Necesitamos una Orden de Predicadores fiel a su carisma

El Capítulo General de la Orden de Predicadores ha elegido este fin de semana al que será su próximo Maestro General. Se trata del francés Fr. Bruno Cadoré, doctor en medicina y en teología, experto en bioética. Ejerció como pediatra en Haití, lo cual indica que tiene experiencia en el cuidado del cuerpo de los más pequeñuelos. También se ha dedicado a los retoños más jóvenes de su orden, pues ha sido maestro de novicios durante muchos años. Ahora que sus hermanos de orden le han elegido como su superior, esperemos que el Señor le ayude a cuidar el alma de todos ellos.

Las referencias que me llegan de él son buenas. Como quiera que no soy experto en las interioridades de esa orden, me he dedicado a preguntar a los que sí la conocen por ser parte de ella. Uno de ellos me describió ayer a su nuevo Maestro General:

Cadoré tiene la discreción del sabio, la oración del que ha sufrido, la mirada del que ha estudiado libros, lugares y vidas.

No es esa mala tarjeta de presentación. En la zona de comentarios de la noticia de InfoCatólica, leemos también el siguiente:

Fr. Bruno Cadoré OP es un excelente teólogo, pertenece a la escuela tomista con ribetes de la hermenéutica de P. Ricoeur. Pertenece a una de las provincias más netamente dominicas en sus raíces de la Orden de los Predicadores.

Siempre se ha expresado en consonancia perfecta con el Magisterio en defensa y difusion de “Humanae Vitae", o el magisterio de la vida y la moral de Juan Palbo II, en “Veritatis Splendor", “Evangelium Vitae", etc.

Hombre de altura teológica, pensador profundo y difusor dentro del colectivo médico y científico del pensamiento cristiano en temas bioéticos.

Si todo eso es cierto, y no tengo por qué dudarlo, estamos sin duda ante una muy buena elección. En todo caso, tiempo habrá de contemplar la acción del sucesor de Santo Domingo. Por sus obras les conoceréis, dice el evangelio. Y así será con Fr. Bruno Cadoré.

Del Maestro General saliente, Fr. Carlos Azpíroz, se pueden decir muchas cosas y no todas precisamente buenas. Sin embargo, creo que merece echarle un vistazo a la “Relatio de statu Ordinis” que pronunció delante de sus hermanos capitulares y que fue su último servicio a la orden como superior de la misma. Voy a citar algunos párrafos de la misma:

En este contexto, que nos invitará en pocos años también a celebrar con renovada esperanza los 50 años del inicio, desarrollo y conclusión del Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965 / 2012-2015), se nos presentan varias cuestiones: ¿Cuál ha sido el resultado del Concilio para nosotros? ¿Ha sido recibido de modo correcto? En la recepción del Concilio: ¿Qué hemos hecho bien? ¿Qué ha sido insuficiente o equivocado? ¿Qué nos queda aún por hacer?

El Papa Benedicto XVI en un discurso que podría llamarse “programático”, se refería especialmente a ese tema.

Convendrán ustedes conmigo en que no es mala cosa plantear un ejercicio de análisis y autocrítica. No es algo que abunde en determinadas órdenes religiosas.

…señalaba el Sumo Pontífice que por una parte existe una interpretación que podría llamarse “hermenéutica de la discontinuidad y de la ruptura". Por otra parte, está la “hermenéutica de la reforma", de la renovación dentro de la continuidad del único sujeto-Iglesia, que el Señor nos ha dado, que crece en el tiempo y se desarrolla, pero permaneciendo siempre el mismo, único sujeto del pueblo de Dios en camino.

Me parece sumamente acertado recordar que el Papa ha advertido que el Concilio Vaticano II puede ser “asumido” de diversas maneras, siendo que algunas de ellas no tienen lugar dentro de la Iglesia por lo que suponen de ruptura con su tradición y con su esencia. Ahora bien, fíjense ustedes en lo que Fr. Carlos Azpíroz señala sobre la realidad actual de su orden:

La generación que recibió inmediatamente el Concilio Vaticano y lo quiso poner en práctica ahora ha de acoger y escuchar los cuestionamientos de parte de aquellos que han incluso nacido y crecido después del Concilio. A estos últimos la experiencia del inmediato post concilio les es totalmente ajena, a muchos incluso sus padres no les han transmitido la fe. No cuentan con una “tradición oral” o vital acerca de esta adecuada renovación. Estos frailes –nuestros hermanos- cuestionan “hoy” a quienes les preceden en el camino de la vida dominicana, así como la generación anterior cuestionó “ayer” a sus hermanos mayores.

