(462) Desviar la mirada

Comentario:

«Quizá su vida no fue siempre perfecta, pero aun en medio de imperfecciones y caídas siguieron adelante y agradaron al Señor. » (Gaudete et exultate, n. 3)

«Para reconocer cuál es esa palabra que el Señor quiere decir a través de un santo, no conviene entretenerse en los detalles, porque allí también puede haber errores y caídas. No todo lo que dice un santo es plenamente fiel al Evangelio, no todo lo que hace es auténtico o perfecto. Lo que hay que contemplar es el conjunto de su vida, su camino entero de santificación, esa figura que refleja algo de Jesucristo y que resulta cuando uno logra componer el sentido de la totalidad de su persona.» Gaudete et exultate, n. 22).

«Esto es un fuerte llamado de atención para todos nosotros. Tú también necesitas concebir la totalidad de tu vida como una misión. Inténtalo escuchando a Dios en la oración y reconociendo los signos que él te da. Pregúntale siempre al Espíritu qué espera Jesús de ti en cada momento de tu existencia y en cada opción que debas tomar, para discernir el lugar que eso ocupa en tu propia misión» Gaudete et exultate n. 23)

«El Señor la cumplirá también en medio de tus errores y malos momentos, con tal que no abandones el camino del amor y estés siempre abierto a su acción sobrenatural que purifica e ilumina.(Gaudete et exultate, n.24)»

Las partes del texto resaltadas por mí en negrita, chirrían en los oídos católicos porque, por más suavemente que se diga, la idea propuesta desemboca en la disolución de la puntualidad ética, que es el fundamento de la vida moral.

Relacionados con las tesis de Amoris laetitia,  estos textos producen la impresión de una mentalidad hegeliana, que intenta sumergir la ley moral en el fluir subjetivista del tiempo.

El globalismo ético pretende desviar la mirada del pecado, (que es un acto malo concreto y puntual), para redireccionarla hacia un proceso temporal indefinido, al que se concede la primacía. De ahí la supuesta y confesada preferencia por el tiempo contra el espacio.

Y es que si lo que importa, bajo esta perspectiva, es la totalidad líquida de la existencia, entonces no cuenta el estado del alma en cada instante determinado, no cuenta el acto ni el hábito, sino el proceso, el devenir, el movimiento; no la posición, no el posicionamiento moral actualizado, sino la historia, la mutación moral, la travesía espiritual en general, el devenir. Y eso es Hegel, es decir, Modernidad.

Es un punto de vista neoconstructivista que, aplicado al fenómeno religioso, idealiza la religión separándola de la vida presente, pero no para redirigirla hacia el más allá, sino hacia la utopía, hacia la ensoñación, hacia el ideal. 

Lo cierto es que debido a la puntualidad de la vida moral del hombre, no conviene referir el estado moral de una persona al conjunto total de su vida, sino al momento en que se encuentra, que es de gracia o de pecado, de salvación o de condenación, de amistad con Dios o de ira. En un punto se fija la eternidad del hombre, para bien o para mal.

Y es que debido a la concreción vital de la vida moral, no es conveniente subsumir el estado de pecado en el fluir existencial, porque entonces no sería posible la redención, sino la obstinación en la existencia adámica. La única opción, si la mirada se aparta del instante ético, es el paganismo, permanecer en el mundo adámico,  desdibujar el organismo sobrenatural, relativizándolo. 

Situacionismo y globalismo van juntos. La moral de situación desactiva la plenitud de la ley moral, que deja de ser aplicable a todos los casos, dejando reductos para esa ética individual al margen de la ley que Rahner comenzó a abocetar y difundir. Y la moral de globalidad, por su parte, deshace el valor de los actos concretos, descomponiendo el orden moral en procesos indefinidos y haciendo perder de vista el sentido de la puntualidad del pecado.

Como explica Romano Amerio, con cabal precisión, en un capítulo que ilumina enormente este tema: «El sistema de la situación anula el imperio de la ley, y el de la globalidad anula el valor de los actos singulares» (Iota unum, pág. 326).

Porque si lo que importa es solamente el devenir, entonces un sólo pecado mortal concreto no tiene por qué arrebatarle al alma su estado de gracia. Lo que importaría, bajo tal perspectiva, sería la ensoñación fundamental que uno tomase en su vida. Se podría entonces pecar cincuenta veces al día y seguir siendo salvo; se podría entonces seguir siendo un pecador empedernido y seguir siendo salvo; se podría entonces salvarse con sólo una fiducia no informada por la caridad; porque lo que habría que contar en esta fantasía, en todo caso, sería la orientación general de la propia existencia, y no los actos singulares. 

