Bienvenido al show

Hace cosa de quince años mantuve una conversación la mar de interesante con un protestante evangélico “tradicional” -calvinista, para más señas- sobre el fenómeno de los evangélicos pentecostales. Dado que yo era miembro de una comunidad eclesial pentecostal “moderada", de vez en cuando nos llegaban del otro lado del charco noticias sobre la evolución del pentecostalismo iberoamericano y yankee. Benny Hinn, Annacondia y personajes similares estaban de moda. A Dios gracias, nuestro pastor -hoy no lo es-, aun creyendo en la vigencia del don de lenguas y el resto de peculiaridades del pentecostalismo, era más bien reacio a los shows típicos de ese sector del protestantismo evangélico. Se pueden contar con los dedos de las manos las veces en 7 años que asistimos a “caídas en el suelo", “risas santas", etc.

El caso es que ese amigo calvinista me dijo algo que me dejó bastante pensativo: “Los pentecostales cada vez están más desquiciados. Es cuestión de tiempo que el pentecostalismo se separe del protestantismo evangélico“.

Hoy me he acordado de esa conversación cuando alguien me ha enviado por Skype el siguiente vídeo:

Es posible que a muchos ese espectáculo les resulte gracioso. A otros muchos, patético. A mí lo que me da es bastante pena. Aparte del director del show, algunos de los que acaban en el suelo son pastores y, por tanto, un referente para miles de creyentes. Quizás decenas de miles. Es más, se puede apreciar los aplausos de los centenares de asistentes al culto cada vez que uno de esos hombres se desploma. Eso, dicen, es obra del Espíritu Santo.

Ojalá mi amigo tuviera razón.

Luis Fernando Pérez

PD:

Tras publicar el post, han desactivado la posiblidad de que el vídeo original se pueda enlazar directamente en el blog. He puesto otro con el mismo contenido. Aun así, por si acaso también lo retiran, el original se puede ver acá:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=0wIgCn0tvFM

Y por si acaso, sepan que ya nos hemos bajado el vídeo. Si se empeñan en quitarlo, lo pondremos a buen recaudo para que lo puedan ver nuestros lectores.