(535) Escándalos sexuales. Tomemos medidas ¡y procuremos virtudes!

–La Iglesia se acusa públicamente a sí misma de ciertos escándalos sexuales.

–Y se propone acabar con ellos «tomando medidas» fuertes, concretas, eficaces…

—La impunidad amenaza la vida de la Iglesia

Ciertas normas doctrinales y leyes morales pueden infringirse en buen número de Iglesias locales de modo público y persistente sin que ocasionen sanción alguna. Por ejemplo:

Herejías. La Iglesia, por ejemplo, manda en el Derecho Canónico que «debe ser castigado con una pena justa quien enseña una doctrina condenada por el Romano Pontífice o por un Concilio Ecuménico o rechaza pertinazmente la doctrina que», etc. (c. 1371,1). Sin embargo, como es patente y declarado por los Papas, son «innumerables las herejías» difundidas en Seminarios, Facultades y publicaciones. Pero, fuera de algunos casos extremos, los teólogos heréticos no son sancionados, sino que en no pocas ocasiones son defendidos por sus Obispos de las acusaciones que reciben, e incluso promovidos a altas funciones de la Jerarquía apostólica.

Abusos litúrgicos. Aquí y allá, duran y perduran desde hace más de medio siglo. Tal sacerdote «añade, quita o cambia» lo que sea por iniciativa propia en la liturgia, como si ésta le perteneciera en propiedad. La profana así con sus arbitrariedades, quebrantando lo dispuesto por la Iglesia y mandado por el Vaticano II (SC 22,3). Impunemente, en muchos casos. Es incluso posible que su creatividad sea premiada con el episcopado.

La Misa dominical. La misión más grandiosa de todo creyente es amar a Dios con todo el corazón, y santificar las fiestas, ofreciéndole culto litúrgico. Ya desde la Antigua Alianza ¡es éste el IIIº mandamiento del Decálogo! (Ex 20,2-17; Dt 5,6-21). Y en la Nueva, el domingo, «por tradición apostólica, ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta primordial de precepto» (Código c.1246). «El domingo y las demás fiestas de precepto los fieles tienen obligación de participar en la Misa» (c. 1247; cf. Catecismo 2177). No hay vida cristiana sin Eucaristía (Vaticano II: LG 11, CD 30, PO 5-6, UR 6). Los cristianos no-practicantes son pecadores públicos. 

¿Llama hoy la Iglesia –la predicación, la catequesis, la confesión– a la Misa dominical, como obediencia a un mandato de Cristo –«haced esto en memoria mía» (Lc 22,19)–, recibido «por tradición apostólica»? No. Casi nunca predica la grave obligatoriedad en conciencia de este máximo precepto. No es infrecuente por eso en ciertas Iglesias locales el alejamiento masivo de la Misa dominical. Tampoco es raro que cristianos no-practicantes sean admitidos al sacramento del matrimonio, al oficio de catequista o de padrino. Y a la comunión eucarística, llegado el caso.

Marcial Maciel Degollado (1920-2008). El Fundador de la Legión de Cristo, en cartas de sus primeros y  principales colaboradores (Federico Domínguez, 1954, y Luis Ferreira, 1956) fue acusado al Arzobispado de México D.C. de drogadicción y de abusos sexuales contra seminaristas. Estos pecados y delitos se prolongaron a lo largo de los años. A pesar de las denuncias presentadas en la Santa Sede,  continuaron hasta que Benedicto XVI, en 2006, le impuso una vida retirada de «oración y penitencia»… Medio siglo de impunidad. «Nadie sabía nada».

Theodore Edgar McCarrick (1930-). Su máxima condición de depredador sexual, especializado durante muchos años en seminaristas y sacerdotes jóvenes, no impidió, sino que favoreció –gracias a una secreta red clerical de homosexuales– su promoción continua como sacerdote, obispo, obispo de Washington, Cardenal de la Iglesia, colaborador del papa Francisco, hasta que en 2019 le fue aplicada la dimisión del estado clerical… Medio siglo de impunidad. «Nadie sabía nada».

 

¿Hay que deducir de los ejemplos citados que la Iglesia, de hecho, es una sociedad sin leyes, como pretendía Lutero? ¿Tenía el razón cuando decía que toda ley o norma en la Iglesia implica una judaización del Evangelio, una falsificación del cristianismo?… No. En absoluto. Las leyes y normas disciplinares de la Iglesia son buenas, evitan muchos males y facilitan muchos bienes. Pero cuando no se aplican, cuando se encubren los crímenes, cuando se demoran sine die las sanciones penales debidas, sobre todo aquellas que son merecidas por los miembros más altos de la Iglesia (teólogos, obispos, cardenales), los males que se producen son muchas veces inmensos. Véanlo a la luz de los cinco casos concretos que he puesto, bien distintos entre sí.

—Las graves inmoralidades sexuales

Hace algunos años se viene denunciando la multiplicación de los graves pecados sexuales, como la pederastia, la efebofilia, la fornicación heterosexual, la anticoncepción, la homosexualidad activa, el adulterio (aunque estos tres últimos pecados, sin dejar de ser graves en sí mismos, son en ciertos casos tolerados [¡-!], haciéndolos incluso compatibles a veces con la comunión eucarística). Es normal que con el crecimiento de la apostasía hayan ido aumentando esas perversiones en la sociedad, hasta el punto que han infectado a gran parte del pueblo cristiano, y también a un cierto número, no pequeño, de sacerdotes, obispos y cardenales. Es ésta sin duda una de las más graves epidemias inmorales de nuestro tiempo.

Pero son los pecados contra sextum de algunos sacerdotes, obispos o cardenales los que causan más grave escándalo, como debe ser. Si fallan gravemente en su altísima misión, se da una corruptio optimi pessima, que causa en los fieles una gran indignación. Sobre todo cuando a la miseria de los pecados producidos se añade el encubrimiento, tanto más estricto cuanto más alto sea el nivel del pecador en la Jerarquía eclesiástica.

Impunidad de los pecados sexuales de ciertos clérigos

Los últimos Papas la han denunciado con palabras muy fuertes.

Juan Pablo II, en 2002, decía a los cardenales de EE.UU :

Lamenta el Papa los daños y escándalos producidos por los sacerdotes y religiosos depredadores sexuales. Por ellos, «a la Iglesia misma se la ve con sospecha, y muchos se sienten ofendidos por el modo como perciben que han actuado los responsables de la Iglesia a este respecto. Desde todos los puntos de vista, el abuso que ha causado esta crisis es inmoral y, con razón, la sociedad lo considera un crimen; es también un pecado horrible a los ojos de Dios».

Lo mismo denuncia Benedicto XVI en su carta pastoral de 2010 a los católicos de Irlanda:

«Estoy profundamente consternado por las noticias que han salido a la luz sobre el abuso de niños y jóvenes vulnerables por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda, especialmente sacerdotes y religiosos. Comparto la desazón y el sentimiento de traición que muchos de vosotros habéis experimentado al enteraros de esos actos pecaminosos y criminales y del modo en que los afrontaron las autoridades de la Iglesia en Irlanda».

Igual reproche y acusación dirige el papa Francisco en carta de 2018 a los Obispos de Chile después de realizada la «misión especial» encomendada al Arzobispo Scicluna.

«Todos los testimonios recogidos en ellas hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza»… Solicito «Vuestra colaboración y asistencia en el discernimiento de las medidas que a corto, medio y largo plazo deberán ser adoptadas para restablecer la comunión eclesial en Chile, con el objetivo de reparar en lo posible el escándalo y restablecer la justicia».

Sí, hay que sancionar con caridad y fortaleza tantas culpas gravemente escandalosas, mirando por el bien de los culpables y protegiendo al pueblo cristiano.

–Es necesario y urgente tomar «medidas» concretas y eficaces

«Medidas» contra la epidemia de inmoralidad sexual…

En el Diccionario de la Real Academia se da a la palabra «medida» varias acepciones, y la 6ª es «Disposición, prevención… Tomar, adoptar medidas». Es prudente tomar, adoptar, aplicar ciertas medidas para combatir un mal presente o amenazante. Por ejemplo, la drogadicción, la pederastia, el absentismo laboral, ciertas prácticas abusivas de los Bancos, etc. Tratamos ahora de tomar medidas contra la epidemia de lujuria en el pueblo cristiano, y más concretamente en la que afecta a ciertos grupos clericales.

Los cristianos se indignan en sumo grado, y con razón, cuando algunos sacerdotes, obispos o cardenales profanan malamente el santo celibato que libremente profesaron, por don de Dios. De la indignación suele surgir la proposición y creación de nuevas «medidas» de control, previsión e información, vigilancia, denuncia y sanción, tanto en el mundo cívil como en el de la Iglesia, por medio de las cuales se pretende combatir esos males y reducirlos cuanto sea posible. Es evidente la necesidad de adoptar nuevas medidas que puedan frenar esos males con mayor eficacia. Aunque muchas veces, en vez de multiplicar las normas y cautelas, bastaría «aplicar» fielmente, sin impunidades culpables, ni encubrimientos cómplices, las mismas normas ya existentes.

Las medidas tomadas por la Autoridad apostólica contra los pecados sexuales de ciertos clérigos se han referido especialmente a la pederastia, pero no tantas contra la homosexualidad activa, muy relacionada con la pederastia.

