El Abad de Montserrat entra en juego, por Antoninus Pius

Germinans germinabit, aparte de la interesantísima serie sobre liturgia que Dom Gregori Maria nos ha regalado, sigue deparándonos buenos e incisivos análisis sobre la realidad eclesial en Cataluña, y más concretamente en la archidiócesis de Barcelona. Traigo al blog el artículo que han publicado hoy y que viene firmado por Antoninus Pius. Pero recomiendo que se lea también el que se publicó ayer de Oriolt. En general todo lo que aparece en esa providencial web es de obligada lectura para los que quieran saber qué se cuece en aquella tierra que tantos santos ha dado a la Iglesia.

SPLENDOR VERITATIS
Por Antoninus Pius

El Abad de Montserrat entra en juego

Reconozco que su nombramiento me llenó de alegría. Cuando Josep Maria Soler se convirtió en Abad de Montserrat tenía muchas esperanzas puestas en él, creía que las cosas iban a cambiar definitivamente para bien en este lugar tan emblemático para los cristianos catalanes como es Montserrat. Después de dos abades seguidos que han tenido que renunciar al cargo antes de tiempo (Cassià Just i Sebastià Bardolet) era necesario poner orden y encontrar una persona que desatascara los problemas del monasterio. Al principio el P. Soler cumplió mis expectativas, demostró su autoridad y puso fin a todas aquellas historias que por prudencia y amor a la Iglesia prefiero no explicar. Su estilo era distinto al de sus antecesores, sólo hacía falta verlo fuera del monasterio vistiendo clerygman en todos los actos oficiales, al igual que su secretario (el P. Ignasi Fossas), mientras Bardolet y Cassià se presentaban en los actos alejados del monasterio con una bonita corbata. Sus primeras declaraciones públicas me parecías acertadas y prudentes…. Pero algo pasó después y el Rvdo P. Soler empezó a cambiar de estrategia volviendo a cometer los mismos errores de sus antecesores: discursos llenos de nacionalismo, entrevistas en los medios de comunicación en las que defienden posturas no oficiales de la Iglesia y mimo hacia grupos del progresismo catalán, el último y más lamentable, del que se ha hecho eco esta página web, es la bendición y el elogio que lanza hacia "Església Plural".

¿Cuál es la causa de este triste cambio? Pues en cierta manera la soberbia, el querer ser algo más que el abad de un monasterio benedictino, que tiene que dedicarse a lo que su Padre Fundador San Benito escribió en la Regla: "Ora et labora", no hablaba de hacer política, ni nacionalismo, ni desafíos a la doctrina oficial de la Iglesia. A Montserrat acudieron esos desesperados nacionalistas, hijos de Jordi Pujol, con el siguiente mensaje: "Estamos abandonados, nuestros obispos ya no creen en Cataluña, ya no defienden Cataluña, ningún obispo es capaz de asumir el papel de patriarca espiritual de Cataluña y conducir a los católicos catalanes, no tienen talla, no tienen valentía, ni sentimiento de patria". Después de ese amargo grito viene la petición formal: "Usted, no puede abandonarnos, tiene que ser nuestro patriarca espiritual, es el único que puede ser la voz de la Iglesia catalana, que grita valiente por su país y su conciencia nacional y cristiana". Parece que el papel le pareció interesante. Los obispos le habían dejado un pasillo, para que el pudiera campar a sus anchas, y convertirse en el referente del nacional-catolicismo catalán. Así que nuestro querido Padre Abad empezó a ejercer su nuevo cargo, para ello tenía que aprender del primer maestro: Del Abad Escarré, con la diferencia de que las declaraciones a los medios de comunicación no le comportarían ni presiones, ni destierros. Y allí le tenemos, haciendo declaraciones y apoyos públicos en la línea de ese binomio inseparable en Cataluña que es PROGRESISMO-NACIONALISMO.

Nuestro querido arzobispo Luis, se lo ha puesto muy fácil, él tenía que ser en teoría el referente de la Iglesia catalana, pero no le interesa. Cuando era arzobispo de Tarragona y a su vez presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, solamente hablaba de eso: De la Iglesia Catalana (que yo presido). Cuando ha llegado a Barcelona, ha cambiado completamente de discurso, como el presidente de la Iglesia Catalana no es él sino su colega Jaume Pujol, ya no habla nunca de Iglesia Catalana, sólo de la de Barcelona, la única importante para él, puesto que el resto no son más que pequeñas y ridículas diócesis que están colocadas alrededor de la suya, la que él preside. Tampoco se va a complicar la vida defendiendo la Iglesia Catalana o posturas muy nacionalistas, porque aunque él personalmente sea nacionalista (solamente hace falta ver cuantos ex altos cargos convergentes ha puesto como colaboradores suyos), sabe que actualmente en Roma no gusta ese discurso, y él siempre está pendiente de lo que interesa o no a Roma, antes de abrir la boca.

En algunos momentos del Pontificado de Juan Pablo II, cuando el Papa nombró como obispos a algunos abades de monasterios, se rumoreó la posibilidad de que el P. Josep Maria Soler pudiera llegar algún día a ser arzobispo de Barcelona. Desde luego para mi espero que esa posibilidad en estos momentos sea nula y confío que también lo sea para Roma.

¿Qué pasaría si ahora "Germinans Germinabit" le pidiera al abad de Montserrat que hiciera una editorial de elogio a nuestra página como la que ha hecho en "Església Plural"?. Lógicamente respondería que NO porque es una página anónima sin nombres detrás de ella. Pero ¿Y si se presentara una persona de carne y huesos, uno de nosotros, a pedírselo, como ha hecho el Sr. Josep Torrents, sin necesidad de presentar más nombres, y por tanto en igualdad de condiciones que ellos? Pues tendría un dilema: si dice que no, demostraría que sólo apoya las iniciativas progresistas y nacionalistas. Y si dice que sí (cosa que dudamos muchísimo), demostraría muy poco criterio al apoyar a la vez dos iniciativas diametralmente opuestas.