Respuesta de X. Manuel Suárez a mi artículo "Acabáramos: Zapatero es un carca tridentino"

Ayer me enviaron el artículo-respuesta del vicepresidente de la Alianza Evangélica Española, X. Manuel Suárez, a mi post del día 12 de este mes de julio, en el que criticaba unas declaraciones del dirigente protestante en las que aseguraba que Zapatero había asumido y ejercido las conductas intolerantes del catolicismo más dogmático, “…igual que Trento, en nombre de una mayoría".

Ni tengo ni tendré por costumbre usar mi blog para copiar artículos o cartas en respuesta a mis posts, hecho que cada vez se da con más frecuencia. Pero esta vez haré una excepción. Primero reproduzco la respuesta de X. Manuel Suárez, respetando sus negritas, y luego mi réplica:

España, la izquierda de Zapatero y Trento
Repuesta a Luis Fernando Pérez-Bustamante por su artículo “Acabáramos: Zapatero es un carca tridentino”.
X. Manuel Suárez.

Leo con retraso su escrito en el que tiene la amabilidad de comentar mis propuestas sobre la vinculación entre la intolerancia del zapaterismo y la mentalidad de Trento. El talante de su escrito reafirma mis argumentos y la visceralidad con la que me responde me indica que he dado en el clavo.

La conducta, la actitud, el talante, no obedecen a la ideología, sino a la mentalidad; al buscar la raíz de la intolerancia del zapaterismo no encuentro explicaciones ideológicas, sino la mentalidad de Trento, la misma que no se conforma con discutir las ideas, sino se empeña en condenar al hereje. No le extrañe tanto, amigo Luis Fernando: es la misma que manifiesta usted cuando no se queda en el sosegado debate intelectual y no puede limitarse a discutir mis argumentos, sino se siente impelido a criticar a la persona, a señalar mis pecados personales, protestante y nacionalista, y colgarme así el sambenito (esta palabrita le suena ¿verdad?) en el que va escribiendo sus insultos condenatorios que resume al final acusándome de ser “una mancha” ¬–el término tiene interesantes connotaciones inquisitoriales– y brindándome “el mayor de sus desprecios personales”; en fin, no puede usted renunciar a la bendita tradición de sus antepasados de demonizar y quemar al hereje.

En contraste, por mi parte, porque soy protestante, tiene usted el mayor de mis respetos, porque es usted una persona por la que Cristo murió, igual que por mí, y, porque soy protestante, soy capaz de rebatir sus argumentos renunciando a denigrarle personalmente y mandarle a la hoguera. Ya ve que la tolerancia no es cuestión de ideología, sino de mentalidad.

Permítame que no sea exhaustivo en mi respuesta a todos sus interesantes argumentos, por cuestión de espacio, pero le invito cordialmente a un café para hablar sin limitaciones sobre este tema. Discutir la casuística podría hacer esto interminable, pero empiezo dándole la razón: rechazo el hecho de que la monarca británica sea cabeza de la Iglesia Anglicana. No tengo problema alguno en darle la razón en lo que la lleva, porque como protestante amo la verdad y, como protestante, no tengo reparo alguno en reprobar aquello que los miembros de la Iglesia de Cristo han hecho mal, porque a mí no me salva esa mi Iglesia, sino Cristo. Comprendo, por el contrario, que usted tenga serios problemas para hacer lo propio con su Iglesia o sus papas porque eso le supondría una seria inseguridad, pues cree que su salvación está vinculada a esa iglesia desde el propio momento del bautismo, y esto dificulta su apertura al debate libre y desapasionado; por eso necesita justificar el exterminio de protestantes diciendo que éstos “también quemaban gente”; una argumentación tan clásica como débil ésta del “también ustedes”, que no puede ocultar las innegables diferencias cuantitativas que se daban en estas prácticas a uno y otro lado.

Habla de la confesionalidad de las monarquías de los países nórdicos y reitero mi rechazo a ella, igual que rechazamos usted y yo la de la española, supongo, pero concordará conmigo en que esto de ninguna manera se traduce en una real influencia política de la Iglesia Luterana en el gobierno, de la misma manera que la reina británica de ninguna manera tiene capacidad de decisión en cuestiones de doctrina, lo que convierte esa “confesionalidad” en menos que virtual; pero oiga, la experiencia en la historia de España es muy diferente ¿o no? Hay un dato fundamental para entender la exigencia de que el monarca sea protestante en los países nórdicos, Holanda o Reino Unido: no fue el rey quien la impuso, sino fue el pueblo y sus dirigentes quienes históricamente impusieron al monarca esta condición, una decisión opinable, pero ciertamente democrática, surgida de abajo arriba, exigida como una garantía de que la monarquía iba a estar sometida a un grado de control por las demás instancias de poder, porque sabían bien que, por el contrario, la monarquía sustentada en la jerarquía católica conducía sistemáticamente al autoritarismo y a la tiranía. Así es: a lo largo de la historia las monarquías protestantes han tendido a verse controladas por los demás poderes, mientras que las católicas han tendido a la autocracia. Y por cierto, el calvinismo fue aceptado en Ginebra por decisión democráticamente votada, no por las armas de ningún tercio español, y algunas de las “imposiciones” de ese calvinismo incluyeron la educación obligatoria, gratuita y universal y una moral pública intachable; la primera tardó España en conocerla; la segunda, coincidirá conmigo en que aún falta. Las iglesias presbiterianas (calvinistas) llevan siglos eligiendo por democrática votación a sus cargos, y esto supuso un modelo en la mentalidad de quienes luego generaron sistemas políticos democráticos.

Pero no voy a discutir más ejemplos porque lo relevante no es esto, sino las tendencias y las cosmovisiones y en ese terreno le invito a entrar: ¿Hacia dónde han conducido la cosmovisión protestante y la católica? ¿Qué tipo de sustento han dado a los sistemas políticos? Esta, y no otra, es la pregunta que nos debemos hacer para interpretar la situación política actual; es la misma pregunta que se hizo Castelar (lo siento, también era hereje, republicano) en “La Revolución Religiosa” y su respuesta es clara: la cosmovisión protestante ha conducido históricamente hacia las libertades democráticas y la católica hacia el autoritarismo.

Es una verdad que no voy a intentar demostrar a los lectores porque la historia lo hace irremediablemente evidente: esta diferente mentalidad es la que ha permitido que sea en los países protestantes en donde primero se abrió la libertad de conciencia, de expresión y de prensa, se asentaron los sistemas de representación parlamentaria, se fundaron los sindicatos, se estableció el sufragio universal, se abolió la esclavitud, etc.; fue en un país protestante en donde se redactó la primera constitución democrática; es a esa mentalidad protestante a la que debo mi derecho a reclamar hoy la objeción de conciencia, un derecho en el que secularmente se ha encontrado de frente a la mentalidad católica. La mentalidad católica tridentina, en contraste, generó y consagró el dogmatismo, la intolerancia y el autoritarismo políticos en los países en los que triunfó, de los cuales España ha sido un paradigma desde Trento hasta Franco; esto certifican multitud de historiadores de la España contemporánea.

El pluralismo, consecuencia del protestante libre examen, genera en nosotros la diversidad en medio de la unidad, una unidad basada en el libre y espontáneo reconocimiento de lo que nos une a los protestantes; el monolitismo papista, el dogma, genera en el catolicismo una unidad impuesta que no impide descubrir las violentas diferencias entre jesuitas y Opus. El protestantismo origina la polifonía del Mesías de Haendel y el catolicismo la monocromía del canto gregoriano; uno da sustento natural a la diversidad y pluralismo democráticos; al otro le cuesta vencer la tradición para asumir la democracia.

Los lectores concordarán en que no se trata de meras coincidencias, y fíjense: en los países protestantes la democracia se estableció fundamentándose en valores religiosos, extrayendo de la Biblia los principios que alumbraron las libertades políticas, mientras que en los países bajo la mentalidad tridentina la democracia se tuvo que abrir paso en contra de la cosmovisión religiosa dominante y los poderes eclesiales; es por eso que en España y otros países católicos la democracia surgió ligada al anticlericalismo y es por eso que tantas dificultades han tenido los demócratas católicos para hacerse oír, porque tienen que vencer una tradición de legitimación de la tiranía y la opresión por parte de su iglesia, algo que pesa mucho en el imaginario colectivo, en la consciencia y experiencia popular. Tengo la mejor disposición a colaborar con los católicos que luchan legítimamente por los derechos y libertades democráticos, de los cuales el derecho a la vida es básico, desde la concepción hasta la muerte, pero mi mejor contribución empieza por ayudarles a reconocer estos elementos porque les hará más certeros en su diagnóstico y más eficaces en su lucha.