Además de las intervenciones ya citadas de los tres últimos Papas, recordaré aquí como ejemplo la carta a los Obispos dirigida por el —cardenal Levada, Prefecto de la Doctrina de la fe, sobre el abuso de menores (3-05-2011), y las instrucciones recientemente dadas por el —papa Francisco en la Cumbre contra la pederastia (21/24-02-2019): en ellas invita a reflexionar sobre 21 medidas para acabar con abusos, y en el discurso de la Misa final de la citada Cumbre llama a la lucha contra el abuso de menores, concluyendo en 8 puntos prácticos.

Abusos sexuales: todos orientan, todos, su lucha por la adopción de «medidas»

El cardenal Daniel Di Nardo, presidente de la Conferencia Episcopal de EE.UU., hizo públicas el 27-VIII-2018, en relación al informe del Arzobispo Viganò, unas enérgicas declaraciones:

«Estoy ansioso por una audiencia con el Santo Padre para ganar su apoyo para nuestro plan de acción. Ese plan incluye propuestas más detalladas para: buscar estas respuestas, facilitar el reporte de abusos y mala conducta por parte de los obispos y mejorar los procedimientos para resolver las quejas contra obispos». También el obispo británico Philip Egan escribe al Papa una carta abierta sugiriendo ciertas medidas prácticas en orden a la crisis del clero. 

Teólogos y pastores, canonistas y psicólogos cristianos, y cuantos han colaborado en esa noble campaña, todos han propuesto medidas más rigurosas y eficaces en relación a los abusos sexuales producidos o encubiertos por clérigos. Todos ofrecen en principio «medidas» concretas, urgentes y eficaces para neutralizar los graves delitos sexuales: atención a los víctimas, investigaciones no retardadas, verificación de los hechos y de sus antecedentes, acogida de testigos, ayuda de psiquiatras, denuncias rápidas, comunicación interdiocesana de datos, investigación de los cómplices y encubridores, sanciones justas y coherentes, no condicionadas por encubrimientos o complicidades, colaboración con las autoridades civiles, indemnizaciones adecuadas, y tantas otras normas que, ajustadas a cada caso, pueden sin duda ser benéficas.

Gelsomino del Guercio asegura que «Donde hay medidas de prevención ha disminuido la pedofilia en la Iglesia». Cita las medidas propuestas por el teólogo Hans Zollner (Gregoriana). También sugiere medidas Meter onlus, sociedad fundada por el sacerdote Fortunato Di Noto: «diáconos para la infancia», «Oficinas pastorales pro infancia». Cinco medidas principales propone el P. Dominic Legge, profesor dominico, «Limpiando la Iglesia de sacrilegios clericales». Carlos Esteban propone «Cuatro medidas para acabar con los abusos sexuales de clérigos» (25-VII-2018). 

* * *

–Las medicinas elegidas indican ya el diagnóstico que se hace de una enfermedad. Creo yo que en el combate que se promueve hoy contra los abusos sexuales predominan casi exclusivamente los medios condicionantes exteriores: mejoras en información, asesoría, investigación, asistencia psicológica, denuncias, sanciones, controles, etc. Todas esas medidas, ciertamente buenas y necesarias, son medios de mayor o menor eficacia para reducir el desastre, o incluso eliminarlo. Pero como en su mayoría se dan en el orden administrativo-funcional-laboral-policíaco-judicial, no llegan a operar lo suficiente en la mente, voluntad y sensibilidad de las personas. Son buenas y necesarias, pero no bastan, como nos dice la experiencia. Disminuirán los robos, quizá, pero no el número de ladrones.

Por otra parte, ¿valdrá de algo proponer nuevas medidas, si en tantos casos no se ha dado cumplimiento fiel en mucho tiempo a las santas normas disciplinares referidas al clero, enseñadas y mandadas por la Iglesia desde hace decenios o incluso siglos?

Recordaré algunas más recientes: Vaticano II (Presbyterorum ordinis, 1965); Sínodo Episcopal de 1971; Código de Derecho Canónico (1983); exhortación Pastores dabo vobis (1992); Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros (1994, actualizado en 2013). Son muchos los documentos pontificios doctrinales o disciplinares de la Iglesia sobre los sacerdotes en los últimos decenios. Sin embargo, a pesar de su excelente calidad, no han tenido la aplicación que los hubiese hecho suficientes. ¿Para qué más medidas y más Encuentros especiales, que hoy, por cierto, no tendrían fácilmente el nivel teológico y espiritual de sus precedentes?

 * * *

–Las verdaderas causas de los escándalos sexuales

Digámoslo abiertamente. Todas esas «medidas» serán insuficientes mientras no se predique con la debida fuerza e insistencia la sacralidad del Orden sacramental, la castidad y el pudor, la soteriología evangélica (cielo o infierno), etc.

Y es que «el justo vive de la fe» (Rm 1,17); «la fe es por la predicación, y la predicación por la palabra de Cristo» (10,17). Las medidas para combatir los pecados sexuales del clero tendrán eficacia no por sí mismas, sino en el grado en que el espíritu que las impulsa sea conocido, asimilado y aplicado por el gremio eclesiástico. Las normas se aplican y actúan solamente si se dan y se reciben juntamente con el espíritu que las genera. Por eso la negación o el silenciamiento durante muchos años de verdades fundamentales de la fe son las causas principales de las infracciones culpables que puedan darse en el clero, sea en cuestiones sexuales o en cualquier otra materia. El silencio prolongado de una verdad de fe equivale prácticamente  a su negación.

Las inumerables herejías  Juan Pablo II: «Se han propalado verdaderas y propias herejías en el campo dogmático y moral» (6-II-1981). Ellas son  la causa principal de los escándalos morales recientes que tanto  han afligido a la Iglesia. Soberbia - herejía - pecado persistente - encubrimiento. Los italianos expresan la enseñanza de los grandes Doctores de la Iglesia afirmando en proverbio: nascosta superbia, manifesta lussuria

Santo Tomás«Ad convincendum superbiam hominum Deus aliquos punit, permittens eos ruere in peccata carnalia, quae, etsi sint minora, tamen manifestiorem turpitudinem continent» (Para mostrar la soberbia de los hombres, castiga Dios a algunos permitiendo que caigan en pecados carnales, que si bien son menores, contienen un género de torpeza más evidente y vergonzosa) (STlg. II-II, 162, 6 ad 3).  

San Buenaventura: «Item Isidorus: “Deus occultam superbiam clericorum vindicat per manifestam luxuriam″… ergo manifesta luxuria est poena superbiae» (También Isidoro: «Dios castiga la soberbia oculta de los clérigos por la lujuria manifiesta»… luego la lujuria manifiesta es castigo de la soberbia). (Quaestio 1. Utrum peccatum sint poena peccatiRationes principales, 4).

La tolerancia impune de graves pecados: la anticoncepción, el absentismo a la Misa dominical, la eliminación del sacramento de la Penitencia, el impudor extremo generalizado, la pornografía… Se habla hoy de «tolerancia cero para los crímenes sexuales»; pero es falsa esa intolerancia cuando al mismo tiempo se aceptan con «tolerancia», como progresos, tantas otras herejías. 

Pablo VI: «Los hombres, en los juicios de hoy, no son considerados pecadores… La palabra pecado no se encuentra jamás… El mundo moderno ha perdido el sentido del pecado» [cf. Pío XII, Juan Pablo II]» (2-XII-1984)… Hoy reina el Eufemismo: en muchas Iglesias nunca se habla de pecados, sino de errores, actitudes equivocadas, situaciones irregulares, acciones desordenadas, ideales no alcanzados todavía, divorciados que viven un segundo matrimonio

La eliminación de lo intrinsece malum ha descatalogado muchos pecados, que ya hoy pueden ser cometidos con «buena conciencia»…

La autoridad apostólica debilitada ha sido y es una de la causas principales de los abusos sexuales –en el clero o en cualquier cristiano–. Si la Autoridad de la Iglesia enseña, por ejemplo, con absoluta firmeza una doctrina y una disciplina moral como lo hace en la Humanae vitae, y luego se resigna a que sea rechazada e incumplida, promoviendo incluso al Episcopado no raras veces a sacerdotes que la impugnan, va haciéndose de la Iglesia una sociedad falsa, que no hace lo que dice, ni exige lo que manda. En ese marco, los crímenes sexuales prolongados durante decenios hallan posibilidades insospechadas.

La devaluación de la Cruz. El más grave de todos los errores actuales es el horror a la cruz: «no puede ser pecado aquello [por ejemplo, la anticoncepción] que sólo puede ser evitado abrazando la Cruz». Ya decía un Cardenal hace un par de años que «los cristianos no están llamados a ser mártires». Pero Cristo enseñaba y enseña: «Nadie puede ser mi discípulo si no toma su cruz cada día y me sigue» (Mt 16,24).

 

Grandes verdades de la fe hoy silenciadas. Esos graves pecados escandalosos que, sobre todo si se dan en sacerdotes y Obispos, tanto indignan y desmoralizan al pueblo, no podrán ser vencidos sino en la medida en que se recuperen las grandes verdades de la fe que hoy son silenciadas, e incluso a veces negadas, en no pocos seminarios y noviciados, catequesis y predicaciones, facultades y publicaciones. Señalo algunas. 

+Doxología: la gloria de DiosEs el PRIMER mandamiento del Decálogo, amar a Dios con todo lo que somos; procurar por encima de todo que sea conocido, amado y obedecido: «Oh Dios, que todos los pueblos te alaben» (Sal 66,4). Muy especialmente, ésta es la finalidad principal del sacerdocio ministerial: «El fin que los presbíteros persiguen con su ministerio y vida es procurar la gloria de Dios en Cristo» (Presbyterorum ordinis, 4).

