Masiá: Si no quieres caldo, toma dos tazas
La Iglesia Católica ha condenado la decisión del presidente Obama de dar vía libre a la finaciación de la investigación con células madre procedentes de embriones humanos. El Papa dijo hace dos años lo siguiente al respecto:
“..la investigación, al margen de su utilidad terapéutica, no se pone verdaderamente al servicio de la humanidad, pues implica la supresión de vidas humanas que tienen igual dignidad que los demás individuos humanos y que los investigadores. La historia misma ha condenado en el pasado y condenará en el futuro esa ciencia, no sólo porque carece de la luz de Dios sino también porque carece de humanidad".
Parece claro que la Iglesia no se anda con contemplaciones en este asunto, ¿verdad? Pues nada, hoy tenemos al insigne sacerdote jesuita Juan Masiá alabando a Obama y la investigación que destruye embriones de nuestra especie. Dice este sacerdote:
El decreto de Obama vuelve a hacer conciliables ciencia y ética y afianza la postura de la sana laicidad de la ética frente a ideologizaciones político-religiosas.
En el resto del artículo, este jesuita reconoce dos cosas:
1- Que la postura oficial de la Iglesia es la que todos sabemos.
2- Que él está en desacuerdo con dicha postura oficial.
Ante lo cual, la pregunta vuelve a ser la misma de ayer. ¿Piensa hacer algo la Iglesia al respecto de este sacerdote? ¿se puede ser cura y jesuita enseñando lo contrario que el Magisterio en un asunto tan delicado como el que nos ocupa? ¿hay que esperar a que se lleve a cabo un proceso de años para desautorizarle oficialmente? ¿no tiene la Iglesia capacidad de obligar a sus ministros a no usar los medios de comunicación para enseñar algo erróneo? Porque aquí nadie pone en duda la libertad que el ciudadano Masiá tiene para opinar lo que le venga en gana sobre cualquier tema. Lo que sí ponemos en duda es que se pueda ser a la vez sacerdote y jesuita y mantener esas posturas. Si los obispos niegan la comunión a los políticos que apoyan el aborto, ¿a qué espera Roma para impedir que este cura siga ejerciendo de tal?
Lo mínimo que se le puede pedir a los pastores es que sean coherentes. No pueden pedir a los fieles que hagan la guerra contra la cultura de la muerte a la vez que mantienen como sacerdote a quien da armas a los que combaten contra nosotros en esa batalla por la dignidad del ser humano desde su concepción hasta su muerte natural.
Luis Fernando Pérez



