San Martín y Bolívar: su política religiosa (Introducción)

A raíz de la polémica que se desató en el post anterior sobre la supuesta masonería de los Libertadores de América, nos pareció oportuno publicar, en sucesivas entradas, un excelente trabajo del Dr. Enrique Díaz Araujo, documentado hasta el cansancio, donde se demuestran las ideas de algunos de los hombres que forjaron, en el siglo XIX los jalones de la independencia americana.

Aconsejo a los nacidos en nuestra Madre Patria (España) que intenten leerlo desechando los posibles prejuicios que la historiografía liberal ha plantado en nuestras mentes durante 200 años de “historia oficial”; en especial habrá que cuidarse de aquellos que, simplificando los hechos, sostienen que todos los libertadores lucharon contra su madre y contra lo que ella significaba.

No fue éste el caso de los grandes hombres de nuestras tierras; ellos lo hicieron por mantener la verdadera España y lo mejor de ella; sólo cuando las brevas  estuvieron maduras y no había ya otra alternativa, se buscó la emancipación (política y no cultural) de una casa ocupada y vencida moralmente en sus cabezas, por principios liberales.

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, IVE

Desde que en 1810 se proclamó la Autonomía, en toda la América Española se fue abriendo paso la posibilidad de la Independencia de los antiguos virreinatos y capitanías generales que componían el Reino de las Indias Occidentales- [1]-. Además de otros condicionamientos, la principal causa que promovió la Independencia fue la conducta irrazonable del Rey Fernando VII. En principio, las Autonomías proclamadas en 1810 se habían hecho para preservar los soberanos derechos reales mientras Fernando estaba cautivo en Valencay. Se había reiterado el juramento de vasallaje, como prueba del fidelismo que animaba las empresas autonomistas- [2]-. Empero, al convalidar Fernando el ataque bélico promovido por las Regencias gaditanas- [3]-, no dejó a los americanos otra salida que la dispensa del juramento de vasallaje leal- [4]-, y, por consiguiente, la procuración de la Independencia. Hasta ahí, todos eran realistas, unos regencistas, otros autonomistas; en adelante hubo realistas y patriotas, mediando guerra entre ambos.

En dicho análisis, de entrada hay que mostrar el problema político creado por la ruptura con el Rey. En ese sentido, lo primero a recordar es que América (Reino de Indias, incorporado a la Corona de Castilla) era un Peculiar Estado Patriarcal, Patrimonial y Confesional, parte del Imperio Español. El Imperio Español, según Agustín de Iturbide, “asemejó al padre de familia”- [5]-. Luego, bien dice el estudioso norteamericano Thimoty Anna que el “imperio español estaba formado por numerosas familias de pueblos sujetos a la autoridad del padre y señor, el rey…una sola familia bajo el Rey Padre”. Concepto que completa el historiador francés Francois-Xavier Guerra, al enunciar que la Monarquía: “se piensa como una familia, formada por varios hijos- los pueblos o los individuos-, a la cabeza de la cual se encuentra el rey como padre: “el Rey es antes Padre que juez”, es el “padre universal de nuestra nación”. Su desaparición deja huérfana a la nación con todos los peligros que esto lleva consigo”- [6]-.

De esa suerte, Paternidad y Orfandad, serán los temas centrales de la época. Abundando al respecto, otro estudioso estadounidense, Marvin Goldwert, subraya que entre 1808 a 1824, los criollos “iniciaron el camino hacia el derrocamiento de la figura del Rey Padre. Ese fue el acontecimiento central más “traumático” en toda la historia de la América española…Una gran parte de la rebeldía en la historia moderna de la América española representa la búsqueda de un sustituto paterno de los reyes de España”-[7] - Eso era lo que temía Simón Bolívar, cuando en su “Carta de Jamaica” (6 de setiembre de 1815) anotaba que las “águilas francesas ( las fuerzas napoleónicas) sólo respetaron los muros de la ciudad de Cádiz, y con su vuelo arrollaron los frágiles gobiernos de la Península, entonces quedamos en la orfandad”. De lo cual resultó la anarquía, “por falta de un gobierno legítimo”, y “nos precipitamos en el caos de la revolución”- [8]-. Anarquía y caos, porque de la noción de la Corona Real ( o la sublimación de la Realeza) había emanado “la costumbre de obedecer”- [9]-. La orfandad nos precipitaría en la anarquía. Tal la grave preocupación de los Libertadores. ¿ Cómo evitar ese desamparo…?

Resulta que el Padre Rey ejercía, por concesión papal, el Patronato sobre la Madre Iglesia ( Bula “Universalis Ecclessia”, del Papa Julio II, del 28 de julio de 1508). Debe tenerse presente que las Indias eran “un Estado confesional”, donde hubo una “verdadera identificación de intereses y tendencias entre la Iglesia y el Estado…un régimen que colocó el fin último del hombre en la cúspide sus objetivos políticos”- [10]-.

Ahora- después de su liberación en 1814- el Rey obligaba con su conducta absurda a romper con él. Tal ruptura nos dejaba- como queda dicho- en la orfandad, y ésta, eventualmente, nos podía precipitar en el caos. Un modo de eludirlo consistía en reforzar los lazos que nos unían con la Madre Iglesia-[11]-. Con la Madre Iglesia, en general, y más específica, devocional e íntimamente, con la Madre Virgen María- [12]- Ese era un recurso que un estadista con sentido común ( y que, además, estuviera dotado de una visión sobrenatural de las cosas) advertiría enseguida. Los Libertadores, a fin de eludir la anarquía que se generaría ante la supresión del Padre Rey, deberían redoblar su condición de católicos y marianos. Esa es nuestra tesis.

Reemplazarían al Padre, fortaleciendo a la Madre. Tal lo que hicieron San Martín y Bolívar; más pronto el primero que el segundo, e independientemente de sus íntimas convicciones religiosas- [13]-.

No es de la individual religiosidad de los Libertadores, de lo que trataremos. Ese es un tema que, en última instancia, está vedado al historiador profano; queda recluido en el arcano de la intimidad de la conciencia, y, por tanto, es de la sola competencia de Dios y los confesores. No es la religiosidad o práctica religiosa de San Martín y Bolívar la materia de esta ponencia, sino su política religiosa; sus actos como gobernantes en orden a la Religión, que esos sí son de nuestra incumbencia. Nuestra presente indagación no apunta a incoar un proceso de beatificación de ninguno de aquellos próceres. Por eso, pensamos que quienes se afincan en el análisis de sus creencias individuales, no toman el camino acertado. Sin perjuicio de fijar eventual y accesoriamente la conducta personal, dado que la cuestión principal es objetiva, de política general, es por ahí por donde comenzaremos.

Ahora anotemos este otro punto.

 

Bolívar quería fundar un Imperio en reemplazo de los Borbones (su Imperio de los Andes- [14]-). San Martín, siguiendo el modelo establecido por los Braganzas en Brasil, deseaba un Borbón hispano que gobernara en América con independencia de España- [15]-. Lo discutieron en Guayaquil- [16]-. Ambos sabían que el modelo norteamericano de la república democrática no era aplicable a la América española. Porque, según ellos, conducía a la anarquía- [17]-. En el fondo, las diferencias no eran substanciales- [18]-. Conforme al venezolano José Gil Fortoul, San Martín “abogaba por el establecimientos de monarquías”, mientras que Bolívar, “sin rechazar en principio la idea, opinaba por un presidente vitalicio que tuviese las prerrogativas de un monarca inglés”- [19]-. Un historiador español- que poco simpatiza con los Libertadores- expresa al respecto:

“Como lo prueban sus propias palabras, la ambición de Bolívar era idéntica a la de San Martín: hacerse emperador de la América española con el título de “Libertador”. Si se oponía a trasplantar príncipes europeos al Nuevo Mundo no era porque le disgustara el sustantivo “príncipe”, sino el adjetivo, “europeo” [20].

Y más adelante, comparando las concepciones estatales de los tres Libertadores Americanos, al estudiar el Plan de Iguala, de Iturbide, expone:

“Es evidente la analogía del diseño (mexicano) con los de Colombia y Perú. En los tres casos, el caudillo tiene que enfrentarse con una constitución liberal española. En los tres, rechaza la constitución: en Perú y en Colombia, porque las exigencias de la independencia son más fuertes que las del liberalismo; en México porque el partido negro desea refugiarse en la independencia contra las ideas liberales que vienen de España. Pero mientras Bolívar no quiere oír hablar de un rey español, San Martín…, lo acepta como solución posible; e Iturbide también. En conjunto, pues, la propuesta de San Martín parece un sincero esfuerzo para estabilizar un Perú realista, cortesano y tradicional, cuando su propio país sucumbía en la anarquía en vano esfuerzo por implantar instituciones republicanas” [21].