Me preocupa tanto como a usted el dogmatismo intolerante del zapaterismo, y a ambos nos interesa preguntarnos a qué se debe. Podríamos pensar que se trata de una tendencia congénita de la izquierda; de ser así, deberíamos ver ese talante reproducido en otros países en donde gobierna la izquierda, pero la realidad es bien diferente. Mi propuesta es que ese talante obedece a su background cultural, al código de valores asentados secularmente en su entorno. Los mismos principios ideológicos producen formas de gobernar diferentes según el medio en el que se desarrollan; consecuentemente, la izquierda lo hace con un talante mucho más dialogante y abierto al pacto en Alemania (en donde no tiene reparos en hacer coalición con la CDU), en los países nórdicos, el Reino Unido o EEUU, y en estos dos su flexibilidad lleva a sus diputados a votar en ocasiones en contra de su propio gobierno; esa capacidad de aceptar la disidencia, la diferencia, el pacto desde la pluralidad, tiene que ver con su cultura alemana, nórdica, anglosajona, por tanto, protestante. Lo que singulariza al zapaterismo no es que sea más de izquierda, sino que es de cultura española y, por tanto, católica. Mal que le pese a él y a usted, Zapatero es culturalmente católico y Trento ha dejado una huella duradera en la mentalidad colectiva de su entorno cultural.

Cuando Zapatero dice que la ley del aborto se va a imponer por mayoría, sin buscar a fondo el consenso amplio con la oposición, está siendo coherente con el principio tridentino de que “una mayoría no puede estar equivocada”; cuando niega a la Iglesia Católica su legítimo derecho a manifestar públicamente sus discrepancias, está siguiendo el dogma tridentino de que “no hay salvación fuera de Roma”; cuando se permite amenazar el derecho a la objeción de conciencia, está siendo fiel al principio de Trento de que “la herejía no tiene derechos”, cuando se postula como modelo para la izquierda universal, está siendo en su “Iglesia” “adalid de Trento y espada de Roma”; la única diferencia es que el papa es otro, la Iglesia es otra y otros son los herejes, pero la querencia por el dogma, la intolerancia y la laminación de derechos a los disidentes es la misma, es el mismo talante tridentino que ha dejado huella perdurable en los españoles, incluida la izquierda. El totalitarismo, el dogmatismo y la intolerancia en España no han sido importados del extranjero por la izquierda; llevaban aquí siglos asentados y consagrados por la Iglesia Católica desde Trento hasta Franco; Zapatero no necesita para nada referencias ajenas.

Ciertamente, lo que propongo es algo en lo que muchos de nuestros lectores no han reparado y comprendo la inicial reacción visceral de usted, pero así somos los herejes: decimos lo que nadie se ha atrevido a decir en nuestra sociedad y aunque todos digan que el rey lleva un maravilloso vestido, si lo vemos desnudo así lo exponemos; desde Lutero no nos retractamos “a no ser que nos convenzan con las Escrituras o con argumentos razonables”. Admitan los lectores la posibilidad de que pueda llevar algo de razón aún siendo un hereje protestante; si es así, tenemos delante una nueva perspectiva de análisis, diagnóstico y consecuente tratamiento.

Y termino dándole la razón en otra cosa: hoy las sociedades protestantes europeas están abandonando los principios escriturales de la Reforma, sustituyéndolos por un relativismo vacío; ésa es la razón por la que Europa tiene hoy, en mi perspectiva, un limitado recorrido como sociedad transformadora y progresista. No me alegra comprobar que lo mismo sucede con la Iglesia Católica en España, cuyas estadísticas incluyen como católicos a todos los bautizados en esa iglesia (yo mismo figuro en esa nómina), pero sus creyentes reales disminuyen día a día. Pero, siguiendo mi modelo de reflexión, los ya descreídos europeos del norte siguen siendo aún culturalmente protestantes y, consecuentemente, aún mantienen el talante que les permite conservar relaciones socio-políticas con profundidad democrática; si mi análisis es correcto, en el momento en que se apaguen los rescoldos de su cosmovisión protestante, la democracia se irá debilitando y surgirán nuevas tendencias totalitarias.

Cita a los EEUU como ejemplo de influencia de los cristianos en la política, y fíjese que coincide que es la sociedad en la que el protestantismo se mantiene más vivo e influyente: las propias iglesias católicas americanas asumen mucho del discurso protestante en las formas y en el fondo, incluso hasta un 15% de los católicos americanos se reconocen “nacidos de nuevo”, un crucial concepto evangélico. Muchos políticos americanos exponen francamente su fe evangélica y muestran su traducción a iniciativas políticas, pero fíjese que hablamos de influencia –no de lo que usted llama imposición–, desde el protestante reconocimiento de la pluralidad, no desde el monolitismo de mentalidad católica. Los lectores lo comprenderán con un ejemplo: en España los funerales del 11-M fueron católicos, en una iglesia católica, a pesar de que había víctimas protestantes; en contraste, la toma de posesión de cualquier presidente americano incluye oraciones de líderes religiosos, pero de una pluralidad de confesiones, y esas oraciones no son ninguna amenaza a la separación iglesias/estado porque tienen claro el concepto calvinista de las diferentes esferas; los políticos evangélicos americanos expresan abiertamente sus convicciones de fe porque su sistema democrático está fundamentado en bases religiosas (no se podría decir lo mismo en España), y esas bases incluyen el derecho a la diversidad y la separación iglesias/estado: jamás hubo peligro de que cualquier iglesia protestante impusiese sus criterios en la esfera política (no se podría decir lo mismo en España).

¿Hay lugar aquí para la colaboración socio-política entre católicos y protestantes? Sin duda; creo en la cobeligerancia en cuestiones en las que coincidimos claramente, una cobeligerancia que respete la diversidad y las identidades diferentes, en un talante de franqueza y claridad. Es este talante el que me ha llevado a decir lo que he dicho; no me parece mal que le haya irritado, pero así que le baje la adrenalina plantéese si hay algo interesante en mis palabras que le pueda ayudar a descubrir nuevas perspectivas; es necesario que los católicos practicantes y los culturales (incluidos militantes de la izquierda) se desembaracen de la tradición de Trento, de sus tendencias autoritarias, dogmáticas y excluyentes, porque a partir de ahí será más fácil construir el consenso, desde el respeto a las libertades democráticas, la primera de las cuales es la libertad de conciencia; la democracia española lo necesita.

X. Manuel Suárez es médico y Vicepreidente de la Alianza Evangélica Española

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Bien, hasta ahí el texto de don X. Manuel. Ahora, mi respuesta:

Mucho me temo, don X. Manuel, que entrar a debatir con usted sobre lo ocurrido en el concilio de Trento podría llevarnos a escribir páginas y páginas. Para empezar, ese concilio estuvo dirigido más a la Reforma de la Iglesia Católica que a condenar herejías, aunque obviamente, se condenaron los errores protestantes, como no podía ser de otra forma. De hecho, los términos del concilio en referencia al protestantismo eran de una suavidad exquisita si los comparamos con las furibundas críticas de los reformadores protestantes hacia la propia Iglesia y el papado. Usted verá si quiere que comparemos los textos de Trento con lo que Lutero y Calvino escribieron sobre la Iglesia Católica. Además le supongo enterado de que en la segunda fase del Concilio se buscó la participación de teólogos protestantes en el mismo, de forma que se enviaron salvoconductos para que pudiesen participar en las diversas discusiones. Varios de esos teólogos llegaron a partir hacia Trento en octubre de 1551, pero formularon exigencias que ni los padres conciliares ni el Papa podían aceptar, debido a que en el bando protestante ya se había establecido que ningún concilio podía tener autoridad a la hora de fijar posturas doctrinales. Usted me dirá entonces de qué servía aquel concilio. En todo caso, el mero hecho de que se buscara el diálogo con los protestantes ya desmonta su idea de que el talante de los padres tridentinos fuera todo lo nefasto que usted afirma.