Tantos sacerdotes, que ignoran en la práctica la finalidad propia de su vida y ministerio, son vulnerables a tantos males porque no saben quiénes son ni para qué: desconocen su identidad personal  y funcional. No han sido formados en ese espiritu doxológico, que les libraría de pecados sexuales y de tantos otros. Por eso «vagan sin sentido por el país» (Jer 14,18). Se limitan en el mejor de los casos a la beneficencia material, no suscitan vocaciones sacerdotales y tampoco misioneras.

+Soteriología: la salvación de los hombres. Si durante medio siglo no se predica casi nunca en una Iglesia local –o incluso se niega– la soteriología evangélica (salvacción/condenación, cielo/infierno), uno de los centros  principales del Evangelio, es normal que el sacerdote y el obispo formados en esa obscuridad, desconozcan su propia identidad, no sean capaces de «invitar a todos insistentemente a la conversión y la santidad» (Presbyterorum ordinis, 4a), sino que se pongan al servicio de otros fines, procurando ante todo ser simpáticos y apreciados (cf. Gál 1,10).

+La devaluación del sacramento del Orden, asimilado en la práctica a la espiritualidad de los laicos. El Vaticano II enseña que los sacerdotes «han sido consagrados de manera nueva a Dios por la recepción del Orden» (Presbyterorum ordinis 12: qui, Deo in Ordinis receptione novo modo consecrati). Por tanto, sobre la consagración bautismal, han recibido una nueva configuración sacramental a Cristo como sacerdotes, pastores y maestros del Evangelio. Pero esta realidad maravillosa de gracia es ignorada e incluso negada por muchos. ¿Qué tiene de sorprendente que se vean cautivos de tales o cuáles miserias morales?

+El silencio casi absoluto sobre el pudor y sobre la castidadNo se entiende que hoy tantos cristianos estén perplejos, o incluso abandonen la Iglesia, cuando conocen los enormes escándalos que en ella se dan en el campo de la sexualidad. No se entiende, porque si desde hace medio siglo no se predican ninguna de los dos virtudes, ni el pudor ni la castidad, como no sea para ridiculizarlas, ¿qué de extraño habrá en que el Príncipe de este mundo consiga impregnarlo todo de lujuria: noviazgos fornicarios, matrimonios anticonceptivos, divorcios, adulterios, modas, espectáculos, costumbres, televisión, internet, publicidad, artes, medios de comunicación… perversiones sexuales en ciertos eclesiásticos? «Es ya público que reina entre vosotros la fornicación» (1Cor 5,1)… ¿Y qué se esperaba de tales silencios?… Y sigo ya en modo breve:

+El silenciamiento de verdades evangélicas fundamentales sobre el demonio, sobre el mundo en cuanto enemigo del Reino de Dios; sobre la carne, es decir, sobre el pecado original; etc. 

 

–Finalmente:

Jesucristo vive y reina por los siglos de los siglos

También hoy, ciertamente. No se da en la Iglesia y en el mundo un gramo más de mal de lo que Cristo Rey permite. Y todos los bienes que florecen en la Iglesia y el mundo están causados por su gracia. Ningún creyente, por tanto, puede autorizarse a la desesperanza, y ni siquiera a la perplejidad: «el que me sigue no anda en tinieblas» (Jn 8,12). El Salvador único del mundo hace que «todas las cosas colaboren al bien de los que aman a Dios» (Rm 8,28).

La fe produce en nosotros la esperanza, la paz y la alegría propia de los hijos de Dios. Nos prometió Jesucristo estar con nosotros siempre, hasta la consumación del mundo, y aunque hayamos de pasar por valles de tinieblas, nada debemos temer, porque Él va con nosotros. En todas las Iglesias católicas, hasta en aquellas hoy más descristianizadas, hay siempre restos de Yavé, a veces de una calidad sobrehumana, que nos están asegurando que Cristo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

José María Iraburu, sacerdote

Post post.–Leo en un diario la reseña de una conferencia dada en un centro católico sobre la pornografía. Después de suministrar datos fidedignos y realmente abrumadores, se han propuesto al final algunas «medidas» para librarse de esa miseria, referidas concretamente al uso de internet: «no llevar el móvil a la cama, activar el filtro anti-porno, situar el ordenador en un sitio abierto y visible, llamar a un amigo, leer un libro, escuchar música, hacer deporte, ordenar la vida, ocupar el tiempo, cuidar el sueño, salir del confort, afiliarse a algún voluntariado», etc. Podemos preguntarnos: ¿serán suficientes para vencer ese vicio?… Es posible que en la ponencia se ofrecieran otras medidas más fuertes, omitidas por el periodista. Dios lo quiera.

 

Índice de Reforma o apostasía

 

66 comentarios

  
Manoletina
Padre, las medidas que usted propone son muy buenas y muy santas, y no solo ahora sino a tiempo y a destiempo deberian haber sido y ser en un futuro preocupacion de la Iglesia.....ahora bien...... si cree usted que valen para controlar la conducta de los depredadores sexuales.....se equivoca profundamente.

Hay un modus operandi de estq gente, unas caracteristicas de personalidad y unos ciertos trastornos asociados que los hacen inmunes (TOTALMENTE INMUNES comprobado cientificamente) a las terapias, tratamientos, remodelacion de conducta, etc, e incluyo : religion, predicacion, amenaza de ir al infierno, misa tridentina o lo que usted quiera .

No me voy a extender a ahora en el asunto, pues es muy largo, pero: la mente de un depredador sexual no cambia. Nunca. Pueden aparentar arrepentimiento, aparentar que comprenden que lo que han hecho esta mal (solo cuando los pillan, claro, nunca antes) son especialistas en que toda su existencua sea una actuacion, una mentira.

La verdad, y me duele decirlo es que no existe una solucion pastoral para esa gente. Lo que le digo no es falta de fe, sino que podriamos entenderlo por analogiq con el pecado contra el Espiritu Santo, el cual es irredimible por du propia naturaleza. Pues aqui son irredimibles por su propia naturaleza.

La clave de un depredador sexual no esta en la sexualidad en si misma. Su verdadera esencia es el acto de dominio, cosificacion y manipulacion de la victima, a lo cual son verdaderos adictos.

Usted prediqueles lo que quiera, que solo lo van a usar para manipularle. Le van a hacer creer que han tenido una conversion como la de San Pablo, y que gracias a usted se han salvado (le subiran el para luego torearle)

No tengo ni idea que se ha hablado en la cumbre, pero sospecho que no han llevado gente cualificada sobre el asunto. Y eso es un grave error.

Comprendo lo que usted dice, pero de verdad, eso solo vale para la conversion de mentes normales.
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JMI.-"si cree usted que valen para controlar la conducta de los depredadores sexuales.....se equivoca profundamente".
¿De dónde saca usted ese "si cree usted"? No lo creo, y lo digo con claridad suficiente en el artículo, muy reticente en la eficacia de "las medidas", si no van éstas unidas a una conversión de vida por la fuerza de la gracia y de las virtudes que ella potencia. La gracia es acción de Dios omni-potente = puede todo.
01/03/19 11:47 AM
  
Manoletina
La gracia perdona el pecado contra el Espiritu Santo? Anda, no lo sabia!

01/03/19 12:11 PM
  
Pepe Jacobo
Manoletina dice que hay cierta categoría de gente (entre ellos los pederastas) que son inmunes a predicas etc y que no hay que fiarse de ellos nunca. No se metieron al seminario con buenas intenciones y luego cayeron, se metieron para hacer eso. Su modus operandi suele ser muy parecido a los maestros, entrenadores etc que hacen eso. No han caído, eligieron una profesión en la que tendría autoridad sobre niños y contacto con ellos. Dios por supuesto puede hacer cualquier cosa y El me libre de poner limites a su poder, pero si uno de estos parece que ha tenido una conversión (y a menudo será espectacular) lo mas probable es que lo esté simulando. Lo único viable que veo es entregarlos al poder civil y si este les absuelve o ha terminado su condena decirles que el único papel que les queda en la Iglesia es penar en una celda bien vigilados y sin que puedan interactuar con otros monjes. Y si se van, que se vayan excomulgados.
01/03/19 12:49 PM
  
Ricardo de Argentina
Este artículo me ha parecido brillante, contundente y necesario Padre, muchas gracias.
01/03/19 1:01 PM
  
Maricruz Tasies
Amen, amen, amen
Padre I, Dios lo guarde.
01/03/19 1:03 PM
  
Rubén (de Argentina)
Manoletina:

La verdad, y me duele decirlo es que no existe una solucion pastoral para esa gente. Lo que le digo no es falta de fe, sino que podriamos entenderlo por analogia con el pecado contra el Espiritu Santo, el cual es irredimible por su propia naturaleza. Pues aqui son irredimibles por su propia naturaleza.
Sin embargo, el apostol San Pablo no es de tu opinión en el sentido de que cree que el alma de estos depravados todavía puede salvarse y ofrece una solución pastoral. En 1 Corintios 5:1-5 podemos leer lo siguiente:

