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23.09.07

La América Nativa

Largo pero sustancioso artículo de Carlos Caso-Rosendi sobre la América que se encontró Colón, lo ocurrido desde el descubrimiento y lo que ocurre hoy en nuestras naciones.

La América Nativa
por Carlos Caso-Rosendi

Antes que el hombre llegara, en el principio América se extendía vasta y virgen entre el Atlántico y el Pacífico. Cordilleras nevadas, selvas, desiertos, punas y pampas esperaban al hombre, abundantes en extraños animales que el hombre no había visto jamás. A su tiempo-un tiempo muy discutido entre los especialistas-llegaron los hombres. Algunos se abrieron camino desde las estepas de Asia Oriental a través de las Aleutianas y Alaska, otros quizás llegaron cruzando el mar desde Oceanía. Los gigantes de la Isla de Pascua parecen esperar a sus ancestros, fija la mirada en el poniente. Los primeros americanos fueron cazadores y pescadores.

1 Aún no se había producido la revolución agrícola en la medialuna fértil que abarca los cursos del Tigris y el Eufrates. Los faraones de Egipto tardarían miles de años en aparecer. La aparición de los primeros americanos se pierde en los albores de la historia de la humanidad. Cuando la civilización llegó a Media, Egipto y China los primeros americanos ya vivían aislados y tuvieron que inventarlo todo desde la raíz. La agricultura y la escritura fueron inventadas sin el beneficio de poder copiar los exitosos experimentos asiáticos que precedieron a la Edad de Bronce.

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10.09.07

¿Por qué no convertir en oficial un cisma que ya existe de facto?

Boff ha vuelto a escribir uno de sus artículos de desprecio y desdén hacia el Papa y la fe católica. Le parece mal que Roma intente volver al seno de la comunión católica a los tradicionalistas a la vez que, según sus palabras, "ha tratado a los grupos progresistas y a los teólogos de la liberación a bastonazos". Ante eso cabe preguntarse a cuántos de esos grupos progresistas y teólogos de la liberación se ha excomulgado. Es que a Lefebvre sí se le excomulgó. A Boff no. A Küng tampoco. A Tamayo el arriano tampoco. A toda la lista de teólogos que se puede añadir a estos tres, tampoco. Todos siguen, en una farsa ficticia dicho sea de paso, en comunión con la Iglesia.

A Boff le sienta mal que la Iglesia pretenda ser lo que es. Le pone enfermo la sola idea de que la Iglesia Católica pretenda ser aquella en quien subsiste plenamente la Iglesia de Cristo. Le molesta que la Iglesia niegue la sucesión apostólica en las comunidades eclesiales protestantes, cuando resulta que la inmensa mayoría de estas niegan esa doctrina. Ante lo cual lo lógico es preguntar: ¿qué sentido tiene llamar iglesias según el concepto de Iglesia que tenemos en la fe católica a quienes tienen un concepto de iglesia diferente al nuestro?. Respecto a los ortodoxos, ¿acaso no son iglesias particulares con un componente étnico muy acusado? ¿podría decirnos Boff quién tiene autoridad para convocar un concilio ecuménico entre ellos? Porque el patriarca de Constantinopla no puede hacerlo. Y ya no tienen Emperador que les convoque concilios.

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8.09.07

La hermenéutica de Papá Noel

Ayer no pude por menos que sonreir cuando leí la primera parte de lo que se supone que va a ser una serie de artículos de César Vidal en Protestante Digital. La ha titulado "¿Qué Evangelio debemos predicar?", con el subtítulo "Predicación para el siglo XXI (I)". Si el lector se pregunta el porqué de mi sonrisa, la razón es muy sencilla. Esa primera parte de la serie la firmo yo de la A a la Z y la firmaría cualquier teólogo o predicador católico anclado a la fe de la Iglesia y no contaminado con lo que yo llamo "herméutica de Papá Noel".