Respecto al resto de consideraciones históricas que hace, ocurre lo mismo. Tendría que escribir una veintena de páginas para responderle de forma medianamente adecuada. Pero sí que le voy a hacer un par de reflexiones. La primera, sobre la “democracia-teocracia” ginebrina. Eso de que el régimen de Calvino y cía en la ciudad-estado suiza fue votado mayoritariamente, no justifica lo que se le hizo a Servet o a los católicos que osaban guardar alguna imagen en sus casas. Es más, vuelvo a suponer que está usted también enterado de la defensa que el reformador francés hizo de la pena de muerte contra los “herejes". Sí, sí, contra SUS herejes. Y es que, créame que con el Sola Scriptura y el libre examen en la mano, basta con un solo pasaje de una epístola de San Pablo (1ª Tim 1,8-11) para justificar que la ley mosaica se pueda aplicar contra los que se oponen a la sana doctrina. Y no hace falta que le diga lo que la Ley decía al respecto. Ahí encuentra usted las razones de que Calvino hiciera lo que hizo en Ginebra, la “justificación” para que Zwinglio llenara barcazas de anabaptistas -"sus herejes"- para hundirlas en medio de los lagos suizos, e incluso que tras el sínodo de Dordrecht se hiciera lo que se hizo con los arminianos. Por no hablar de la quema de brujas en la zona protestante de Alemania, que en apenas unas décadas superó en número al de todos los ejecutados por la Inquisición española en sus siglos de existencia. Aquí no se trata de jugar al “y tú más", pero claro, los católicos no vamos a permitir que se use Trento como paradigma de la intolerancia cuando lo que aquel concilio buscaba era la verdadera reforma de la Iglesia de Cristo. Una reforma que en ningún caso podía consistir en la división y propagación de multitud de doctrinas contradictorias entre sí tan propia del protestantismo.

En relación a la diferencia entre las monarquías católicas y las protestantes, mejor que no entremos tampoco. Si quiere analizamos cuál ha sido el nivel de “libertad religiosa” de los católicos en los países de mayoría protestante hasta bien entrado el siglo XX. En cualquier caso, me imagino que usted, en base a la Escritura, juzgará cualquier sistema político según sus obras. No verá en las páginas del Nuevo Testamento otra cosa que una petición de sometimiento a las autoridades, que no eran precisamente democráticas en el tiempo en que fue escrito, salvo en aquello que vaya en contra de la ley de Dios. Usted, como yo, sabe que a Dios le importa bien poco que unas urnas favorezcan una legislación inicua. El mal no se legitima porque sea aprobado democráticamente. La democracia tiene la virtud de que se puede echar del poder a los malos gobernantes sin necesidad de recurrir a la violencia y de que, a su vez, acaba por dar a cada pueblo los dirigentes que se merece. Si para usted la libertad política, que insisto que no aparece en la Biblia, es el sumum de las libertades, yo le diré que para mí el derecho fundamental es el que tienen a ver la luz del sol los inocentes que no han nacido, a los que las democracias occidentales condenan a ser ejecutados usando para ello incluso el dinero de nuestros impuestos. Usted presuma de gran demócrata, que yo mientras me voy a dedicar condenar aquí, allá y acullá las barbaridades que se cometen bajo los regímenes democráticos.

Por último, usted insiste en hablar del background cultural de España para entender el modo de gobernar del zapaterismo. La izquierda española es anticlerical pero claro, ese anticlericalismo surge como reacción al modelo cultural tridentino de España y en cierta forma es otra cara del mismo. Por lo tanto, según su parecer la izquierda de este país sería una consecuencia de Trento. Pues no, se equivoca usted. Trento, como ya le he dicho antes, no es lo que usted dice que es. Pero además Zapatero, y con el gran parte de la izquierda, no es meramente anticatólico. Es anticristiano. Es el que dijo aquello de “más gimnasia y menos religión". Es el que quiere arrancar del alma de España cualquier cosa que huela a cristianismo. Su lucha no es sólo contra Roma sino contra la cruz de la que se gloriaba San Pablo. Si usted no lo ve, es que está ciego.

Acabo con dos consideración personales. Primero he de reconocer que ciertamente soy una persona que al escribir utilizo de forma habitual palabras fuertes (nunca insultos) a la hora de criticar aquello que considero criticable. Si usted se ha sentido insultado por mí, le ruego que acepte mis disculpas. Como no me lee habitualmente entiendo que diga que lo que he hecho es poco menos que mandarle a la hoguera porque es un “protestante". Pues mire, no. Es público y notorio que a pesar de que defiendo con todas mis fuerzas la fe de mi Iglesia, también he criticado que al protestantismo evangélico se le catalogue de secta de forma mayoritaria en este país. Por activa y por pasiva he mantenido que no se les puede llamar hermanos separados un día y sectarios al otro. Pero ocurre que conozco bien el protestantismo español, más que nada porque he sido protestante en este país durante ocho años y medio de mi vida. Y creo saber cuál es su potencialidad a la hora de contribuir a la batalla contra la cultura de la muerte que nos agobia, al mismo tiempo que sé muy bien el mal que hace a esa causa la actitud anticatólica decimonónica de un sector importante del protestantismo español. Sobre eso escribí al día siguiente de criticarle en este blog. Créame que si no tuviera cierto aprecio por los protestantes españoles, lo que haría sería ignorarles por completo. No es el caso. Pero porque les aprecio, critico a los que, según mi entender, hacen daño al buen papel que deberían de jugar en el futuro de España. Y digo eso sin renunciar a mi opinión de base sobre lo que supone el protestantismo en la historia de la Cristiandad, que no es precisamente positiva.

Por último, usted me dice que “como protestante, no tengo reparo alguno en reprobar aquello que los miembros de la Iglesia de Cristo han hecho mal, porque a mí no me salva esa mi Iglesia, sino Cristo. Comprendo, por el contrario, que usted tenga serios problemas para hacer lo propio con su Iglesia o sus papas porque eso le supondría una seria inseguridad, pues cree que su salvación está vinculada a esa iglesia desde el propio momento del bautismo“. Nuevamente entiendo que cuando afirma tal cosa desconoce por completo lo que yo llevo haciendo desde hace años. Pero eso no tiene mayor importancia porque al fin y al cabo, ¿quién soy yo? Más grave es que usted crea que ser católico es incompatible con la reprobación de las cosas que se hacen mal en la Iglesia Católica. Sencillamente eso no es cierto. Como tampoco es cierto que los católicos creamos que la Iglesia, y no Cristo, es la que nos salva. Más bien creemos lo que dice la Escritura. A saber, que Cristo es nuestro Salvador (Hc 13,23) y que la Iglesia es su cuerpo, su plenitud (Ef 1,23), columna y baluarte de la verdad (1ª Ti 3,15), la que da a conocer la multiforme sabiduría de Dios a los principados y potestades en los lugares celestiales (Ef 3,10). Por eso creemos, como creían los cristianos en los primeros siglos, que no puede tener a Dios por Padre quien no tiene a la Iglesia por Madre. No es que la Iglesia nos salve sin Cristo, sino que quien, como hicieron los reformadores protestantes en el siglo XVI, se aleja de la Iglesia, se aleja de Cristo. Nosotros creemos en la reforma verdadera, que no es la que divide al pueblo de Dios, sino la que siempre promovieron los profetas del Antiguo Testamento aun a riesgo de su vida. Y es que Dios, cuando quiere reformar a su pueblo, manda santos y profetas, no cismáticos y herejes. Pero eso, estimado X. Manuel, daría para otro artículo.

Luis Fernando Pérez Bustamante

46 comentarios

  
max kolbe
Hombre, Luis Fernando, le dices "si se sintió insultado" y la verdad es que se sintiese o no, insultarle lo hiciste dedicandole al final de tu artículo "el mayor de los desprecios".

Creo que esta vez, y otras muchas, te asiste la razón pero también creo que otras tantas veces te pierden las formas. Es posible que se me pueda responder que las formas nunca son más importantes que la razón. Es cierto! Pero también lo es que cuando la razón no va acompañada de buenas formas se consigue que al que se quiere convencer o convertir se pregunte si no se le está dando más trato de enemigo que de hermano.
Y lo digo por la experiencia de haber metido personalmente la pata muchas, muchas, muchas veces.

Y, por último, a los hermanos protestantes:
si creéis que debéis hacerlo, decidnos todo lo que hacemos cada día mal, nuestros pecados y miserias, nuestra falta de amor al hermano más débil, nuestras faltas de coherencia y de amor a Dios, nuestra falta de fe y espiritualidad.
Seguramente acertaréis! Pero no pretendáis que renunciemos a nuestro amor a la Iglesia, Madre y Maestra, desde el Concilio de Jerusalem hasta el Vaticano II pasando por el de Trento. Nuestra identidad católica nos pide (incluso exige) para ser fieles a nosotros mismos una sincera y generosa actitud de comunión. Es lo que nos hace católicos, universales. Y, de verdad, aunque vosotros y algunos católicos no lo creáis, nuestra mejor manera de contribuir a la unidad de los cristianos es ser verdaderamente católicos, unidos fielmente a la Piedra que Cristo quiso como fundamento de su Iglesia.
23/07/09 11:08 AM
  
Luis Fernando
Sí, ese final fue excesivo e innecesario.
23/07/09 11:13 AM
  
José Ángel Antonio
LuisFernando: magnífica respuesta: efectivamente, Trento fue Trento, no el origen de la "cultura Zapatero". El hermano separado éste, atacando Trento (o su Trento imaginario que se ha montado) no va a hacer ni una pizquita de daño a ZP y su cultura de la muerte.