Efectivamente, está empezando a surgir una generación de fieles, sacerdotes y religiosos que no vivieron el concilio, que como mucho se criaron en la fe en medio de la crisis post-conciliar y que, en buena medida, son críticos con los protagonistas, activos o pasivos, responsables directos o cómplices de dicha crisis. El que la misma afectara principalmente a las órdenes religiosas de más “solera” -dominicos, jesuitas y franciscanos- es algo que difícilmente puede ser negado. Aquellos que se mostraron críticos con un pasado al que consideraba inmovilista y reaccionario, se encuentran hoy con las críticas de aquellos que, en fidelidad al carisma de su orden, les acusan de haber sido protagonistas de una revolución que ha sacado a la orden del buen camino. Al menos eso es lo que yo deduzco de lo que dice Fray Carlos:

La Orden necesita el sentido de libertad, el ímpetu misionero, la creatividad y un compromiso maduro en el ámbito de la justicia y la paz propios de una generación que ha dado mucho a la Iglesia. Al mismo tiempo, como reclaman muchos de los frailes más jóvenes, también necesita hoy de cierta visibilidad, fidelidad a la propia historia y a la tradición, sentido de pertenencia a través de una vida fraterna en comunidad que celebra su fe en la liturgia, etc.

Fidelidad a la propia historia y a la tradición. Eso piden los frailes dominicos jóvenes. Benditos sean por ello. De ellos también dice lo siguiente quien ha sido su Maestro General:

Especialmente nuestros frailes jóvenes, incorporados recientemente a la Orden, intentan responder a esta invitación a través de nuevos ministerios y areópagos (en particular el que ofrecen los medios modernos de comunicación) ¡Son frailes que pertenecen a una generación que ha traído consigo un enorme cambio cultural! Hoy somos testigos de los nuevos modos de predicación a través de Internet, video conferencias, blogs y foros, etc. No podemos dejar de sostener y promover estas nuevas iniciativas.

Y es que sin duda es necesaria la presencia de los Predicadores en la red. Uno de ellos, Fray Nelson Medina, fue instrumento del Señor para mi regreso a la Iglesia. Y muchos otros frailes dominicos, si son fieles a su carisma, pueden ser a la vez instrumentos para la conversión a Cristo y a la fe católica de multitud de hombres y mujeres que navegan por la red en busca de respuesta a sus inquietudes espirituales.

Una de las auto-críticas más severas que Fray Carlos Azpíroz hace delante de sus hermanos tiene que ver con el carácter misionero de la orden:

No puedo ocultar que se percibe cierta falta de disponibilidad de parte de los frailes para ser enviados especialmente a los más pobres, a la misión que tradicionalmente llamamos ad gentes, a sumarse a proyectos lejanos al propio ambiente cultural (¡aún en el territorio de la propia Provincia!), lejos de la propia familia, dejando atrás las “seguridades” que determinados ambientes nos ofrecen….. ¿Acaso los superiores no estamos fallando también en el “envío” cuando permitimos sin más que un hermano rechace una asignación?

Vuelve a ser urgente una respuesta proporcional a la pregunta: ¿A quiénes somos enviados? Santo Domingo deseaba ir a los cumanos sin desechar su compromiso con la realidad circundante, pero mientras no dudaba en enviar frailes a las regiones más lejanas.

Casi no merecen ni ser comentadas las palabras de Fr. Carlos. Hablan por sí solas. Igualmente habla por sí sólo su llamado a la fidelidad al carisma dominico:

Santo Domingo pidió a sus frailes “comunidad y obediencia". En este tiempo de preparación al Jubileo por los 800 años de la confirmación de la Orden, necesitamos repasar, recordar, la teología de la vida religiosa reconociendo la riqueza profunda de la palabra religión / religioso: re – elegir (volver a elegir); re – ligar (volver a atar lo desatado); re – leer (volver a leer). Necesitamos volver a elegir, volver a unir, volver a leer…especialmente lo relacionado a la profesión de los consejos evangélicos y la vida fraterna en comunidad.

