InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Archivos para: 2016

7.05.16

Os fiáis de palabras engañosas que no sirven de nada

Jer 7,8-10
Vosotros os fiáis de palabras engañosas que no sirven de nada. ¿De modo que robáis, matáis, adulteráis, juráis en falso, quemáis incienso a Baal, seguís a dioses extranjeros y desconocidos, y después entráis a presentaros ante mí en este templo, dedicado a mi nombre, y os decís: ‘Estamos salvos’, para seguir cometiendo esas abominaciones?

Rom 11,21-22
Pues si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ver si tampoco te perdona a ti. En fin, considera la bondad y la severidad de Dios: severidad con los que cayeron; contigo, bondad de Dios, si permaneces en la bondad; de otro modo, también tú serás desgajado.

Efe 4, 14
Para que ya no seamos niños sacudidos por las olas y llevados a la deriva por todo viento de doctrina, en la falacia de los hombres, que con astucia conduce al error;

Prov 16,6
Con misericordia y verdad se corrige el pecado. Y con el temor del Señor los hombres se apartan del mal.

Sab 3,9
Los que confían en Él comprenderán la verdad, los que son fieles en el amor permanecerán junto a Él, porque la gracia y la misericordia son para sus santos y Él mira por sus elegidos.

6.05.16

No te fíes de ellos, aunque te dirijan buenas palabras

Jeremías 12

Tú, Señor, llevarías la razón si disputase contigo. Con todo, querría tratar contigo sobre los juicios. ¿por qué los impíos tienen éxito en sus asuntos, y viven tranquilos cuantos comenten traición?  Tú los plantas y ellos echan raíces, van adelante y obtienen fruto. Tú estás presto en sus bocas, pero ausente de sus entrañas.  Tú, Señor, me conoces, me ves, has probado mi corazón respecto a Ti. Apártalos como ovejas para el degüello, destínalos para el día de la matanza.

¿Hasta cuándo estará de luto la tierra, y reseca la hierba de todos los campos? Por culpa de la maldad de sus habitantes, perecen bestias y aves. Porque aquellos dicen. «Él no ve nuestro porvenir».  Si te agotaron al correr con los de a pie, ¿cómo competirás con los de a caballo? En tierra de paz te sientes seguro, pero ¿qué harías en los ribazos del Jordán?

Porque hasta tus hermanos y la casa de tu padre, ellos mismos te traicionan, ellos también gritan a plena voz a tus espaldas. No te fíes, pues, de ellos, aunque te dirijan buenas palabras.

Leer más... »

4.05.16

Temblad y dejad de pecar

Salm 4,5
Temblad y dejad de pecar, reflexionad en vuestros corazones, sobre vuestros lechos, en silencio. 

Ez 18,32
Yo no quiero la muerte del que muere, oráculo de Yavé el Señor. Convertíos y vivid. 

1ª Cor 10,13
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea de medida humana. Dios es fiel, y él no permitirá que seáis tentados por encima de vuestras fuerzas, sino que con la tentación hará que encontréis también el modo de poder soportarla.

Jn 14,23-24
El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras.

1ª Jn 2,4
Quien dice: «Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.

1ª Jn 2,17
El mundo pasa, y su concupiscencia. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Santidad o muerte.

Luis Fernando Pérez

29.04.16

Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino santa

Cuando en uno de sus viajes San Pablo iba a partir desde Mileto a Jerusalén, hizo llamar a todos los presbíterios de Éfeso para darles un discurso de despedida, pues estaba seguro de que no le volverían a ver en esta vida. Destaco de ese discurso el siguiente pasaje:

Hech 20,28-32
Tened cuidado de vosotros y de todo el rebaño sobre el que el Espíritu Santo os ha puesto como guardianes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio Hijo. Yo sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño.
Incluso de entre vosotros mismos surgirán algunos que hablarán cosas perversas para arrastrar a los discípulos en pos de sí. Por eso, estad alerta: acordaos de que durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en particular. Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que tiene poder para construiros y haceros partícipes de la herencia con todos los santificados.

En su primera carta a los Tesalonicenses,  leemos

1 Tes 4,3-8
Esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación, que os apartéis de la impureza, que cada uno de vosotros trate su cuerpo con santidad y respeto, no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios. Y que en este asunto nadie pase por encima de su hermano ni se aproveche con engaño, porque el Señor venga todo esto, como ya os dijimos y os aseguramos: Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino santa. Por tanto, quien esto desprecia, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que os ha dado su Espíritu Santo.

Es por tanto, deber de todo pastor -sin excepción- guardar el rebaño que Dios le ha encomendado. Es deber de todo pastor predicar sobre la necesidad de ser santos y no impuros. Y es deber nuestro rechazar a los lobos feroces que predican otra cosa. Es deber nuestro decir no a quienes buscan atajos, excusas, justificaciones, etc, para que los fieles no se sientan llamados a dejar atrás sus pecados para vivir en santidad, cada cual según el don que haya recibido. Y no debe extrañarnos que los lobos se disfracen de ovejas:

Leer más... »

28.04.16

Ponencia del P. Javier Sánchez en Cádiz

Como bien pueden leer ustedes en el cartel que encabeza este post, el próximo sábado tendremos el placer de contar con el P. Javier Sánchez Martínez en el Centro Cultural Juan Pablo II de Cádiz. Los lectores de InfoCatólica le conocen por sus 20 artículos publicados en Opinión. La mayor parte de ellos sobre temas litúrgicos. Es también bloguero en Religión en Libertad.

El título de la ponencia es lo suficientemente interesante como para que no tenga que dar demasiados argumentos para convencer a los lectores que estén o puedan trasladarse a Cádiz el próximo sábado. Pero como quiera que soy de natural inquieto, le pregunté al P. Javier por dónde pensaba desarrollar su charla. Pues bien, háganme caso: va a merecer la pena.

Luis Fernando Pérez Bustamante