Mientras los protestantes de EEUU (y a menudo también los de América Latina) se unen con los católicos en defensa de la vida y del matrimonio, en España prefieren atizar a la Iglesia católica que ayudarla a defender la cultura de la vida.

El Islam se comió a los cristianos de África del Norte porque estos estaban desunidos: los coptos preferían musulmanes antes que bizantinos. Tiempo tuvieron de arrepentirse.

De igual forma, los evangélicos españoles que prefieren atizar a los hermanos católicos que combatir el relativismo y el falsobuenismo de ZP son tontos útiles de Satanas para dividir a los cristianos y extender la cultura de la muerte, el divorcio, el aborto y el narcisimo egoista.

Creo que hay que buscar a los evangélicos "buenos" (aquellos que colaboran con los católicos en defender la cultura de la vida; pienso, por ejemplo, en el pastor Victor Mirón, de Barcelona, que colabora con E-Cristians) y darles más voz y cancha. Pero sí, escasean. Y es triste.

23/07/09 11:42 AM
  
Catholicus
Los protestantes han sido los mayores asesinos, y criminales de cristianos de toda la historia. Sólo hay que recordar las matanzas de pobres campesinos católicos a manos de los ricos príncipes luteranos alemanes. Por no hablar de las excitaciones al exterminio de judios de Lutero.

¿En Ginebra no había hogueras calvinistas?¿No fueron decenas de miles las "brujas" quemadas por los fanáticos protestantes?¿No estaban negros y blancos separados desde siempre en todas las iglesias protestantes mientras ya en el XVI los Obispos católicos españoles arengaban a casarse con nativas americanas porque eran tna hijas de Dios como los españoles?
¿No nace el Holocausto en una nación protestante?

¿Seguimos X Manuel Suaréz?.

Lo único parecido al fanatismo y racismo protestante que hemos tenido en la Iglesia Católica es un tal Sabino Arana, fundador del PNV. Lo más parecido a las sociedades cerradas y xenófobas protestantes es precisamente todo el catolicismo que ha caido en el virus del nacionalismo.

Así que vade retro con el cuento de Trento. ¡ Más de 20 años intentando que Lutero defendiese sus posturas y dialogar y mantener la cristiandad unida para esas grotescas manipulaciones!

Esto es España ! la Tierra de María Santísima!
23/07/09 11:44 AM
  
Catholicus
La Iglesia suele hablar de hermanos separados refiréndose a las Iglesias propiamente protestantes establecidas, Iglesia Anglicana, luterana etc.

Del magma ese de 30.000 "iglesias" protestantes cada una con un iluminado al frente que se ha autoproclamado él solito una buena mañana que andaba animado como "Pastor" muy bien se le pueden llamar sectas, porque muchas lo son en su pleno sentido. Eso no quita para que no reconozcamos alguna buena gente que anda detrás de esos lobos disfrazados de corderos.

La Iglesia católica, es mi observación, mantiene esperanzas de que las naciones protestantes vuelvan algún día al hogar común de Roma, pero estoy seguro que nadie piensa jamás en unir a esa multitud de pequeñas sectas evangélicas. Sencillamente porque crecen como setas..Siempre lo hubo y siempre lo habrá. Ya lo dijo Lutero:

"Hay tantas sectas y opiniones como cabezas. Este niega el bautismo; el de más allá cree que hay otro mundo en el nuestro y el día del juicio. Unos dicen que Jesucristo no es Dios; otros dicen lo que se les antoja. No hay palurdo ni patán que no considere inspiración del cielo lo que no es más que sueño y alucinación suya."

23/07/09 12:08 PM
  
Catholicus
Respecto de la "intransigencia" de la Iglesia con los herejes, pues es que es lo que hay en el Evangelio, es lo que quiere Dios, que estableció en los Obispos de Su Iglesia, la Católica, la autoridad para poner orden y vigilar la doctrina.

Este es el talante de San Pablo cuando ese tiene que ser su talante:

1 Cor 4
19 Pero iré pronto a visitaros.. y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos, 20 pues el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. 21 ¿Qué queréis? ¿IRÉ a vosotros CON VARA, o con amor y espíritu de mansedumbre?

Heb 13
17 Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos
2 Cor2
9 pues también con este propósito os escribí, para tener la prueba de si vosotros sois OBEDIENTES EN TODO.


Lutero y demás herejes eligieron lo que eligieron,( y los de ahora tambien hacen su elección libremente), y nuestra Madre Iglesia hizo lo que tenía que hacer pensando exclusivamente en cuidar de sus cachorros, que no se mezclasen con soberbios y traidores que desgarraron el Cuerpo de Cristo.

Si los evangélicos quieren lenguaje duro en vez de unidad, eso es lo que deben recibir. Libremente han realizado su elección.
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"no puede usted renunciar a la bendita tradición de sus antepasados de demonizar y quemar al hereje."

Desde luego que no renunciamos a l bendita Tradición de nuestros antepasados, que son los suyos propios Don X. Manuel Suárez. A lo de quemar sí, mientras las leyes sean esas, a demonizarlos desde luego que no, por la sencilla razón de que quein siembra división se convierte en un hijo de Satanas. Y eso vale para quien siembra división o cizaña en una pareja de esposos, en una familia, en una sociedad, en la Iglesia o en una Nación. Más aún si esa nación es la Tierra de María Santísima.
Así son las cosas por esta su propia patria.

http://www.youtube.com/watch?v=x6vwggmhCUU
23/07/09 12:20 PM
  
Luis López
A los protestantes, tan ávidos de proclamar su adhesión a Cristo, habría que recordarles esa contundente advertencia del mismo Jesús: "No todo el que diga "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos" (Mt. 7,21)

¿Alguien se imagina a los cristianos de Antioquía rechazando, en base a su conciencia, los decretos imperativos del Concilio de Jerusalen, que -como llamativamente dice Hch. 15,28- fueron inspirados por el Espíritu Santo, y ratificados por los asistentes al mismo, imponiendo cargas y obligaciones sobre todos los cristianos?
23/07/09 12:24 PM
  
Catholicus
Y como me ha cabreado leer a este tipo le voy a decir lo que destila todo su pensamiento, que se nota el mismo tufo que a muchos:

El del RENEGADO de su propia sangre, española, que lleno de resentimiento se ha ido a beber y a honrar a otras naciones (particularmente EEUU y el liberalismo), mientras no para de escupir sobre su propia sangre, alabando a los ajenos a los que ha idealizado. (No es que los ajenos sean malos, es que Dios no le ha dado instrucciones de que honre a quienes no son sus padres).

Honre a sus padres, Don X. Manuel, mandamiento divino con promesa, honre a su Patria, parte del mismo mandamiento, que los padres como las patrias no son de libre elección sino que Dios es quien se las marca a uno por via de la evidencia de su Providencia. Se examina todo, se retiene lo bueno y se perdona lo malo, pero se honra todo.

Y deje de escribir como un RENEGADO de la fe de sus propios antepasados, que es todo lo que usted destila en sus palabras.
23/07/09 12:32 PM
  
Luis Fernando
Catholicus, te noto un pelín alterado, je je.
23/07/09 12:38 PM
  
Bruno
Buena respuesta, Luis Fernando. Hay que reconocer que los argumentos del Sr. Manuel Suárez difícilmente podrían ser más débiles, pero has respondido muy bien a ellos.
23/07/09 1:00 PM
  
Carmen
He disfrutado muchísimo con esta diatriba entre creyentes.Luis Fernando se pierde en las formas, se lo he dicho muchas veces. Pero forma parte de su temperamento. Nunca podrá ser conciliador, lo suyo es como San Pablo un fuego abrasador que arrasa por donde pasa.

Los pueblos tienen genes que los distingue de otros pueblos. Eso en historia es evidente. A los españoles se nos caracteriza por apasionados, mientras que arriba de los Pirineos tienen otro toque. Si eso es herencia del potestantismo ya me parece rizar mucho el rizo.

En cualquier caso yo me adhiero a lo que dice Luis Fernando, soy católica y espero morir católica y fiel a la Iglesia.
De Zapatero y su talante sólo puedo decir que ha sido el camelo más grande que he visto en treinta años de democracia. Y lo de Trento metido en calzador, ya es demasie, jeje.