Algo disentían sobre la configuración de la autoridad política futura; nada acerca de la autoridad religiosa heredada.

Aunque acá también cabe una neta distinción: San Martín siempre mostró completa adhesión al principio de otorgar un rol protagónico a la Iglesia Católica; Bolívar sólo en la etapa final de su gobierno. Y, precisamente, de esas conductas pasamos a ocuparnos.

 


[1].- Dependiente de la Corona de Castilla; no del Reino de Castilla, ni de España, ni, menos, de los españoles peninsulares. En adelante, todos los subrayados serán nuestros.

[2].- “Vuestra lealtad era lealtad fina a vuestros reyes, que habéis manifestado tantas veces…fue una nueva prueba de vuestra fidelidad, honor y amor al rey…los más fieles y amantes de vuestros vasallos”: Sermón del canónigo Dr. Diego Estanislao Zabaleta, en el solemne Tedeum celebrado por la Primera Junta, en Buenos Aires, el 30 de mayo de 1810: Furlong, Guillermo, La Revolución de Mayo. Los sucesos, los hombres, las ideas, Bs. As., Club de Lectores, 1960, p. 130.

[3].- “Las operaciones de la guerra entre España y los dominios americanos de la Corona de Castilla, comienzan en 1810 por la declaración que hace la Regencia del bloqueo de las costas venezolanas” (1.8.1810): André, Marius, El fin del imperio español en América, (Santander), Cultura Española, 1939, p. 110.

[4].- “Con aquellos supuestos queda resuelto el problema de la fidelidad al juramento hecho a Fernando VII, pues se ha violado el “pacto social”. Al abandonarnos Fernando ha quebrantado el contrato y se acabó el juramento…la fidelidad no es un derecho abstracto…es una obligación recíproca”: Fr. Pantaleón García, Rector de la Universidad de Córdoba, en su “Proclama Sagrada”, del 25 de mayo de 1814: Caturelli, Alberto, Historia de la Filosofía en Córdoba 1610-1983, t° II, Siglo XIX, Cba., CONICET, 1993, p. 96. “Diremos que, si mal aconsejado Fernando no quiere unirse con sus leales vasallos, él mismo es el que, cual otro Roboam, se ha dado a sí mismo la sentencia”: Fr. Francisco de Paula Castañeda; sermón del 25 de mayo de 1815: Furlong, Guillermo, op. cit., p. 127. “Faltando el soberano a estas precisas e indispensables condiciones ( del Pacto de Vasallaje con la Corona de Castilla, del 9 de julio de 1520), el juramento pierde todo su vigor, se rescinde por el hecho mismo, y queda enteramente nulo”: Fr. Juan Esteban de Soto, sermón del 25 de mayo de 1816: Tanzi, Héctor José, El poder político y la independencia argentina, Bs. As., Cervantes, 1975, p. 276.

[5].- Dabdoud, Claudio, México. Estudio socio-económico 1521-1976, México, Tradición, 1977 p. 227.

[6] .- Anna, Thimoty, España y la Independencia de América, México D.F., Fondo de Cultura Económica, 1986, pp. 29, 30; Guerra, Francois-Javier, Modernidad e Independencia. Ensayo sobre las revoluciones hispánicas, México D.F., MAPFRE- Fondo de Cultura Económica, 1993, p. 150.

[7].- Goldwert, Marvin, “The Search for the Lost Father- Figure in Spanish American History: A Freudian View”, in: The Americas, n° 34, april 1978, pp. 535-536.

[8].- Bolívar, Simón, Discursos, proclamas y epistolario político, Madrid, Editora Nacional, 1975, pp. 159-160.

[9].- “El hábito de obedecer, la comunidad de intereses, de cultura, de religión, una recíproca benevolencia, una tierna solicitud por la cuna y la gloria de nuestros padres, en fin, todo lo que constituía nuestro porvenir, nos venía de España”: André, Marius, Bolívar y la Democracia, Barcelona, Araluce, 1924, p. 111.

[10].- Zorraquín Becú, Ricardo, La organización política argentina en el período hispánico, 2ª. ed., Bs. As., Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Instituto de Historia del Derecho Ricardo Levene, Perrot, 1962, pp. 41, 42.

[11].- La “Proclama de la Junta Provisoria Gubernativa”, de Buenos Aires, del 25 de mayo de 1810, la mostraba dispuesta a promover “por todos los medios posibles, la conservación de nuestra religión santa” y el “sostén de estas posesiones en la más constante fidelidad y adhesión a nuestro muy amado rey, el Sr. D. Fernando VII”: Registro Oficial de la República Argentina, t° I 1810-1821, Bs. As., La República, 1879, p. 23. El art. 8° de la “Declaración de la Independencia de la Confederación Americana de Venezuela”, disponía: “conservar y mantener pura e ilesa la santa Religión católica, apostólica romana, única y exclusiva en estos países, y defender el misterio de la Concepción Inmaculada de la Virgen María nuestra Señora”. Salvador de Madariaga, historiador liberal, se pregunta qué tenía que ver el Misterio de la Inmaculada Concepción con la Independencia, y se responde: “Los caudillos separatista se cubrieron al principio con el estandarte de “los derechos de Fernando VII”; pero llegó un tiempo que ya no servía, puesto que les impedía declarar la independencia deseada. Hubo entonces que renunciar al “misterio de Fernando VII”; y por lo tanto hubo que acudir a otro misterio para mistificar a la multitud. De aquí la Inmaculada Concepción”: Bolívar, Bs. As., Sudamericana, 1959, t° I, pp. 315-316. Esa es la interpretación de un españolista agnóstico; pero que con sus errores conceptuales o verbales, apunta al hecho cierto del reemplazo del Padre Rey por la Madre Iglesia. Por su parte, la Junta Autonómica de Santa Fe de Bogotá, al establecerse el 18 de setiembre de 1810, proclamó: “La transformación política de Santa Fe reconoce como la de Caracas los sagrados principios de conservación de los derechos propios, y los de Fernando VII: odio eterno a Francia…, tranquilidad y orden público, inviolabilidad y respeto de la Religión”: Ramos, Demetrio, España en la Independencia de América, Madrid, MAPFRE, 1996, p. 304.

[12].- Por eso, anota el mexicano Alfonso Junco: “Alma de la independencia mejicana fue la Virgen de Guadalupe. Todos los campeones de aquella heroica empresa que, sin exceptuar uno solo, ponían la religión como esencial cimiento de unidad y grandeza de la patria, tomaron por patrona a la Guadalupana, la irguieron como símbolo y bandera y la amaron con encendida devoción…La Virgen de Guadalupe fue, históricamente, el alma de nuestra independencia”: Un siglo de Méjico. De Hidalgo a Carranza, 4ª.e., Madrid, Cultura Hispánica, 1956, pp. 43, 45.

[13].- El General Manuel Belgrano, desde Santiago del Estero, el 6 de abril de 1814, en carta a San Martín, le recordaba que “usted es un general cristiano, apostólico romano”, y que, por eso, debía afianzarse “siempre en las virtudes morales, cristianas y religiosas…Acaso se reirá alguno de mi pensamiento; pero Ud. no debe dejarse llevar de opiniones exóticas, ni de hombres que no conocen el país que pisan… el ejército se compone de hombres educados en la religión católica que profesamos…No deje de implorar a Nuestra Señora de las Mercedes, nombrándola siempre nuestra generala, y no se olvide los escapularios de la tropa. Deje Ud. que se rían; los efectos lo resarcirán a Ud. de la risa de los mentecatos que ven las cosas por encima. Acuérdese Ud. que es un general cristiano, apostólico, romano; cele Ud. que en nada, ni aun en las conversaciones más triviales, se falte el respeto a cuanto diga a nuestra Santa Religión”: Ministerio de Educación, Instituto Nacional Sanmartiniano y Museo Histórico Nacional, Documentos para la historia del Libertador general San Martín, Bs. As., 1953, t° II, pp. 123-124. Veneró dicha advocación de la Virgen María, en el Ejército del Norte, en Tucumán. En cartas a su amigo y pariente Tomás Guido, al encomendarle tareas, concluía: “Dios y Nuestra Madre y Señora de Mercedes se lo recompensarán”. Además, desde que triunfó en San Lorenzo hasta que terminó su campaña libertadora San Martín llevó consigo un relicario con la imagen de Nuestra Señora de Luján”: Martínez, Pedro Santos, Estudios sobre Historia de la Iglesia, Bs. As., Gladius, 2009, p.282. Más sabido es el hecho de que San Martín, en Mendoza, procedió a proclamar como Patrona y Generala del Ejército de los Andes a la Virgen del Carmen de Cuyo. Condición que reiteró el 12 de agosto de 1818, al escribirle al Padre Guardián de la Orden Franciscana en Mendoza, reconociendo: “ La decidida protección que ha prestado al Ejército de los Andes su patrona y generala Nuestra Madre y Señora del Carmen son demasiado visibles. Un cristiano reconocimiento me estimula a presentar a dicha Señora, que se venera en el convento que rige V.P., el adjunto bastón como propiedad suya y como distintivo del mando supremo que tiene sobre dicho ejército”. A las tres advocaciones: de las Mercedes, del Carmen y de Luján, rindió tributo el General. Ver: Piccinali, Héctor Juan, “Testimonios Católicos del General San Martín”, en: Mikael, Paraná, n° 16, 1978; “ La Virgen María, Patrona del Ejército Argentino”, en: Gladius, n° 9, pp.23-40. Referente a Simón Bolívar, hay suficientes constancias de su devoción a la Virgen de Belén, ya en 1814, imagen a la que sacó en alto para llevarla al combate, y el nombramiento de la Virgen de Chinquiricá, como Patrona de Colombia, en junio de 1828: Nectario M., H., Ideas y sentimientos religiosos del Libertador Simón Bolívar, 2ª. Ed., Madrid, 1978, pp. 34-35.

