Creacionismo y Diseño Inteligente
En este post comentaré algunos aspectos de la entrevista al P. Santiago Collado publicada anteayer (27/12/2011) por Aceprensa. Véase el texto completo de la entrevista en:
http://www.aceprensa.com/articles/no-hay-ningun-choque-entre-la-clase-de-ciencias-y-la-de-religion/
Ante todo destaco que ni el título del artículo (“No hay ningún choque entre la clase de Ciencias y la de Religión”) ni el copete con que lo introduce Aceprensa (“No hay ningún choque entre lo que puede oír un alumno en clase de religión, si se sigue lo que dice la Iglesia, y lo que oye en clase de ciencias”) se ajustan a lo dicho realmente por el P. Collado, que es algo mucho más exacto y sensato: “No hay por tanto ningún choque entre lo que puede oír un alumno en clase de religión, si se dice lo que dice la Iglesia, y lo que oye en clase de ciencias, si se enseña lo que dice la ciencia y no se rebasan sus límites enseñando, por ejemplo, doctrinas de carácter materialista o ateo”.
A continuación citaré algunas expresiones de Santiago Collado (SC), intercalando mis comentarios.
SC: “Hay que distinguir, según mi opinión, entre el creacionismo y el diseño inteligente. En el primer caso se sostiene una cosmovisión que está supeditada a una lectura particular de la Biblia. Por este motivo no hay un único creacionismo. No obstante su diversidad, tienen en común el defender tesis, diversas según el tipo de creacionismo, que son abiertamente contrarias a lo que hoy sabemos por las ciencias naturales: por ejemplo la errónea estimación de la edad del universo y la oposición a las teorías evolutivas. Si por pseudocientífico entendemos una doctrina que, desde una instancia que no es científica, hace afirmaciones que caen dentro del ámbito metódico de alguna ciencia, entonces el creacionismo es efectivamente pseudocientífico.”
Como decían los escolásticos, “las definiciones no se discuten”. En otras palabras, las cuestiones terminológicas son de segundo orden con respecto a las cuestiones de fondo o de contenido. A pesar de esto, plantearé dos discrepancias con la terminología de SC.
La definición del término “creacionismo” usada por SC no me agrada porque tiende a asociar una idea falsa a la noción legítima de creación, arrojando así sobre ésta un manto de sospecha. En la terminología que yo propongo, “creacionista” es todo aquel que cree en la creación. De este modo el creacionismo es un componente esencial de la fe cristiana; y lo que el católico debe rechazar no es el creacionismo en sí mismo, sino sus versiones erróneas, como por ejemplo el “creacionismo de la Tierra joven”, sostenido por cristianos fundamentalistas.
En cuanto a la oposición creacionista a “las teorías evolutivas”, entiendo que es pseudo-científica si rechaza toda posible noción de la evolución con base en una interpretación fundamentalista de la Biblia. Esta precisión es importante, porque los darwinistas tienen una fuerte y errónea tendencia a calificar como “creacionista” (en el mal sentido del término) a toda crítica al darwinismo, que es sólo una de las posibles teorías de la evolución biológica.
Por otra parte, también discrepo con la definición del término “pseudocientífico” propuesta por SC. Por ejemplo, el cristiano, desde una instancia que no es científica sino religiosa, sostiene que el sepulcro de Jesucristo está vacío, afirmación que cae dentro del ámbito metódico de la ciencia histórica. Por tanto, según la definición cuestionada, habría que decir que, en este punto capital, la fe cristiana es pseudo-científica. A mi juicio esa definición debería ser corregida de la siguiente manera: es pseudo-científica toda afirmación que pretende estar fundada en la ciencia, pero realmente no lo está; y también toda afirmación basada en una pretendida ciencia que no es tal (por ejemplo, la astrología).