La concejala

Es un hecho que este país se ha convertido en el oasis de todos los pseudo-artistas que buscan la fama blasfemando, insultando y agrediendo al cristianismo en general y al catolicismo en particular. Y es un hecho que detrás de ellos siempre hay un político socialista apoyando el insulto, justificando la blasfemia o aprovechando la ocasión para añadir más infamia a la ya cometida. Pero lo de Ibiza ya pasa de castaño oscuro.

Todo el mundo conoce ya la noticia. Una antigua iglesia es hoy sede de una exposición que contiene tres "collages" con imágenes destinadas expresamente a ofender a los católicos. Donde hace tiempo se celebraba misa, hoy hay la imagen de un Cristo con un pene en la boca y la de JuanPablo II siendo sodomizado. Cualquier persona sensata sabe que eso es una provocación intolerable. Pero hete aquí que la concejala de cultura del ayuntamiento de Ibiza, Sandra Mayans, dice que como madre no le importaría que su hija contemplara semejantes obras de arte y que "posiblemente, hay escenas que son igual de pornográficas en algunas iglesias. O incluso más arriba". Y después de haber dicho eso, se habrá quedado tan ancha la señora. Mejor no digo nada de la hija, pero si alguien dice algo, recuérdese que ha sido la madre la que ha puesto a la criatura en boca de todos.

Que haya "artistas" depravados y provocadores es algo que supongo que no se puede evitar. Que se financie con nuestros impuestos exposiciones que contienen sus depravaciones, sí puede evitarse. Que haya niñatas ilustradas que aprovechan su cargo político para añadir más insulto a la depravación, también debería poder evitarse. Si la justicia no protege a los católicos de este tipo de cosas, habrá que pensar en manos de quién estamos. Si el Partido Socialista no hace nada, habrá que pensar si no cabe que la Iglesia se dirija de forma clara y contundente a sus fieles para pedirles el repudio público de un partido que admite esas ofensas gratuitas a nuestros sentimientos religiosos. Si esto sigue así, y me temo que va a seguir, que nadie dude de que estamos ante uno de los pasos previos a otro tipo de actuaciones más "contundentes" por parte de los anticlericales de este país. Quien aprueba y justifica exposiciones como esa no tendrá creibilidad a la hora de condenar quemas de iglesias o agresiones físicas al clero o los fieles católicos practicantes. Sencillamente no nos creeremos sus condenas. Más bien pensaremos que ellos han promovido, alentado y planeado todo el mal que se nos venga encima. Por tanto, antes de que ocurra, que sepan que sabemos quiénes son, qué quieren y cómo lo van a hacer.

Luis Fernando Pérez Bustamante