[14].- Villanueva, Carlos A., La monarquía en América. El Imperio de los Andes, París, Librería Paul Ollendorff, 1913.

[15].- “El creía de buena fe, que la mejor manera de obtener la independencia en Sud-América era constituyendo un gobierno monárquico, tal como había ocurrido en Brasil y en México”: Bulnes, Gonzalo, Historia de la Expedición Libertadora al Perú (1817-1822), Santiago de Chile, R. Jover, 1888, t° II, p. 376.

[16].- Memoria del Coronel José Gabriel Pérez, Secretario de Bolívar, pasada a la Cancillería Colombiana el 29.7.1822, en: Lecuna, Vicente, Cartas del Libertador, Caracas, 1929, t° II, pp. 60-63. En el mismo sentido el testimonio de Tomás Cipriano de Mosquera, en: Villanueva, Carlos A., La monarquía en América. Bolívar y el general San Martín, París, Librería Paul Ollendorff, 1911, pp. 243-247. El propio Bolívar, en carta a Francisco de Paula Santander, del 29.7.1822, anotaba sobre San Martín: “ Dice no que no quiere ser Rey, pero tampoco quiere la democracia y sí el que venga un príncipe de Europa a reinar en el Perú”: Mitre, Bartolomé, Historia de San Martín y de la Emancipación americana, Bs. As., “La Nación”, 1888, t° III, p. 616; cfr. Lecuna, Vicente, op. cit., t° III, p. 58. Por lo cual, algún autor llega hasta hablar de la “monarcomanía” de San Martín: Leguía y Martínez, Germán, Historia de la emancipación del Perú. El Protectorado, Lima, 1972, vol. V, p. 2.

[17].- “Yo pienso que mejor sería para la América adoptar el Corán que el gobierno de los Estados Unidos”. Simón Bolívar, carta a Daniel Florencio O´Leary, en: Belaúnde, Víctor Andrés, Bolívar y el pensamiento político de la revolución hispanoamericana, Madrid, Cultura Hispánica, 1959, p. 384. “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar a la América Española de miserias a nombre de la Libertad”, carta al coronel Patrick Campbell.

[18].- “San Martín era un monárquico; ése era uno de los principios que le definían”. “Otra comparación que también se realiza con frecuencia opone el monarquismo de San Martín al republicanismo de Bolívar. Esto es algo que también se presta para exageraciones. Aunque el pensamiento político de los dos libertadores se expresó en términos diferentes, sus ideas básicas poseían una similitud sorprendente”: Lynch, John San Martín. Soldado argentino, héroe americano, Barcelona-Bs. As., Crítica, 2009, pp. 225, 322.

[19].- Gil Fortoul, José, Historia Constitucional de Venezuela, Berlín, Heyman, 1907, t° I, p. 339.

[20].- Madariaga, Salvador de, op. cit., t° II, p. 197. Y agrega: “Así lo prueba su argumento sobre Iturbide, que prefería verlo coronarse con tal que no trajese dinastías europeas cualquiera al continente americano. Lo que Bolívar temía no era la monarquía, como republicano, sino el monarca europeo, como monarca nato americano”. Después, el hijo de Iturbide fue edecán de Bolívar.

[21].- Madariaga, Salvador de, op. cit., t° II, p. 147. Madariaga, con lo de “partido negro” alude a los conservadores católicos. 

43 comentarios

  
Palas Atenea
A mi modo de ver la sustitución de la dinastía Habsburgo por la Borbón no fue buena para América. Tal vez tampoco para España, aunque los últimos Austrias fueran un desastre.
Los Austrias tenían un concepto de imperio distinto al de los Borbones y, como se vio en Austro-Hungría, bastante menos influido por la Revolución Francesa.
Esa manera de entender el imperio por los Austrias, que no pretendían igualdad sino buena armonía, fue arrollada por el absolutismo. Y no fue buena cosa.
07/12/14 9:35 PM
  
Ricardo de Argentina
La corrupción de la familia real borbónica española era tan profunda, tan asquerosa si se me permite el término, que buscar razones masónicas o de otro tipo para justificar la rebelión americana, es ocioso o malintencionado.
Todo el increíble vodevil de Bayona, con una corte que va estúpidamente a ponerse al alcance de las garras napoleónicas, y el repugnante culebrón familiar que antecedió y sucedió a ese curiosísimo y cuasi convenido "cautiverio", no pueden haber generado más que rechazo, indignación y repulsa en cualquier hombre de bien.
07/12/14 9:42 PM
  
Palas Atenea
Pues a eso iba, Ricardo, a eso iba. Cualquiera, y si era católico con más razón, se hubiera querido quitar de encima a reyes absolutistas, por un lado, y cobardes por otro. ¡Menudo desastre!
07/12/14 10:02 PM
  
Ricardo de Argentina
Coincido con tu apreciación, Palas Atenea, especialmente cuando señalas lo penetrada por el Liberalismo que estaba la familia borbónica. A tal punto que yo creo que esa infiltración patente fue lo que hizo posible la Francesada.
Del mismo modo entiendo que el Absolutismo, esto es, la Monarquía Cristiana devenida en Tiranía oprobiosa, fue una consecuencia de la infiltración del Liberalismo en las cortes, con lo cual se desdibujó su impronta cristiana.
Absolutismo que a su vez fue causa del fin de la Monarquía, al hacerla justificadamente odiosa.

Caso curioso me resulta la pervivencia del prestigio de la monarquía entre los españoles actuales. ¿Es posible que las glorias de Isabel, Carlos y Felipe aún pesen en el ánimo español, o es más bien el espanto de los horrores de la República lo que los lleva a mantener la ficción de una monarquía?
Porque de hecho, España es una república presidencialista.
07/12/14 10:14 PM
  
Palas Atenea
La verdad es que a mi me gustan mucho más los Austrias que otras dinastías y eso puede ser una debilidad mía, lo confieso. Maximiliano no hubiera podido llegar a nada en México porque fue apoyado por los franceses y en México había por aquel entonces unos políticos más afrancesados que los mismos franceses; sin embargo Pedro I, el que fue por corto tiempo rey del Brasil-o emperador, no lo sé muy bien-quizás si habría podido hacer algo bueno.
Esta dinastía tenía claro la diversidad de pueblos que gobernaba por eso no impusieron el español como lengua oficial y se utilizaban también lenguas francas; distinguía entre el Virreinato del Perú, el del Río de la Plata y la Nueva España; tenía un concepto claro de que las tierras más allá del Atlántico no eran colonias sino la misma España transcontinental.
Los Borbones con su política absolutista y centralista se distanciaron de los españoles americanos y no supieron defenderles como es debido.
07/12/14 10:23 PM
  
Palas Atenea
Pues mira, Ricardo, mis abuelos eran carlistas y decían aquello de "Por Dios, por la patria y el rey lucharon nuestros padres/Por Dios, por la patria y el rey lucharemos nosotros también". Mientras gobernaron los Habsburgo no hubo movimientos carlistas pero, al poco del absolutismo liberal de Fernando VII, comenzaron a luchar.
Las monarquías europeas de hoy en día y la flauta de Bartolo son la misma cosa a mi entender.
07/12/14 10:37 PM
  