Bastaría entonces arrojar, como una manta sobre un muerto, un ideal de vida sobre la propia iniquidad, para ocultar a ojos de Dios la infamia del día a día. 

No hay que cavilar mucho para darse cuenta que este sistema de ocultamiento, aplicado al adulterio, a la idolatría, o a cualquier pecado mortal, sirve para desactivar la ley moral, y que todo el mundo pueda salvarse con sólo tener un ideal. 

 
Y si basta soñar con ser cristiano, para qué la penitencia, para qué los sacramentos, para qué la Iglesia. Bastaría un poco de opinión piadosa para salvarse, se hiciera lo que se hiciera,. Y esto se llama protestantismo.
 
 
 
 

12 comentarios

  
Juan Donnet
Con el bisturí a fondo, como siempre, desvelando la desviación que hay detrás de ideas seudopiadosas. Quien no entiende, es porque no quiere.
11/03/21 4:55 PM
  
Pampeano
"Tú también necesitas concebir la totalidad de tu vida como una misión...", una especie de juez y parte. Ahora, ¿qué es esto de la "totalidad" de tu vida? ¿Lo ya vivido, lo que nos queda por vivir? ¿Es una vista atrás o un oráculo? Si puedo morir en un rato o mañana, ¿en qué contexto entra todo esto? Me recuerda a cierto personaje que lleno un granero con su cosecha y pasó a mejor vida truncándose su "totalidad" que fue, en definitiva, puro pasado. Por supuesto que esto es luteranismo edulcorado con el blablaísmo sentimental moderno. !Pero que lindo suena para un discurso de autoayuda o new age¡ Coelho no lo podría haber escrito mejor. Tarde o temprano se van a enterar quién es el Padre, que no es abuelo consentidor o malcriador. De Él nadie se burla.
11/03/21 5:36 PM
  
Luis Fernando
Dices:
Bastaría un poco de opinión piadosa para salvarse, se hiciera lo que se hiciera,. Y esto se llama protestantismo.

Digo:
No, en el protestantismo no se trata de opinión. Se trata de fe. Es decir, esto es una degradación más. Peor que el solafideísmo.
11/03/21 6:18 PM
  
Luis Fernando
Veamos, ¿alguien tiene la menor duda de la trayectoria vital del apóstol San Pablo? No, ¿verdad?
Pues bien, él mismo dijo: "...no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado" (1ª Cor 9,27) Y también: "Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga" (1ª Cor 10,12)

Es decir, por muy "santo" que hayas sido en tu vida, como no perseveres hasta el final -lo cual es un don, dicho sea de paso-, como te apartes del camino de la justicia, te condenas sí o sí.
¿Qué no decir entonces de los que viven en pecado? ¿cómo van a confiar en su salvación si no se apartan del mismo? ¿en qué cabeza medianamente cristiana, no digo ya católica, cabe semejante barbaridad?



11/03/21 6:26 PM
  
Maria M.
Si uno lee el texto tal cual está escrito, lo primero que se podría pensar es que los Santos no fueron perfectos. Personalmente pienso que interiormente lograron un alto grado de perfección que exteriormente a veces estaba velado. San Pio de Pietrelcina por ejemplo tenía mucho genio, podría parecer a veces malhumorado, San Pablo a veces hacia el mal que él mismo no quería y predicaba no hacer.....son solo ejemplos, todo muy entendible pues Perfecto sólo es Jesús....de lo que dices pones en negrita, a mi no me chirria.
Quizá el problema está en que al leer algunos escritos del Papa unos entendemos un mensaje y otros entienden otro, y no por ello ninguna de las partes esté en un error....transmite a cada uno lo que cada uno quiere que le transmita....ahí está el problema....que en muchos de sus escritos parece esconderse un mensaje bipolar que yo misma le preguntaría al Santo padre....¿qué es realmente lo que nos quiere decir??, ¿A donde quiere que lleguemos? Resumiendo santo Padre....que yo no sé teología y lo de "al pan pan y al vino vino" es lo que mejor entiendo...y además nos haría un favor muy grande porque algunos andamos muy muy desorientados...yo aún no levanto cabeza con aquella procesión suya a esa diosa Pachamama madre tierra en los jardines del Vaticano....Me lo puede explicar?.....no imagino a Moises de procesión al Becerro de oro....para que chirrie esto no hace falta teología....
12/03/21 11:42 AM
  