23/07/09 1:03 PM
  
Kino
Estupenda tu contestación L.F. Me he quedado estupefacto que ZP sea un producto de Trento y lo mismo las izquierdas intolerantes de los países católicos.
Pienso:¿de dónde procederán las izquierdas de la antigua URSS, de China, de Corea,etc? ¿También llegó allí la denostada influencia?
Siempre ponen la supuesta superioridad de los países protestantes y ocultan o censuran de la Historia lo que no les interesa. Hace unos días una profesora de francés nativa ponía por la nubes la superiodad de Suiza, comparándola con nuestra pobre España. Yo le recordé que la mujer no tuvo derecho al voto hasta hace muy poquito. Ella contestó que esto no se dice.
¡Ay, Dios mío, qué complejos nos quieren crear!
Pienso que cuando Calvino,por lo menos la mitad del cómputo ciudadano no podían votar. ¡Vaya democracia! Y la otra mitad, ¿votaba contra la tolerancia y la aplicación de la pena de muerte a los disidentes?
23/07/09 1:12 PM
  
Catholicus
Pues sí Luis, jejeje.... me ha dejado como al capitán de Leónidas cuando le matan al hijo, leer a este renegado.

Que responda de camino si todo el magma sodomita y el genocidio del aborto han nacido en el catolicismo o en su idealizado magma liberal del protestantismo... Casi todos los horrores intelectuales que tenemos en España han venido de fuera.

Aur, aur, aur!!
23/07/09 1:13 PM
  
asun
Yo a ZP le veo más bien un aire a Calvino.
Me pregunto por qué este señor habla de los protestantes como un todo.
Y por qué dice que la primera constitución surgió en un país protestante. Ese país es un poco de todo. Es cierto que los pioneros del Mayflower eran protestantes que huían de la persecución de otros protestantes.
Sobre todo ¿a qué viene ese anticatolicismo que divide el mundo en católicos y no católicos?
La gente como ZP sin creencias saben perfectamente que el peligro mayor que tienen de oposición religiosa en España es la I.C. por eso mismo, en su anticatolicismo militante, se muestra muy a favor de los protestantes anticatólicos como el de la carta.
A ver si nos despejamos y buscamos lo que nos une en vez de lo que nos separa.
Claro que si realmente este señor es separatista eso de dividir será una deformación congénita inevitable.
23/07/09 1:40 PM
  
asun
Todo lo que dice ese XMS de ZP relacionándolo con Trento, tiene mucha más relación con la teocracia de Calvino, la Alemania de Hitler, la dictadura del proletariado soviética y la actitud de la China de hoy, y el discurso del nazionalismo de Otegui. Vamos, simple actitud dictatorial frente a la actitud democrática, tanto si los dictadores utilizan la religión para sus fines como si utilizan cualquier ideología.
Hace falta estar intencionadamente cegato para no verlo.
23/07/09 1:49 PM
  
Catholicus
"Claro que si realmente este señor es separatista eso de dividir será una deformación congénita inevitable."
___

Quizás no esté bautizado y sea ahijado del Gran Divisor, y de ahí su ánimo de sembrar cizaña y dividir lo que anda unido, que es la preferencia de Satanás: desunir familias, sociedades y naciones. Y si es la Tierra de María... con más saña aun.
23/07/09 1:52 PM
  
Maris
No hay cosa más antibíblica que los protestantismos: cuando Saulo iba por el camino de Damasco iba en persecución de los cristianos no de Cristo que ya estaba muerto y acabado a los ojos de los judíos, pero Nuestro Señor sobrenaturalmente le sale al encuentro y no le dice Saulo porqué persigues a los cristianos, sino Saulo porqué ME persigues... la Iglesia y Cristo su fundador son indisociables... quien difama a la Iglesia difama a su Señor, quien la persigue a Él persigue.Ese gran supermercado de la opinión que se llama "protestantismo" lleva siglos persiguiendo a Cristo en nombre del propio Cristo... Es la versión moderna del propio Saulo, a su vez perseguidor de la Fe en nombre de la Fe y autoconvencido de que obraba rectamente.
Lo cierto es que la cultura de la muerte que tiene su origen en el giro antropocéntrico de la llamada edad moderna eclosiona en territorio protestante,bien abonado de relativismo que ellos llaman "pluralidad", no en territorio católico. Aquí llega cuando el catolicismo se protestantiza por influencia de la teología liberal protestante y el "americanismo".
23/07/09 2:54 PM
  
Hermenegildo
Luis Fernando: buena respuesta.
Pareciera que Cristo hubiese venido al mundo a traer la democracia liberal y no la salvación de las almas.
Aun así, resulta tremendamente falso y tendencioso afirmar que la democracia surgió a pesar de la Iglesia Católica. Recordemos, por ejemplo, cómo en la doctrina de los Padres de Salamancha se hayan formulados por primera vez algunos de los principios básicos que sustentan el liberalismo democrático.
23/07/09 2:57 PM
  
Hermenegildo
Obviamente, me refiero a los Padres de Salamanca, no de Salamancha.
23/07/09 2:57 PM
  
Francisco José Delgado
Para entender el "talante" de Trento y el de Lutero, como sugería Luis Fernando, bastaría con leer algunos textos del ex-agustino.
Ahora bien, lo del victimismo de los protestantes en España parece de libro. ¿Confesionalidad? Habrá que recordar quienes impusieron el principio cuius regio, eius et religio en Westfalia y que la Iglesia Católica condenó. Porque digo yo que si hablamos de Inquisición y persecución religiosa, con los datos en la mano, los protestantes salen perdiendo por goleada.
Podríamos corregir las declaraciones de este señor, que dudo represente a los evangélicos españoles mínimamente ilustrados, diciendo que el presidente Zapatero ha asumido y ejercido las conductas intolerantes del calvinismo más dogmático; entonces nos acercaríamos algo más a la realidad, aunque lo cierto es que la conducta de nuestro presidente es la típica de cualquier dictador populista de izquierdas.
En cualquier caso sigue siendo lamentable que para algunos protestantes el gran enemigo sea la Iglesia Católica, la de Cristo, tanto que prefieran aliarse con los del partido de Satanás antes que combatir unidos contra el enemigo común. Como digo me refiero a algunos, desde luego no a todos. Ah, y por cierto, esa actitud merece también todos mis desprecios.
23/07/09 4:29 PM
  
unitas
Yo me pregunto ¿qué fue antes el católico o el protestante?

23/07/09 5:11 PM
  
Norberto
unitas
El huevo,no la gallina,¿o fue al revés?.
23/07/09 5:21 PM
  
kepa
Muy buena respuesta, LF. El tal Suarez pensaría en el democrático trato que los tolerantes herejes dispensaron a los indios de USA, en contraposición al tridentino que les dispensaron los católicos en la América española. O pensará que el marxismo alemán y ruso, verdadero padre de la bestialidad de la izquierda revolucionaria, y de la inquina antireligiosa de sus hijos progres, bebía también de las fuentes de Trento. La acusación es una sandez, y no tiene más recorrido. En cambio, Suarez podía haber recordado algo más complicado de refutar: el mayor nivel de progreso y desarrollo de los países protestantes frente a las naciones católicas.
23/07/09 5:28 PM
  
asrone
Lo que no entiendo es a qué viene Trento si lo que quería era criticar a Zapatero... Un poco rebuscado, ¿no?

¿Buscaba publicidad? ¿Qué han dicho de él los evangélicos españoles?
23/07/09 5:53 PM
  
jose de maria
Que bueno que amas la verdad, y que estes en el proceso de encontrarla, porque aunque Jesus dijo tu eres Pedro y sobre esta.......... bueno aun no lo digieres, y se que muchas veces inclusive piensan que la Iglesia se desvio y esto es peor, porque al asegurar Jesus la asistencia del Espiritu Santo, entonces este se ¿equivoco?.
Que hizo Enrique VIII por la lujuria y cuantos murieron. Creo que todo lo demas ya se comento.
23/07/09 6:01 PM
  
Ana
Luis Fernando: No todo el mundo admite que se ha podido pasar ,que algo haya podido ser excesivo e innecesario. Te felicito
23/07/09 6:11 PM
  
Miriam
Ana no seas más papista que el Papa. Solo hizo una picaresca ironía sin importancia. No lo llamo yo insulto duro ni blando, sino poner los puntos en las ies.
¿Tú crees que San Juan Bautista se disculpara por haber llamado algunos en su tiempo raza de víboras?
Hablar con amor y dulzura es una cosa pero creer que el cristiano ha de comportarse como un sisi siempre es otra cosa. Hay que ir al grano.
23/07/09 6:41 PM
  
solamente juan
No creo que Luis Fernando, se pierda en las formas, simplemente está vivo. Buena respuesta y bien comedida L. Fernando. Puede que Catholicus, con toda razón, esté alterado, pero no errado para con ningún apóstata separatista genético, ese señor es un provocador y no es caso aislado.

