Hacia la Pascua 2007, por Monseñor Piris Frígola
Turno de Monseñor Joan Piris Frígola, obispo de Menorca. Fue ordenado sacerdote el 21 de septiembre de 1963 y obispo el 28 de abril del 2001. En su carta pone especial énfasis en la necesidad de perdonar para ser perdonados. Su llamamiento a la reconciliación es muy necesario en una sociedad tan crispada como la nuestra. Y aunque es obvio que los cristianos no somos los que hemos provocado dicha crispación, sí debemos ser agentes activos para acabar con ella.
Hacia la Pascua 2007
Hace unos días, en Honduras, fui testigo de cómo nuestros misioneros laicos (Oscar y sus compañeras) trabajaban el tema de la "no violencia" con niños de la calle, educando al buen entendimiento entre diferentes y hasta entre contrarios.
Cordialmente agradecido, recordé el gesto de Jesús Resucitado que nunca quiso que se rompieran los vínculos de amistad y fraternidad que se habían creado entre El y los suyos y, a pesar de su traición, les busca y les ofrece incondicionalmente "la paz" (Shalom): una paz que comporta benevolencia y misericordia.
Ahora que iniciamos el camino cuaresmal, y estamos preparando con esperanza una nueva actualización de la Pascua de Jesús, creo que haríamos bien profundizando en esa actitud de no violencia activa que alguien ha llamado "un perdón ilustrado".