Incluso deja sitio para una reflexión sobre la secularización de la vida religiosa:

Se suele hablar de “secularización” o “secularismo” en la vida religiosa. Sin querer identificar los conceptos y evitando en este contexto un análisis de los mismos, pienso que el origen de esas tendencias e incluso la antesala de la así llamada “indiferenciación de la vida religiosa” (que reduce la vida religiosa a un mínimo y desvaído común denominador o se rinde ante lo “meramente profesional”) es la “privatización” de nuestra profesión pública. Sin darnos cuenta, muchas dimensiones de nuestra vida consagrada expresadas en los votos públicos y solemnes, podemos reducirlas a la esfera de lo privado (y por lo tanto como algo opcional). En este mismo sentido, ¿qué significa concretamente hoy la radicalidad a la que nos comprometemos?

Aun así, el hasta ahora Maestro General no piensa que la solución sea el huir de los debates internos en el seno de la Iglesia, ni la búsqueda de una uniformidad excluyente:

El lenguaje y especial dinamismo de los medios de comunicación se nos pega sin darnos cuenta. ¿Acaso la Orden no puede ofrecer un signo de su unidad – unanimidad en una Iglesia que a veces parece sumergirse en estériles discusiones eclesiásticas, de partido, ideológicas? El problema no está en que existan esas discusiones, posturas o ideologías. El problema es que las mismas adquieran, repito, tintes exclusivos y excluyentes y no admitan matices (¡la analogía!). El carácter especialmente sapiencial de nuestro modo de acercarnos a la realidad exige este discernimiento.

Yo matizaría esas palabras puntualizando que el límite en las discusiones siempre lo marca la fidelidad al magisterio de la Iglesia. Es decir, cuando lo que está en discusión es si se acepta la enseñanza de nuestra Madre y Maestra o se niega su autoridad magisterial, ahí sí tenemos un problema.

Muy, pero que muy interesantes son las reflexiones de Fr. Carlos Azpíroz sobre la cuestión litúrgica:

… hemos de reconocer que existe en las nuevas generaciones una nueva sensibilidad por la liturgia (me refiero a las cuestiones teológicas de fondo por un lado y las estéticas en segundo lugar). A esto se suma también el abandono del cuidado de nuestra vida litúrgica e incluso –es necesario reconocerlo con sencillez- cierta banalización en nuestras celebraciones que ha provocado a su vez una reacción del todo comprensible. ¿No hemos desarrollado una actitud minimalista respecto a la liturgia y la oración comunitaria? ¿Es justo atribuir esto al Concilio Vaticano II?
A partir de la promulgación del Motu Proprio Summorum Pontificum sobre el uso del Misal Romano de 1962 (07.07.2007) se ha seguido cierta discusión en cuanto a sus implicancias en nuestra vida litúrgica conventual. Esto incluso, ha puesto sobre el tapete interrogantes acerca de la posibilidad o no de utilizar el antiguo Rito O.P.

Y aquí, nuevamente surge el “conflicto generacional”, que el Maestro General pide que se aplaque:

Urge un análisis serio y –aunque parezca mentira decirlo así- apasionado sobre estos temas. No podemos reducir una vez más a definir la dinámica de nuestra consagración y misión a –repito- nuevos maniqueísmos: “buenos” vs. “malos"; “generación de los `70´” vs. “nuevas generaciones". Si así lo hiciéramos, no solamente renunciaríamos al realismo del inevitable cambio generacional, sino a la riqueza de la fraternidad “inter-generacional” (entre las diversas generaciones) e “intra-generacional” (entre hermanos que pertenecen a la misma generación).

Sin embargo, sorprenden gratísimamente las palabras de Fray Carlos en las que se aprecia un llamamiento a redescubrir la buena liturgia y el uso del hábito:

En definitiva, necesitamos renovarnos recuperando el profundo sentido teológico, la riqueza, la belleza de nuestra liturgia y las costumbres de nuestra vida dominicana. Esto exige disciplina. ¿Podremos realmente discutir sobre la liturgia y sin miedos ni prejuicios volver a descubrir algunas rúbricas llenas de sentido que siempre han demostrado que rezamos a Dios tanto con nuestro cuerpo como con nuestro espíritu? ¿Seremos capaces de reconocer la importancia del hábito en la vida religiosa, su uso en los actos comunes? ¿No hemos provocado nosotros mismos en otros hermanos y en los más jóvenes las reacciones que ahora mismo criticamos para justificar nuestro deseo de que nada cambie?

