23.08.13

¿Qué hace un obispo participando en el mismo congreso que las "Católicas por el derecho a decidir"?

El salón de actos de la central del sindicato Comisiones Obreras en Madrid acogerá del 5 al 8 de septiembre el 33 Congreso de Teología de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII. El lugar es el mismo de congresos pasados, así que eso no supone ninguna novedad.

Creo que en las primeras ediciones de ese congreso acudieron algunos obispos, pero que yo recuerde, hace años que no asoma por allá ningún prelado. De no ser así, ruego se me rectifique. Sin embargo, este año sí que van a contar con la presencia de un sucesor de los apóstoles. ¿Quién? Pues no podía ser otro que Mons. Raúl Vera, obispo de Saltillo. Pues bien, vean ustedes con quién va a compartir mesa y mantel:
http://www.congresodeteologia.info/congreso/33_Congreso_Programa.pdf

Como ven ustedes, aparece una tal Frida Harth de “Católicas por el derecho a decidir”. No hace falta que les explique qué defienden esas “católicas".

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22.08.13

¿Qué parte del Catecismo y del resto del Magistero no entiende el obispo de Saltillo?

Pónganse ustedes en la tesitura de ser una madre católica que ve como uno de sus hijos empieza a salir con homosexuales. Obviamente no para jugar al fútbol, al mus o al ajedrez. Se acerca a un obispo de la Iglesia Católica, ¿y con qué se encuentra? Con que el obispo le dice: “Pues condénate tú misma, porque tu hijo se formó así en tu vientre… ese niño empezó a ser lo que es desde tu vientre. Así que eres tú la perversa primera".

Bien, es evidente que el tratamiento que ha de darse a los homosexuales no es el de comportarse con ellos como si fueran escoria que hay que limpiar. Antes de las recientes palabras de Francisco, Benedicto XVI, siendo cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe, fue muy clarito:

Es de deplorar con firmeza que las personas homosexuales hayan sido y sean todavía objeto de expresiones malévolas y de acciones violentas. Tales comportamientos merecen la condena de los pastores de la Iglesia, dondequiera que se verifiquen.

Pero eso es tan cierto como lo siguiente (negritas mías) que aparece en el Catecismo:

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21.08.13

La conciencia y la autoridad de la Iglesia

Cuando Lutero montó un cirio a cuento de su oposición a algunas doctrinas católicas, tuvo el valor de jugarse el pescuezo acudiendo a la Dieta de Worms, celebrada en 1521. Iba con un salvoconducto del Emperador Carlos V, que garantizaba su vida aunque no se “solucionara” su rebeldía contra la Iglesia, pero en la memoria estaba lo ocurrido con Juan Huss. El emperador Segismundo le ofreció un salvoconducto para que Hus acudiera al Concilio de Constanza a explicar sus postulados, pero en el concilio, Hus se negó a retractarse y por ello fue condenado por herejía. El rey Segismundo de Hungría lo acusó de traición y le condenó a morir en la hoguera, ejecutándose la sentencia el 6 de julio de 1415. Aunque Lutero contaba con el apoyo importante del príncipe elector Federico el Sabio de Sajonia, dudo que eso le hubiera salvado la vida si el emperador hubiera querido cargárselo. De hecho, una vez retirado en el monasterio de Yuste, Carlos V aseguró que uno de los grandes errores de su reinado era haber dejado libre al heresiarca alemán.

Ese mismo valor que Lutero demostró para jugarse la vida al defender sus tesis ante la Dieta contrasta con su actitud ante los que él consideraba herejes o elementos indeseables de la sociedad en la que vivía. No hay más que ver lo que escribió ante la revolución de los campesinos o sobre los judíos. Pero no es ese el motivo de este post.

Lo que el ex-monje agustino alemán supuso para la Cristiandad fue el triunfo parcial de la tesis del libre examen. A saber, que la opinión particular de una persona sobre la interpretación de la Escritura debe prevalecer sobre la autoridad doctrinal de la Iglesia. De hecho, en Worms lo que se discutía no era si Lutero tenía o no razón en sus tesis sino si él era el que juzgaba las doctinas de la Iglesia o al revés. Estas fueron sus palabras una vez que se negó a retractarse:

Si no se me convence mediante testimonios de la Escritura y claros argumentos de la razón - porque no le creo ni al papa ni a los concilios ya que está demostrado que a menudo han errado, contradiciéndose a si mismos -, por los textos de la Sagrada Escritura que he citado, estoy sometido a mi conciencia y ligado a la palabra de Dios. Por eso no puedo ni quiero retractarme de nada, porque hacer algo en contra de la conciencia no es seguro ni saludable. ¡Dios me ayude, amén!

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20.08.13

El Prepósito General dijo "no conviene" al "Ciclo Rosa"

Mons. Libardo Ramírez, obispo emérito de Garzón y actual Presidente del Tribunal Eclesiástico Nacional de Colombia, ha explicado la mar de bien cómo se fraguó la cancelación del “Ciclo Rosa” en la Pontificia Universidad Javeriana. De sus palabras, lo que más me ha llamado la atención es este párrafo:

«El Padre Superior de los Jesuitas en Colombia, el Padre (Francisco) de Roux, y el Padre (Adolfo) Nicolás, que está estos días en Colombia, dijeron ‘no conviene’, oyendo a los jóvenes de la patria y también a Mons. Daniel Falla, que es el Secretario de la Conferencia».

Es decir, los que plantean que lo ocurrido ha sido un ataque indiscriminado a la Compañía de Jesús, a la que se le ha impuesto contra su voluntad una decisión del Nuncio o de los obispos colombianos, simplemente faltan a la verdad. El superior de los jesuitas en el país y el superior de los jesuitas en el mundo entero dieron su conformidad al veto a ese ciclo de conferencias en las que el lobby gay iba a impartir sus tesis en una universidad católica y jesuita.

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19.08.13

¿Qué se supone que deben hacer los fieles ante los heterodoxos?

Pongámonos en situación. Misa del domingo vespertina en una ciudad española. Como es la última del día, acuden personas que no han podido cumplir el precepto dominical esa mañana. Algunos llegan tarde, pero cuando llega la hora de leer el evangelio, más de la mitad de los asientos en los bancos del templo están ocupados. Todos escuchan la homilía del sacerdote. Y entonces empieza “lo bueno": “El Dios del Antiguo Testamento era terrible y causaba miedo a los fieles“, “la Iglesia ha ocultado durante muchos siglos el verdadero rostro misericordioso del Padre“, etc, etc.

Ese día los fieles han tenido suerte. En otras homilías han tenido que escuchar cosas peores. En cierta ocasión, un “fundamentalista” se levantó y salió de la Misa durante el tiempo que duraba la predicación. Prefirió hacer eso antes que plantarse ante el cura para refutarle sus errores ante el resto de los presentes, causando un notable escándalo.

El obispo -o arzobispo si fuera el caso- de la diócesis sabe muy bien lo que ese sacerdote piensa y dice. Conoce su aversión por el magisterio de la Iglesia en muchos puntos. Es consciente de que en sus homilías da rienda suelta a sus opiniones particulares. Y sin embargo, no hace nada. Le permite seguir siendo sacerdote y seguir contaminando la fe de los fieles que el Señor ha encomendado a su cuidado pastoral.

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