Francisco José Delgado
No habiendo estudiado el tema demasiado, y no por falta de ganas, veo las cosas de una forma algo diferente. Se ha dicho la importancia de tener en cuenta la entrada en juego de los borbones.
América era una sociedad formada por una fusión de culturas dispares, con el único pegante del cristianismo católico. La obra de la evangelización guiada por las directrices de los reyes, desde la Sierva de Dios Isabel de Castilla en adelante, hizo que en pocos años se formara una sociedad cristiana de un vigor enorme, tal que a pesar de llevar descuidada durante muchas décadas en muchos lugares, ha sobrevivido notablemente.
Sin extenderme en esto, creo que hay que entender que el principal daño a la cultura y al cristianismo americano, no lo hacen las independencias, sino las anteriores reformas borbónicas, en particular las de Carlos III. Un hito concreto de ese proceso será la expulsión de los jesuitas, que supone el fin de una obra de evangelización y cultura sin par. Es de suponer, aunque no lo tengo investigado, que la insistencia liberal de los borbones y su gobierno en la educación afrancesada debió hacer estragos en los pueblos americanos. Además, la tendencia al absolutismo borbónico, junto con la soberbia ilustrada, provocaron las primeras grandes rebeliones en las indias. Me sorprende, sobre todo, la revuelta andina de Túpac Amaru II, que ha sido tan manipulada políticamente, pero que parece ser un reclamo de las antiguas élites indígenas sobre su autonomía y autoridad, concedida por las leyes de los reyes anteriores y negadas por el despotismo ilustrado de los nuevos monarcas.
Lo que yo creo es que cuando los revolucionarios americanos inician sus campañas, ya se ha quebrado la obra realizada por España en América y debido al ambiente cultural de la época, por muy religiosas que fueran sus políticas, al no estar libres de la tendencia ilustrada que empapaba entonces casi todas las realidades, no fueron capaces de restaurar la unidad cultural.
Es en ese contexto en el que la masonería hace su agosto, porque no encuentra una oposición cultural seria que frene su avance. Algo parecido a lo que pasa en la cultura actual.
El resultado de ese proceso es lo que contemplamos en muchos países americanos: una sociedad dividida, con muchas áreas de profunda religiosidad y unas formas institucionales muy arraigadas, pero con un paganismo que campa a sus anchas en todo lo que signifique cultura y construcción de la identidad propia.
No encuentro mucha más explicación para la realidad que se observa en muchos países. Por ejemplo, en Perú vemos que a pesar de que toda la ideología patriótica (utilizo el término ideología a conciencia) se centra en el reclamo del incanato como si la independencia se asemejara a la Reconquista española, sin embargo los pueblos andinos están sumidos en el abandono económico y cultural, y las formas culturales de tales pueblos son objeto de burla y ridículo, empezando por el idioma particular. Esos pueblos, que no cuentan nada para la realidad política y económica (si no es para ponerlos en museos), conservan la realidad católica más viva y profunda que hay en el Perú, con la normalidad y la sencillez de la vida ordinaria, a pesar de que en la mayoría de los casos ven al sacerdote un par de veces al año a lo sumo.
En definitiva, no culpando a Bolivar y San Martín del desastre cultural que supuso la independencia de América para la propia América, sino a los reyes borbones y a la cultura ilustrada que impusieron, creo que también hay que decir que los proyectos de fundación de naciones que llevaron a cabo hicieron poco por salvar la base católica que daba cohesión e identidad a los distintos pueblos que las formaban.
07/12/14 11:00 PM
  
jr
Es imposible más tergiversación en tan corto espacio del artículo. Es cierto que los movimientos independentistas en principio no fueron sino confabulaciones para preservar los derechos del rey, y los privilegios del grupo de terratenientes en acción... Pero luego ese proceso, en el caso primigenio de Venezuela, derivó en guerra civil que llevó al fracaso de primera república...
Ahora, ¿por qué la guerra civil?: Simplemente por la existencia de dos bandos o grupos diferenciados en su estatus social, en los privilegios, en la conformación y visión historica de su existencialidad, en la forma en que sentían, vivían y sufrian aquellas tierras y hasta en la manera de ver a Dios, con un ingrediente que impedía cualquier intento siquiera de conciliación o atemperamiento de intereses: la opresión, injusticia y desigualdad artroz impuesta en estas tierras por el yugo del imperio español...
Ciertamente que durante ese proceso independentista, Bolívar se paseó por varias posibilidades de la estructura política para estas tierras... pero resulta mezquino negarlesu espíritu libertario y de desprendimiento en amor al ser humano, de reconocimiento a su igualdad y respeto a su dignidad...
Al contrario de Napoleón, que de ser un don nadie pasó ser el Emperadorde la Francia, Bolívar, siendo uno de los herederos más acaudalados del "nuevomundo", murió desposeído de todo bien material y enterrado con camisa prestada.
Bolívar atravezó los andes no para saquear ni oprimir ni llevar terror, no, simplemente para sembrar libertad. Con tal desprenddiento que a veces pecaba de ingénuo, pero esa fue su grandeza: Crecer desde sus carencias, errores y vicios hasta la posibilidad plena de desprendimiento, justicia, libertad y amor por el ser humano.
Por favor, os pido que estudiéis a Bolívar desde al ángulo humano, como un sujeto que se impuso a su mundanidad hasta reconstruirse hacia senderos de pulcritud y honestidad espiritual, a millas de las ambiciones y perversiones de otros líderes históricos, y tan cerca del Cristo...
07/12/14 11:12 PM
  
Javier Olivera Ravasi
jr: honestamente no entiendo bien su planteo. Coincido con los "dos bandos o grupos diferenciados", pero más que en los del estatus social y privilegios, sobre todo en las cosmovisiones por las que luchaban. Un Rivadavia, un Moreno, un Sarmiento o un Mitre (para citar sólo algunos casos de mi país) lucharon por una república liberal a expensas y "bancados" por las ideas francesas y el capital inglés. Otros, entre los que se encuentran por ejemplo, San Martín y don Juan Manuel de Rosas, lucharon por mantener lo mejor de España con una política del bien común; fue esto justamente lo que les valió el morir en el destierro, cuando tanto habían hecho por sus patrias.
08/12/14 12:50 AM
  
manuel
Señor Olivera:
Ni Francia ni Inglaterra hubieran asistido a Simon Bolivar y otros, si estos
no congeniaban con la masonería y la separación absoluta de la Iglesia y el Estado. Simon Bolivar desde el principio se opuso a que en las Constituciones de los nuevos Estados Hispanoamericanos se mencionara la religión Catçólica, pues como buen masón consideraba la religión algo enteramente personal y no apto para ser regulado constitucionalmente.
Pero fue vencido por el miedo que los revolucionarios tenían al verdadero
pueblo hispano y por esto su voluntad no prevaleció.

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Señor Manuel: aguarde a leer las próximas entradas sobre Bolívar y entonces volveremos sobre el tema. Dios lo guarde. P. Javier
08/12/14 1:51 AM
  
Ricardo de Argentina
"JR", nos has presentado la "versión bolivariana", o "made in Chávez" de Bolívar, un semidios que preside el Panteón Bolivariano, al cual también habría ingresado Chávez sin escalas.

El problema, estimado JR, es que el "bolivarianismo" chavista incluye una manipulación de la Historia en función de intereses políticos e ideológicos de tal envargadura, que no se veía en plaza desde los tiempos de Marx y su "Materialismo Histótico".
Y no se queda en manipular la Historia sino que avanza también sobre la Religión, a la que combate y a la que intenta suplantar con creencias sincréticas, paganas y personalistas, muy pintorescas ellas, como los "pajarillos" que ofician de ángeles mensajeros entre Chávez y Maduro.

Si lo que buscamos es la Verdad Histórica, al chavismo "bolivariano" mejor olvidarlo.
08/12/14 2:03 AM
  
cos
Palas.

En mi opinión, y desde el respeto sincero al carlismo, a veces se confunden derechos con privilegios. La plata, vamos, que dirían por las tierras del padre. La realidad es que Castilla sostuvo durante siglos el peso de las arcas reales. El liberalismo también tuvo su parte benefactora en algún punto de su ideario: Todos los ciudadanos iguales ante la ley terrena. Aunque, claro, luego en la práctica la cosa se aplicó como se aplicó. No todo es religión para entender el hecho histórico -eso es como caer en una antítesis grosera del pensamiento de Marx-, ni obviamente podemos caer en la visión caricaturizada de que los liberales eran todos unos demonios y los realistas todos unos santos.
En España también hubo liberales -o ilustrados que sería su antecedente- reformistas desde una postura franca de fidelidad a la tradición. Ver la carta de Jovellanos al financiero afrancesado Cabarrús al respecto de la posibilidad de un ministerio dentro de un gobierno napoleónico:

"España no lidia por los Borbones ni por Fernando; lidia por sus propios derechos originales, sagrados, imprescriptibles, superiores e independientes a toda familia o dinastía. España lidia por su religión por su Constitución, por sus leyes, sus costumbres, sus usos; en una palabra: por su libertad, que es la hipoteca de tantos y tan sagrados derechos".

