El hombre y la naturaleza
Las agendas suelen contener citas de pensamientos breves que son considerados particularmente agudos o iluminadores. Pues bien, en mi agenda del año 2010, editada por una organización católica caritativa, encontré la siguiente cita:
“En la concepción de los habitantes originales de las Américas –o sea los indios– y de muchos pueblos llamados primitivos, en el mundo no hay separación, no hay divorcio. Nosotros formamos parte de la naturaleza igual que los bichos y las plantas… somos parte de lo mismo, no se puede hablar de las relaciones entre las personas y la naturaleza… Porque nosotros, personas, somos parte de ella… y ésa es la certeza de identidad entre la naturaleza y la gente… la que el mundo perdió a fines del siglo XV y ahora está desesperadamente tratando de recuperar porque se da cuenta de que está embarcado en la loca carrera hacia su propia destrucción.
Eduardo Galeano
(Tomado de: Conversando con Eduardo Galeano, en: Castalia, “La celebración del encuentro posible. 1ª parte”, La Prensa del Oeste, págs. 2-3, Año 1, Nº 3, marzo de 1995, Montevideo, Uruguay).”
Uno no sabe de qué admirarse más: si de la habilidad de este gran escritor uruguayo para transmitir tantos errores gruesos en tan pocas líneas o de la tremenda falta de sentido crítico de unos católicos bienintencionados que no advierten que esta cita ataca frontalmente varios principios esenciales de la fe cristiana.