Los obispos de Illinois y el sentido común
Me reconocerán ustedes que lo que ha ocurrido en Illinos es algo a lo que no estamos acostumbrados los católicos en el resto del mundo. Por ejemplo, y sin salir de España, ¿alguien se imagina a los obispos de las diócesis presentes en una comunidad autónoma española reuniéndose con el presidente de dicha comunidad para leerle la cartilla? ¿alguien se imagina al Primado de España llamando al orden a un presidente castellano-manchego -sea del partido que sea- y diciéndole que no puede ir por la vida presumiendo de católico y apoyando políticas contrarias a la fe católica? Yo tampoco. Es decir, yo tampoco me lo imagino.
Y sin embargo, es lo que ha acontencido en Estados Unidos. Pat Quinn es gobernador de Illinois por el deseo de los ciudadanos de ese estado. Miembro del partido demócrata, es más fiel a las posturas de su partido que a la enseñanza de la Iglesia sobre los temas que forman parte de los principios no negociables planteados por Benedicto XVI. Esos principios, cabe recordarlo, son predemocráticos. Es decir, no deben ser alterados por mayorías política logradas en las urnas. Si no hay derecho a la vida, no cabe derecho alguno. Si por una votación se puede legalizar una barbaridad -y el aborto lo es-, la democracia se convierte en un régimen totalitario. Y si eso no lo entiende un católico, es que no ha entendido nada.

Es Cardenal y Arzobispo de Madrid. Y además, por voluntad de la mayoría de los obispos españoles, presidente de nuestra Conferencia Episcopal por cuatro trienios, algo sin parangón, no ya en España sino creo que en el mundo entero. Para colmo, es uno de los principales “culpables” de que la Iglesia en este país recibiera las gracias propias de un evento como la Jornada Mundial de la Juventud.
El rector de la Pontificia Universidad Javeriana, P. Joaquín Emilio Sánchez García, SJ, ha justificado,
Casi un mes han tenido que esperar los fieles católicos colombianos para que un obispo haya replicado en los medios de comunicación al jesuita Carlos Novoa, profesor en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, que tuvo a bien defender la despenalización del aborto usando para ello como argumento la encíclica Evangelium Vitae de Juan Pablo II.
En el mundillo del progresismo eclesial, hay un dogma que es aceptado de manera unánime: Es profeta todo aquel que se signifique públicamente por oponerse al magisterio y sea criticado o condenado por ello. Profetas son Boff y Küng. Profetas son, faltaría más, Tamayo, Masiá, Pagola y Queiruga. Supongo que Sor Forcades está a punto de ser declarada como profetisa oficial del progresismo estatal. Digo estatal porque lo de nacional no les molará dado que la religiosa es catalana.