Te invito a leer este artículo.
lne.es/opinion/2012/01/06/humanismo-cristiano-jovellanos/1180349.html
Donde se compara por ejemplo la reforma agraria propuesta por Jovellanos con la «Mater et magistra» de Juan XXIII. No es cuestión de entrar en otras consideraciones de orden teológico.

Pongo el ejemplo de Jovellanos no por nada sino para darnos cuenta de que la historia tiene grandes complejidades que muchas veces superan un examen unívoco. Conste que no lo digo por ti que eres una buena analista sino para que quede dicho y no se nos olvide. Estos hilos sobre la independencia americana son un buen ejemplo de ello.

Por cierto, este aspecto religioso de Jovellanos obviamente hoy en día se obvia. Hace unos años hubo una gran exposición en Gijón -su ciudad y ciudad de la que es considerado casi padrino espiritual- a tenor de su centenario en la que no se mostraba ni rastro de ello. Nada que extrañar ¿verdad?

¿De verdad Bolivar no era masón?????
08/12/14 7:31 AM
  
cos
Ricardo de Argentina

España no es una democracia presidencialista, de hecho yo no sabría decir ni lo que es. Es algo así como una partitocracia postmoderna cutre dirigida por partidos cutres y ladrones. Es un desastre total con una población infantilizada e ignorante. A mi me da pena este país. El escritor Miguel de Unamuno, por el que no tengo mucha simpatía todo sea dicho, acuño una frase espléndida, esa de "me duele España". Es imposible vivir aquí y que no te duela con solo tener un poquito de sensibilidad.

El monarca no tiene poder real de ningún tipo, su papel es meramente simbólico y representativo. Al hilo de lo que dices, yo defiendo la institución no porque tenga expresa simpatía por quienes detentan el título sino por dos cosas. Una, su carácter precisamente simbólico en cuanto a su representación de la unidad y continuidad histórica de la nación. Otra, efectivamente, es la experiencia histórica de la república en los años 30 del pasado siglo y la ruptura de esta con el levantamiento militar y los 40 años de dictadura. No es cosa de entrar en pormenores, que harían el asunto muy largo, pero da pena ver a determinados sectores esperando el momento del resarcimiento moral y la imposición de su relato histórico -no hay más que ver las tonterías que dicen y que hacen-. Que son al final quienes quieren detentar la representación del bando que efectuó la persecución religiosa y que hoy en día se suman a toda moda postmoderna que se les presente.

Perdón por estar fuera del hilo. No he podido contenerme :-)
08/12/14 7:54 AM
  
Palas Atenea
cos: Jovellanos no es representativo, más bien es una excepción y, a la gallega, puedo contestar a tu pregunta final: ¿De verdad Bolívar no era masón???? con esta otra: ¿De verdad Jovellanos no era un afrancesado???? Hubo mucha gente fluctuando entre dos aguas, les gustaba esto de aquí y aquello de allá. Jovellanos parecía reunir muchas de las características de los afrancesados españoles pero parece que su idea de España no coincidía con la de ellos.
Los masones americanos tienen un sonido diferente, de maraca y tambor en el caso de Martí y de arpa llanera en el de Bolívar, que distorsiona su pertenencia a la masonería dándoles un aire tropical inexistente en las logias de París o Londres. Son, por lo tanto, populares que es una característica muy poco masónica. Los masones más ad hoc de todos estaban en México, donde el pueblo no los quería pero consiguieron imponerse.
08/12/14 10:55 AM
  
Palas Atenea
Observa, cos, el folklore. En la Argentina el cancionero ama a San Martín, desde "Los sesenta granaderos" al "Sargento Cabral"; en Cuba ama a Martí, porque su condición de poeta cubre su condición de masón, y canta con su poesía: "Guantanamera", " La niña de Guatemala", etc...
Sobre Bolívar hay menos, pero sobre los masones mexicanos no hay nada.
En México el pueblo cantó a la Revolución-Pancho Villa y Zapata-y cantó a la Cristiada, pero sus presidentes priistas no aparecen. ¿Quién le iba a dedicar un huapango a Emilio Portes Gil, o incluso a alguien tan del pueblo, porque era un indio zapoteca, como Benito Juárez?
La condición principal para que el pueblo admire a alguien es la condición de héroe, que a veces se confunde con la de mártir. Si el héroe es como Martí-que ese sí que era masón-es a despecho de su masonería y no por ella, porque tenía la doble condición de masón y poeta romántico. San Martín era un héroe con todas las letras.
"Heroico y bravo jefe del Ande,
su venia pido mi general,
para cantarle al viril sargento
de granaderos Juan de Cabral"

(Sargento Cabral, ¿chamamé correntino?)


"Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón conque vivo
cardo ni espina cultivo,
cultivo una rosa blanca"
(José Martí)
08/12/14 11:31 AM
  
Ricardo de Argentina
Cos, me dices:
"España... Es algo así como una partitocracia postmoderna cutre dirigida por partidos cutres y ladrones. Es un desastre total con una población infantilizada e ignorante. A mi me da pena este país."
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O sea que en buen romance me estás diciendo que España es...¡una Democracia!
O una República Liberal Presidencialista. O como quieras llamarle, que todo va al mismo pozo del Nuevo Orden Mundial.

(Sabrá el P. Javier disculpar este fuera de tema, pero quería responder este planteo tan particular, adonde se refuta mi tesis aportando argumentos que en realidad la apuntalan).
08/12/14 12:18 PM
  
Renée
Señores, una cosa es ser de ideas monárquicas Y OTRA MUY DISTINTA QUERER SER REY.

¿No estábamos preparados para gobernarnos? Pues...me temo que hasta hoy habrá muchos que duden que lo estemos, si tomamos en cuenta la sarta de fulanos que pulula por el benemérito Congreso de La República y por los presidentes que hemos tenido los últimos 30 años, todos ellos acusados de corrupción y uno preso.

Sobre la política religiosa de San Martín, la historia de mi país da fe.

"Los primeros diputados se reunieron el 20 de setiembre de 1822, a las 10 a.m., en el palacio de gobierno. Desde allí se dirigieron a la catedral a solicitar la asistencia divina, mediante la misa votiva del Espíritu Santo, que celebró el Deán Gobernador Eclesiástico del arzobispado de Lima, doctor Francisco Javier de Echagüe. Concluida esta se entonó el himno Veni Sancte Spiritus; después, el Deán hizo una exhortación a los diputados sobre la protestación de la fe y el juramento que debían prestar. En seguida, el ministro de Estado y Relaciones Exteriores, doctor. Francisco Valdivieso, pronunció la fórmula de juramento:

«¿Juráis conservar la santa religión católica, apostólica, romana, como propia del Estado; mantener en su integridad el Perú; no omitir medio para libertarlo de sus opresores; desempeñar, fiel y legalmente, los poderes que os han confiado los pueblos; y llenar los altos fines para que habéis sido elegidos?"


Los diputados respondieron: «Sí, juramos».

Después de ello pasaron de dos en dos a tocar el libro de los Santos Evangelios. Para finalizar el acto, San Martín añadió:

«Si cumpliereis lo que habéis jurado, Dios os premie; y, si no, Él y la Patria os lo demanden».

A continuación, el gobernador eclesiástico entonó el Te Deum, seguido por el coro. En ese momento resonó en la plaza mayor una salva de 22 cañonazos, repetida en el Callao y en los buques de la armada. En la ciudad se produjo un repique general de campanas hasta la llegada de los diputados al recinto de la Universidad de San Marcos."


Fuente: congreso.gob.pe/index.php?K=6

¡Me habría encantado presenciarlo todo! Es un privilegio sin igual que en un acto de tanta trascendencia para mi país se haya invocado al Espíritu Santo y entonado el Te Deum.