En efecto, se oye que entre vosotros hay inmoralidad, y una inmoralidad tal como no existe ni siquiera entre los gentiles, al extremo de que alguno tiene la mujer de su padre. Y os habéis vuelto arrogantes en lugar de haberos entristecido, para que el que de entre vosotros ha cometido esta acción fuera expulsado de en medio de vosotros. Pues yo, por mi parte, aunque ausente en cuerpo pero presente en espíritu, como si estuviera presente, ya he juzgado al que cometió tal acción. En el nombre de nuestro Señor Jesús, cuando vosotros estéis reunidos, y yo con vosotros en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús, entregad a ese tal a Satanás para la destrucción de su carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.
Y esa declaración la complementa y la aclara con lo que afirma más adelante (1 Corintios 5:9-13):

En mi carta os escribí que no anduvierais en compañía de personas inmorales; no me refería a la gente inmoral de este mundo, o a los avaros y estafadores, o a los idólatras, porque entonces tendríais que salir del mundo. Sino que en efecto os escribí que no anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador; con ése, ni siquiera comáis. Pues ¿por qué he de juzgar yo a los de afuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro de la iglesia ? Pero Dios juzga a los que están fuera. EXPULSAD DE ENTRE VOSOTROS AL MALVADO.
De este modo, la solución que propone el apostol del Señor se puede reducir a lo siguiente: expulsar al mal sacerdote de Cristo de la comunidad de la Iglesia para que de esta forma sea castigado en su carne y, recapacitando sobre esto que le ha sobrevenido, tome conciencia de sus gravísimos pecados, se arrepienta y salve su alma.

Por lo tanto si San Pablo cree que esta clase de pecadores puede llegar a salvar su alma (pero aplicando las medidas que él indica), tu tesis de que son irredimibles puede perfectamente ser interpretrada como una falta de fe de tu parte hacia las palabras del apostol.
01/03/19 1:14 PM
  
cosmicom
Conocí a un sacerdote a quien el obispo toleraba tener una manceba y tenía 6 hijos con ella, no era ningún escándalo; tal y como están las cosas, parecían 6 pecados veniales.

Ni con rosarios, ni misas ni encomiendaciones, ni sermones ni con nada de nada, se puede combatir contra los depredadores sexuales de menores. Lo único que se puede hacer con ellos es ipso facto entregarlos al brazo civil.

Casos como el de Marcial Maciel demuestran que son inmunes a cualquier persuasión religiosa.

Las reuniones, cumbres, organismos, organigramas, sínodos y demás técnicas dilatorias no sirven para nada; como decía Napoleón "si quieres que un problema no se resuelva, crea una comisión". Lo que hay que hacer es de sentido común, no hace falta convocar a los 12 sabios de Sión; todas estas reuniones parecen más técnicas dilatorias de mal abogado.
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JMI.-Cristo echó de la Magdalena siete demonios.
01/03/19 1:42 PM
  
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Muchísimas gracias, Padre Iraburu, por este tan oportuno y clarificador artículo. Me dedicaré, con toda atención, a la lectura de cada uno de los artículos que ha vinculado en el post.
Siempre aparece usted en mi memoria cuando me estoy empezando a desalentar ("Ningún creyente, por tanto, puede autorizarse a la desesperanza") y entonces me viene a la cabeza su "oremos, oremos, oremos".
Que el Espíritu Santo lo siga iluminando para el progreso espiritual y la santificación de los miembros de la Iglesia que lo leemos, y que la Santísima Virgen María y San José lo protejan siempre.
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JMI.-Gracias, Beatriz, por su gratitud.
Bendición +
01/03/19 1:52 PM
  
Manoletina
Ruben de Argentina, no hay que usar la palabra de Dios en vano. Ese texto no se refiere a lo que digo, pues ahi se esta hablando de uno que comete incesto con su madrastra. Yo no he defendido que los pecados sexuales, en general, sean irredimibles o no puedan perdonarse como tu pareces entender por tu uso inapropiado de San Pablo.

No. Lo que se y defiendo es que el DEPREDADOR sexual, suele ser una personalidad narcisista o sociopata o psicopata. Y por lo tanto la cuestion debe ser abordada desde el conocimiento que tenemos de estos tipos de personalidad.

La primera medida que todo buen terapeuta deberia seguir es no hacer nunca terapia a esta gente, pues solo ocasionara que aprendan nuevos metodos de manipulacion.
Esta medida no suele seguirse porque siempre hay algun buenista, que fruto de alguna teoria sociologica de izquierdas o del buenismo de "si conociera el Amor de Dios se convertiria seguro", que van y le dan armas para manipular aun mas y mejor.

Habria que entender algunas cosas sobre el asunto para no hablar a la ligera: estas "personalidades", por llamarlas de alguna manera, no son enfermedades, sin embargo no son mentes normales. La esquizofrenia, psicosis, bipolaridad, paraoina etc si son enfermedades, pero de mentes "normales".

Y repito, la esencia del modo de entender, razonar y actuar de esta gente no tiene a la sexualidad como motor de su comportamiento. Predicarles la castidad, solo sirve para que te copien el discurso y luego soltarselo ellos a los demas e interpretar su papel.

Su motor es el poder, la manipulacion, la mentira. Aman y disfrutan la mentira. Por eso lo comparo ( y creo que es un subtipo ello) al Pecado contra el Espiritu Santo. No son redimibles porque Dios no pueda, sino porque NO QUIEREN.

Aman en mal de manera Consciente. Conocen perfectamente la diferencia entre el bien y el mal. No hay ningun tipo de ignorancia. Se complacen de manera consciente en la mentira.

O por usar la Escritura: escuchan en su interior un oraculo del pecado. Medita el crimen. No rechaza la maldad. No tiene miedo a Dios ni en su presencia.

Yo misma, o tu, en determinadas circunstancias podriamos ser asesinos, ladrones , adulteros o lo que sea. Y si nos arrepintieramos e hicieramos penitencia, todo ello puede ser perdonado.

Pero esta gente no.

La sociedad en su conjunto (la Iglesia incluida)ignora que un 3-4p% de la poblacion tiene o trastorno narcisista de la personalidad o socio-psicopatia. Y fruto de ignorarlo aparecen todo tipo de teorias (teologicas incluidas) de lo mas disparatadas La teoria del "heteropratiarcado" es un subtipo de estas absurdas para intentar explicar algunas de estas cosas.

De verdad. Se requiere conocimiento antes de abordar un tema como la prevencion del abuso del depredador sexual. Y es humildad que no opine todo el mundo sobre el asunto, sino wue cada uno se dedique a sus zapatos.

Un saludo, Ruben.
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JMI.-Dios es omni-potente y nos ama.
El puede cambiar nuestra voluntad del mal al bien.
01/03/19 2:11 PM
  
Cosas claras
San Agustín ya decía con acierto que no son suficientes los mandamientos y la libre voluntad de cumplirlos, sino que falta un tercer requisito.
Cual será?
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JMI.-Que Dios dé hacerlo.
"Es Dios el que obra en vosotros el querer y el obrar según su beneplácito" (Flp 2).
No bastan, pues, los mandamientos y la voluntad para realizar una buena obra, grata a Dios.
01/03/19 2:33 PM
  
maru
P. Iraburu. Acabo de leer su artículo y no tiene desperdicio. Exactamente todo lo que en él ha escrito, es lo que todos tenemos que cumplir, tanto laicos como sacerdotes, pero éstos más, por ser ministros ordenados y consagrados, pastores que nos ''deben conducir a los buenos pastos'', además de predicar en sus homilias , todo lo que vd. cita y que hace tiempo que se viene omitiendo, para congraciarse con el mundo, como.vd. muy bien denuncia. Gracias de corazón.
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JMI.-Gracias por su gratitud.
Bendición +
01/03/19 3:09 PM
  
P. Thomas Hennigan
Gracias por su excelente artículo que da en el clavo de este problema y ojalá muchos obispos, cardenales e incluso en Papa Francisco llegaran a leerlo. Acabo de ver un títular en Infocatólica que dice que el Cardenal Blázquez espera que lleguen de la Santa Sede normas precisas sobre este tema. Estoy de acuerdo con usted que no es que falten normas ni documentos excelentes. Hoy leí un artículo de Sandro Magister en el que comenta un estudio de varios Padres de la Iglesia, Orígenes, Tertuliano y San Ireneo acerca del tema de la ira de Dios y dice que el Papa Francisco tocó recientemente este tema. Lo que se necesita es un viraje radical en el planteamiento de la Iglesia acerca de los temas fundamentales que usted menciona al inicio de su artículo: El misterio de la Encarnación y la Redención que obviamente se han dado "para el perdón de los pecados" y "para nuestra salvación", los novísimos etc., pues la moral procede de la doctrina de la fe, y ese es el orden que encontramos en el Catecismo.
Donde estoy yo nadie pide los sacramentos antes de morir, ni hay capellán en el hospital que está cerca. Solo 1% de los que se dicen católicos aquí participan en la Santa Misa, a no ser que sea un entierro o alguna Misa por un difunto. Dicen que no hay que llamar al cura porque el enfermo "se va a morir de susto". Los que vienen tres o cuatro veces al año no saben ni el Padre Nuestro y hay veces en las que hay que interrumpir la Misa y pedirles que dejen de hablar. Es como haber sacado la pasta de dientes del tubo, y ¿cómo la vamos a volver a meter? Si no llega algún desastre natural o alguna otra hecatombe que vaya a despertar a esta gente de su sueño, no veo solución. Les recuerdo en todas las ocasiones posibles la importancia de la misa dominical, pero hasta ahora no ha tenido ningún efecto. Tampoco hay que desanimarse porque ha habido otras ocasiones en la Historia de la Iglesia en las que las cosas estaban muy mal y se dieron unas reformas extraordinarias como la Cluniaca, la promovida por los Franciscanos y Domínicos, la que vino después del Concilio de Trento y un resurgimiento del fervor y espíritu misionero especialmente en Francia después de la Revolución.
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JMI.- Oremos, oremos, oremos.
01/03/19 3:11 PM
  
Alonso Gracián
Gracias P. Iraburu por este gran post. Como Ud. dice con potencia y claridad:

"La fe produce en nosotros la esperanza, la paz y la alegría propia de los hijos de Dios. Nos prometió Jesucristo estar con nosotros siempre, hasta la consumación del mundo, y aunque hayamos de pasar por valles de tinieblas, nada debemos temer, porque Él va con nosotros."

