Profunda paz y puerto apacible

Icono Ruso Madre de Dios, autor desconocido

En el hemisferio sur, hoy, 8 de noviembre damos inicio al mes de María. Compartimos unas desconocidas estrofas de un autor monástico oriental del S. XIX, para dar inicio a este tiempo de gracia, en el que procuramos de manera especial honrar a nuestra Señora y Madre. 

Canto a la Madre de Dios

de Nectario de Pentépolis

Oda I

Señora, oh purísima,

doncella, nuestra reina,

oh Madre del Altísimo,

fragante azucena.

¡Más amplia que las nubes!

¡Más brillante que los astros!

¡Esplendorosa más que el sol!

¡Más alta que los cielos!

Los celestiales ángeles

admiran tu pureza.

Los hombres honran con fervor

tu virginal belleza.

Oda II

Del mundo reina eres tú,

María, Siempre Virgen,

doncella y purísima

Virgen y santa Madre.

Adorna mi espíritu,

oh novia sin mancilla,

con tu divino júbilo,

santísima doncella.

¡Más elevado tu honor,

que el de los querubines!

¡Y tu esplendor es mucho más

que el de los serafines!

Oda III

¡Alégrate, oh cántico

dulcísimo y fino,

veneración querúbica,

loor de serafines!

¡Alégrate, profunda paz y puerto apacible!

¡Del Verbo bello tálamo

y flor inmarcesible!

¡Vergel feraz bellísimo

de vida perdurable!

¡Árbol de vida, alégrate,

oh fuente inagotable!

Oda IV

Te ruego, oh santísima,

suplico me acojas;

oh reina, te invoco

elevando oraciones.

Doncella, cual santísima,

sin mancha Virgen Madre,

a ti suplico con fervor,

oh templo venerable:

ampara y líbrame del mal

que cruza mi camino;

cual heredero, acéptame

en el divino reino.