¡Mas claro...!!!
08/12/14 7:01 PM
  
Renée
Me olvidaba: ¡Feliz día de La Inmaculada!
08/12/14 7:02 PM
  
anarcocarlista
Que los borbones destrozaron la tradición monárquica española basada en el respeto y tolerancia hacia las identidades, y en el cumplimiento de los pactos con los diferentes pueblos (antes leyes que reyes decían los fueros de Aragon...), es un hecho histórico, y los hechos no se discuten... Somos muchos los monárquicos sin rey, incluso más si contamos a los que lo son sin saberlo... La monarquía es la forma más natural de gobierno..., por lo quetendemosa ella de forma natural... Obviamente el rey natural ha de obedecer ante todo a la Ley Natural, esto es, a Dios... Nuestra monarquía, y las de toda Europa, son una caricatura triste de lo que deben ser... El último rey que de lejos estuvo a la altura de su deber natural como tal fue Balduino de Bélgica, y antes el utimo Habsburgo en Austria, al que exiliaron de por vida y ni siquiera el cadáver puede volver a Vieja... Alfonso XIII en España pese a su cobardía, iba a decir borbónica, tuvo arrestos para enfrentarse a la masonería, y tal como él reconoció, se negó a implantar el divorcio y a hacerse de la logia pese a las amenazas directas que le emitieron... No duró mucho... No nos engañemos, lean Oligarquía y sumisión y entenderan que estamos yendo hacia el más intolerante totalitarismo... Toda Europa, y quizás la mayor parte de Occidente... Respecto a los hermanos americanos, el engaño en ellos fue desde que nacieron a la supuesta independencia...
08/12/14 8:02 PM
  
Gregory
Voy a esperar los proximo articulos sobre el tema, aunque solo dire que para entender y estudiar a Bolivar es mejor dejar a un lado el discurso chavista que convirtio al ilstre caraqueño en un marxista antes de Marx y sin que el mismo Marx supiera. Puedo agregar que la proclamación de la independencia de Venezuela como la primera constiitución se hicieron en el nombre de Dios todopoderoso y la ideología de la gran mayoria de los diputados era escolastica salvo la de Miranda viejo luchador de la revolución francesa y de José Felix Rivas pero que a la larga se impondria.
08/12/14 9:06 PM
  
Zumalacárregui
El absolutismo no se dio en España. Los Borbones coquetearon pronto con el liberalismo, especialmente Carlos III, pero no implantaron una monarquía similar a la de Luis XIV de Francia. Además, liberales españoles y revolucionarios franceses impusieron un modelo de Estado mucho más "absolutista" que cualquier monarquía previa.

En España los carlistas llegaron a estar formados sobre todo por la baja y media nobleza, el bajo clero y el pueblo, ya que el Gobierno liberal había desamortizado las tierras comunales de la que vivían muchos campesinos, a los que empujó al hambre. Las diferenciaciones regionales fueron arrasadas con los liberales y la fe popular despreciada cuando no perseguida (no olvidemos que ya en el s. XIX hubo persecuciones auspiciadas por los liberales contra religiosos).

Pocos reyes Borbones ha habido buenos, pero tras la llegada del liberalismo, ni un sólo régimen ha sido mínimamente apto para España.
08/12/14 11:49 PM
  
Cos
Bueno, es que es un tema de una complejidad enorme. Habría que ponerse a hablar primeramente de la ilustración, que en España fue enteramente católica, y de discusiones tipo si se podía a no leer la biblia en lengua vernácula o las características que debían reinar en las expresiones de devoción popular. O . . . si es lícito la censura. Es un tema tan amplio. . .
Otro asunto puede ser el de ciertas ideas tenidas por revolucionarias, por ejemplo la teoría de la separación de poderes de Montesquieu, más allá de otro tipo de consideraciones de carácter filosófico agregadas. La teoría en realidad no es original de Montesquieu aunque él la elaboró de forma concluyente, pormenorizada y casi podíamos decir que científica –hoy en día todo el mundo que se diga demócrata, y esto va por los políticos, deberían obligatoriamente leer a Montesquieu para saber de lo que hablan. De hecho no se hace y generalmente lo que se oye no son más que bobadas-. Montesquieu fue admirado incluso por antiliberales, hay que tener en cuenta que su teoría trata asuntos formales acerca de un funcionamiento del sistema que prevea el autocontrol y la limitación del abuso del poder.
Otra idea revolucionaria es la de la soberanía nacional, pero ¿acaso no se rastrea en buena parte de la escolástica, por ejemplo en la escuela de Salamanca, el concepto de soberanía delegada a la figura del rey pero perteneciente originariamente al “pueblo” por disposición divina?
Otra idea es la de la igualdad ¿Es justo o incluso conveniente la pervivencia en el tiempo de estructuras –privilegios, no nos engañemos- basadas en la diferenciación de clases que han sido determinadas por herencia transmitida a raíz de hechos históricos?

Lo que quiero decir es que el tema es mucho más amplio y complejo, más allá de la concreción en nombres. Jovellanos es uno pero tampoco el único. Jovellanos se pasó los últimos años de su vida recorriendo los montes y los rincones de Asturias, pegado a la realidad, y reflexionando acerca de las reformas necesarias para modernizar el país y mejorar la calidad de vida. Esto implica conocimientos económicos y científicos –aparte del mero amor por la ciencia-. Hay que desentrañar los aspectos positivos para diferenciarlos de los negativos y no hay que ver el caso del ideal emanado del catolicismo como un uno perfecto porque la propia Iglesia no propugna una teocracia, permite la diversidad de opiniones en materias no doctrinales, y acertada y dignamente ha pedido perdón en algunos casos a propósito de errores y pecados que se han dado en su seno. Es que si caemos en el error de decir, es que fulano era tal, por lo tanto todo lo que dijese u opinase está equivocado . . .
09/12/14 2:30 AM
  
Cos
El mensaje era una contestación para Palas Atenea
09/12/14 4:01 AM
  
Ricardo de Argentina
Habría que ponerse a hablar...si es lícito la censura. Es un tema tan amplio. . .
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Puede ser un tema de discusión "tan amplio" para los demócratas liberales.
Pero los católicos no tenemos nada que dudar en esta cuestión, ya que LA MAYORÍA DE LOS MANDAMIENTOS DE LA LEY DE DIOS SON CENSURAS (no robar, no matar, etc.).
O sea que para los católicos la censura fue, es y será siempre lícita, legítima, y muy necesaria y conveniente en ciertos casos.
09/12/14 1:58 PM
  
Palas Atenea
Cos: No tengo ningún reparo en admitir esta postura, Suponer que el liberalismo es todo él negativo me parece inaceptable. Que la Ilustración en España fuera enteramente católica es, en cambio, algo difícilmente demostrable con la expulsión de los jesuitas, la desamortización de Mendizábal y alguna que otra medida que no abala tal afirmación. Naturalmente siempre es posible que todo esto se hiciera "por el bien de la Iglesia" pero, claro, hace falta tragaderas para ingerir la bola.
09/12/14 2:37 PM
  
Zumalacárregui
La censura es necesaria en cualquier sociedad. Ahora también hay censura, lo que pasa es que no es oficial.

De hecho, en tiempos había menos censura de lo que se cree. Por eso Quevedo podía publicar unos versos acusando al rey de la muerte de un escritor, o en tiempos de Isabel II editarse periódicos menospreciando sus aficiones poco elevadas, por decirlo discretamente.
09/12/14 3:13 PM
  
Leonardo
Censura, estimado Ricardo?

La principal censura que debió hacer la Iglesia fue interior, interior, y mucho más que interior, de sus publicaciones heterodoxas y algunas cristologías gnósticas sibilinas. Que aquí nadie creyó en la "buena ruta con los buenos ateos" que buscan la revolución, por haber leído a los indigestos Marx, Engels, Gramsci, etcétera. Más bien se los "tradujeron" a un lenguaje pretendidamente cristiano. Y eso es lo que "no tiene perdón de Dios" (expresión coloquial rioplatense). Quién dijo que algunos elementos del marxismo eran compatibles con el Cristianismo? Hubiese de verdad llegado a muchos católicos si lo dijese Nikita Kruschev? Escuchaban los católicos conferencias de Gramsci? O era en ciertas Parroquias donde se podía escuchar todo esto, y que te sugiriesen acceder a ciertos libros como los del inefable Gustavo Gutiérrez, donde lo único no-filomarxista eran los números de página?