El pensamiento tradicional católico tiene mucha fuerza interior para iluminar las tinieblas actuales. Nada debemos temer, porque, en el plano del conocimiento, tenemos luces muy claras y distintas para iluminar las tinieblas y destruir la impunidad, fortaleciendo tanto la autoridad como la potestad de la Iglesia.

En estos valles de tiniebla que menciona, los claros conceptos del numen católico más clásico y tradicional nos habrán de servir de brújula: el derecho natural y penal, la síntesis clásica, aristotélico-tomista, la antigua sabiduría de griegos y romanos, corregida y redimida por Padres y Doctores; las luces de nuestra tradición local hispánica, surgida fielmente de la Gran Tradición y el Magisterio, en especial el antimodernista, espléndido instrumento de guerra contra los males que nos aquejan; son faros que en esta crisis no defraudarán.

Laus Deo Virginique Matri.
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JMI.-Gracias, David. Abrazo y bendición +
01/03/19 3:22 PM
  
Pepe Jacobo
Ruben yo creo que la idea es que hay cierta clase de gente que hay que expulsarla ipso facto. Ya Dios hará con ellos lo que crea conveniente... Pero alguien que se ha metido a sacerdote para abusar de niños o adolescentes (mucho peor que el caso del que habla San Pablo), si acaso se redime (y seguramente la mayoría no lo hagan. Yo nunca he oído hablar de un pederasta arrepentido; de otros casos de inmoralidad sexual si) ya es cosa entre el y Dios que solo sabremos el Dia del Juicio. Mientras tanto lo mejor es que no pueda tener influencia sobre nadie en la Iglesia, ni autoridad de ningún tipo y que este lejos de niños y adolescentes; y no fiarse de ninguna posible conversión. Si de verdad uno de ellos se convierte, es tal milagro, que seguro que Dios le hará perseverar ante la hostilidad de toda la comunidad eclesial, e incluso verá esa hostilidad como una gracia. En cualquier caso lejos de los niños.
01/03/19 3:26 PM
  
María A
D. José María, creo recordar de mis tiempos de estudiante - todo un cursos leyéndole- que a S. Jerónimo le apedrearon una carta y que versaba sobre la castidad; no sé si fue la que le dirigió a Eustoquio. Entonces yo era todavía joven y me dejó asombrada: qué no le hubieran hecho al bueno de él en persona.
Por aquella época ya no se predicaba sobre la castidad... pero los problemas, como la naturaleza humana, son los mismos.

Ahora que recuerdo las fechas.Tuve una trifulca con alguien de la diócesis cuyo nombre nunca supe porque ponía la inicial y no el nombre en los artículos, sobre la conveniencia del uso anticonceptivos en determinados casos, acabé al fin, poniendo en la correspondencia un párrafo de un texto del CVII, traducido claro, pero sin el cf. y la respuesta fue que le volviera a escribir cuando estuviera de acuerdo. Eran tiempos en que cierto respeto y falta de práctica me impidieron el ir más allá, al obispo, pero ya no me he fiado de casi nadie.






01/03/19 3:32 PM
  
Fernando Martín López Avalos
Estimado Padre:
¿Podría formular algunos comentarios en torno a la masturbación, que muchos confesores y teólogos consideran como algo normal?
Agradezco sus observaciones.

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JMI.-Podría, pero ahora no puedo. Lo siento.
Mire usted en el Catecismo de la Iglesia.
01/03/19 4:07 PM
  
Pepe Jacobo
La idea de que haya pecadores más haya de cualquier esperanza de salvación no es escandalizante en absoluto. San Alfonso María de Ligorio (doctor de la Iglesia) hablaba, apoyándose en numerosos Padres y Doctores de que Dios perdona un cierto número de pecados a cada uno, pero no más y que, por tanto, hay pecadores que aún no han sido condenados porque viven pero ya no se van a arrepentirse ni convertirse ni en consecuencia van a ser perdonados ni se van a salvar. Que yo sepa tal noción no ha sido condenada nunca, luego tampoco es extraño pensar que seguramente los psicópatas o más o menos la gente que se corresponde con ese perfil son así porque ya han tenido su oportunidad y la han rechazado. Tiene sentido entonces condenarlos a las tiene las exteriores y si alguno no era el caso pues ya Dios se encargará de salvarlo.

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JMI.-No me creo que San Alfonso dijera que Dios "perdona un cierto número de pecados, pero no más". Nunca han condenado esa proposición porque ninguno que conozca la Revelación ignora que la misericordia de Dios no tiene fin. Dura toda la vida del ser humano. No se cansa de amarnos y de llamarnos a su amor. La misericordia de Dios, de su parte, dura toda la vida del hombre. Otra cosa es que pueda permitir que alguno se resista a su gracia en la hora de su muerte y se condene.

Le copio/pego de una anécdota del santo Cura de Ars:
"En una ocasión, una mujer humilde, llegó con lágrimas en los ojos, angustiada y desolada a buscar al Cura, ella, se sentía abrumada por su pena ya que su marido se tiró de un puente, se había suicidado. Al lograr ver al Cura, le contó su dolor y su angustia, le dijo que su esposo se había suicidado y que los que se suicidan ofenden gravemente a Dios y se condenan.El Cura, con voz firme y tierna a la vez, le dice a la mujer: "No temas, tu marido no se condenó". La mujer asombrada, perpleja, confundida, le dice al Cura incrédula: "Pero mi marido se suicidó, se quitó la vida y sabemos que solo Dios es Dueño y Señor, él lo ofendió gravemente y murió cometiendo pecado".El Cura, tomó su mano, la miró a los ojos y le dijo: "En verdad no temas, tu marido no se condenó. Entre el puente y el río cabe la Misericordia de Dios". La mujer, después de estas palabras, se fue tranquila, dando gracias a Dios por el milagro de amor que había realizado en su esposo, pues en verdad, que su Misericordia es infinita.¡Que historia tan maravillosa! No cabe duda que el Amor de Dios es infinito, es inmenso y que su misericordia tiene sus caminos, no podemos querer aplicar nuestros criterios humanos pues para Dios no hay tiempo, ni hay imposibles y El lo que quiere es que toda alma se salve".
01/03/19 5:17 PM
  
Patricia
Estimado Padre José María,
Aprovecho que tiene abierto a comentarios.
Agradezco a Dios que quiso conociera escritos/conferencias suyas.
Le pido me tenga presente en sus oraciones, lo tendré presente en las mías.
Gracias Padre.
Que Dios lo bendiga.
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JMI.-Gracias por sus oraciones.
Pediré por usted al Señor. Bendición +
01/03/19 6:59 PM
  
Arturo
Gracias padre, por este claro y contundente post. Que alegría siento cuando veo sacerdotes como usted. Dios y la Santísima Virgen lo bendigan.
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JMI.-Es la alegría de la verdad.
Líbranos, Señor, de las tinieblas del error, y guárdanos en el esplendor de la verdad.
01/03/19 7:03 PM
  
M. C. París
Estimado padre:
Muchas gracias. Que Dios le bendiga por su incansable magisterio.

Muchos católicos practicantes han asumido herejías y hechos inmorales con normalidad. Sin ir más lejos, algunas de mis estrechas amistades, que son católicas practicantes. Aunque con todo cariño les pongas la contradicción delante de la nariz , no hay manera. "Es que como tú eres así..." me dicen.
O sea, que soy una reaccionaria y una retrógrada ultramontana.

Cuando llegamos al "así", una tiene que aguantar la risa.


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JMI.-Paciencia, hija. La misma paciencia que Dios tiene con nosotros. No se cansa de aguantarnos y de perdonarnos porque no se cansa de amarnos. Nosotros, a escala microbiana, igual, porque somos sus hijos.
01/03/19 7:06 PM
  
Miguel
Nunca he creido que fuesen irredimibles, yo tampoco. "Tú eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para todos los que te invocan". Por supueso, el salmo lo dice: para todos los que invocan. Y esto yo lo entiendo de un modo muy simple: invocar a Dios es orar. Orar, tal vez invocando su nombre, del modo en que se hace en la oracion de Jesús, por ejemplo, pero tal vez sea una invocación silenciosa en ocasiones. Pero yo lo entiendo, no como una invocación ocasional, sino pemanente y constante. La puerta de la entrada al castllo interior, es la oración, escribe Santa Teresa.

Lo que para mí está claro, es que Dios te perdona hagas lo que hagas, SI SE LO PIDES CON TOTAL ENTREGA Y SINCERIDAD. No creo que sea un simple pensamiento ocasional. Se requiere una ajtentica conversión, que en latín significa algo así como "volverse hacia adentro, recogerse (con versus)".

