A trabajar
Los sindicatos mayoritarios españoles han convocado para hoy una huelga general para protestar por la reforma laboral aprobada por el gobierno presidido por Mariano Rajoy. Una reforma, dicho sea de paso, que ya figuraba en su programa electoral, con el que consiguió la mayoría absoluta. Se podrá decir que en ese programa no aparecían todos los detalles de la reforma, pero siendo el PP un partido conservador-liberal, todo el mundo sabía por dónde podían ir las cosas.
La Doctrina Social de la Iglesia apoya el derecho a la huelga. Podemos leer en la constitución pastoral Gaudium et Spes lo siguiente:
En caso de conflictos económico-sociales, hay que esforzarse por encontrarles soluciones pacíficas. Aunque se ha de recurrir siempre primero a un sincero diálogo entre las partes, sin embargo, en la situación presente, la huelga puede seguir siendo medio necesario, aunque extremo, para la defensa de los derechos y el logro de las aspiraciones justas de los trabajadores. Búsquense, con todo, cuanto antes, caminos para negociar y para reanudar el diálogo conciliatorio.
Convendrán ustedes conmigo en que el principal derecho de un trabajador es, precisamente, el de poder trabajar. En España tenemos más de 5 millones de parados, lo cual hace que la situación sea catastrófica, con millones de hogares donde no entra el dinero suficiente como para sobrevivir. El papel de la familia sigue siendo fundamental. Padres que ayudan a hijos, hermanos a hermanos, etc.