09/12/14 3:23 PM
  
Juan Mariner
Digan lo que quieran, pero a los hechos me remito y los números cantan. La extrema derecha española ha utilizado la "masonería de los Libertadores" para su propia propaganda y autojustificación: que es la defensa del "sistema borbónico" a ultranza como fin único y último, pero los masones reales estaban en la Corte de Madrid y no tanto en el Nuevo Mundo.
09/12/14 6:04 PM
  
Xaberri
Lo de Gutiérrez, para los que aún defienden al Prefecto de Doctrina de la Fé, aún está sin aclarar. El último abrazo público entre ambos tenía como fondo la falta de retractaciones y correciones en los erscritos de Gustavo Gutiérrez. Y la lista está a disposición en aciprensa.com/controversias/gustavogutierrez.pdf
y en
https://www.aciprensa.com/noticias/senalan-problemas-pendientes-en-la-teologia-del-p-gustavo-gutierrez-92433/

Obras, cardenal Müller, son amores y no buenas razones. Y por supuesto, uno no se mancha con lo que no ensucia, sino con lo que ensucia.
09/12/14 8:26 PM
  
Ricardo de Argentina
Bueno, sí Leonardo, ya no se combate a la Iglesia con cismas ni con tesis clavadas en las puertas de las catedrales, sino con la sutil infiltración.
Pero convendrás que esa infiltración fue facilitada por la falta de censura en la Iglesia. Ha prendido mucho entre los católicos el miedo a la censura, de la que se acomplejan y avergüenzan. Y esto desde mucho antes de la proclamación del dogma liberal "Prohibido prohibir" hecho conocer al mundo por los histéricos "enfants terribles" del '68.

Ya no se censuran herejías.
Ya no se censuran herejes.
Ya no se censura al mal.
Ya no se castiga a los malos.

Todo el tiempo que antes se empleaba en esos odiosos menesteres, se aplica ahora al "diálogo".
Y así nos va.
09/12/14 9:45 PM
  
Catalán
Otra forma de reconocer las imposturas de los nacionalistas católicos son sus incoherencias cuando hablan de los Borbones.

Se demoniza a los Borbones en comparación con unos idealizados Austrias, para luego acto seguir defender con amor unas repúblicas que están hechas precisamente con los peor que hicieron los Borbones y absolutamente nada de lo bueno de los Austrias.

Pero nadie se hizo nacionalista para ser coherente, claro.
09/12/14 10:12 PM
  
cos
A riesgo de que me censure el padre -estaría justificado por salirnos totalmente del tema-, diría que se exagera el tema de las diferencias entre Austrias y Borbones. El Conde Duque de Olivares también intentó llamémosle "centralizar" la administración de la corona. El debate entre el centralismo, el respeto a las instituciones históricas, la racionalización de la administración, la igualdad de derechos . . . es un debate de enjundia.
Se me viene ahora a la cabeza cuando Felipe II quería abolir aranceles de las provincias vascas y los consejeros en sus informes, vizcaínos ellos, decían "es que son tierras muy pobres donde no se da el cultivo . . ."
10/12/14 12:12 AM
  
cos
Y ya extralimitándome en el abuso y para cerrar el tema.

Ricardo, no me refería a la censura en general. Obviamente el pecado es censurable. Hablaba de censurar la publicación y la lectura o circulación de libros e ideas o cuales son sus límites. Pero era solo un ejemplo porque yo también estoy de acuerdo con que la censura llevada a cavo por la iglesia en este sentido ha sido históricamente muy laxa.
Sobre otro comentario decir que España es una pseudodemocracia. No es una democracia real entre otras cosas porque no hay una verdadera separación de poderes. En la práctica su funcionamiento es más que defectuoso.
Por sistema presidencialista entiendo aquel en el que el presidente tiene poderes o funciones especiales y particulares.

Palas ¿Entonces la España del siglo XVIII no era católica? Los ilustrados eran católicos. Tampoco eran un bloque ideológico como es lógico pensar. Entre otras cosas estaban aquellos de los golistas o los mantistas que tenía mucho que ver con el estrato social del que procedían. En fin, ponerse ahora a pormenorizar como era la sociedad del siglo XVIII sería el no acabar.
Otra cosa son los liberales del XIX. Por cierto, la desamortización de Mendizabal fue del XIX, la del XVIII fue la de Godoy.
Otra cosa que diría es que la denominación de "ilustrados" nunca me ha gustado nada, es una cosa francesa con clara intencionalidad propagandística. Obviamente ilustración siempre hubo.
10/12/14 12:56 AM
  
Xaberri
¿De qué ilustración compatible con la no autonomía -sometimiento- del hombre respecto de su Creador habla?
¿De lo que se conoce como la Ilustración, Luces etc?
¿Algo parecido a los demócrata-cristianos o a los cristianos liberales, que afirman la total centralidad del hombre, no de Dios capaz de intervenir y ordenar su vida individual y social?
¿Los de la soberanía del hombre o del pueblo, no de Dios?
10/12/14 1:48 AM
  
cos
Podíamos empezar por hablar de la "soberanía inicial del pueblo" de Santo Tomás y continuar a partir de ahí.
Si fuese usted más específico, por ejemplo dígame que ilustrados españoles no eran católicos ortodoxos. Dígame que ilustrados españoles negaban las Santa Trinidad, la acción de la gracia o la Inmaculada Concepción.
Si precisamente los anticatólicos han achacado al factor religioso de los españoles el atraso respecto a otras ilustraciones europeas.
10/12/14 2:51 AM
  
Catalán
Hay una tendencia a confundir ortodoxia con meapilismo.

Algunos de los peores liberales de la historia de España e Hispanoamérica eran de misa diaria, oratorio en casa y besa curas incansables.

Lo cual no les impidió nunca ser enemigos implacables del reinado social de Cristo.

Pues eso, no hay que mezclar.
10/12/14 4:31 AM
  
Xaberri
Dígame que políticos liberales y democristianos actuales, que no se han opuesto o han votado leyes anticristianas y se dicen a sí mismos católicos, consideran que pueden seguir siendo católicos aún estando en franca rebeldía o incluso excomulgados. Y si alguno es católico es porque ha dado marcha atrás. Cada uno que diga lo que le permita su capacidad de decir. De ahí al hecho, va un trecho.
10/12/14 6:43 AM
  
Xaberri
Esto he encontrado: "Santo Tomás elabora una teoría que se ha calificado como "soberanía inicial del pueblo". De acuerdo con ella, el origen de todo poder se halla en Dios, pero éste lo instituye a través de la ley natural, que inclina al ser humano a organizarse bajo el dictado de una autoridad. La sociedad es, bajo este punto de vista, el primer sujeto del poder, mas, por necesidades prácticas, lo delega en una o varias personas. "
10/12/14 6:46 AM
  
Xaberri
El poder basado en el respeto a la virtud. Siempre viene de Dios. El rey es el primero que no puede saltarse la ley de Dios. La 'politia' gobierno directo del pueblo que dice Santo Tomás, solo es posible en un pueblo virtuoso.
El pueblo de Israel no se conformaba con que Dios le mandara directamente, y su limitación enfrentó Su Generosidad con la petición de que hubiera jueces y reyes después. La Ley de Dios entre ellos no les bastaba, tenían que tener alguien que les manduqueara y les librara de caminar en fé, seguridades humanas.... El proyecto de Dios era que ellos se gobernasen unidos a la voluntad de Dios, su Rey Servidor.Pero la fé es más difícil que cualquier dura empresa de esfuerzo humano, que, siempre, por otra parte, fracasa, porque si Dios no manda, todo a la porra.
Copio y pego de hispanidad.info/democ.htm

"El mejor sistema político, según explica santo Tomás en la Suma Teológica, es el bien combinado de los tres sistemas simples catalogados como buenos por atender al bien común: el bien combinado de monarquía, en cuanto a que gobierna uno según la virtud; de aristocracia, en cuanto a que el monarca se ayuda de los mejores para que gobiernen según la virtud; y de democracia, en cuanto a que el pueblo participa en el gobierno eligiendo gobernantes y siendo estos gobernantes elegidos de entre el pueblo. Véase la Suma Teológica y confróntese la cita. No hay que darle más vueltas. Y recuérdese la severa advertencia de san Pío X condenando a los que se aparten de santo Tomás. Y no se crea ilusoriamente encontrar la escapatoria en que el Papa se refería a lo metafísico, porque tras cada problema político hay un problema teológico, como decía Donoso Cortés. Y la política está regida por la moral y ésta trata del comportamiento conforme a la naturaleza humana. Cada heterodoxia política es en el fondo una herejía. Y herejía quiere decir inicialmente secta o partido.

