El caso Pagola puede ser ya el caso Uriarte
Grande fue mi sorpresa cuando el miércoles por la tarde Vida Nueva y Religión Digital publicaron la carta que, con fecha del lunes, Monseñor Uriarte había escrito a sus diocesanos en la que afirmaba haber dado el “nihil obstat” y el “imprimatur” a una nueva redacción del libro “Jesús. Aproximación histórica” de Pagola. Por supuesto, él está en su derecho de publicar lo que crea conveniente y de dar todos los imprimatur que se le tercien. Cada obispo es soberano en su diócesis y no tiene que pedir permiso ni a la CEE ni incluso a Roma para hacer lo que ha hecho el todavía pastor de la iglesia guipuzcoana.
Ahora bien, como quiera que he tenido detallado conocimiento de todo lo que ha rodeado al “caso Pagola” desde sus inicios, lo que menos me podía esperar era que el obispo de San Sebastián se saltara la hoja de ruta que se supone que había acordado tanto con la CEE como con Roma. Y eso es lo primero que hay que dejar bien clarito. Monseñor Uriarte, no la comisión para la doctrina de la fe, no la Permanente, es el responsable de todo lo que pueda pasar a partir de ahora.
Uriarte ha puesto a los pies de los caballos tanto a la Permanente como a la comisión para la doctrina de la fe. La publicación de su carta se produce justo después de que en Añastro se votara casi unánimemente a favor de la publicación de la nota aclaratoria sobre el libro de Pagola. Dadas las características de esa comisión, cuya actuación siempre tiene repercusiones pastorales de gran calado, sus notas han de ser aprobadas primero por el Ejecutivo de la CEE y luego por la Permanente.
No es creíble que Uriarte pensara que su “jugada” iba a parar la nota. Bien sabe él que una vez que la Permanente da el sí, la nota saldrá. Por tanto, su actuación sólo cabe juzgarla como un desafío tanto a la CEE como, y esto es muy importante, a la mismísima Congregación para la Doctrina de la Fe. Y es que Monseñor Amato ha jugado un papel esencial en todo este asunto. Es él quien ha insistido repetidamente a la CEE para que juzgara y corrigiera el libro de Pagola. La opción era que el tema se arreglara en España o si no, Roma habría de intervenir. Y claro, no hace falta ser muy conocedor de cómo funcionan las cosas en la Iglesia Católica para entender que para Pagola sería mucho más duro recibir la corrección de Roma que de una comisión episcopal española. Y monseñor Uriarte SABE PERFECTAMENTE cuál es el juicio que a la CDF le merece el libro de Pagola. No puede alegar desconocimiento porque se lo han dicho en persona.
Guste más o guste menos, el libro de Pagola ya ha sido ampliamente difundido. Se han vendido decenas de miles de ejemplares. Ahora se nos anuncia una nueva versión del mismo. Pero ni creo que en las librerías vayan a cambiarnos el primer libro por el nuevo, ni cabe impedir la publicación de la nota de la Comisión para la Doctrina de la Fe, que tiene como objetivo aminorar el daño que a la fe de muchos ha podido causar las desviaciones del libro original.
Uno de los graves problemas con que nos podemos encontrar ahora es que la revisión del libro no elimine todos los puntos que van a ser corregidos por la nota de la comisión. Si es verdad que desde San Sebastián se afirma que los cambios son mínimos, tal y como se leía ayer en Religión Digital, el cirio que vamos a tener es no pequeño. Tendremos un libro con imprimatur y nihil obstat de un obispo y una nota condenatoria de la comisión episcopal que se encarga de velar por la ortodoxia. El espectáculo puede ser patético y Roma tendrá que intervenir. En mi opinión Uriarte ha conseguido que la Santa Sede tenga que intervenir sí o sí. Si quería salvar a Pagola, le ha puesto a los pies de los caballos, porque en la CDF están decididos a acabar con una metodología y una forma de hacer teología que lleva de cabeza hacia la heterodoxia. De hecho, el problema del libro de Pagola no es que sea herético o de dudosa ortodoxia, que en mi opinión lo es. Es que dada la forma en que ha abordado el estudio de la figura de Jesús no hay manera de que salga algo concorde con la fe de la Iglesia. Y basta con leerse las condenas que la CDF ha hecho sobre las obras de Reinhard Messner y Roger Haight, s.j, para comprender que le caen como guante a la mano al libro de Pagola, tanto por la metodología usada (Messner) como por algunos de sus efectos (Haight).
