El cinismo eclesial institucionalizado o lo que más aleja a los jóvenes de Barcelona del catolicismo
La animadversión de la juventud catalana, especialmente la de su canal histórico, hacia el catolicismo en Cataluña, alcanza hoy cotas no igualadas en ninguna otra parte del Estado.
Por una parte, si se asume acrítica y unilateralmente el argumento según el cual todo es por culpa de la infiltración del nacionalismo en la Iglesia de Cataluña, uno acaba por no entender nada. Pues, si tan catalanista es aquí la Iglesia (que lo es mucho) y tan nacionalista es la juventud catalana (y al parecer lo es masivamente), el resultado tendría que ser que cada domingo las parroquias catalanas se tendrían que llenar hasta la bandera de jóvenes nacionalistas entusiastas, cantando todos al mismo son. Pero algo falla en esta argumentación.

Estos días estoy muy atento a TV3, la televisión pública del Tripartito catalán, para ver como enfoca la actualidad religiosa en las horas previas a la visita del Santo Padre a Barcelona. Pues bien, la citada televisión ha dedicado en pocos días nada menos que dos programas a dos sacerdotes catalanes, y estos no podían ser menos representativos de lo que tiene que ser un ministro de Dios: El Rvdo. Manuel Pousa, también conocido como el cura abortero (pues reconoció públicamente pagar abortos y no se retractó de sus afirmaciones) y el Rvdo. Josep Maria Ballarín, también conocido como "mosén Troncho" y últimamente como "el amigo de Laporta".
Según nos informan nuestras fuentes romanas va a haber una auténtica sorpresa en la designación de obispo de Solsona. La terna remitida a Roma (compuesta por los sacerdotes Novell, Miracle y Corts) ha sido rechazada y parece que se va a nombrar a Monseñor Enrique Benavent Vidal, obispo auxiliar de Valencia. Además el nombramiento va a ser inminente. Casi con toda seguridad se precipite esta misma semana, coincidiendo con la designa de nuevo obispo de Sigüenza, que mi buen amigo PacoPepe
Algunos de nuestros amables lectores y colaboradores nos han dilucidado un nuevo problema aritmético que a todos se nos planteaba. A principios de septiembre desde la Comisión preparatoria de la visita del Papa apuntaban que eran necesarios 1.500 voluntarios. Hasta el pasado viernes 15 de octubre, la cifra conseguida ascendía únicamente a 800 voluntarios. Pero tan sólo cuatro días después, el martes 19 por la mañana en la conferencia de Prensa que tuvo lugar en el edificio del Seminario, allí se aseguró que el número de voluntarios “ascendía a 1.800”. 