En definitiva, creo que tenemos elementos de juicio suficientes como para ser optimistas respecto a la Orden de los Predicadores. No vamos a negar las sombras que todavía existen, pero parece que los nuevos frailes pueden dar un nuevo impulso que sitúe a la obra de Santo Domingo en el lugar que le corresponde en la Iglesia y en el mundo. Como todo, cabe aplicar el principio paulino de examinarlo todo y retener lo bueno. No se trata de arrasar con el pasado inmediato y sí de poner la mirada en la meta, buscando la fidelidad al carisma dominico.

Para esa tarea, todos los religiosos y religiosas dominicas deben saber que cuentan con nuestras oraciones y nuestro apoyo.

Luis Fernando Pérez

31 comentarios

  
Luis I. Amorós
Pues enhorabuena y oraciones para mi colega fray Bruno.
Sobre la situación de la Orden sería bueno saber la valoración del argentino luis que, si no me equivoco, es terciario de la orden.
06/09/10 12:59 PM
  
Martin Ellingham
Dios quiera que la OP se pueda renovar en sus propias fuentes.

En los últimos años algunos signos no han sido muy positivos, por ejemplo: declaraciones de Radcliff sobre el pecado nefando; el ingreso de Gustavo Gutiérrez y el rechazo de la pequeña fraternidad San Vicente Ferrer.

Saludos.
06/09/10 1:03 PM
  
Luis Fernando
Como ya he dicho, conozco poco las interioridades de la orden dominica y lo que ha pasado en la misma durante los últimos años, aunque sí recuerdo alguna declaración poco afortunada de Fray Carlos Azpíroz.
En este post me limito a recoger las primeras impresiones de aquellos que conocen al nuevo Maestro General y partes del discurso del saliente que me parecen sumamente interesantes.
06/09/10 1:29 PM
Por supuesto, Luis Fernando, está siempre el deber de orar unos por otros. Dicho eso, concuerdo con tus palabras y creo que yo no escribiría en otra dirección lo que has escrito.

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LF:
Pues ya me alegro de que así sea.
06/09/10 1:40 PM
  
Jordán
Gracias D. Luís por sus apreciaciones, prudencia y apoyo. Como fraile dominico nacido en el 70 me adhiero al análisis del anterior Maestro de la Orden en su Relatio y tengo esperanza en el impulso que tanto el actual Maestro, fr. Bruno como el Capítulo de Roma impulsen los desafíos que se derivan de la Relatio. Desgraciadamente, todavía hay algunas voces estridentes y populistas que no terminan de comprender ni aceptar el verdadero significado del término "comunión". Quizás sin saberlo, responden tan solo a su propio protagonismo disfrazados de "profetas del último grito", y el relativismo los maneja a su antojo.

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LF:
El tiempo va a hacer que esas voces estridentes se oigan cada vez menos. Lo fundamental es la buena formación de los novicios. Garantizado eso, nadie dude de que la orden volverá a atraer muchas vocaciones. La fidelidad al carisma es contagiosa cuando el carisma es dado por Dios.
06/09/10 1:51 PM
  
FZalacaín
¿Quizás podría hablarse de autocrítica?

06/09/10 3:07 PM
  
Cruz del Sur
Estimado Luis Fernando, nuevamente debo felicitarlo por la temática y la claridad de su texto. Espero que sepa comprender que no traigo de los pelos el tema Liturgico. De hecho, puede ver que en esta entrevista también lo menciona el Maestro, porque no es algo menor.

Toda la teología y la Fe se sintetizan en ese tiempo sagrado, en ese recinto que se une al recinto eterno de los cielos, y trascendiendo los abismos espacio-temporales nos traslada al golgota y la última cena. Por eso es allí donde la herejía y la ortodoxia se hacen más patentes.