En cualquier caso, habrá que esperar a ver en qué ha quedado esa revisión. No soy nada optimista respecto al resultado de la misma, pero a diferencia de muchos de los teólogos progres y multi-eruditos que todavía pululan por cátedras y seminarios, yo sí creo en los milagros. Quizás estemos ante uno de ellos en esta ocasión. De no ser así, el caso Pagola se habrá convertido, si no lo es ya, en el caso Uriarte.
Luis Fernando Pérez Bustamante
25 comentarios
Una lástima que una minoría recalcitrante siga haciendo el papel de los antiguios "familiares" de la S.I.
No basta que Pagola haya sometido humildemente su voluntad al juicio de sus superiores y haya acatado que se manipuke su libro. No basta. Sin excomuniones (ya que lo de las hogueras hoy es imposible a su pesar) no se sientesn "buenos" cristianos.
Luego dan gracias a Dios por no ser como esos pecadores... ¿a qué suena esa actitud?
Un cordial saludo.
Cuando yo me leí el Caballo de Troya de JJ Benítez, también experimenté un acercamiento a la figura de Cristo. Obviamente no era el verdadero Cristo.
Hubiera sido mucho mejor esperar a la nota de la comisión para emprender las modificaciones necesarias. Ahora ya es tarde.
Pagola ha sido mal aconsejado.
Pues sí, han vuelto a la fe de la Iglesia Católica, y por favor, no me compares lo del Caballo de Troya (que yo también lo leí, pero que no me dió ni frío ni calor) con el libro de Pagola. Pagola siempre ha sido ortodoxo, pero es que no es un libro de cristología. Yo no sé, pero si cursases la asignatura de Jesús Histórico te iba a acabar dando algo, ¿pero eso afecta a la fe?. Pues a mi personalmente no, aunque recuerdo a una compañera que decía que si Jesús no hubiera nacido en Belén, ella perdería la fe (para mi es incomprensible pero de todo existe).
Tu has reconocido la buena actitud de Pagola y al menos te distancias de los que le quieren ver "colgado" al precio que sea; y eso dice mucho, para bien, de ti.
Un cordial saludo.
Pagola es una hijuela del sangrante caso Setién, heredada por su hijo putativo Uriarte, quien también hace mucho tiempo es un caso sangrante, él solito. Casos perdidos. Expedientes cuyo destino más apropiado es la trituradora, mejor que el archivo definitivo.
Esperemos que estas excrecencias sean rápidamente extirpadas y que en el Vaticano hayan tomado nota de lo que sucede cuando ponen lobos a apacentar el rebaño.
La cuestión principal: ¿es reparable el inmenso daño que han causado y siguen causando?
Me temo que ya es demasiado tarde. Sólo son aplicables cuidados paliativos, hasta la defunción y entierro de la Iglesia que peregrina en tierras guipuzcoanas.
Obviamente luego he sabido que la teología del Caballo de Troya es basura pura. Pero lo que quiero decir es que Cristo atrae tanto, que hasta una presentación defectuosa del mismo puede ayudar a la gente. Luego, si uno se deja llevar por la gracia de Dios, inexorablemente acaba recalando en la plenitud de la fe católica.
Ahora bien, lo que no tiene lógica es que quien pretende partir de la fe católica, presente un Cristo distinto al de la Iglesia. Porque hacer eso es arrancar a la Cabeza del Cuerpo. Cosa en realidad imposible, porque lo que en verdad pasa es que quien, consciente o inconscientemente hace tal cosa, se separa él mismo de Cristo y de su Iglesia.
El Jesús de Pagola, al menos el de la primera redacción de su libro, no es el Jesús de la Una, Santa, Católica y Apostólica. ¿Ha ayudado a algunos o a muchos a acercarse a Cristo? Pues ni entro ni salgo en ello. Cada cual sabrá. Ahora bien, si a su vez está confundiendo a muchos fieles, que ni siquiera son conscientes de que ese Jesús no es el Jesús de la Iglesia, es obligación de los obispos el dar cuenta de cuáles son los errores que contiene el libro.
Eso es lo que se va a hacer en la Nota. No publicarla habría sido una necedad y además Roma habría intervenido.
