Tarde, mañana y a mediodía oraré y clamaré, y Él oirá mi voz Salmo 55,17
En el día de mi angustia te llamaré, porque tú me respondes. Salmo 86,7
A veces te gustaría que hubiera un interruptor en alguna parte de tu cuerpo que sirviera para acallar tu mente cuando lo necesitas. Especialmente si se pone a generar angustia, negatividad, pesimismo asfixiante, etc. Pero no existe tal interruptor. Y entonces no puedes escapar de ti mismo a menos que tengas a alguien que te ayude. A veces ni siquiera eso sirve, pero es mejor la compañía que la soledad cuando entras en ese bucle.
La oración es una ayuda inestimable cuando entras en ese estado de ‘agitación existencial’, pero en no pocas ocasiones el ruido de la negatividad se impone sobre la paz del encuentro con Dios. En otras, esa paz dura solo mientras estás rezando. A veces la ‘tregua’ dura apenas unas horas. Y poco a poco te vas cansando, quedando sin fuerzas. Cuando ya crees que no puedes más, estás clavado en tu cruz y solo puedes clamar a Dios para que te dé fuerzas para seguir. Y Él te las da.
Sin fe es imposible agradar a Dios. Y una fe que no lleva obras, está muerta. Es por gracia que creemos. Es por gracia que podemos obrar conforme a la voluntad de Dios. Pretender que solo la fe nos salva o pretender que alguien puede salvarse sin la fe, es contrario a la Revelación.
El pasado martes la Santa Sede dio el nombre de los componentes de 15 grupos de estudio a los que «se les confía la tarea de profundizar en los temas surgidos del informe de síntesis de la primera sesión e identificados por el Papa al final de una consulta internacional. Estos grupos de estudio, formados por pastores y expertos de todos los continentes, utilizan un método de trabajo sinodal»
El grupo 9 tiene como epígrafe “Criterios teológicos y metodologías sinodales para el discernimiento compartido de cuestiones doctrinales, pastorales y éticas controvertidas". Muy pomposo, como casi todo lo que tiene que ver con este sínodo. El coordinador de dicho grupo es uno de los prelados más modernistas de todo el continente americano: Mons. Carlos Castillo Mattasoglio, arzobispo de Lima. Entre otras lindezas el primado del Perú por obra y gracia del papa Francisco, sostiene la tesis de que nadie se convierte con el Sagrario. Desde luego es evidente que tal tesis se le puede aplicar a él, pero no a muchos fieles como es el caso de Marina Frattaroli, que acaba de dar testimonio de que rezar ante la Eucaristía le ha cambiado la vida. Mucho más grave fue cuando dijo que la muerte de Cristo en la Cruz no es un sacrificio. Es evidente que quien afirma semejante barbaridad no es cristiano, por mucho que sea arzobispo.
Con tal coordinador, cabe esperar que ese grupo pueda entrar en un deriva muy peligrosa. Y tal temor se confirma cuando se lee el nombre de uno de sus miembros: P. Maurizio Chiodi, profesor de teología moral en el Pontificio Instituto Teológico «Juan Pablo II» de Roma.
Que este señor sea profesor de teología moral en una institución católica es como que un Testigo de Jehová sea profesor de teología trinitaria en dicha institución. O un cuáquero profesor de teología sacramental.
La inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse. Sea para bien, sea para mal. Y sin duda va a tener ambos usos, como todo lo que hace el hombre. En mi opinión, que comparten muchos expertos en la materia, la IA va a suponer un cambio de paradigma muy superior a cualquier otro que hayamos visto en la era moderna. Los que tenemos cierta edad vivimos buena parte de nuestras vidas sin teléfonos móviles (celulares) y sin la menor idea de lo que podría ser internet. Cuando llegó la red de redes, el potencial era enorme pero en sus inicios no teníamos idea de cómo iba a cambiarlo todo. Si usted lee esto, sabe bien a qué me refiero. InfoCatólica, obviamente, habría sido imposible sin internet.
También ha cambiado la forma en relacionarnos.Tengo amigos que son verdadera familia en el Señor gracias a internet. No nos habríamos podido conocer de otra manera. Y sí, sé que también tiene un lado oscuro, tenebroso e incluso criminal. Pero podemos usar esta herramienta para servir a Dios.
Con la IA todo va a cambiar. De hecho, ya está cambiando. Hay profesiones que, desgraciadamente, van a desaparecer. Así, sin más. Ya hay otras nuevas, pero el “saldo” laboral va a ser claramente negativo según indican los que saben de esto: 80 millones de nuevos puestos de trabajo, pero una pérdida de quinientos millones. Esto no es nuevo en la historia reciente de la humanidad. Recordemos cómo se cosechaban antes los campos y cómo se hacía prácticamente todo. Las máquinas ocuparon el lugar de miles de trabajadores. La IA tendrá un impacto aún mayor.
Yo la uso desde hace poco como soporte para mi trabajo. Me facilita mucho las cosas aunque apenas estoy empezando a aprender a usarla. Pero si algo me fascina es la capacidad que tiene ya para crear imágenes y música. Si me dicen hace un año que estaríamos donde estamos, no me lo habría creído. Y no me puedo ni imaginar dónde estaremos en uno o dos años, por no decir diez.
Este primer video que les comparto, cuya música ha sido creada con Suno y las imágenes con Midjourney, es ejemplo de lo que os digo. Lo único realmente mío es la letra y la capacidad de elegir entre las diversas variantes que la IA de Suno me iba dando. Pero a continuación les ofrezco otro que puede ser el primero de una serie de videos sobre la vida de mártires. Todavía no manejo bien la edición de imágenes y videos, pero ya aprenderé. Por supuesto tienen fallos. Suno y Udiocantan mejor en inglés que en español. Pero es que, insisto, esto está empezando.
Recordemos el principio que nos da la Escritura: “Examinandlo todo, retened lo bueno” (1 Tes 5,21). Que el Señor nos conceda hacer buen uso de estas nuevasherramientas que están a disposición de todo el mundo.