¿Porqué hay tan pocos místicos?
«Si son tan pocos los que alcanzan la inapreciable gracia de la contemplación y de la vida mística, es porque los más no quieren resolverse a entrar por la angosta puerta de la abnegación cristiana ni abrazar con amor cada cual su propia cruz para poder seguir a Cristo por su estrecho camino. Y nosotros podríamos muy bien ser del número de esos pocos haciendo lo que ellos hacen, que es perseverar en negarse a sí mismos, llevar su cruz de cada día y seguir con ella al Salvador. Pues cuantos le siguen, no andan en tinieblas sino que tienen luz de vida (Jn 8,12). Acercándose a Él son iluminados y no quedan confundidos (Sal 33,6); antes acaban por hacerse una misma cosa con Él, hasta ser consumados en uno y llegar a ver su divina claridad, según nos está prometido (Jn 14,21), pues las palabras del Señor no pueden fallar.