Siendo más precisos: Si el ex cardenal McCarrick se convierte, e invoca el nombre del Señor (del modo que sea esto, no digo nada), si lo invoca con sinceridad, Dios le perdona instantáneamente. Otro asunto es el perdón de las personas que le acusan, y la misma sociedad. Esta no le perdona seguramente, pero yo no soy quien le va a juzgar. Yo no tengo nada que perdonar. Es Dios quien perdona, y yo acepto Su perdón y lo comparto.

Así es como lo veo. Saludos, P. Iraburu.
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JMI.-Así es, gracias a Dios.
01/03/19 7:51 PM
  
Don Minutella
Discrepo totalmente. Prefiero escuchar a obispos presidentes de conferencias episcopales, elegidos según idoneidad, a especialistas, a víctimas, al Papa, reunidos en oración, invocando la asistencia del Espíritu Santo que a ideas de un sacerdote. Tomar dichos de santos y aplicarlos a cualquier circunstancia puede hacerlo cualquiera, pero conocer desde dentro el mal por experiencia solo esta dado a los que Dios quiere para que esos apliquen una solución.
01/03/19 8:12 PM
  
Oscar de Caracas
Yo he perdido la confianza en los pastores de la nuestra Iglesia; inclusive la del Papa.
Pero yo si CREO en nuestra Iglesia, sólo hago distingo entre su jerarquía y nuestra Casa, cuya Reina es nuestra Madre, Nuestra Virgen María.

Que Dios le Bendiga P. Iraburu.
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JMI.-Oremos, oremos, oremos por Venezuela.
"Pedid y se os dará".
01/03/19 8:32 PM
  
Rubén (de Argentina)
Pepe Jacobo: completamente de acuerdo; lo primero que hay que hacer es expulsar al depravado de la Iglesia; eso es lo que dice San Pablo. Es más, dice que eso sea para la "destrucción de su carne", a fin de que su alma pueda llegar a salvarse. El apóstol está hablando aquí de que al ser expulsado el que cometió la inmoralidad, abominación o como quieras llamarle, perderá toda protección de Dios (por eso dice "entregad a ese tal a Satanás"), le habrán de sobrevenir enfermedades, males, tribulación de carne, calamidades y así, recapacitando -si es que lo hace- sobre lo que le está pasando (Cristo dice en Apocalipsis "yo reprendo y castigo al que amo, se pues celoso y arrepiéntete") su alma podría llegar a evitar la condenación. Pero sí, coincido con tu comentario.
01/03/19 8:46 PM
  
Javidaba
Muchas gracias, padre.
En esperanza: Ave María, gratia plena...
01/03/19 9:12 PM
  
Rubén (de Argentina)
Manoletina: no es que yo esté usando la Palabra de Dios en vano, lo que pasa es que tú las interpretas de modo tal que coincida con el marco conceptual que te has formado por tus estudios académicos. Eso se llama "defensa perceptiva". No, no hago "un uso inapropiado" de San Pablo.

Tu tesis es que ese pecado, esa clase de abominación es igual al de la blasfemia contra el Espíritu Santo. Se ha escrito mucho sobre este último pecado, no tiene sentido que abunde aquí sobre el mismo. Con ventaja puedes leer lo que dijo Santo Tomás de Aquino a ese respecto. Lo cierto es que no es igual ni es el caso. Y como Cristo mismo dijo que todo pecado contra los hombres, todo pecado contra el Hijo del Hombre podrá llegar a ser perdonado (excepto la blasfemia contra el Espíritu Santo), entonces quiere decir que aún para este tipo de pecado, para este tipo de abominación, para este tipo de aberración, hay una posibilidad para el pecador. Jesucristo mismo se la concede. Y si se la concede Jesucristo, ¿se la vamos a negar nosotros? Ahora si no atendemos a las palabras del Cristo, ¿a quien vamos a atender?

Y San Pablo dice que se expulse inmediatamente del cuerpo de la Iglesia a semejante pecador, para que le sobrevengan calamidades (para "destrucción de su carne"), y así, si con eso toma conciencia de lo que hizo, se arrepienta verdaderamente de corazón y salve su alma. ¿Puede pasar? Puede pasar ¿Puede no pasar? Puede no pasar. Pero mientras haya una posibilidad...

Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios. Lo que no puede la ciencia humana, lo puede la gracia de Dios. Otro saludo para ti Manoletina.
01/03/19 9:35 PM
  
José Ignacio
Muchas gracias Padre.
01/03/19 10:11 PM
  
Luis Fernando
Heb 12:6-8
"Porque el Señor corrige al que ama y azota a todo aquel que reconoce como hijo".
Lo que sufrís sirve para vuestra corrección. Dios os trata como a hijos, ¿y qué hijo hay a quien su padre no corrija? Si se os privase de la corrección, que todos han recibido, seríais bastardos y no hijos.


Gal 3:24
Por consiguiente, la Ley ha sido nuestro pedagogo, que nos condujo a Cristo, para que fuéramos justificados por la fe


¿Qué tipo de padres son aquellos que no corrigen y castigan a sus hijos cuando son rebeldes?
¿Qué tipo de maestros son aquellos que dejan que sus alumnos vivan en el error sobre las materias que imparten?

La Iglesia ha sido siempre Madre y Maestra. Mas hoy parece que actúa como mala madrastra y necia pedagoga. Digo parece y no que lo es, porque en todo caso, la Iglesia es una Señora que lleva 20 siglos en este mundo y nada ni nadie puede cambiar, ocultar, abrogar lo que siempre ha enseñado. Ante la duda, la Tradición ilumina nuestro camino. Como dice la Escritura:

Jer 6,16
Esto dice el Señor. «Haced un alto en los caminos y mirad, preguntad por las antiguas rutas cuál es el camino del bien, y seguidlo, y hallaréis descanso para vuestras almas».

Ya se nos avisó que vendrían falsos maestros, falsos profetas. Ya se nos dijo que de la misma manera que Satanás se disfraza como ángel de luz, así sus ministros. Nos toca vivir en tiempos recios, probablemente los más confusos en la historia de la Iglesia, con indicios de que estamos ante la gran apostasía profetizada por san Pablo, pero aunque así fuera, nada cambia que "ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor" (Rom 8,38-39)

Pidamos al Señor, por intercesión de la Santísima Virgen, el don de la perseverancia final y mientra llega nuestra hora.seamos testigos de la verdad.

01/03/19 10:47 PM
  
Fernando Martín López Avalos
Desde allende el Atlántico, elevo por vos mis oraciones. Vuestras palabras son proféticas en medio de la generalizada inmoralidad. Vuestras reflexiones son harto oportunas en este momento de gran desasosiego para muchas almas. Le encomiendo a nuestra Madre Santísima. Ojalá que algún día pueda ver a nuestra amada España y a nuestra América querida retornar a la fe de Jesucristo, a la herencia católica de Castilla como diría el gran vate Rubén Darío.
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JMI.-"Los dones y la vocación de Dios son irrevocables" (Rm 11,29).
Y el Señor DIO y LLAMÓ a ser cristianos católicos a los hispanoamericanos.
Oremos, oremos, oremos con mucha confianza.
01/03/19 11:28 PM
  
Palas Atenea
Rubén: Creo que las calamidades que le ocurrían al pecador en otros tiempos ya no les sobrevienen ahora. Antes un pecador con agravante de escándalo sufría unas grandes penitencias que ahora no se las piden. La imagen del jesuita de "La Misión" arrastrando con cadenas sus pertrechos de cazador de esclavos y marchando hacia los indios que había esclavizado para que ellos decidieran su suerte, ya no se da. En aquel caso el arrepentimiento lo podía ver cualquiera, hoy en día el arrepentimiento queda en el aire y es bastante cómodo. Es como la cartilla militar de mi padre, que no combatió, y en el apartado del valor ponía "se le supone". Ya nadie se viste de harapos y se echa ceniza encima, ni se somete a humillaciones, ni hace penitencia visible. ¿Cómo va a hacerla si el Sacramento de la Confesión es cada vez más difícil obtenerlo y está olvidado? Hablamos del perdón de Dios y cada vez interesa menos. ¿Cuántos cristianos están dispuestos a viajar 60 Km. por el peso de sus pecados? Lo pregunto porque son los que recorro yo cada vez que quiero confesar.
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JMI.-Gran don de Dios es la penitencia sacramental. Y más si es frecuente.
Dele al Señor muchas gracias.
Bendición +
01/03/19 11:40 PM
  
Jesse
Gracias Padre por su valentía y celo apostólico. Disculpe mi ignorancia; ¿es correcto soteriología evangélica (Cielo, Infierno)? ¿O quiso decir escatología, postrimerías...?
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JMI.-Son palabras tomadas del griego.
SOTERiología hace referencia a la "salvación"- SOTEROS Salvador. SOTERIA Salvacion.
ESCATOlogía mira "lo último", el final: se traduce bien por postrimerías. ESKHATOS lo último.

En ciertos contextos pueden usarse con equivalencia.
Quise decir "soteriología" según el Evangelio y la fe de la Iglesia.

