del socialismo gobernante es tal que los sociatas ya no tienen el menor recato en mostrarse cual son. Lo que ha denunciado Profesionales por la Ética en relación a la educación sexual que se da en las aulas andaluzas debería tener no sólo repercusiones electorales -si los andaluces son padres decentes no pueden votar al PSOE- sino también penales. Porque estamos hablando de algo que tiene que estar muy cerca de la corrupción de menores. ¿O acaso no es corrupción el animar a adolescentes al consumo de algo tan degradante como la pornografía? ¿Acaso la pornografía no es una forma de prostitución, en la que los “actores” venden su cuerpo para la satisfacción sexual del consumidor?