Vamos todos al próximo Congreso de la Juan XXIII

Es, sin duda, uno de los eventos principales de este “Año de la Fe". Estamos ante un hito de repercusión mundial en el terreno de la teología de alta escuela. Me refiero al próximo congreso de teología organizado por la Asociación de Teólogos Juan XXIII, que tendrá lugar en Madrid del 5 al 8 de septiembre. Será la 33ª edición. No me dirán ustedes que no tiene solera la cosa.

¿Y a quién invitan este año? Pues a grandes ponentes que representan lo más florido y granado del tradicionalismo preconciliar y tridentino. Por ejemplo, los asistentes podrán disfrutar de un debate apasionante entre Frida Harth (Católicas por el Derecho a Decidir), Esteban Beltrán (Amnistía Internacional española) y Juan José Tamayo (Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII). Esas tres luminarias del derecho a la vida tratarán sobre “el feminismo, los derechos sociales y los derechos sexuales y reproductivos".

A decir verdad, echo de menos la participación de sor Teresa Forcades, monja benedictina, que se caracteriza por tener unas opiniones sobre el tema la mar de concordantes con el magisterio de la Iglesia. Pero otro año será. A cambio, se podrá escuchar las sabias palabras de Teresa Toldy, doctora en teología feminista por la Philosophisch-Theologische Hochschule Sankt Georgen de Frankfurt. Ahí es nada. Toldy se dedica últimamente a dar clases sobre género y ciudadanía. Es de esperar que proteste contra la intolerable supresión de la asignatura Educación para la Ciudadanía en España.

La sección “economistas, políticos y sindicalistas varios” está bien cubierta. Juan Torres, catedrático de economía de la Universidad de Sevilla, nos hablará de los males de la política económica mundial y ofrecerá “propuestas alternativas al neoliberalismo,
que tan catastróficas consecuencias está causando en los sectores más vulnerables de la sociedad“. Reconozco que tengo verdadera curiosidad por saber qué alternativas son esas. Más que nada porque lo de criticar los excesos del neoliberalismo capitalista es fácil. No tanto proponer algo que le sustituya y sea capaz de hacer que la gente no pase hambre y necesidades.

La Plataforma de Afectados por las Hipotecas estará representada por Luis Chamarro, del que imaginamos que nos contará lo que están haciendo para evitar que los bancos dejen a la gente en la calle por no pagar. Hablando en serio, de todo el congreso es quizás la ponencia que más me puede interesar, porque el desmadre de la concesión de hipotecas en España durante los tiempos de vacas gordas es algo digno de figurar en los anales de la necedad económica de una nación como la nuestra.

Apasionante puede ser la intervención de Diego Cañamero, que será el encargado de hablar sobre la línea de actuación del Sindicato Andaluz de Trabajadores. Es decir, nos va a contar cómo se dedican a asaltar supermercados, ocupar fincas agrarias privadas, etc. Espero que sus problemas legales se hayan solucionado de aquí a septiembre, porque de lo contrario nos podemos encontrar con la desagradable sorpresa de que aparezca una pareja de guardias civiles para llevárselo a declarar ante el juez.

Por último, María Pérez, de la JOC, hará un análisis crítico de la reforma laboral, en la línea del documento que firmó con la HOAC y
que fue vetado por el arzobispo de Madrid, cardenal Rouco Varela. En realidad no es que el cardenal vetara el documento. Simplemente no quiso que el mismo llevara el sello de su Delegración de Pastoral del Trabajo. Supongo que por la conocida tendencia político-económica de los firmantes.

El obispo Pere Casaldáliga, compañero de fatigas de Fidel Castro, tendrá su merecido homenaje en el congreso. Dos personas que han convivido con él nos contarán lo bueno que es. Otro obispo caracterizado por su fidelidad al Magisterio, Mons. Raúl Vera, explicará su labor para defender a los migrantes que quieren cruzar la frontera hacia EE.UU. Independientemente de sus particularidades “magisteriales”, he de reconocer que estamos ante un prelado que en temas de emigración tiende a decir las cosas tan claras como el Papa las dijo recientemente en Lampedusa.

El P. Juan Masiá, profesor de la Universidad de Sophia de Tokyo y especialista en bioética, hablará sobre “Buda y Jesús, caminos de liberación“. ¡Qué no diré yo del insigne jesuita español afincado en Japón! Es uno de mis referentes éticos y doctrinales. Reconozco mi inquietud ante la posibilidad de que se ponga en un nivel parecido la liberación que ofrece Buda, consistente en llegar al nirvana, que es la no -existencia, y la que nos da Cristo, consistente en redimirnos del pecado y abrirnos las puertas del cielo y la vida eterna, pero el hijo fiel de San Ignacio de Loyola sabrá establecer los obvios paralelismos entre ambos maestros de la espiritualidad humana. No se piensen que me lo invento. Los organizadores del congreso lo explican así:

Asia estará presente en el Congreso a través de la participación de Juan Masiá, profesor de la Universidad de Sophia de Tokyo y uno de los más prestigiosos especialistas mundiales en bioética, quien hablará del sugerente tema Buda y Jesús, caminos de liberación, en un esfuerzo de aproximación de las tradiciones cristiana y budista por vía liberadora a través de sus fundadores Buda y Jesús de Nazaret, subrayando sus afinidades.

Comparen ustedes lo que dijo Buda sobre el nirvana:

“Hay, monjes, una condición donde no hay tierra, ni agua, ni aire, ni luz, ni espacio, ni límites, ni tiempo sin límites, ni ningún tipo de ser, ni ideas, ni falta de ideas, ni este mundo, ni aquel mundo, ni sol ni luna. A eso, monjes, yo lo denomino ni ir ni venir, ni un levantarse ni un fenecer, ni muerte, ni nacimiento ni efecto, ni cambio, ni detenimiento: ese es el fin del sufrimiento". (Udana, VIII, 2)

Con lo que dice Cristo:

En verdad, en verdad os digo que el que escucha mi palabra y cree en el que me envió, tiene la vida eterna y no es juzgado, porque pasó de la muerte a la vida. (Jn 5,24)

Y el libro del Apocalipsis:

Oí una voz grande, que del trono decía: He aquí el tabernáculo de Dios entre los hombres, y erigirá su tabernáculo entre ellos, y ellos serán su pueblo y el mismo Dios será con ellos, y enjugará las lágrimas de sus ojos, y la muerte no existirá más, ni habrá duelo, ni gritos, ni trabajo, porque todo esto es ya pasado…

… Y me mostró un río de agua de vida, clara como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle y a un lado y otro del río había un árbol de vida que daba doce frutos, cada fruto en su mes, y las hojas del árbol eran saludables para las naciones.
No habrá ya maldición alguna, y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y llevarán su nombre sobre la frente. No habrá ya noche, ni tendrá necesidad de luz de antorcha, ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará, y reinarán por los siglos de los siglos. (Ap 21,1-4;22,1-5)

Lo mismito, ¿verdad? Pues de ello nos va a hablar el P. Masiá, sj.

Conclusión. No debemos perdernos este congreso. Nuestra fe se verá alimentada por el buen alimento del feminismo radical, el derecho de las mujeres a matar a sus hijos no nacidos, el sindicalismo puntero, y la síntesis espiritual entre el budismo y el cristianismo. Y ¡sólo por 25 euros, oigan! Como para no ir, señores.

Luis Fernando Pérez Bustamante

PD: Véase también el artículo que Carmen Bellver ha escrito en su blog sobre ese congreso.