El cartel que indignó a algunos curas vascos
Sabrán ustedes, y si no lo saben se lo digo, que en la diócesis de Bilbao existe un foro de cura abertzales que cuenta con una web en la que suelen compartir sus anhelos, sus opiniones, su espiritualidad de altos vuelos, etc. No está claro cuántos sacerdotes forman parte de ese foro. Mis fuentes me dicen que son una minoría no excesivamente numerosa pero sí ruidosa. La diócesis vizcaína no tiene el mismo problema que su vecina guipuzcoana en cuanto al número y la influencia del clero batasuno/filo-batasuno, pero no hay que ir muy lejos para encontrarse ni más ni menos que un párroco de Bilbao que hace no mucho dijo que “Eta, cuantos más militantes, mejor”.
El caso es que a esos curas no les ha gustado nada, lo que se dice nada, el cartel de la Campaña del Domund de este año. Dicen en la web que dicho cartel “nos ha indignado a muchos y hemos decidido enviar íntegramente la colecta que se haga ese fin de semana, a través de CARITAS, a Somalia, con la intención de paliar la hambruna de aquel territorio“.
Y ustedes se preguntarán si se puede saber qué hay en dicho cartel que les moleste tanto a estos presbíteros. Pues muy fácil. Aparece el mapa de España y en el mismo están las vascongadas y Navarra. Y claro, para quien pone por delante de Cristo, de la Iglesia, del Domund y de cualquier otra cosa su idolatría hacia la causa nacionalista separatista, un cartel así es toda una ofensa, un “intento claro de españolización“.

Cementerio madrileño de la Almudena, diez de la mañana. Una familia va a incinerar a su esposo, su padre, su abuelo, su tío. Como es habitual en estos casos cuando el finado es católico, un sacerdote preside las exequias. En esta ocasión, el presbítero era de origen hispanoamericano. Su discurso es agradable para los que lloran la partida de su ser querido. Pero llega un momento en que el cura afirma, sin que le tiemble la voz, que la enseñanza tradicional de la Iglesia sobre el infierno y el purgatorio ya no es válida. En otras palabras, que no existen.
En la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá da clases un sacerdote jesuita llamado Carlos Novoa. Licenciado en Teología y en Filosofía, con maestría y doctorado en Ética, llegó a ser el decano de la Facultad de Teología de esa Universidad. Hace unos años
Da igual que HO o cualquier otra organización cívica provida y profamilia se movilice para pedir al PP que defienda los valores en los que se supone que cree un amplio sector de su base social. Da lo mismo que en esta legislatura la derecha social, junto con el pequeñísimo sector provida de la izquierda, se haya tirado a la calle en contra del aborto. En todo lo relacionado con la ingeniería social, el partido de Mariano Rajoy mantiene una clara postura de tibieza, de falta de compromiso, de dejación absoluta de su responsabilidad de explicar ante la sociedad qué piensa hacer para acabar con lo que ellos llaman lacra del aborto.
Mons. André-Joseph Léonard, arzobispo de Malinas-Bruselas, ha “desaconsejado” a los fieles divorciados y vueltos a casar que desempeñen el cargo de director en escuelas católicas y que enseñen religión. Nótese que no ha prohibido, ordenado, exigido o cualquier verbo similar. No, sólo ha desaconsejado. Y sin embargo, los primeros que se le han tirado al cuello han sido los directores y una asociación de padres católicos.