Legitimidad de origen y de ejercicio

Tal es pues el mejor sistema político, el bien combinado de monarquía, en cuanto uno dirige; de aristocracia, en cuanto muchos gobiernan según la virtud; y de democracia, esto es, potestad del pueblo, en cuanto del pueblo se puede elegir gobernantes, y al pueblo corresponde la elección de los gobernantes
si actúan según la moral al gobernar y al votar

Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, I-II, 105, 1 c:

"Circa bonam ordinationem principum in aliqua civitate vel gente, duo sunt attendenda. Quorum unum est ut omnes aliquam partem habeant in principatu, per hoc enim conservatur pax populi, et omnes talem ordinationem amant et custodiunt, ut dicitur in II Polit.(c6, n.15). Aliud est quod attenditur secundum speciem regiminis, vel ordinationis principatuum. Cuius cum sint diversae species, ut philosophus tradit, in III Polit.(c. 5, n. 2.4), praecipuae tamen sunt regnum, in quo unus principatur secundum virtutem; et aristocratia, idest potestas optimorum, in qua aliqui pauci principantur secundum virtutem. Unde optima ordinatio principum est in aliqua civitate vel regno, in qua unus praeficitur secundum virtutem qui omnibus praesit; et sub ipso sunt aliqui principantes secundum virtutem; et tamen talis principatus ad omnes pertinet, tum quia ex omnibus eligi possunt, tum quia etiam ab omnibus eliguntur. Talis enim est optima politia, bene commixta ex regno, inquantum unus praeest; et aristocratia, inquantum multi principantur secundum virtutem; et ex democratia, idest potestate populi, inquantum ex popularibus possunt eligi principes, et ad populum pertinet electio principum". "Para la buena ordenación de gobernantes en un Estado o nación, hay que tener en cuenta dos cosas. Una de ellas es que todos tengan alguna participación en el gobierno: pues por esto se conserva la paz del pueblo, y todos aman tal sistema político y lo custodian, como se dice en la Política (II, 6, 5). La otra es que se atienda a la especie de régimen o de sistema de gobierno. De la cual hay diversas especies, recopiladas por el Filósofo en la Política (III, 5, 2.4), siendo las principales: la monarquía, en la que uno gobierna según la virtud; y la aristocracia, que es la potestad de los mejores, en la que unos pocos gobiernan según la virtud. De donde la mejor ordenación de gobernantes en un Estado o reino es aquella en la que uno está al mando según la virtud y a todos dirige; y bajo él hay algunos gobernantes según la virtud; y sin embargo tal gobierno pertenece a todos, tanto porque todos son elegibles, como porque todos son también electores. Tal es pues el mejor sistema político, el bien combinado de monarquía, en cuanto uno dirige; de aristocracia, en cuanto muchos gobiernan según la virtud; y de democracia, esto es, potestad del pueblo, en cuanto del pueblo se puede elegir gobernantes, y al pueblo corresponde la elección de los gobernantes".
Con el nombre genérico de politia designaba santo Tomás en De regimine principum (1,1) el gobierno de la multitud cuando es justo; aquí, en la Suma, admite ya la palabra democracia para designar la participación del pueblo en el poder en el mejor sistema político, en el que la moralidad es la base.

No sólo para que haya democracia debe haber moralidad, sino para que haya pueblo que elija a los gobernantes que gobiernen honradamente para el bien común. En el concepto de pueblo entra el derecho y la búsqueda del bien común, como afirma santo Tomás utilizando una expresión de Cicerón que emplea también san Agustín:

"Pueblo es la asamblea de la muchedumbre, reunida en conformidad con el derecho y con miras al bien común" (S. Th., 1-2, 105, 2c).

También san Agustín considera indispensable la moralidad del pueblo para la elección de cargos por sufragio universal, como vemos en este pasaje que cita igualmente santo Tomás:

"Si un pueblo es moderado y sensato, diligentísimo guardián de la utilidad común, es justo establecer una ley que permita a tal pueblo elegir los magistrados por los que se administren los asuntos públicos. Pero si ese mismo pueblo maleado poco a poco, bastardea el sufragio y entrega el gobierno a criminales y pervertidos, con justicia se le puede quitar a tal pueblo la potestad de dar los cargos, y entregarla al albedrío de unos pocos buenos". (De libero arbitrio, libro I, capítulo 6, Migne Latino 32,1229. Citado por santo Tomás en: S. Th., 1-2, 97, 1c)."
10/12/14 7:23 AM
  
Cos
Santo Tomás siempre cargado de razón y de razones. El problema se presenta, obviamente, a la hora práctica de aplicar el sistema, incluso de concretar el sistema, porque ¿no dice todo el mundo que los Borbones han sido un desastre? ¿Donde está entonces el rey juicioso aplicado a las exigencias de la moral? ¿O qué pasa cuando se vive en un mundo en el que "los mejores" se reparten las prebendas entre ellos mediante enchufismos -expresión española- y amiguismos convirtiendo la élite intelectual en élite económica? Por eso digo que el problema es más complejo.
He leído otra vez lo que había escrito y a lo mejor da pie a equívocos. Puede parecer que haya dicho que en España no se introdujeron a lo largo del siglo XVIII las ideas de la históricamente llamada ilustración. Ideas que eran anticatólicas. Por supuesto que entraron, y por la puerta grande. Seguidores de esas ideas estaban en los ministerios de gobierno y en todas partes. Lo que quería expresar es que España no dejó de ser católica, que la inquisición no fue suprimida, y que siempre hubo gente que combatió esas ideas.
De esas ideas derivó el liberalismo político y tanto a la una como al otro hay que analizarlos en diferentes escalas porque el asunto no giraba únicamente alrededor de la expresa cuestión religiosa, aunque el gran Donoso Cortés -que fue liberal antes que católico- usase esa figura sintética a modo de exordio. Una de ellas, por ejemplo, es la meramente formal a la hora concreta de desarrollar la forma de gobierno. Hay muchas más como el modelo económico, etc.
Para esto es bueno estudiar porque había gente que consideraba que el modelo agrario no funcionaba adecuadamente. Por ejemplo la famosa reforma de Esquilache. Dentro del catolicismo -sabiamente establecido por la Iglesia- no es posible establecer un modelo concreto como objetivamente bueno. Se puede decir que hay modelos malos y perversos pero decir que hay uno bueno . . .
También hay que tener en cuenta otras cuestiones de orden histórico que no son menores. En España todo el siglo XIX fue un siglo de guerras civiles, levantamientos y magnicidios, y la cosa se alargó hasta la guerra de 1936, donde además se sumaron las ideologías de carácter socialista. Incluso los socialistas tenían sus razones, no todos eran unos diablos come-curas, muchos, la mayoría -gente de mi familia por ejemplo- era gente sencilla que veía que la única forma de conseguir unas buenas condiciones de vida y unos derechos laborales dignos era a través de la revolución.
Vamos, que la cosa para mi es muy compleja.
11/12/14 1:23 AM
  
Cos
Por cierto, para estudiar el tema de la introducción de la ilustración en España, a modo de guía puede servir perfectamente la "historia de los heterodoxos españoles" de Marcelino Menéndez Pelayo ¿Qué era la ilustración sino una herejía deísta del cristianismo? :-)
11/12/14 1:28 AM
  
Xaberri
Aplicar el sistema, concretar el sistema. Ahora vamos a hablar del menos malo de los sitemas, etc. ¿no?
Esa canción yo ya me la sé.
El menos malo se ha rebelado terrible. Inhumano. La España total puede esperar cosas mejores, vengan de la parte europea o de la otra España americana. ¿Usted ha oído hablar de la Ley de Principios Fundamentales del Reino de España, constitución abierta y perfectamente casable con la Doctrina Social de la Iglesia? por AHÍ SE PUEDE AVANZAR, De acuerdo con Santo Tomás, con San Juan Pablo II y con el sentido común.
Y está Santo Tomás y usted. Vale. Discútanlo ustedes, que yo tengo que hacer cosas imbuído de Tradición, hasta cuando me frío un huevo.

¿Liberal antes que católico? ¿Donoso Cortés?
¿Quién es liberal antes que católico? ¿Por mucho que lo diga?
11/12/14 8:25 AM
  
Xaberri
Tengo que pedir perdón por intervenir tan a saltos, pewro esto que dice usted : " Dentro del catolicismo -sabiamente establecido por la Iglesia- no es posible establecer un modelo concreto como objetivamente bueno. Se puede decir que hay modelos malos y perversos pero decir que hay uno bueno . . ." me parece trágico. Decir que La DSI afirma que ningún modelo casa con ella es totalmente ajeno a la realidad. Lo que dice es que ella informa moralmente cualquier modelo que quiera, obviamente, dejarse informar; informar claro, en el amplio9 sentido de la palabra . Pero decir que se cierra a la posibilidad de que existan esos modelos, sistemas cristianos es absolutamente y nefastamente, podría ser que diabólicamente, incierto.
11/12/14 8:44 AM

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