InfoCatólica / Que no te la cuenten / Categoría: Revolución francesa

15.09.20

Crónicas de la Vendée (5-5). François Charette, "el rey de la Vendée"

Vive le Roy!

François Athanase Charette nació en Couffé, cerca de Nantes, el 21 de abril de 1763, en una noble familia de la región de Bretaña. Aunque su padre tenía el título de ‘Caballero y Señor de La Contrie’, no poseía gran fortuna y fue el tío quien se encargó de pagarle la educación. A los 16 años entró como aspirante a la marina real en Brest, a pesar de ser declarado por los médicos “inepto” para el mar y la guerra. Todos los días se lo veía correr a lo largo de precarias embarcaciones, con el fin de ejercitarse en las maniobras y vencer su débil constitución, y a fuerza de perseverancia, logró dominar el miedo al naufragio y mejorar su estado físico; dos años después ya era guardiamarina. Excepcionalmente fue promovido a teniente con 24 años: recorrió los océanos y mares, mostrando espíritu de mando, sangre fría y autoridad. En solo tres años ya había participado en once campañas desde el Caribe y el Mediterráneo hasta en las costas rusas del Mar del Norte, amén de participar en la guerra de la independencia americana, donde tuvo un rol destacado.  

En noviembre de 1790, viendo que el caos revolucionario desbordaba por doquier, pidió el retiro voluntario de la marina. Por esa misma época, en un baile de Nantes se enamoró de una quinceañera… hasta que apareció la madre de la jovencita reprochándole: “mi hija es demasiado joven para casarse con usted y yo no soy tan vieja para renunciar a eso”. Ni lerdo ni perezoso, se terminó casando con la viuda, Marie-Angélique Josnet, 15 años mayor que él; el matrimonio no duró mucho y solo tuvieron un hijo que murió a los tres meses de vida. Como la mayoría de los nobles, nuestro ‘Caballero François’ se exilió un tiempo en Alemania, pero enseguida volvió a la acción para participar entre los heroicos defensores de Las Tullerias como oficial del rey, exponiendo su vida por la monarquía. Al igual que Henri de La Rochejaquelein, logró escapar a tiempo de la masacre entremezclándose en las filas enemigas al llevar como trofeo la pierna de un guardia suizo que encontró por el camino y terminó refugiándose en su castillo de Fonteclose hasta nuevo aviso.

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9.09.20

Crónicas de la Vendée (4-5). Henri La Rochejaquelein, el Aquiles de la Vendée

El arcángel del Poitou

El conde de La Rochejaquelein, el célebre ‘Monsieur Henri, nació el 30 de Agosto de 1772, en el castillo medieval de la Durbelière, en Saint-Aubin-de-Baubigné, en el seno de una antigua familia del Poitou cuyos orígenes se remontaban a la época caballeresca. Fue el segundo de los siete hijos de Constanza de Caumont y Luis de La Rochejaquelin, Mariscal del Ejército del Rey y Coronel de un regimiento de caballería.

Henri La RochejaqueleinCuando en 1789 estalló la revolución, la familia se vio obligada a exiliarse en las Antillas francesas, donde tenía plantaciones, con excepción del joven Henri, que había elegido la escuela militar de Sorèze siguiendo los pasos de su padre. Con sólo 16 años se enroló en la guardia constitucional del rey, junto con su primo Luis María Lescure.

Desde la adolescencia era conocido como ‘el arcángel’, por su distinguido porte que atraía todas las miradas. Su cuñada[1], Victoire de Donnissan, marquesa de La Rochejaquelein, nos lo describe así: “era un joven alto, bastante tímido y que había vivido poco en el mundo; su maneras y su lenguaje lacónicos eran notables por su simplicidad y su natural, tenía una fisionomía muy dulce y noble: tez blanca, de abundante cabellera rubia y con ojos azules muy vivos y animados. A pesar de su aire tímido… se decía que tenía la mirada de un águila… se destacaba en todos los ejercicios físicos, especialmente al montar a caballo”.

