Un Credo de cara a la apostasía de nuestro tiempo

El próximo martes 19 de septiembre, la Editorial católica SophiaInstitutePress, de Manchester, New Hampshire, USA, publicará el libro «CREDO, Compendio de la fe católica» (en adelante: Compendium), de Monseñor Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Santa María de Astaná, Kazajistán.
Escrito para los pequeños y los sencillos, en un lenguaje accesible y comprensible para personas no versadas en cuestiones teológicas, a la vez que exacto y fiel a la doctrina de la Iglesia, este Compendium expone la verdad de la Fe y de la Tradición católica de cara a la complejidad del momento actual que vivimos.
Constituye un deber y una responsabilidad de todo obispo católico, como lo hace Monseñor Schneider, en virtud de su consagración episcopal, la transmisión íntegra de la fe, la moral y la Sarada Liturgia regcibidas de la Iglesia. Tanto el Vicario de Cristo como los obispos no son dueños del Depositum fidei ni de la Sagrada Liturgia, ni pueden disponer de ellos según su arbitrio, ni tampoco tienen la potestad de proponer nuevas formas de expresión de la doctrina católica si no es en el mismo sentido y en la misma sentencia. A este respecto, es muy interesante el comentario de San Vicente de Lerins en el Commonitorium 8:
«La autoridad del Apóstol se manifestó entonces con su más grande severidad: “Aun cuando nosotros mismos, o un ángel del cielo os predicase un Evangelio diferente del que nosotros os hemos anunciado, sea anatema” (Gal. 1, 8).
¿Y por qué dice San Pablo “aun cuando nosotros mismos”, y no dice “aunque yo mismo”?
Porque quiere decir que incluso si Pedro, o Andrés, o Juan, o el colegio entero de los Apóstoles, anunciasen un Evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
Tremendo rigor, con el que, para afirmar la fidelidad a la fe primitiva, no se excluye ni a sí mismo ni a los otros Apóstoles».

En este post, compartimos con nuestros lectores la reflexión de Monseñor Francisco Javier Stegmeier, Obispo de la Diócesis de Villarrica (Chile), acerca de la situación vivida en nuestro país desde hace casi 3 semanas. Una palabra de verdad y de fe, que muchos han callado a cambio de un discurso políticamente correcto y populista. Solo hay esperanza en Jesucristo, y en una verdadera conversión a Dios en la Iglesia. En este mes de María que hoy comienza en Chile, pedimos a la Virgen del Carmen patrona de nuestro país, que haga resplandecer nuevamente la luz de la fe verdadera en todos los sectores de la sociedad.
«Es de todos conocido el infernal encarnizamiento con que escritores y enemigos de Dios y de la sociedad trabajan por socavar el edificio social, destruyendo la indisolubilidad del Matrimonio.