Esa hermenéutica consiste en aguar todo lo que en la Escritura huela a denuncia del pecado, exhortación a luchar contra el pecado, incompatibilidad de la vida de pecado con la salvación, etc, etc. Y si el pecado es de índole sexual, la herméutica Papá Noel alcanza sus mas altas cotas de intensidad. Dice César:

¿Qué es lo primero que anuncia Juan el Bautista? Que la gente es pecadora y que debe arrepentirse y bautizarse en señal de que esos pecados han sido perdonados (Marcos 1, 4). ¿Qué es lo primero que anunció Jesús? Que la gente debía volverse de sus pecados (Mateo 1, 17) ¿Qué es lo primero que anunció Pedro tras Pentecostés? Que sus contemporáneos habían pecado, algo que, por cierto, captaron a la perfección y les causó un profundo impacto (Hechos 2, 36 ss) ¿Qué es lo primero que dejó establecido Pablo a la hora de desarrollar su predicación del Evangelio? Que "tanto judíos como gentiles… están todos bajo pecado" (Romanos 3, 9) y que "no hay diferencia… por cuanto todos pecaron y están privados de la gloria de Dios" (Romanos 3, 23-24).

Para el pensamiento políticamente correcto y progre-eclesial, eso no es sino una exhibición de fundamentalismo bíblico. Si César fuera católico se le acusaría de tridentino, pre-conciliar, carca y demás lindezas que el progrerío usa para definir a los que simple y llanamente quieren mantenerse fieles a lo que siempre ha sido la predicación católica sobre esta cuestión.

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28.08.07

La perversión de una madre. La destrucción de una civilización.

Se había quedado embarazada de gemelas. Todo iba bien hasta que los médicos detectaron que una de ellas venía con alteraciones cromosómicas. No sabemos cómo habrían afectado al desarrollo de la criatura pero el caso es que, imbuida de esa mentalidad nazi que elimina todo lo que no sea "genéticamente perfecto", su madre decidió matarla. Y, por supuesto, allí estaba el criminal legal de bata blanca de turno dispuesto a cumplir los deseos de la madre asesina. Pero, ¡oh hados del destino!, en el momento de la ejecución las criaturas cambiaron de posición y el arma de destrucción masiva que se usa en estos casos quitó la vida a la gemela sana. La pobre, como muchas víctimas del terrorismo, estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado. Pero claro, ¿en qué otro sitio podría estar? ¿acaso es normal que el seno materno sea una cámara de ejecución? ¿acaso es lógico que en Occidente la mayor causa de mortalidad sea simplemente el haber sido concebido? ¿acaso no es una perversión satánica el que se permita que la fuente de la vida, el útero de la mujer, sea un campo de exterminio?

Por supuesto, la predestinada a morir por el deseo de su madre no se libró de su mala suerte. Una vez eliminada la hermana sana, no se iba a dejar viva a la enferma. Por tanto, también ella fue ejecutada. Dos por el precio de uno. En la segunda ejecución ya no había posibilidad de error. Sólo había una vida que eliminar y por mucho que la criatura corriera a esconderse en algún recoveco de la placenta, su cuerpo había de ser despedazado, como de hecho lo fue. "Niña enferma aniquilada, trabajo bien hecho. Puede usted regresar a su casa en paz, señora" diría el galeno asesino.

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19.08.07

Monseñor Osoro, dígale que se lea esto al párroco de Fátima, en La Calzada

Excmo. y Rvmo. Sr. D. Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Oviedo,

He leído con preocupación que Don José María Díaz Bardales, sacerdote de su diócesis, confiesa su incapacidad de explicar a sus fieles lo que son las indulgencias. Supongo que porque él mismo no entiende la doctrina que las sustenta o, lo que es peor, la entiende pero no la acepta. En caso de que sea lo primero, la solución es facilísima: pídale afectuosamente que se lea el texto de Pablo VI que voy a copiar a continuación. Es largo pero sustancioso y catequético. En caso de que el problema resida en que su presbítero tenga el mismo concepto sobre las indulgencias que el que tienen los protestantes evangélicos con los que me suelo encontrar en la red, usted sabrá lo que debe o puede hacer. Ahí ya no entro, más que nada porque el padre Díaz Bardales no es mi párroco ni la suya es mi archidiócesis. Y aunque lo fuera, es usted el responsable último de la formación de sus curas.

Queda suyo en Cristo,
Luis Fernando Pérez

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«Indulgentiarum doctrina»
Constitución apostólica del Papa Pablo VI sobre la revisión de las indulgencias
Solemnemente promulgada el 1 de enero de 1967

1. La doctrina y uso de las indulgencias, vigentes en la Iglesia católica desde hace muchos siglos están fundamentados sólidamente en la revelación divina [1] que, legada por los Apóstoles «progresa en la Iglesia con la asistencia del Espíritu Santo», mientras que «la Iglesia en el decurso de los siglos, tiende constantemente a la plenitud de la verdad divina, hasta que en ella se cumplan las palabras de Dios».[2]

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