Yo también tuve una etapa en la que pensé en hacerme Ortodoxo, de la ROCOR, pero también la propia Santa Tradición apostólica y la Gracia de Nuestro Señor me llevaron a Roma. Por eso siento como mías sus opiniones y críticas. Dios quiera que pronto los más jóvenes hagan el sendero opuesto al que seguimos, y encuentren a los piés del Apostol San Pedro la Iglesia que buscan.

No digo que no lo esté actualmente, pero exige un gran esfuerzo de discernimiento, que no todos pueden lograr.

Cruz del Sur
06/09/10 3:18 PM
  
ruso
Estoy sorprendido, tanto los dominicos tradicionales, como los progres, parecen alegrarse del nombramiento, mejor así, aunque el futuro de la orden dominica ya se está viendo, las congregaciones femeninas más progres están echando el cierre y lo mismo los frailes de las provincias progres, mientras que los más fieles si tienen vocaciones. Las Hermanas de Santa Cecilia en Nashville(USA) tienen el record, acaban de recibir nada menos que 27 chicas en agosto para comenzar su formación religiosa en el postulantado.
06/09/10 4:36 PM
  
Francesco
Muchas gracias por este post, Luis Fernando. Muy interesante. No conocía mucho del Maestro General saliente sino sólo algunas declaraciones poco felices. Es interesante ver que, con tanta honestidad, haya planteado cuestiones importantes dentro de la Orden y que no cierre los ojos ante las nuevas generaciones. Hace un tiempo habíamos publicado, precisamente, un extracto de un discurso del Arzobispo Di Noia a la ahora floreciente provincia norteamericana de la Orden (http://infocatolica.com/blog/buhardilla.php/1006180318-frailes-jovenes-y-un-compromi).

Es muy interesante lo que el Maestro General saliente dice sobre la hermenéutica del Vaticano II (y volvemos a ver, una vez más, la importancia de aquel discurso pontificio de diciembre de 2005), sobre la secularización de la vida religiosa y sobre la Liturgia.

Esperemos que el Fr. Bruno Cadoré pueda guiar a la Orden a una mayor fidelidad a la Iglesia en la vivencia del propio carisma.
06/09/10 4:59 PM
  
luis
Restaurar el rito dominicano.
Que la Orden no se convierta en una ONG.
Dar la gran batalla intelectual por la existencia de Dios y por la fe en Cristo.
06/09/10 5:07 PM
  
Martin Ellingham
Aprovecho para rendir un homenaje recordando a un dominico español que ha sido pionero de eso que ahora se denomina «hermenéutica de la continuidad»: fr. Victorino Rodríguez, op.

En la Argentina la Orden nos ha dado dos muy valiosos: Renaudière de Paulis y Petit de Murat.

Saludos.
06/09/10 5:17 PM
  
Catholicus
Amén, blogger, rezaremos por ellos.
Necesitamos a nuestros dominicos de siempre, no queremos otros, queremos los de siempre que nos hacen mucho bien como el resto de religiosos.
06/09/10 5:25 PM
  
Hermenegildo
Yo espero que esta inclinación por la fidelidad al magisterio de la Iglesia y por la vuelta a las tradiciones de la Orden que muestran los frailes jóvenes no responda sólo al inevitable "conflicto generacional". En caso contrario, cuando la actual generación joven entre en edad provecta y lleguen los nuevos frailes, ¿pedirán estos otra revolución secularizadora? Esperemos que no; que el desastre vivido en las últimas décadas haya servido para prevenir a la Orden de Santo Domingo de futuras tentaciones de experimentos secularizadores.
06/09/10 6:18 PM
  
Hermenegildo
Por cierto, queda por saber cuál será la postura del nuevo Padre General ante esta inquietud de los frailes jóvenes por las tradiciones de la Orden.
06/09/10 6:25 PM
  
Oscar
Buenas tardes, hablais de comentarios desafortunados de Timothy y Carlos Azpíroz, podeis decir en que consitieron? Gracias
06/09/10 6:51 PM
  