02/03/19 1:30 AM
  
Pepe Jacobo
Padre, yo no lo puedo asegurar pero el sermón de "on the number of sins" está dispersado por internet (en español también) y no parece un fake. Estoy seguro de haberlo leído de algún otro autor y me suena que Royo Marín discutió la idea, rechazandola (aquí puedo estar equivocado). No veo como puede colisionar eso con la infinita misericordia de Dios. Dios puede haber concentrado toda su misericordia en un determinado período de su vida, sin haberle privado de nada.
02/03/19 8:26 AM
  
Pepe Jacobo
Finalmente lo he encontrado en Preparación para la muerte(el sermón sobre el número de los pecados). Sin duda está intentando impresionar para que nos demos cuenta de lo peligroso que es pecar. Pero habla claramente de como puede que tus pecados ya estén colmados y ya no vayas a tener más perdón, como puede que con el próximo pierdas la salvación etc. Sin duda está intentando "asustar a las viejas" pero no hasta el punto de mentir o decir herejías. También dice que Dios perdona el pecado pero no la voluntad de pecar (que es poco más o menos que lo que dice el Papa Francisco). La verdad, yo creo que Mariel por ejemplo, tenía voluntad de pecar. O Judas. O el cardenal McCarrick.
02/03/19 8:48 AM
  
Soledad
Padre:
Sobre esto de los abusos pienso que Dios se puso al mando. Permite la visualización del problema por parte de todos. Yo personalmente desconocia, hasta hace poco, toda miseria dentro de la Iglesia.
Creo nos hace una llamada, no sólo al Papa, cardenales....sino a todo su pueblo fiel. Llamada de fidelidad y conversión.esa es nuestra respuesta, El podrá los medios.

Debo decir tb que a mi me supone un punto de equilibrio interior difícil. Justicia y caridad se enfrentan, verdad y prudencia, paciencia y diligencia, palabra u oración. Enfrentar la caridad y la verdad es tal vez lo mas difícil de conseguir, sin faltar a la justicia. No se si me explico. En la vida diaria, en el trabajo, en la familia, incluso en este portal se suscita controversia. Poner en práctica el Evangelio en estas circunstancias es casi un alambre de equilibrio. Cuando callar, cuando dar la razón
Pienso que afrontar esto, tanto en la Iglesia, como en la vida personal supone que debes crecer en fe y tb en virtudes, con la gracia de Dios. Es tan grande y monstruosa la acción de Satanás, que supone un reto imposible de afrontar sin el auxiio de Dios.

No se lo que piensa Vd, pero mi opinión es que más que nunca tenemos que agarrar nos a la Comunión de los Santos, extraer de las gracias de nuestros hermanos en la oración ,la penitencia y la persecución, que está a la orden de día para para derribar al dragón como San Jorge.Ser soporte unos de otros.

Esta batalla la vamos a tener que lidiar día a día, todos, en nuestro entorno. En el mío es recurrente.

Gracias por la exposición de su artículo, es como agua de mayo.!!.


02/03/19 10:01 AM
  
Josafat
Ni siquiera esto garantiza el éxito.

El problema de esta plaga es que afecta por igual a heterodoxos y ortodoxos.

Es decir que hay curas que pese a que se les han predicado y ellos han predicado la Fe se han dedicado a cometer todo tipo de perversiones.

Marcial Maciel, fue uno de los más depravados pero a su vez siempre hizo gala de una ortodoxia intachable.
02/03/19 10:29 AM
  
Miguel
Pepe Jacobo, que dice usted? Que es eso de que Dios llega un momento que no perdona mas? De donde saca esas estupideces ?( no veo otra palabra más adecuada para lo que ha escrito, pero no le estoy llamando estúpido a usted, solo a lo que ha puesto). Dios es misericordia infinita, hombre de Dios. Lea una pequeña muestra para que se convenza:

Yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados. Isaias 43 : 25

Si perdonais a los hombres sus ifensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial. Mateo 6 : 14

Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados. Juan 1 : 9

Y podria seguir poniendo durante horas. No digo mas.
02/03/19 1:53 PM
  
Horacio Castro
Estimado Padre José María Iraburu. No puedo menos que coincidir con Ud. en que la observación y cumplimiento de la doctrina y moral católicas, impedirían estos graves pecados en sus consagrados. Los discursos de los pontífices que menciona, apuntan en particular al grave problema de los abusos sexuales contra menores de edad (el concepto de vulnerables en este caso resulta impreciso; considero que cuando se trata de adultos corresponde llamar así a verdaderos discapacitados). Es “relativamente fácil” expulsar y/o mandar a prisión a sacerdotes criminales. Especialmente cuando primero los condena la justicia civil, incluyendo a algunos inocentes como el sacerdote Julio César Grassi que molestó al sector más infame de la ‘zurda’ política, con el apoyo de ingenuos o trastornados que visualizan violaciones violentas, prácticamente inexistentes en la Iglesia, sin advertir que también las organizaciones de izquierda y LGBT paradójicamente aparentan condenar abusos contra menores, denunciando en particular a consagrados católicos, a la vez que promueven y apoyan activamente políticas abortivas. De su documentado artículo surgen causas, pero continúa sin exponerse una resolución respecto a religiosos y religiosas con tendencias o prácticas homosexuales pero que no cometen los abusos que todos consideramos delitos merecedores de penas de prisión. Mi cordial saludo.
02/03/19 2:47 PM
  
Pepe Jacobo
Miguel, los insultos se los puedes dirigir al doctor común en moral de la Iglesia, San Alfonso Maria de Ligorio (las saco de "Preparación para la muerte", el sermon puedes encontrarlo fácil en internet o en una diocesana por 3 ó 4 euros):

"Hay que comprender que Dios aguarda pacientemente y soporta, por eso no lo hace para siempre. Así lo afirman Santo Padres como San Basilio, San Jerónimo, San Ambrosio, San Cirilo de Alejandría, San Juan Crisóstomo, San Agustín y otros. Todos ellos enseñan que al igual que Dios tiene establecido el grado de santidad, el talento y los días de vida que tendrá cada uno, también conoce el número de los pecados que cometerá... San Agustín afirma que la paciencia de Dios tolera hasta cierto punto.

Estos padres, hablaron apoyados en las Divinas Escrituras "a la cuarta generación volverán aquí tus descendientes, pues hasta entonces no habrá llegado hasta el colmo, la maldad de los amorreos" (Gn 15,16), "ninguno de los que vieron mi gloria y los signos que hice en Egipto y en el desierto...verá la tierra que prometí con juramento a sus padres" (Nm 14,22-23)...

Los pecadores no llevan cuenta de sus pecados pero Dios sí lo hace. Así podrá recoger el fruto cuando las mieses estén maduras y sea colmado su número.....Es como decir: pecador, no temas por los pecados que te he perdonado; pero si añades otro, puede ser que el nuevo pecado ya no se te perdone....
....En conclusión, Dios espera hasta el día en que se apuren los pecados; después no duda en sancionar.

Se cuenta que Saúl, después de desobeder a Dios, se vio totalmente abandonado y acudió al profeta Samuel para que intercediera por él: "He pecado...por favor, perdona mi pecado y ven conmigo para postrarme ante el Señor". El profeta le respondió: "No iré contigo. Has rechazado la Palabra del Señor y el Señor te ha rechazado" (1Sam 15,26).

¿Quién sabe, hermano mío, si ante la primera satisfacción indigna, el primer mal pensamiento consentido o el primer pecado cometido, Dios ya no te tolere más? .....

Dios sana y perdona los pecados de quien tiene buena voluntad, pero nunca puede perdonar la voluntad de pecar... por eso San Agustín explica que Dios conoce muy bien a cada uno; a quién tiene que perdonar y a quién no. Él sabe con quién tiene que usar misericordia gratuita y con quien tiene que emplear justicia en lugar de misericordia.

"Pues a quien fueron iluminados de una vez para siempre...y, a pesar de todo, apostatan, es imposible renovarlos otra vez llevándolos al arrepentimiento" (Hb 6, 4-6)."


Hasta ahí sigo citando. Puedo seguir más yo también si quieres. Disparar citas aisladas de la Biblia no explica nada; eso hacen los protestantes. Pero una opinión sostenida por un santo y doctor de la Iglesia, y no condenada por la Iglesia, creo que puede ser sostenida en un debate como mínimo como un teologumeno aceptable, sin duda no como algo a insultar y despreciar.


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JMI.-En los libros del AT hay expresiones que son impropias ("Dios se arrepintió de", p. ej.), que nos las encontraremos en el NT. No pueden tomarse literalmente, como si la voluntad de Dios cambiara según la conducta de los hombres. Tampoco puede tomarse al pie de la letra, ni siquiera en el NT, las expresiones exhortatorias o semejantes (como lo de S. Alfonso), que no están expresando una doctrina, sino procurando mover los corazones. Que la misericordia de Dios no tiene un final numérico ("llegó ya a tal número que no perdono ya más") es algo que en la Escritura se manifiesta con gran frecuencia, aunque no sea en frases de precisión académica, y es lo que siempre ha creído la Iglesia. Dios quiere la salvación del hombre hasta el final, eso sí, sin forzar su voluntad, y la condenación puede venir solamente de la pertinacia del pecador en su pecado, "prevista", evidentemente, por Dios, pero no "causada por Él", por denegación de su perdón, que ya se acabó, porque "ya pasó el número de perdones determinado".
02/03/19 2:57 PM
  
hornero (Argentina)
Mientras el Papa, obispos, sacerdotes y fieles hagan callar a la Virgen en sus actuales y en sus anteriores manifestaciones y mensajes/////////////////// editado
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JMI.-Etc, etc, etc.
Lo siento, pero comentarios así no los publico.
02/03/19 3:57 PM
  
Bruno
Pepe Jacobo:

Creo que no estás entendiendo bien el asunto. Una cosa es que Dios decida unas veces castigar a alguien con castigos temporales y otras veces tenga paciencia y aplace el castigo, pero todo eso en ningún caso implica que el pecador ya no pueda arrepentirse.

