Primaveral mensaje del Papa sobre la diversidad en la Iglesia
 Desde que Jorge Mario Bergoglio llegó a la Sede Apostólica, sentándose en la Cátedra de San Pedro en Roma, su magisterio está siendo como una bocanada de aire fresco que ha puesto de actualidad determinadas doctrinas que no tenían precisamente buena fama en las últimas décadas de la Iglesia. Por ejemplo, no es que los papas anteriores a él no hablaran de Satanás y su “actuación” en este mundo o que no enseñaran acerca de la necesidad de acercarse a los sacramentos o que no impulsaran algo tan católico como es la adoración eucarística, o su advertencia contra la plaga del pelagianismo, pero en apenas dos meses el papa Francisco ha recalcado todos esos elementos propios de la fe de la Iglesia de una manera bastante acusada.
Desde que Jorge Mario Bergoglio llegó a la Sede Apostólica, sentándose en la Cátedra de San Pedro en Roma, su magisterio está siendo como una bocanada de aire fresco que ha puesto de actualidad determinadas doctrinas que no tenían precisamente buena fama en las últimas décadas de la Iglesia. Por ejemplo, no es que los papas anteriores a él no hablaran de Satanás y su “actuación” en este mundo o que no enseñaran acerca de la necesidad de acercarse a los sacramentos o que no impulsaran algo tan católico como es la adoración eucarística, o su advertencia contra la plaga del pelagianismo, pero en apenas dos meses el papa Francisco ha recalcado todos esos elementos propios de la fe de la Iglesia de una manera bastante acusada.
Hoy ha vuelto a dar una magistral lección sobre la diversidad de carismas en la Iglesia, que no atenta contra su unidad sino todo lo contrario. Pero esa diversidad tiene unos límites, o mejor dicho una guía, que el Santo Padre ha apuntado como fundamental. Quiero destacar este párrafo:
Si, por el contrario, nos dejamos guiar por el Espíritu, la riqueza, la variedad, la diversidad nunca provocan conflicto, porque Él nos impulsa a vivir la variedad en la comunión de la Iglesia. Caminar juntos en la Iglesia, guiados por los Pastores, que tienen un especial carisma y ministerio, es signo de la acción del Espíritu Santo; la eclesialidad es una característica fundamental para los cristianos, para cada comunidad, para todo movimiento. La Iglesia es quien me trae a Cristo y me lleva a Cristo; los caminos paralelos son peligrosos. Cuando nos aventuramos a ir más allá (proagon) de la doctrina y de la Comunidad eclesial, y no permanecemos en ellas, no estamos unidos al Dios de Jesucristo (cf. 2Jn 9). Así, pues, preguntémonos: ¿Estoy abierto a la armonía del Espíritu Santo, superando todo exclusivismo? ¿Me dejo guiar por Él viviendo en la Iglesia y con la Iglesia?
La cosa es clara. Una diversidad que no es guiada por los pastores y que va más allá de la doctrina y la comunidad eclesial es falsa. Quien anda en rebeldía contra los pastores y la doctrina de la Iglesia no está unido a Dios.

 Nueva audiencia general del papa Francisco. Nueva demostración de que su magisterio es una fuente de bendición para la Iglesia.
Nueva audiencia general del papa Francisco. Nueva demostración de que su magisterio es una fuente de bendición para la Iglesia.  Una de las cosas que, como cristiano, siempre me ha llamado mucho la atención es que que la Revelación de Dios, por más que la conozcamos o por más que la hayamos oído predicada en boca de sus ministros, siempre es una novedad para el alma. Es decir, el fiel que vive en comunión con el Señor nunca debe cansarse de oír el mensaje del evangelio y las doctrinas que marcan el camino de la salvación. La Escritura no pierde un ápice de interés por mucho que la hayamos leído mil veces. Y las buenas homilías son alimento para el alma aunque se prediquen, con ligeras variaciones, vez tras vez. De la misma manera que nunca ponemos reparos a comer los alimentos que consideramos más sabrosos, tampoco nos incomoda lo más mínimo nutrir nuestro espíritu con buenas predicaciones.
Una de las cosas que, como cristiano, siempre me ha llamado mucho la atención es que que la Revelación de Dios, por más que la conozcamos o por más que la hayamos oído predicada en boca de sus ministros, siempre es una novedad para el alma. Es decir, el fiel que vive en comunión con el Señor nunca debe cansarse de oír el mensaje del evangelio y las doctrinas que marcan el camino de la salvación. La Escritura no pierde un ápice de interés por mucho que la hayamos leído mil veces. Y las buenas homilías son alimento para el alma aunque se prediquen, con ligeras variaciones, vez tras vez. De la misma manera que nunca ponemos reparos a comer los alimentos que consideramos más sabrosos, tampoco nos incomoda lo más mínimo nutrir nuestro espíritu con buenas predicaciones.  Uno de los pasajes más interesantes del último libro del Papa sobre la infancia de Jesús, es el que hace referencia al pasaje de la estrella de Belén. Leemos en el evangelio de Mateo.
Uno de los pasajes más interesantes del último libro del Papa sobre la infancia de Jesús, es el que hace referencia al pasaje de la estrella de Belén. Leemos en el evangelio de Mateo. El P. Adolfo Nicolás, sj, Prepósito General de la Compañía de Jesús, ha concedido una
El P. Adolfo Nicolás, sj, Prepósito General de la Compañía de Jesús, ha concedido una  
         