Manuel
Primero quiero aclarar que el título del superior de los dominicos es simplemente Maestro, no Maestro General ni cosa parecida. A ese respecto véase
http://www.dominicos.org/op/maestros.htm
Estuve en la orden n mi país en la década de 1960. Fueron los turbulentos años del post concilio. Nunca he perdido contacto con los dominicos a pesar de haber dejado la orden antes de pronunciar los votos finales (solemnes).
Creo que la orden puede revivir su carisma original en varios aspectos. Primero, su compromiso con la vida intelectual. Si el mundo intelectual, o sea, el estudio en serio no te atrae, no te hagas dominico. La orden debe cuidar ese carisma. Hay otros espacios para esas vocaciones. La presencia de esas voces sabias en la sociedad contemporánea es vital.
Otro aspecto: la vida conventual. Tan pronto te ordenas sacerdote en la orden es muy probable que termines de cura de parroquia. Es rara la parroquia dominica que tiene vida conventual.
Otro: el dominico no es un laico glorificado. Se espera de él un testimonio de vida muy particular.
Retomar las viejas tradiciones particulares de la orden entre ellas su liturgia, tanto la misa como la Liturgia de las Horas.
El dominico no debe poseer bienes más allá de los necesarios para llevar a cabo su apostolado.
06/09/10 7:45 PM
  
Manuel
A Martin Ellingham: La fraternidad San Vicente de Ferrer nació como un contrasigno de lo que es la orden dominica: fidelidad absoluta al Papa. Ese grupo nace como grupo cismático, exactamente lo que combatió santo Domingo de Guzmán. No reconocía al Papa y decía que la Sede de Pedro estaba vacante. Como lobos entre las ovejas hicieron mucho daño. Poner el latín sobre la obediencia a Roma es una locura. Les tengo tanta confianza como la que le tengo a los Legionarios de Cristo: ninguna. Lo que mal comienza, mal acaba.
06/09/10 8:04 PM
  
luis castillo mesa
Soy ferviente admirador de orden dominicana desde niño y lo sigo siendo a pesar de que creo que , actualmente existe con la idea del pregresismo ,se han dejado de abandonadas las reglas dominicanas . La perdida de llevar el habito como manifestacon exterior de un carisma interno que
catequiza , la modoficacion de muhos habitos de vida que le han hecho perder sus carismas ,con la vida intelectual , su vida y rezos conventuales etc
Almeria 06-09-2010
06/09/10 8:14 PM
  
Martin Ellingham
Manuel:

En la web de la FSVF dan otra información. En 1988 recibieron la erección canónica como Instituto Religioso de Derecho Pontificio y las primeras ordenaciones sacerdotales, en plena comunión con el Santo Padre. Y lo que pidieron, según le leí al P. de Blignières, fue integrar la familia dominicana, de forma análoga a los terciarios.

Cfr.
http://www.chemere.org/histoire.html

Saludos.
06/09/10 8:17 PM
  
Ana
Rezaré por ellos. Los dominicos de Alcobendas tienen colas en los confesonarios, los domingos, colas y de todas las edades, tienen jóvenes y por supuesto en las misas dominicales. tienen también oración y otras actividades y muchos niños. Gracias a Dios
06/09/10 9:18 PM
  
Fidel
MANUEL además de no conocer a la Fraternidad San Vicente Ferrer practicas una amalgama absurda mezclándolos con los Legionarios de Cristo que esos sí que obedecieron siempre, tanto que se pasaron varios pueblos con respecto a Maciel.
06/09/10 10:09 PM
  
Martin Ellingham
Yo deseo que sea falsa la noticia y que las declaraciones del sacerdote legionario que dijo que si el Papa le ordena celebrar Misa en traje de baño está dispuesto y tiene varios colores distintos. Es que ni siquiera como metáfora es atinado decir que se está dispuesto al sacrilegio por obediencia.

Por otra parte, sabido es que san Vicente Ferrer se equivocó (materialmente) respecto de Clemente VII. Por lo que la elección del santo como patrono, por parte de los religiosos franceses, parece un loable reconocimiento la propia falibilidad y del deseo de estar en comunión plena con el Romano Pontífice.

Saludos.
06/09/10 10:19 PM
  
Luis Fernando
Punto final a cualquier comentario relacionado con legionarios.
06/09/10 11:06 PM
  
Usoz
Bueno, al menos podemos alegrarnos de algo: de que el bueno de Fr. Carlos deje de ser maestre de la Orden de Predicadores.