Luis Fernando comprendo que siempre hayas defendido a los evangélicos pentecostales, y por buenas razones, Dios los usó para salvarte tu vida. Yo pienso que tienen su mérito por su tenacidad y voluntad. Yo a veces también les he defendido y a muchos admirados personalmente y en grupo . Al menos a una parte, no a todos entre los tantos de miles y miles de grupúsculos de diferente doctrinas ya que algunos hasta niegan la Divinidad de Jesús. Y otros iluminados evangélicos de donde salieron Mormones, y Testigos, y Adventistas y sigue la cuenta cada día. Ya hace poco que hay un gran grupo que tiene sus obispos y obispas...

Conocí y leí a David Duplesis, “Mr. Pentecost” uno de los padres del Pentecostalismo, que se llamaba asimismo en humildad “el burro”, pues en su sumisión al Altísimo, decía que si Dios lo usaba lo hacía tal como usó a la burra de Balaam. Hombre santo que nunca fue borrico.

Parece ser que profetizó que la experiencia emocional pentecostal, “el bautismo en el Espíritu” llegaría a la mayoría de las denominaciones cristianas. Así fue , pero que no se jacte éste señor Suarez de nada, que fue El Espíritu Santo usando a “Mr. Pentecost”.
La primera vez que fue invitado al Vaticano , iba rezando y apartando demonios por todos lados (eso le habían enseñado nuestros “hermanos separados” era un lugar infestado por Satanás. Pronto cambió su opinión y por ello fue duramente criticado criticado por su iglesia. Ya lo decía nuestra Santa, “Dios escribe derecho en renglones torcidos”.

David Duplesis fue invitado como observador al Concilio Vaticano II. Me temo que el Sr. Suarez no es Duplesis, no, pero no sé si dicese ser burro o borrico.
23/07/09 6:43 PM
  
Catholicus
Por cierto, todo el mundo escribe tridentino, pero me parece que lo correcto es trentino, no tridentino. Alguien puede aclarar eso?.

Otro dato aparte: cualquiera que haya viajado (y residido) en paises protestantes y católicos puede certificarlo:

En los católicos (hasta los más pisoteados y oprimidos por los protestantes - Polonia e Irlanda-) se respira uan alegría y bonhomia en la gente claramente distinta de la tristeza existencial y cerrazón de los protestantes. Es una algo que se ve enseguida en la forma de vida y la alegría.

El caso más paradigmático es Alemania, la católica Baviera es toda alegría y buen vivir, contrastando con la tristeza anímica del protestante prusiano.

Obviamente, hay matices y excepciones, pero la regla es casi universal.
23/07/09 7:32 PM
  
juan jose yániz
Cuantos más protestantes voy conociendo mejor me caen los católicos.
23/07/09 8:11 PM
  
Norberto
Lo correcto es tridentino,trentino no existe en el dicionario de la RAE.
23/07/09 8:49 PM
  
Esteban
El señor como médico no se que sea, pero como historiador es un MEDIOCRE

Pura palabrería vana y riducula de este hereje dogmatizador, umm que le contestes a este tipejo que forma parte de una organizacion que no se representa mas que a si misma. Pues me parece perdida de tiempo.

Pura basura fue lo que escribo este médico hereje.
23/07/09 9:05 PM
  
Hermenegildo
Hay que recordar también, como apunta Kepa, que en las elecciones de 1932, el Partido Nazionalsocialista tuvo mucho más apoyo en los estados alemanes protestantes que en los católicos.
23/07/09 9:07 PM
  
rastri
Yo sé un poco de este asunto: Me casé por la Iglesia católica con una protestante de familia más calvinista que Calvin. ¡Qué horror! Nunca fuí bien llegado; tampoco ellos me convencieron. Sin que yo tuviera arte ni parte en el asunto me divorciaron. Y al final de doce años: la mujer volvió a su lugar de casada. Y se hizo católica. Todo lo más que oí al respecto fue: -Ahora sí que la hemos perdido.

De toda diatriba en mutuo "panegirismo" lo que más me ha llamado la atención a sido lo que dice Luis Fernado.

"Y es que Dios cuando quiere reformar a su pueblo manda santos y profetas no cismáticos y herejes".

En círculos bien informados -quepa la expresión: Dios a su modo y manera también informa- Dícese que un brusco cambio hacia la teocracia será el rompecabezas de todas las ideologias democráticas del mundo.

Y que este líder profeta Elías: será de origen genético judío; de confesión católico romano; y de nacionalidad español (chefardita)

Leo: Página 216/ Cruzando el umbral de la esperanza/ Para no tener miedo/ Juan Pablo II. ¿ Pregunto: Es lo que sigue parte de ese Tercer Mensaje de Fátima tan comentado?

¡No tengáis miedo!
"Al final de este segundo milenio tenemos quizás más que nunca necesidad de estas palabras de Cristo resucitado,.... Es necesario que en su conciencia resurja con fuerza la certeza de que existe Alguien que tiene en sus manos el destino de este mundo que pasa (un judío Elías ) Alguien que tiene las llaves de la muerte y de los infiernos (futuro Papa Elías ) Alguien que es el Alfa y el Omega de la historia del hombre,.."

( Elías de herencia genética cumulada hijo de Adan, de Abraham, de Judà, de Elías, de David, de Juan el Bautista,...)

24/07/09 1:22 AM
  
solamente juan
Siento tu mala experiencia rastri, ánimos amigo. En efecto a mí me ha agradado la frase de nuestro Luis Fernando también: "Y es que Dios cuando quiere reformar a su pueblo manda santos y profetas no cismáticos y herejes".

Cuánta verdad, pero tiene truco amigo, y es que cualquiera puede autonombrarse profeta y santo, o que cualquiera te nombre , De ahí que sólo la Iglesia lo puede discernir cuidadosamente, ya que Dios nos ha avisado bien acerca de los falsos profetas que nos vendrían.

Y es a esto a lo que me refiero, pero primero te pido disculpas pues no entiendo bien la última parte de tu post acerca Elías y tal , y es verdad que no lo entiendo, más me has dado un poquitín de inquietud y preocupación. Eso de un profeta de descendencia judía sefardita descendiente de tal y de tal y finalmente de Juan el Bautista... ¡ um! San Juan fue célibe toda su vida hasta que fue decapitado por preservar su castidad, no tuvo descendiente alguno. Cuidado que me huele a bulo y hasta azufre...
.
Ya he dicho que quizás no te haya entendido bien por lo que te pido me perdones. Pero lo último que desearía es que estuvieras oyendo basura escatológica... Gracias por entender.

Un abrazo en Cristo y nuestra Santísima Madre.
24/07/09 2:56 AM
  
Luis López
Peligroso terreno ese de la santidad vs herejía. Una pregunta ingenua ¿Los Lefebristas son "santos y profetas o cismáticos y herejes"?

Al final -lo queramos o no- el único criterio válido es la unidad con la Iglesia, nuestra madre, aunque a veces nos cueste. Fuera de allí, está la oscuridad. Aunque el demonio -como nos recuerda Pablo- se vista de Angel de Luz (2 Cor. 11,14), sigue siendo el demonio.
24/07/09 8:35 AM
  
Catholicus
Luis López, San Agustín nos enseña que ambas ciudades no están claramente divididas, una enfrente de otra. El error y el pecado conviven con virtudes y verdadera Caridad.

Los lefevristas son cismáticos, no herejes, y no santos, porque eso es imposible con la desobediencia y el cisma. Lo que no quita para que en algunas cosas puedan profetizar y tengan virtudes reales.

Dios no mandó a Lefevbre que él se constituyese en el "salvador" de la Iglesia. Si acaso, para eso mandó a Moisés-Juan Pablo II para su magna obra de resistencia ante el humo de Satanás. Junto con otros muchos: Madre Teresa, San Josemaría y ya veremos si algunos laicos aun vivos que lideran movimientos.

Dios manda santos y profetas, y a veces también caudillos militares o políticos cuando a los pastores les tiembla demasiado el pulso.
24/07/09 11:21 AM
  
rastri
Solamente Juan:

Como dicen los alemanes: "Endes gut; ales gut". Todo bueno si termina bien. La presión de la ley de Dios que tanto le cuesta al hombre termina bien si es para su salvación.

El problema de autonombrarse profeta es muy simple: O se es. Y contra todo contratiempo se cumple con la misisón. O no se es, y se engaña uno a sí mismo, Y tarde o temprano se hace uno rico, seguido de adeptos tontos complacientes.


La Iglesia es la Iglesia y yo le quito a ésta la autoridad responsable de su misión. Y el Evangelio es el Evangelio, donde bien claro queda -para quien lo pueda entender- que Elías el profeta "viene, ha venido y vendrá" al final de los tiempos a cambiarlo todo.

Que Juan el bautista haya sido célibe es asunto que aquí no se trata. Ni veo que el Evangelio trate este asunto. Lo que sí sé es que tuvo problemas con las mujeres.

