¿Ha quedado abolido el magisterio sobre el reconocimiento legal de las uniones homosexuales?
El 3 de junio del año 2003, San Juan Pablo II, Papa, aprobó la publicación del documento “Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales” por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe, por entonces presidida por el cardenal Ratzinger, posteriormente Papa bajo el nombre de Benedicto XVI.
En la introducción del texto, leemos lo siguiente:
Las presentes Consideraciones no contienen nuevos elementos doctrinales, sino que pretenden recordar los puntos esenciales inherentes al problema y presentar algunas argumentaciones de carácter racional, útiles para la elaboración de pronunciamientos más específicos por parte de los Obispos, según las situaciones particulares en las diferentes regiones del mundo, para proteger y promover la dignidad del matrimonio, fundamento de la familia, y la solidez de la sociedad, de la cual esta institución es parte constitutiva.
Es evidente que se pretendía dar una herramienta a los obispos de todo el mundo para que se pronunciaran conforme a la fe católica en esa cuestión tan espinosa. El texto también debía ser una guía para los políticos católicos, pero en este post me interesa apuntar precisamente al hecho de que los obispos eran claros destinatarios del documento magisterial.
La conclusión final no deja lugar a dudas:
La Iglesia enseña que el respeto hacia las personas homosexuales no puede en modo alguno llevar a la aprobación del comportamiento homosexual ni a la legalización de las uniones homosexuales. El bien común exige que las leyes reconozcan, favorezcan y protejan la unión matrimonial como base de la familia, célula primaria de la sociedad. Reconocer legalmente las uniones homosexuales o equipararlas al matrimonio, significaría no solamente aprobar un comportamiento desviado y convertirlo en un modelo para la sociedad actual, sino también ofuscar valores fundamentales que pertenecen al patrimonio común de la humanidad. La Iglesia no puede dejar de defender tales valores, para el bien de los hombres y de toda la sociedad.

Según diversas encuestas publicadas en los últimos días por diversos periódicos, la formación política de extrema-izquierda populista Podemos ha llegado para quedarse. No solo ha fagocitado a Izquierda Unida, sino que parece querer disputarle la hegemonía izquierdosa al mismísimo PSOE. Sinceramente dudo que tal cosa puede ocurrir, pero sí parece probable que en las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales, el “partido” de Pablo Iglesias consiga alcaldías, consejerías en gobiernos autonómicos y decenas de diputados y senadores nacionales.
El PP llevaba en su programa electoral la reforma de la ley del aborto. A casi tres años de su llega al gobierno,
Quédense bien con su cara, por si se lo cruzan por ahí y tienen a mano agua bendita. Se llama Aníbal Malvar y, según wikipedia, es periodista y escritor. Pero basta leer su último artículo publicado en Público, titulado
EL PSOE tiene nuevo líder. Pero aparte de su apariencia juvenil y del hecho de que todo cambio suele aportar una dosis de optimismo a los que lo realizan, en realidad nada ha cambiado en lo fundamental.


