InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Anti-magisterio

5.04.14

Las disculpas del pregonero y la Cofradía de la Humildad

Gracias a uno de nuestros lectores pudimos saber lo ocurrido en Málaga durante el Pregón de la Juventud que organiza cada año la Cofradía de la Humildad. El joven que lo pronunció, Miguel Gutiérrez Jansen, se convirtió en paradigma de lo que ocurre con multitud de católicos, incluidos no pocos practicantes. A saber, no acepta toda la enseñanza moral y doctrina de la Iglesia.

Quise destacar dos párrafos del pregón:

Me pregunto por qué mi Iglesia antepone el estado civil a las creencias, apartando de su labor evangelizadora a quien bebe en su vida personal, que es suya y de nadie más, el amargo cáliz de la separación. Me pregunto por qué mi Iglesia no entiende que lo que jamás debe agotarse es la fe, pues el amor a veces enflaquece. Te pregunto y no puedes responder.

Y:

Nazareno, tú que levantaste una Iglesia para todos, ¿por qué hizo el hombre de los altares cotos privados que excluyen las uniones de personas del mismo sexo? Que se aman, quieren y respetan, como tú nos enseñaste. Sigo esperando a un hombre de Iglesia valiente que reivindique el “sí, quiero” al amor por el amor, pues acaso tú, Nazareno, ¿les negarías tu bendición? ¿Concebirías su amor como una enfermedad? Te pregunto y no puedes responder

.

En el primer texto hay una velada alusión a la situación de los divorciados vueltos a casar. Pero no deja de ser curioso que el pregonero pareciera acusar a la Iglesia de la pérdida de fe en aquellos que, previamente, han perdido el amor -se supone que el conyugal-. Pues bien, el papa Francisco acaba de recordar esta semana que el matrimonio -precisamente el matrimonio- es “icono del amor de Dios por nosotros”:

¡Es un plan fantástico el que lleva aparejado el sacramento del Matrimonio! Lo importante es mantener vivo el lazo con Dios que está en la base de la unión conyugal.

¿Ven ustedes la relación entre la fe en Dios y el amor conyugal? La ruptura de un matrimonio indica, casi siempre, un problema de fe en uno o los dos cónyuges. Si el segundo mandamiento es amar al prójimo como a uno mismo, ¿qué no diremos de la “obligación” de amar al cónyuge por encima de las dificultades que puedan surgir en la convivencia? Un matrimonio puede desaparecer tanto como el amor de Cristo por su Iglesia. O sea, no puede. En ocasiones el divorcio es inevitable porque una de las partes no está dispuesta a hacer uso de la gracia de Dios que puede mantener la unión. Pero como Cristo dijo, no es posible un nuevo matrimonio entre los divorciados. Y la Iglesia, que debe acompañar a los que sufren ese “cáliz amargo", no puede obviar esa enseñanza del Señor. Por tanto, las palabras del pregonero sobran.

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3.04.14

¿Puede un enemigo de la cruz de Cristo tener alguna responsabilidad pastoral?

Ya he escrito en algunas ocasiones (aquí y aquí) sobre un personaje que aparece en la red con el pseudónimo “Jairo del Agua". No sé si se llama de verdad Jairo o no. Me da lo mismo. De pluma fácil y con prosa cuasi-mística que atrae a no pocos lectores, es sin duda un claro ejemplo de como el veneno de la herejía puede ser presentado en frasco con olor a perfume.

Cuesta poquísimo demostrar que Jairo no es católico, aunque se presente como tal. Baste citar algunas de las afirmaciones vertidas en sus últimos posts. Por ejemplo, esto dice sobre el bautismo y el pecado original:

Así, hemos llegado a la fatua conclusión de que un recién nacido ya lleva la condena del “pecado original” y necesita ser lavado, perdonado. Seguramente esta interpretación la han mantenido e impuesto quienes jamás engendraron un hijo, ni se miraron en sus ojos, ni le apretaron contra su corazón, ni alimentaron su vida con sacrificio y amor.

Hemos convertido el agua del bautismo en rito mágico que limpia donde no hay que limpiar y que salva lo que cada individuo ha de salvar con sus pasos hacia su personal realización humana

O lo que dice sobre la redención:

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31.03.14

Pagola y la muerte

José Antonio Pagola, ese teólogo vasco que se ha convertido en paradigma de la salud espiritual de un sector importante de la Iglesia en España, que le tiene por una eminencia, ha publicado una reflexión sobre la lectura del evangelio del próximo domingo, 6 de abril, que cuenta la historia de la muerte y resurrección de Lázaro.

Como quiera que ya está surgiendo el fenómeno de los exégetas de la teología pagolista, voy a darme el capricho de formar parte del mismo por una vez.

El artículo se titula “Un profeta que llora”. La insistencia de Pagola en tratar a Cristo como un profeta es proverbial. Uno se puede pasar leyendo horas y horas a ese teólogo sin encontrar por ningún lado la doctrina de que Jesucristo es Dios encarnado. Un musulmán puede encontrarse muy cómodo ante la imagen de un Jesús de Narazet como mero profeta. Un cristiano, no.

A la hora de analizar las preguntas y respuestas que el ser humano se hace ante la muerte, don José Antonio sentencia:

Ante el misterio último de nuestro destino no es posible apelar a dogmas científicos ni religiosos. No nos pueden guiar más allá de esta vida.

Y:

Los cristianos no sabemos de la otra vida más que los demás.