Reconozco que ya no tengo paciencia para soportar la jerga de estas luminarias del post-concilio... Más le valiera al bueno del fraile reconocer que apenas quedan más que restos de lo que fue una gloriosa orden y retirarse a hacer penitencia, pero, no, esto no es propio de estos entusiastas del espíritu conciliar...

En fin, difícilmente les puede ir peor de lo que les va actualmente a los perros del Señor... Así que ya veremos qué pasa con el nuevo maestre.

Yo, por mi parte y con la suerte que me caracteriza, me conformaré con mortificarme leyendo las cosas que el P. Bosch, O.P., dice aquí en Valencia sobre nuestros hermanos separados, tan ecuménicos ellos, como bien sabes, Luis.

Un abrazo,

Usoz


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LF:
¿Sigue enredando el P. Bosch?
¡Qué cruz, Dios mío!

En fin, parece que viene una generación nueva que pondrá las cosas en su sitio.

De hecho, ¿tú conoces a muchos diocesanos capaces de predicar una homilía como esta?:
http://fraynelson.com/blog/2010/09/06/la-excomunion-rostro-severisimo-del-amor/


06/09/10 11:51 PM
  
un dominico
Luis Fernando, no. Fr. Juan Bosch murió hace unos años.
07/09/10 12:10 AM
  
Hermenegildo
No obstante, parece que a los dominicos "progresistas" también les ha gustado la elección del nuevo Maestro general (yo diría que siempre he oído a los dominicos hablar de "Maestro general" y no sólo de "Maestro". Es normal, porque el Maestro también lo puede ser de novicios, por ejemplo):
07/09/10 12:14 AM
  
un dominico
Luis Fernando, me ha gustaado bastante el artículo que ha hecho.

Lo veo acertado. Verdaderamente es muy difícil conocer a los dominicos, esa la verdad, entre otras cosas porque la gente sólo conoce los que tiene cerca y suele generalizar al resto.

Los dominicos son un cuerpo muy ordenado dentro de su gran libertad, una libertad que nace de su origen, del genio de su santo fundador, de la confianza de la Iglesia en ellos (nosotros) por su gran cariño a la sede de Pedro, de su ordo en cada uno de nosotros, que independientemente de soplos que existan, siempre será tomista, en la formación que recibimos, y del pasado que nos sostiene, inmerecido, con santos, mártires y doctores que no se han repetido en ninguna otra congregación u órden en la Iglesia. De ahí que recordemos en la profesión, y pedimos "la misericordia de Dios" al entrar.

Los dominicos confiamos en el Capítulo reunido en Roma, ellos han elegido sostenidos por el Espíritu y Ntro. Padre Domingo ha sido invocado en la elección. Sto. Domingo ha estado presente, y como sabemos, nuestra madre Sta. María. Eso nos basta.

Deseamos ser fieles cada uno de nosotros, fieles a Cristo y dedicados con rotundidad en todo momento a la "salvación de los hombres" ("la salud de las almas"), porque independientemente del Maestro, Fr. Bruno Cadoré, allá donde haya un dominico, ha de saber, que toda la Orden de los Predicadores está con él.

Que Dios y Nuestro Padre Domingo nos ayude en nuestra misión.



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LF:
Les ayuda seguro. No lo duden.
07/09/10 12:20 AM
  
un dominico
Por cerrar un hilo:

Como Manuel ha dicho, aunque se use "Maestro General", oficialmente es "Maestro" a secas. "Magister Ordinis", o bien "Magister Ordinis Praedicatorum" (y cada cual traduzca a su lengua si lo desea).

07/09/10 12:29 AM
  
Hermenegildo
Un dominico que ha escrito a Paco Pepe Cigoña afirma que la trayectoria del nuevo Maestro no es tan prometedora como creíamos:

http://www.intereconomia.com/blog/cigueena-torre/mas-nuevo-maestro-general-los-dominicos

07/09/10 2:52 PM
  
susana
En la Orden de Predicadores tenemos MAESTRO( a secas), para nada GENERAL
11/02/14 12:36 AM
  
SUSANA BRITTOS,OP (laica)
Nos gusta tener un MAESTRO como signo de unidad en la Familia Dominicana y nos alegra no tener GENERAL

---

LF:
¿Y qué más da el nombre del cargo del superior?
11/02/14 12:39 AM

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