El futuro del presidente de la Cope pendiente de un hilo

La llegada de Alfonso Coronel de Palma a la presidencia de la COPE provocó desde el principio una verdadera polvareda. Coronel no sólo había tenido, debido sobre todo a su gestión económica, un paso muy controvertido por el CEU, sino que además llevaba sobre sí el estigma de haber pertenecido al consejo de administración de Eurobank. Con semejantes antecedentes, resultó inquietante la filtración de los datos sobre el salario nada modesto que se había fijado como presidente de COPE, o la manera en que había procedido a colocar a amigos en el consejo de administración de la cadena de radio.

El temor a que aplicara esa política personalista contra las estrellas de COPE - en especial, Federico Jiménez Losantos y César Vidal - provocó inmediatas reacciones del comité de empresa, que exigió a Coronel de Palma que renovara con antelación sus contratos a la cabeza de los programas más importantes de la COPE. Coronel, según señalan distintas fuentes, se resistió a dar ese paso, una actitud que algunos interpretaron como la señal de que pensaba reservar la dirección de La mañana y de La linterna para amigos suyos, a pesar del terrible daño económico que podría experimentar la empresa. Sin embargo, a finales de diciembre de 2006, las instrucciones tajantes de los obispos zanjaron la cuestión al ordenarle que renovara de manera inmediata los contratos de Losantos y Vidal. Semejante directiva provocó un cambio radical en Coronel de Palma, que antes de que acabara el año se había convertido en el valedor más entusiasta de Federico Jiménez Losantos y César Vidal.

De hecho, olvidando viejas alianzas, ha llegado incluso a apostar porque los nuevos contratos se prolonguen por tres años, lo que entregaría a los comunicadores estrella la hegemonía en COPE hasta inicios de la nueva década.

Como muestra significativa de su cambio radical de actitud, Coronel de Palma acudió la semana pasada a la presentación del último libro de Ignacio Villa que realizaron César Vidal y Federico Jiménez Losantos y, lo que resulta más revelador, aplaudió con entusiasmo las intervenciones de ambos sin sentir lo más mínimo la elocuente ausencia de la directora de La tarde, Cristina López Schlichting, en el acto. Esta unión de su suerte con los dos talentos más destacados de la empresa parecía indicar un futuro prometedor para Coronel de Palma. Sin embargo, semejante posibilidad está ahora sujeta a un nuevo peligro. A pesar de que las posibles acciones penales por el caso Eurobank hayan quedado en nada, sigue pendiente una decisión administrativa que podría inhabilitarlo para desempeñar cargos en consejos de administración. De producirse tal supuesto, no sólo Coronel de Palma se vería despedido de su puesto en la COPE sino que además, previsiblemente, no se produciría inmediatamente la renovación por tres años preconizada por él para Federico Jiménez Losantos y César Vidal. De producirse tal eventualidad, una vez más, el futuro de la cadena volvería a mostrarse incierto.

Cor ad cor