Ya lo han visto ustedes. Adiós a los Credos. Adiós a “creo en la resurrección de la carne y la vida eterna“. Adiós a “espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro“. Eso son dogmas religiosos que no dan a los cristianos un conocimiento nuevo, y absolutamente cierto en la fe, sobre la muerte y sobre la vida que le sigue, Pagola dixit. Visto lo cual, es legítimo preguntarse si este “gran teólogo y maestro espiritual” cree en el Credo de la Iglesia.

Menos mal que luego dice:

También nosotros nos hemos de acercar con humildad al hecho oscuro de nuestra muerte. Pero lo hacemos con una confianza radical en la Bondad del Misterio de Dios que vislumbramos en Jesús. Ese Jesús al que, sin haberlo visto, amamos y, sin verlo aún, le damos nuestra confianza.

Esta confianza no puede ser entendida desde fuera. Sólo puede ser vivida por quien ha respondido, con fe sencilla, a las palabras de Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida. ¿Crees tú esto?”

Muy bien, pero yo pregunto: ¿Es o no un dogma religioso el creer que Cristo es la resurrección y la vida? Y si lo es, ¿por qué dice antes que no podemos apelar a los dogmas? ¿Y cómo va a ser igual el conocimiento de los que, por gracia, sabemos lo que hay en la otra vida que el de los que no saben nada o creen que todo acaba con la muerte?

Por último, Pagola no tiene mejor idea que poner como ejemplo a Hans Küng:

Recientemente, Hans Küng, el teólogo católico más crítico del siglo veinte, cercano ya a su final, ha dicho que para él morirse es “descansar en el misterio de la misericordia de Dios".

Entre todos los santos, doctores y padres de la Iglesia, no ha podido elegir a nadie mejor que aquel que se está planteando acudir a la eutanasia para poner fin a su vida. A alguien de quien el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe tuvo que afirmar lo siguiente:

Es muy lamentable. Él es teólogo, tiene que saber que Dios es el dueño de nuestra vida, y que el suicidio no es una solución legal o ética responsable. Espero que nadie siga el ejemplo de Hans Küng en esto que ha dicho. Es muy triste para mí que un teólogo que cree en el Dios creador se explique de esta manera. Está realizando la negación de la gracia. Nuestra vida está en las manos de Dios.

La clientela que se forma con entusiasmo en torno a Pagola confirma el refrán “Dios los cría y ellos se juntan“.

Luis Fernando Pérez Bustamante

20.03.14

La vía media no es solución de nada

A lo largo de la historia, una de las mayores tentaciones que han puesto en peligro la Iglesia es lo que el Beato Newman llamaba la “vía media”. Evidentemente, el cardenal inglés pensaba sobre todo en el anglicanismo, que en su versión “High Church” pretendía ser una especie de solución intermedia entre el catolicismo y el protestantismo. Hoy esa comunión eclesial está en pleno proceso de descomposición debido al peso del ala liberal, que está a favor de la ordenación de mujeres, las parejas homosexuales, etc. Tan es así, que los obispos anglicanos africanos han amenazado varias veces con romper la comunión con el arzobispo de Canterbury.

Pero quizás el primer gran ejemplo de “vía media” surgió tras el concilio de Nicea, cuando la Iglesia se enfrentó al auge del arrianismo, que negaba la divinidad de Cristo. Pronto apareció una corriente a la que se conoció como semiarrianismo. No voy a explicar las diferencias doctrinales entre arrianismo, semiarrianismo y catolicismo. Dudo que a la mayor parte de mis lectores le interese una disertación sobre la diferencia entre homousios (doctrina católica) y el homoiusios (doctrina semiarriana).

En las décadas que siguieron al primer gran concilio ecuménico, las presiones para llegar a un acuerdo doctrinal fueron enormes. Pero san Atanasio, patriarca de Alejandría, se mantuvo firme como una roca, como un verdadero valladar de la fe nicena, que era la fe de la Iglesia. Y eso mismo le llevó a sufrir persecución. Se dio incluso la circunstancia de que un Papa, Liberio, sin plena libertad debido a que había sido apresado, sacado de Roma y enviado preso a Berea de Tracia por el Emperador Constancio, llegó a firmar un fórmula de compromiso que apestaba a semiarrianismo. Esa muestra de debilidad no duró mucho y en dicho Papa se cumplió también aquello que Cristo dijo a San Pedro “Y tú, una vez convertido, confirma a tus hermanos (Luc 22,32). Durante el debate previo a la promulgación del dogma de la infalibilidad papal, Liberio y su debilidad fue usado por los que se oponían al dogma, pero es evidente que un Papa preso y presionado por el poder civil no puede ejercer ministerio infalible alguno en cuestiones de fe y de moral.

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25.02.14

¿Qué conclusión sacar de las declaraciones de don Pascual?

Don Pascual Piles no es un religioso hospitalario cualquiera. Fue General de congregación religiosa San Juan de Dios durante un decenio. Y ahora es provincial de Aragón-San Rafael. Cabe pensar que sus ideas, sus reflexiones, reflejan en gran medida las de sus hermanos religiosos.

De la entrevista a Catalunyareligió.cat cabe destacar lo siguiente:

1- Reivindica la figura del jesuita Francesc Abel.

2- Asegura que la archidiócesis de Barcelona apoyó su participación en un centro de planificación familiar.

3- No parece que le gusten demasiado las formulaciones doctrinales de los primeros siglos del cristianismo y pide una mayor apertura.

4- En la Iglesia caben todos.

Pues bien:

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