JSP
1. El católico tiene el don del temor a Dios recibido en el Bautismo por el Espíritu Santo. El peor castigo de Dios Padre es anular es don de temor, pues no se va a dar la conversión.
2. El católico ve a Dios misericordioso y justo, pues la misericordia de Dios es infinita; pero los actos de ella, o sea los de conmiseración, son finitos. Dios es paciente y clemente, pero también justo.
3. El católico no abusa de la misericordia de Dios: eso es ser protestante; porque sabe de la ira de Dios.
4. Dice San Agustín que el enemigo engaña de dos maneras a los hombres: «Con desesperación y con esperanza». Cuando el pecador ha pecado ya, le mueve a desesperarse por el temor de la divina justicia; pero antes de pecar le anima a que caiga en tentación por la esperanza de la divina misericordia. Por eso el Santo nos amonesta diciendo: «Después del pecado ten esperanza en la misericordia; antes del pecado teme la divina justicia».
5. La conversión a Cristo es si o si. Pero, durante el camino de conversión hacia el Camino de la Vida debe darse la metanoia hacia la Verdad.
6. La cizaña crece junto al trigo y el Logos de Dios dice: “Dejadla crecer, después la arrancaremos para echarla al fuego”. Pues, no digas, exclama el Señor, la misericordia de Dios es grande: mis innumerables pecados, con un acto de contrición me serán perdonados. No habléis así nos dice el Señor. ¿Y por qué? Porque su ira está pronta como su misericordia; y su ira mira a los pecadores.
7. ¡Qué necio el católico que abusa de la Divina Misericordia! Pues, no merece la misericordia de Dios el que se sirve de ella para ofenderle. La misericordia se usa con quien teme a Dios, no con quien la utiliza para no temerle. El que ofende a la justicia de Dios, puede acudir a la misericordia; mas el que ofende a la misericordia, ¿a quién acudirá? dice san Juan de Ávila. Difícilmente se hallará un pecador tan desesperado que quiera expresamente condenarse. Los pecadores quieren pecar, mas sin perder la esperanza de salvación. Pecan, y dicen: “Dios es la misma bondad; aunque ahora peque, yo me confesaré más adelante”. Así piensan los pecadores, dice San Agustín. Pero, ¡oh Dios mío!, así pensaron muchos que ya están condenados.
12/03/21 12:44 PM
  
Claudio
Me parece pura eisegesis, se fuerza la interpretación de fragmentos aislados para colar un significado que no estaba allí, sino que el autor del artículo quiere ver en ellos.
Nadie ha dicho que se disuelva la puntualidad ética, simplemente, como todo creyente sabe, lo que se desprende de los textos analizados es que nos guía la esperanza y que contamos con permantente posibilidad de enmendarnos, reconciliarnos y ser perdonados.
Buscarle la quinta pata al gato no parece un ejercicio edificante.
12/03/21 2:24 PM
  
Jordi
LF:

"...por muy "santo" que hayas sido en tu vida, como no perseveres hasta el final -lo cual es un don, dicho sea de paso-, como te apartes del camino de la justicia, te condenas sí o sí.
¿Qué no decir entonces de los que viven en pecado? ¿cómo van a confiar en su salvación si no se apartan del mismo? ¿en qué cabeza medianamente cristiana, no digo ya católica, cabe semejante barbaridad?"

Cierto, se cumple exacto lo de Ezequiel 18:

"...Si el justo se aparta de su justicia y se dedica a hacer el mal, si comete las mismas fechorías que cometía el malo, serán dadas al olvido todas las obras de justicia que practicó. Morirá a causa de la infidelidad de la que se hizo culpable y del pecado que cometió.

Ustedes dicen: La manera de ver las cosas que tiene Yavé no es la correcta.

Oigan, pues, gente de Israel: ¿así que mi manera de ver las cosas no es correcta? ¿No lo será más bien la de ustedes?

Cuando el justo se aparta de la justicia y comete el mal y por eso muere, muere por culpa de la injusticia que cometió. Del mismo modo, si el malvado se aparta de la mala vida que llevaba y actúa según el derecho y la justicia, vivirá."

...

La Iglesia, con Francisco y su Amoris laetitia y Gaudete et exultate, se aparta de la doctrina católica de los actos morales intrinsece malum per se, semper et pro semper in ómnibus locis, por la moral herética, de genética satánica, de los actos basados en la ética del bonum incompletum et imperfectum:

"Cuando el justo se aparta de la justicia y comete el mal, por eso no morirá, vivirá gracias a los actos de justicia y derecho que cometió, pues por un sólo bien te salvarás, por imperfecto e incompleto que sea."
12/03/21 2:34 PM
  