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1.09.20

Crónicas de la Vendée (3-5). Charles Bonchamps, el perdón heroico

 
Charles Bonchamps
 

Vaivenes del marqués

Charles Melchior Arthus marqués de Bonchamps, nació en 1760 en el castillo de Crucifix, en la región de Anjou, en el seno de una familia de la más antigua nobleza, que se gloriaba de remontar sus orígenes hasta Carlomagno… Como la mayoría de los ilustres angevinos, el joven Charles entró en el ejército y a los 22 años ya era capitán de un regimiento de caballería en la campaña de la India, destacándose por su intrepidez y valentía.
Regresando en barco a su patria, una violenta enfermedad lo dejó en tal estado de letargo que los médicos lo dieron por muerto y ordenaron tirar su cuerpo al mar. Pero uno de sus sargentos les suplicó de rodillas darle un poco más de tiempo y, gracias a los cuidados prodigados por este buen amigo, Bonchamps recobró la salud contra toda esperanza. Evidentemente todavía no era su hora y Dios le reservaba otros caminos.

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25.08.20

Crónicas de la Vendée (2-5). Jacques Cathelineau, el santo de Anjou

Gracias a una magnífica guía, Guide Historique des Guerres de Vendée[1], pudimos recorrer parte de los itinerarios de algunos jefes de la Contra-revolución vendeana; vayan algunas crónicas de estos “Gigantes” del heroísmo para QNTLC.

Hnas. María Mater Afflicta y Marie de la Sagesse, S.J.M.

Vida escondida

La Revolución Francesa fue una verdadera fábrica de héroes, de “gigantes” como los llamará Napoleón, pues sin la participación de estos líderes naturales, obligados a ir al frente de batalla, no hubiéramos tenido una gesta vendeana y sus personalidades hubiesen quedado totalmente desconocidas para la posteridad.

Jacques Cathelineau fue uno de estos hombres escondidos que apareció en la historia como un destello de luz fulgurante, al punto de personificar en sí mismo lo más puro y cándido del levantamiento popular. Su intervención clave y fugaz, solo durará unos pocos meses, logró encarnar el espíritu magnánimo de estos campesinos arrancados de sus pueblos para transformarse súbitamente en soldados, en héroes y en mártires.

Nacido en la pequeña aldea de Pin-en-Mauges, en la provincia de Anjou, en el seno de una familia católica, humilde y ejemplar. Jacques fue el mayor de cinco hermanos, los cuatro varones murieron[2] entre 1793 y 1794 defendiendo su Patria y su Religión. Solo, Marie Jeanne, la única mujer, sobrevivió al Terror.

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17.08.20

Crónicas de la Vendée (1-5). Peregrinando en tierra de mártires contra-revolucionarios. Hna Marie de la Sagesse

Gracias al “desconfinamiento” temporal (como le dicen aquí en Francia), o, mejor dicho, la libertad condicional que nos han dejado y, hasta nuevo aviso, aprovechamos para peregrinar unos días a ¡tierra de mártires, a tierra de vendeanos y contra-revolucionarios…!

Vayan aquí unas breves crónicas para compartir con los seguidores de,

Que no te la cuenten…

Hnas. Marie de la Sagesse y Mater Afflicta


La Vendée

Crónicas vendeanas

Peregrinando en tierra de mártires contra-revolucionarios

Soeur Marie de la Sagesse Sequeiros / Hna. Mater Afflicta

 

La Vendée… Si se estrujara la tierra como una esponja,

veríamos salir la sangre de los mártires” (P. Ventura).

Les Lucs-sur-Boulogne: El Belén de la Vendée

Dos parroquias irreductibles

En plena época del terror revolucionario, 1793/4, existía en el corazón de la Vendée, el pueblo de Les Lucs-sur-Boulogne con dos iglesias que hoy día han pasado a la historia. El P. Charles Barbedette, párroco de Saint Pierre en Grand-Luc con alrededor de 2000 habitantes y el P. Louis Voyneau de Notre-Dame en Petit-Luc con tan solo un centenar de fieles.

Ambos sacerdotes se habían negado a jurar la cismática “Constitución Civil del Clero” (1791) que los revolucionarios impusieron a todos los clérigos bajo pena de proscripción o muerte, siendo considerados refractarios y traidores a la República. A partir de ese momento los dos curas se vieron obligados a vivir como nómades, refugiándose de casa en casa y ejerciendo su ministerio clandestinamente como tantos otros…

Vendée: Primeras comuniones de niños en Misa clandestina, Museo de Arte y de Historia de Cholet.

Los acontecimientos se precipitaron con el asesinato del rey Luis XVI en la guillotina y la leva

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