No obstantante, amén de que los caminos del Señor son inescrutables,-hasta que se conocen- según la tradición, cabe entender que ni ayer ni hoy: No se necesita estar casado para recibir y transmitir - ascendente y descendente- la legítima herencia genética.

Por lo que respecta a Elías; Elías, como unidad en trinidad. Complace a la exegesis entender que son tres los personajes que encarnan la personalidad del todo Elías.

"Siendo estos, cada cual como individuo, en los días de sus días: El mayor de todos los profetas de su tiempo. Y así, siempre, siendo el primero menor que el segundo; y éste menor que el tercero" Tal cual y cómo, hoy día, se desprende del Evangelio.

Experiencia constrastada, admitimos que el Evangelio es un texto y contexto vivo, en modo de tiempo y lugar, sujeto a la voluntad operante de sus autores -místicos sí- pero vivos. Y que por lo tanto este texto puede cambiar, en modo de tiempo y lugar acorde a sus autores y a la circunstancia presente del momento. ¿Milagro? Pues sí ¡Y qué!

Voviendo a la perosnalidad de Elías, diremos que son tres los Elías, que se definen en la unidad de Elías.

Y así tenemos: El primero Elías, es el que aparece junto a Jesús y Moisés en aquel día de la Transfiguración de Jesús. (Mt.17,3; Mc.9,4; Lc.9,30)

Éste, Elías priemro, en los días de sus días de de mundo y profeta, -como bien dicen los judíos avisados- fue el mayor de todos los profetas hasta su tiempo llegados. Y vino al mundo a dar testimnio del poder del Dios Padre Creador. Éste, primer Elías, como es sabido tuvo porblemas con la mujer,

Y así como éste recibió una carga de herencia genética de la que él debía de responder; Así éste trasmitió dicha carga genética en legítima herencia, la rebida más la suya propio, al siguiente Elías que fue Juan el bautista.

Juan el bautista, Elías segundo Élías -que nace en espíritu y poder de Elías- (Lc.1-17) Como queda dicho, es más - mayor- que profeta porque recibe la herencia genética detodos aquellos que le precedieron hasta Elías.(Mt.11,11; Lc.7,28)
Juan el bautista, que lleva en sus genes la herencia de Elías -Y es Elías y no lo es según quien le pregunte (-Jn.1,19-27)

Juan el bautista, segundo Elías: Sin dejar de dar testimnio del Dios de Irael: Vino al mundo a dar testimnio de su Dios Jesús Salvador. Éste como segundo Elías tuvo problemas con la mujer.

Y viene el tercer Elías: Que al igual que su anterior, Juan el bautista como primero y segundo Elías: recibe de estos en continuidad de legítima herencia genética la responsabilidad de cambiarlo todo.

Este, el tercer Elías, por la carga genética recibida de sus anteriores, es a su vez, mayor y más profeta que el primer Elías y que Juan el bautista.

El tercer Elías; sin dejar de dar testimnio del Dios Padre y del Dios Hijo: Viene al mundo a dar testimonio de su Dios Espíritu Santo el vivificador. (Mt.11,14) (Mt.17,11-12) (Mc.9,12-13)

Solamente Juan:

Noto en tu escrito, sino miedo, si esa precaución que produce el Apocalipsis. No obtante si el asunto de huele a azubre: Recuerda que el Primer Elías hizo bajar "fuego del cielo". Y como los principios se parecne mucho a los fines: Pues a lo mejor el tercer Elías, también tiene que hacer bajar fuego del cielo. Pues está escritO (Ap.11,6)

De caulquier forma cabe entender que nunca la Iglesia del Cristo ha estado en tan grave situación de precariedad. Como para que quien, sincéramente espera lo prometido, niegue la necesidad de un profeta oráculo de Dios.

Espero haberte servido: Gracias por el abrazo, en y delante de tales personajes; nunca mejor.
24/07/09 11:41 AM
  
Museros

Gracias por sus artículos, don Luis Fernando.

Y gracias a todos por vuestros comentarios. Son muy interesantes y reveladores.

¡Lo que se aprende por aquí! (lo digo en serio).

Hermenegildo:

"Parece que Cristo vino a traer la democracia liberal en lugar de la salvación de las almas".

Genial.

¿Es posible que muchos hayan acabado creyendo que el signo que vio Constantino en el cielo cuando escuchó el "In Hoc Signo Vinces" fuese una gaviota en lugar de la Cruz?.

Saludos a todos y, una vez más, gracias por este sano ejercicio de memoria histórica de la buena.
24/07/09 12:15 PM
  
Museros

Lo que más me llama la atención de la argumentación del señor Suárez es que pone las urnas como las que definen el bien y el mal, lo aceptable y lo inaceptable.

No le gusta que el rey de Noruega sea la cabeza de la Iglesia de Noruega. Pero le parece fetén desde el momento en que se ha votado en unas urnas (suponiendo que sea cierto).

En cambio, que España fuese un estado confesionalmente católico le parece fatal (aunque el jefe del Estado en España nunca fuese la cabeza de la Iglesia Católica en España ni por asomo)...¡porque nunca se votó!.

Muy progre...sí, señor. Lo malo se vuelve bueno en el momento en el que sale refrendado por una mayoría en una votación.

La gran contaminación del pensamiento de muchos cristianos: Por encima del bien y del mal, incluso de Dios, están las urnas.

¿Que en España se asesinan cien mil inocentes al año?. Por lo menos tenemos urnas. Peor sería, para muchos, que no se asesinase a ningún inocente y no pudiéramos votar.

¿Que hay 5 millones de parados? Ningún problema. Tenemos urnas. Para muchos es preferible que haya 5 millones de parados a que no haya paro y no podamos votar.

¿Que la vivienda vale un huevo y hay que hipotecar dos sueldos de por vida para vivir en un cuchitril? Lo damos por bueno si nos dejan meter papeletas en las urnas (otro Suárez, Adolfo, lo llamaba "el precio de la democracia"). Para algunos, sería infinitamente peor que su piso costase la cuarta parte y no le dejasen votar.

Asun:

Prefiero un país sin urnas (y sin partidos políticos), gobernado por leyes justas conforme al derecho natural (ése que los progres quieren quitar de las universidades, para eliminar definitivamente todo referente moral) que un país con urnas y con partidos políticos, pero gobernado con leyes injustas.

Ya digo que las urnas y la existencia de partidos políticos no convierten lo malo en bueno. Y la ausencia de partidos políticos tampoco convierte lo bueno en malo.

Hay cosas que están por encima de las urnas y los partidos políticos. No quiero, con esto, decir que forzosamente haya que escoger entre una cosa y otra (ojalá que no); simplemente quiero (volver a) resaltar qué es lo más importante y qué es lo menos importante.

Aprovecho para plantear una pregunta muy incómoda (y, si da miedo contestarla, no pasa nada):

Supongo que todos conocemos los que Benedicto XVI llamó "Principios No Negociables". La pregunta es:

¿Alguno de estos principios se llama "democracia" o "urnas" (aviso: democracia y urnas no son sinónimos. Ambas pueden existir perfectamente sin la otra), o "existencia de partidos políticos"?.

Uno de los Principios No Negociables es "el bien común": la democracia, las urnas o los partidos políticos son válidos sólamente en tanto en cuanto sirven para alcanzar ese objetivo. Nadie en su sano juicio puede argumentar que es imprescindible sacrificar el bien común en el altar de las urnas. Más bien cabe plantearse lo contrario (repito, si llegase el caso).

Sé que hemos sido adiestrados (la palabra "adoctrinados" empieza a parecerme demasiado diplomática a estas alturas) para poner las urnas y la existencia de partidos políticos (casi siempre sin darnos cuenta) en lo alto de nuestra "pirámide de valores" (si se me permite esta expresión). Por eso entiendo que plantear estas cuestiones puede resultar incómodo.