Daniel
Hola
Muy interesantes tus escritos. Gracias por ellos.
A bulto veo lo mismo.
Algo debemos hacer para salvarnos y si bien es todo Gracia, Dios también en su Voluntad nos pide que "hagamos" algo. Y ese algo a veces, por nuestro estado de caída, es el desear "Volver a Él". Claro que ese deseo debe ser demostrado con el intentar hacer según Dios.
Hoy parece preferible no decir toda la Verdad, creo que por una falsa compasión, basada en una cierta falta de Fe.
Como no llego al límite, bajo la vara y esto lo voy viendo como algo aceptable y tarde o temprano, por ejemplo, me convierto en un católico que aprueba el Aborto, la ideología de género, etc., aunque hago algo por ayudar a los pobres, y nada intranquiliza mi conciencia.
Mi experiencia es que en el intentar la fidelidad, el Tiempo es superior al Espacio, porque creo que Dios actúa, por su infinita paciencia, esperando y alimentando ese deseo, ese intento de mi parte, pero ellos deben estar y deben estar moviendo mi vida.
Es Verdad que la vida del Hombre no es impecabilidad pero también es luchar por no caer.
Siempre me iluminó y me fortaleció esa frase de San Juan Pablo II:
"La Santidad no es impecabilidad, sino luchar por no caer y levantarse enseguida después de cada caída."
No es Verdad que Dios no exige nada, no es Verdad que nos salvaremos sin trabajar, no es Verdad que todo da igual.

Gracias nuevamente por tus comentarios.
12/03/21 2:53 PM
  
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Alonso Gracián: muy claro y necesario este artículo en tiempos de dolorosa confusión dentro de la Iglesia.
Por la cantidad de años vividos, puedo apreciar la gran diferencia en cuanto a la formación religiosa recibida muchos años atrás y la lamentable deformación actual. El sacerdote que se atreve a enseñar la sana doctrina debe soportar ser tildado de retrógrado.
¡Qué doloroso es todo esto!
Oremos, con confianza y perseverancia, por los sacerdotes, para que, revestidos de fortaleza, proclamen la Verdad a los cuatro vientos, y por los laicos, como vos, que la proclaman valientemente a través de tan enriquecedores artículos. Que Dios los colme de bendiciones y la Santísima Virgen María y San José los protejan siempre.
.
12/03/21 3:24 PM
  
HUGO ALBERTO VERDERA
Excelente amigo Alonso. "Desviar la mirada", es negarse a ver la verdad, y negarse a ver la verdad, es negarse a ver la Verdad con mayúscula y Absoluta, que es Jesucristo, el Salud-Dador. Y ello conlleva a la negación de la moral objetiva y la consecuente corrupción absoluta del concepto de pecado, clave explicativa del drama del hombre contemporáneo. Tú, estimado amigo Alonso, lo defines magníficamente, en esta frase tuya, terminante: "Situacionismo y globalismo van juntos. La moral de situación desactiva la plenitud de la ley moral, que deja de ser aplicable a todos los casos, dejando reductos para esa ética individual al margen de la ley que Rahner comenzó a abocetar y difundir. Y la moral de globalidad, por su parte, deshace el valor de los actos concretos, descomponiendo el orden moral en procesos indefinidos y haciendo perder de vista el sentido de la puntualidad del pecado". El que tena oídos para oír, que escuche. Un fuerte y sentido abrazo para vos y las bendiciones de Dios para tu persona y para tus seres queridos. Tu amigo Hugo, argentino de la "España Eterna de Ultramar".
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A.G.:
Le agradezco mucho sus palabras, amigo Hugo. Como bien dice usted, desviar la mirada es negarse a ver la verdad. Así es. Es el pecado del católico moderado de hoy en día, que prefiere la obediencia a la verdad. Espero se encuentre Ud bien y su familia también, y le mando ánimo en su labor de apostolado. Abrazo en Cristo, y Viva la Hispanidad.
13/03/21 2:39 PM
  
rafael
Este "principio de totalidad" de los actos morales ya ha sido rebatido.Pretenden que si en la totalidad de una vida se confía en Dios, no importa pecar y volver a pecar, porque al final, nos sacaremos, hagamos lo que hagamos, no hace falta rectificar ni cambiar de vida. Esto es ir aún más allá de Lutero.
Este "principio " es el que se argumenta en contra de la Humanae Vitae para justificar el uso de anticonceptivos.
________
A.G.:
Así es, este principio, más concretado, pero el mismo, ciertamente, se utilizó para justificar la anticoncepción y, ahora, el adulterio.

Sin embargo, es obvio que a la hora de la muerte lo que contará, en juicio, no será la totalidad de la vida, sino el estado puntual en que se encuentra el alma.
13/03/21 5:21 PM

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