Mentalidad batasuna de la sociedad ante el aborto
Todos sabemos cómo son, cómo piensan y cómo actúan. Aman la violencia, justifican la violencia, se valen de la violencia para conseguir sus objetivos y son prácticamente inmunes ante el sufrimiento de inocentes, a los que en no pocas ocasiones consideran como agentes de la opresión. De la misma forma que la droga suele dejar una huella reconocible en el rostro de sus esclavos, el odio y la maldad de los batasuno-etarras configura su expresión. Si tú miras a los ojos a un etarra o a cualquiera de los que les apoyan, lo más fácil es que no te encuentres una mirada limpia sino el espejo turbio de un alma podrida.
El abertzale siempre encuentra excusas para justificar los asesinatos de Eta. Su conciencia está más muerta que los asesinados por la banda terrorista, pero resulta que los seres humanos con la conciencia muerta y enterrada siguen viviendo como los demás. Y de hecho, ayudan a eliminar cualquier rastro de compasión y humanidad en las conciencias de sus hijos, de sus conciudadanos. De nada vale con ellos el diálogo. O aceptas sus condiciones o eres carne de matadero. Sirven a un Satanás que ni siquiera pretende disfrazarse. Se presenta directamente como una serpiente enroscada a un hacha. Esos hijos del Belcebú que concibió la mente sucia y llena de odio de Sabino Arana son fieles a su llamado, a su padre y a su reino.