Lo que importa en todo este asunto no es ni el prestigio ni la buena fama de Pagola. Lo que importa es si su libro muestra al Cristo de la Iglesia o no. Si es que no, debe ser corregido. Y si Pagola acepta la corrección, miel sobre hojuelas. Pero tanto si lo acepta como si no, la Iglesia debe pronunciarse.
Que sea más importante lo otro, puede: qué Jesús es el que presenta pagola y si es compatible o no con el que la Iglesia Católica dice ser el auténtico. Pero yo sigo sin saber por qué tanto ensañamiento con PAgola (una vez doblegado, toca Uriarte). Esto es como las cotilleos del corazón. Toca un personaje y cuando no hay más que exprimirle surge otro, o se hace surgir. El caso es que no decaiga el ambientillo de escándalo.
Tampoco es plan de decir que el prestigio de alguien no tiene mayor importancia. Aunque si el alguien es teólogo y su teología es errónea, el tema del prestigio puede ser relativo.
Si no hubiera ocurrido.... pero no es que una vez maté un perro y me llamaronmataperros, es que es costumbre y hábito de estos lugares: teólogos, muertos, obispos, futbolistas, monjas... ante nada se detiene el dedo acusador y la carta delatora.
Auque luego haya que pedir disculpas, con el daño hecho.
Pero bueno, pelillos a la mar, ahora toca nueva víctima, las anetriores ya han pasado de moda.
Ahora bien, si resulta que la nota dice que tal o cual afirmación del libro es contraria a la fe y la misma sigue en la versión corregida, entonces estamos en un conflicto que SÓLO puede ser solucionado por Roma.
Por eso mismo he dicho que lo más probable es que la acción de Uriarte provocará la intervención de la Santa Sede.
En cuanto nivel magisterial:
- el magisterio de un obispo tiene el mismo nivel que el de otro. Eso sí, para que el magisterio de un obispo sea válido, ha de estar en comunión con la fe de la Iglesia y con el Papa.
- La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal española, o de cualquier otra conferencia episcopal, no tiene más rango magisterial que un obispo.
- La Congregación para la Doctrina de la Fe es superior a un obispo en cuanto a rango magisterial porque sus documentos van con el visto bueno del Papa.
Espero haber aclarado las cosas.
Y como la corrección no sea a fondo, Roma lo condenará. Tiempo al tiempo.
1. es católico todo aquel bautizado en la fe de la Iglesia Católica.
2. la fe de la Iglesia Católica se resume en el Credo y se interpreta y explicita a través del Magisterio de la Iglesia y de la Tradición
3. por tanto, nos guste o no nos guste, no cabe juzgar como ortodoxo o católico aquello que se opone al Credo, el Magisterio o la Tradición de la Iglesia.
4. las patentes de ortodoxia no se conceden, en consecuencia, democráticamente ni emocionalmente. La Iglesia no es democrática. Y si a alguien le disgusta, tiene las puestas abiertas para marcharse.
5. lo que no cabe es, simultáneamente, pretender ser parte de la Iglesia y disentir de su Credo, Magisterio o Tradición. Si se disiente -por llamar suavemente a lo que suele ser más bien, oposición y crítica pública- se coloca uno FUERA de la Iglesia.
A mi me gustan las cosas claras. Se puede criticar a la Iglesia como a cualquier institución. Lo que no cabe es autoproclamarse católico si no se siguen la reglas que rigen la Iglesia. A estas alturas no vamos a inventar la Iglesia, que, como el Real Madrid, el Partido Comunista o la ONCE, tiene sus propias normas que configuran su lógica interna.
El que se encuentre a disgusto, que se busque la vida con libertad plena, pero que no se confunda -y confunda a los demás- pretendiendo estar en Misa y repicando.
Mariano
DFices que "5. lo que no cabe es, simultáneamente, pretender ser parte de la Iglesia y disentir de su Credo, Magisterio o Tradición. Si se disiente -por llamar suavemente a lo que suele ser más bien, oposición y crítica pública- se coloca uno FUERA de la Iglesia."
pues no es verdad. Yo soy un ejemplo. Y miles más. POrque la Iglesia ni es el Real Madrid, ni la ONCE, ni nada por eñ estilo.Y aun así, dentro de la ONCE o el RM has cauces para la disensión.
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