24/07/09 12:34 PM
  
asun
Mire usted, Musero. La democracia es siempre perfeccionable. No trae forzosamente el bien común, pero si permite que se luche pacíficamente porque se haga realidad. El problema no es la democracia, sino la falta de democracia que hay en muchas democracias formales. La solución no es acabar con la democracia como hizo Hitler, como hará Chavez si no rectifica el camino emprendido, como hará ZP si impide la libertad de pensamiento con adoctrinamiento, la libertad de expresión, la objeción de conciencia, y todo lo que permite que la democracia sea perfeccionable. Si la alternativa es imponer por la fuerza las propias ideas, ya sea una revolución o una contrarrevolución, es peor el remedio que la enfermedad.
Si se trata de denunciar todos los defectos de funcionamiento de esta democracia concreta, puede hacerlo y se trata de que pueda seguir haciéndolo.
La verdad convence, no se impone. No hay bien común que se edifique sobre la violencia y la represión.
De modo que el sistema democrático puede y debe evolucionar para hacerse más democrático, no menos.
Y eso es lo que le digo a ZP, que deje de ignorar lo que dicen los ciudadanos con la excusa de que son católicos, que deje de hacer demagogia barata, que tenga en cuenta que el poder judicial no le ha dado el visto bueno...etc.
Por supuesto que hay que hacer objeción de conciencia a una ley injusta, tanto si la ha votado la mayoría, como si la ha impuesto un dictador (tal vez en nombre de lo que él considera el bien común)
Eso es profundizar en la democracia, convencer de cuál es el verdadero bien común, no inventarse democracias orgánicas ni democracias populares que simplemente son dictaduras maquilladas en las que alguien impone sus ideas sobre lo que es el bien común.
Adoctrinados hemos sido cuando no existía libertad de expresión. Pero no hay mal que cien años dure, y por eso precisamente estamos escarmentados y no queremos más adoctrinamientos. Vamos mejor a aconsejar a todos el uso de su cerebro, de su voz y de su voto.
Despedida cordial.
24/07/09 2:46 PM
  
Museros

Asun:

Nadie aquí ha hablado de violencia, ni de represión, ni de falta de libertad (o de expresión) como solución a nada, salvo usted, aunque no creo que usted niegue que hay ocasiones (excepciones, más bien) en que la violencia, es legítima y está plenamente justificada (defensa propia, se llama).

Identifica usted, además, "democracia" con "pacífico" y "dictadura" (llamémoslo así) con "violencia"; ¿de verdad le parece "pacífica" una democracia como la española, en la que 113.000 inocentes fueron impunemente asesinados el año pasado? ¿En qué dictadura española se han asesinado 113.000 inocentes en un año? ¿A qué llama usted "pacífico" entonces? ¿A que todo esté tranquilo en las calles mientras los inocentes son asesinados en los abortorios sin que lo veamos?.

En una democracia liberal, la idea del "bien común" (dejémoslo en "lo que me parece mejor") se impone igualmente. La única diferencia es que lo imponen los que han sacado más votos en unas elecciones (con la inestimable colaboración de los medios de comunicación) sin que eso sea garantía de que sea mejor que una dictadura. De hecho, nuestra democracia se parece mucho a una dictadura en la que la gente (previa pasada por la propaganda de los medios) escoge a su dictador para los próximos cuatro años.

Ni las democracias liberales, ni las dictaduras (o "democracias con otros apellidos") son buenas o malas en sí mismas. Pueden, no obstante, estar regidas por leyes justas o injustas. De hecho, lo importante no es que nuestro sistema político sea cada vez "más democrático", sino cada vez "más justo" (y creo que vuelve a tratar ambas palabras como si fuesen sinónimos, o como si una fuese consecuencia inevitable de la otra, lo cual tampoco es cierto).

Da usted por hecho que ahora hay más "libertad de expresión" que antes. ¿Cómo lo sabe? ¿Porque hay partidos políticos? ¿Porque hay urnas? ¿Eso quiere decir que ahora hay libertad de expresión y antes no? Eso sólo quiere decir que, el día de las elecciones, tiene usted disponibles más papeletas diferentes para elegir, pero nada más. Asume usted demasiadas cosas automáticamente.

Pero como lo importante es convencer, no imponer, imagino que lo correcto, cuando uno presencia un intento de asesinato, o de robo, o de violación, no sería evitar el crimen, sino convencer al criminal que no lo haga (y, si no se convence, largarnos por donde hemos venido sin hacer nada). "Perdona, pero no puedo ayudarte. No he podido convencerle de que no lo haga. Hasta luego".

Fíjese usted, en cambio, cómo los popes de la doctrina "no-imponer-sino-convencer" no tienen problemas en imponernos a los demás sus caprichos y sus manías. Las consignas como ésta suelen ser empleadas para desarmar al que se las cree ante las imposiciones de otros. A cambio de tragar con lo que le venga encima, se le ofrece, como consuelo, la recompensa de sentirse superior moralmente.

Imagino que usted entiende perfectamente qué le ronda por la cabeza a Benedicto XVI cuando habla del "bien común". Me refiero a esa idea del bien común, no al beneficio de unos a costa de otros presentado como "bien común" bajo la expresión "interés general".

Y, aunque usted no se lo crea, la "violencia" y la "represión", a veces, son imprescindibles para mantener la justicia y el bien común. ¿Para qué, si no, están la policía, el ejército, los jueces...? Todas las leyes habidas y por haber (también las más justas) suponen una imposición por parte del Estado y su falta de cumplimiento se reprime (o se debe reprimir). Creo que tiene usted muchos prejuicios hacia ciertas palabras.

Le reitero que hay cosas que están por encima de las urnas y los partidos políticos (que no son más que un medio prescindible si no funciona) aunque resulte duro a veces desengañarse de la gran mentira que nos llevan contando a los españoles desde hace ya casi 35 años: que vivimos en el mejor de los sistemas políticos posibles y que lo único imprescindible es mantener este sistema político aunque nos hundamos todos con él. Falso.

Y tiene razón. No hay mal que cien años dure. Pero no estoy de acuerdo en que estemos escarmentados. Mire a su alrededor.
25/07/09 2:48 AM
  
Museros

Por otra parte, Asun, recuerde (porque creo que lo sabe) que nuestra civilización (o lo que va quedando de ella) y toda la libertad (la que nos queda) que tenemos se la debemos a que algunos de los que nos precedieron decidieron no quedarse cruzados de brazos y optaron por métodos mucho más expeditivos que pintarse las manos de blanco y gritar "basta ya" (¿qué hubiera sido de nuestra civilización si los españoles hubieran montado una manifestación en Covadonga o en Lepanto, en lugar de luchar violentamente, con lo antipático que es eso?).

Y le animo a que se pregunte si toda esta jerga pacifista no estará encaminada a que aceptemos sumisamente (aunque con derecho al pataleo, pero nada más) todo lo que se nos viene encima.

O si toda esta jerga pacifista no habrá tenido tanto éxito porque nos permite pensar que con patalear un poquito (porque todo lo que no sea patalear un poquito es muy "antidemocrático") ya hemos cumplido.
25/07/09 3:05 AM
  
asun
No tiene usted mucha idea de lo que es democracia.
No es cuestión de urnas ni de partidos políticos, necesariamente, aunque ese es el medio de participar en política ahora mismo. Podría votarse en pequeñas asambleas y a mano alzada, eso da igual. La cuestión es que en una democracia todos los ciudadanos participan, y se pueden idear medios de participación más eficaces aún. Se lucha por lo que uno cree, pero por medios pacíficos. Y si hay que oponerse a una ley, uno se opone, y si hace falta paga prenda, mientras que las cosas no cambien. Pero uno sabe que puede cambiarlas si se lo propone convenciendo a los demás.
Y sí sé lo que es no tener libertad porque luché por ella cuando no tenía edad para votar, pero hubiera dado lo mismo porque nadie podía hacerlo.Lucha sin violencia, porque son mis principios. Aunque es posible que tenga usted razón en que si no hubiera habido miedo a los violentos nada habría cambiado. Martin Lutero King lo consiguió, Ghandhi también, pero no es lo más frecuente.
Nada nos impide seguir luchando por impedir el aborto en este país porque esto es una democracia. En China no se podría hacer nada, pero aquí si.
Naturalmente que lo importante es la justicia, pero ¿cómo lograr justicia en una dictadura donde no tienes ni siquiera voz?
Y le aseguro que yo he pataleado muy fuerte para que nos pudiéramos decir lo que quisieramos hoy usted y yo libremente.
No podríamos hacerlo ni en China ni en Irán, por ejemplo, porque ellos están convencidos de que el "bien común" hay que imponerlo. Lo mismo que usted. Yo en cambio creo en el perfeccionamiento y en la reforma.
Buenas noches.
25/07/09 3:58 AM
España es una nación confesionalmente católica. Sencillamente porque la nación es lo que es, digan lo que digan las leyes. Lo que es aconfesional es el Estado, que no es más que una estructura administrativa.

Los gobiernos organizan con el Estado, pero deben ser representativos de la nación. Mucho más en los sistemas democráticos. Por eso que el Estado debe ponerse al servicio de esa nación católica, aparte y separado por supuesto de la Iglesia.

El día que algunos empiecen a tomar la iniciativa de los términos, comenzarán a liderar el debate en vez de ir a rastras.

Por cierto, la separación Iglesia- Estado es precisamente una de las cosas que firmó Franco muy claritas con la Santa Sede. Así que no es de ahora.
25/07/09 12:31 PM
  
Domingo Cáceres
Para que tantas vueltas ... éste artícilo es sencillamente magistral. Mi reconocimiento Sr. Bustamente.
16/10/09 8:18 PM

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