A Saúl, por ejemplo, Dios decide castigarle arrebatándole el reino. Saúl entonces se echa atrás y quiere cambiar, pero Dios ya no le devuelve el reino. Esa cita del primer libro de Samuel que da San Alfonso continúa así: "como rey de Israel". El Señor le ha rechazado como rey de Israel, no rechazado en el sentido de condenado para siempre.

Puede llegar un determinado momento en que el castigo temporal que Dios manda sea inevitable. Por ejemplo, es muy probable que alguien que haya matado intencionadamente a su hijo tenga un gran sufrimiento toda su vida, incluso aunque se arrepienta y Dios le perdone, porque se trata de un sufrimiento justo y saludable.

Nada de esto tiene que ver con el castigo eterno, que es lo que, si no te entiendo mal, sugieres tú. Es doctrina constante e irreformable de la Iglesia que todo el mundo se puede arrepentir hasta el último instante de su vida. Por ejemplo, dice el Catecismo: "982 No hay ninguna falta por grave que sea que la Iglesia no pueda perdonar. "No hay nadie, tan perverso y tan culpable, que no deba esperar con confianza su perdón siempre que su arrepentimiento sea sincero" (Catech. R. 1, 11, 5). Cristo, que ha muerto por todos los hombres, quiere que, en su Iglesia, estén siempre abiertas las puertas del perdón a cualquiera que vuelva del pecado (cf. Mt 18, 21-22)."

Con la muerte queda todo decidido, pero hasta el último instante de la vida Dios ofrece la gracia para que nos arrepintamos.

Dicho eso, es muy posible que haya que tomar medidas durísimas con los pederastas, incluida quizá la pena de muerte en los casos más graves aunque ahora no esté de moda. Pero nada de eso implica que no haya posibilidad de arrepentimiento y redención.

Saludos.
02/03/19 4:39 PM
  
Bruno
En cuanto a lo de "voluntad de pecar", habría que ver qué es lo que pone exactamente en el original, pero creo que está claro que el sentido es "voluntad de seguir pecando".

Eso es lo que enseña la Iglesia, que para que haya perdón es necesario el dolor de los pecados y el propósito de la enmienda. Ni siquiera Dios puede perdonar a quien tiene voluntad de seguir pecando.

Lo que sí puede suceder (de nuevo, hasta el último instante de la vida) es que esa persona se arrepienta y deje de tener la intención de seguir pecando. Y entonces Dios le perdonará.
02/03/19 5:09 PM
  
antonio
Hace muchos dias que esperaba este post padre Iraburu...Dios le guarde.
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JMI.-Bendigamos al Señor.
02/03/19 5:57 PM
  
Rubén (de Argentina)
Palas: entiendo tu punto de vista, pero todo dependerá en definitiva de cuan arrepentido esté aquel que cometió los pecados de los cuales estamos hablando. Si este último, por gracia de Dios, toma conciencia desde donde ha caído y siente dolor por la ofensa que cometió contra el Altísimo, bien podría arrepentirse en cilicio y ceniza.

Por otra parte, la palabra de Dios es atemporal, válida en cualquier época. En los versículos a que hago mención en mis comentarios previos, San Pablo habla de la "destrucción de la carne" del pecador. Y si bien es cierto que al pecador no arrepentido no creo que le afecte mucho el escarnio público, el apostol sugiere más que eso, está aludiendo a castigos de Dios (enfermedades, padecimientos físicos, que le pase algo como a Job -salvando las distancias claro, porque Job era un justo-), para que tome conciencia de lo hecho y se arrepienta. Son muchos los pasajes de la Escritura que dan cuenta de esto:

Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
—Apocalipsis 3,19-20
No solo habla del castigo sino del castigo como medio para la conversión.

Porque el Señor a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.
—Proverbios 3,12
San Pablo lo desarrolla en su epístola a los Hebreos:

"Porque el Señor corrige al que ama y azota a todo aquel que reconoce como hijo". Es para vuestra corrección que sufrís; Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo hay a quien su padre no discipline? Pero si estáis sin disciplina, de la cual todos han sido hechos participantes, entonces sois hijos ilegítimos y no hijos verdaderos.
—Hebreos 12,6-8
Y finalmente:

Pero tengo esto contra ti: que toleras a esa mujer Jezabel, que se dice ser profetisa, y enseña y seduce a mis siervos a que cometan actos inmorales y coman cosas sacrificadas a los ídolos. Le he dado tiempo para arrepentirse, y no quiere arrepentirse de su inmoralidad. Mira, la postraré en cama, y a los que cometen adulterio con ella los arrojaré en gran tribulación, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos mataré con pestilencia, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña las mentes y los corazones, y os daré a cada uno según vuestras obras.
—Apocalipsis 2,20-23
Ahora, habiendo dicho y escrito todo esto, si tú me preguntas mi opinión personal respecto a que esta clase de pecadores se puedan arrepentir (no son sacerdotes de Cristo, fingen serlo, no creen en Dios), pues entonces te contestaría que es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja. Pero no puedo afirmar categóricamente que la salvación del alma de esos pecadores ya es algo imposible. Porque lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Un saludo cordial para ti Palas.
02/03/19 6:27 PM
  
Miguel
El P. Iraburu le aclara las cosas mucho mejor que yo, Pepe Jacobo. Lea lo que pone al final de su post. Dios perdona hasta el ultimo segundo, si el pecador se arrepiente ( nos arrepentimos, porque vamos a serlo seguramente hasta el último segundo, y pedir perdón es algo que deberíamos hacer de un modo cotidiano). Pero decir que Dios te perdona un número limitado de veces es un total sinsentido. Mis citas de la Biblia no son aisladas, las hay a cientos. Eres libre para obsesionarte con tu creencia. Yo por mi parte, confio en el Catecismo de la Iglesia, que el P. Iraburu conoce al dedillo, y cita para nuestro alivio. Tu creencia no es de mucha ayuda para nadie. Una persona condenada en vida, imposible de ser perdonada por Dios, es un completo sin sentido. Eso no es católico, amigo. Es otra cosa.

Saludos. Cuidese.
02/03/19 7:40 PM
  
Adriana
Padre Iraburu, un post consolador, que da sosiego al alma. Todo este vendaval cansa. Me parece que el tema de las virtudes es clave, si no las practicamos a conciencia, gran parte de la Iglesia se nos irá al garete.
Ave María, gratia plena,
Dominus tecum,
benedicta tu in muliéribus,
et benedictus fructus ventris tui Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei,
ora pro nobis peccatoribus,
nunc et in ora mortis nostrae.
Amen
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JMI
Amen, amen, amen.
Benedictio +
02/03/19 8:55 PM
  
José
La confesión, me parece, ha contribuído a proteger a los depredadores sexuales. Cuando un sacerdote a través de un menor niño o niña tiene conocimientos de abusos sexuales debiera obligatoriamente denunciar los hechos . Lo mismo que familiares, médicos, maestrosabogados etc para no ser cómplices .Como cómplices han sido los que protegen, trasladan, acogen a pederastas y depredadores sexuales. Virgen Marìa seca las lágrimas de las víctimas.
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JMI.-Lo impide el secreto de confesión, que es absolutamente inviolable
Otra cosa es si se ha enterado por mera confidencia, pero si ha sido hecha bajo secreto, creo que no habría una obligación moral de quebrantar el secreto y denunciarlo a policías y jueces. No he estudiado este tema en moral. Doy sólo mi opinión.
02/03/19 11:53 PM
  
José
No lo sé moderar mejor. Gracias padre Iraburo
02/03/19 11:57 PM
  
Agustín
JMI: "Dios quiere la salvación del hombre hasta el final, eso sí, sin forzar su voluntad, y la condenación puede venir solamente de la pertinacia del pecador en su pecado, "prevista", evidentemente, por Dios, pero no "causada por Él", por denegación de su perdón, que ya se acabó, porque "ya pasó el número de perdones determinado". "

Cabe puntualizar que aquellos que no han sido elegidos por Dios para la vida eterna, jamás podrán salvarse. De ahí que Trento llame la perseverancia final una gracia especial o que tradicionalmente se hablara de los signos de predestinación. En la teología tradicional que acentúa la primacía de la gracia (San Agustín, Sto. Tomás), Dios quiere la salvación de toda la humanidad (voluntad antecedente) pero esta sólo será efectiva en sus elegidos (voluntad consecuente) y no es en previsión a méritos: estos son consecuencia de la elección. Dios permitirá morir a los no elegidos en la impenitencia final. En palabras de Santo Tomás:

"Por lo tanto, tomaremos todo el género humano como la totalidad de las cosas. Y así, Dios quiso representar su bondad en algunos hombres, los que predestina, a través de su misericordia, con el perdón; y a otros, los que condena, a través de su justicia, con el castigo. Y ésta es la razón por la que Dios a unos predestina y a otros condena. A esta misma causa se refiere el Apóstol en Rom 9,22s. cuando dice: Queriendo Dios mostrar su ira (esto es, su justicia vindicativa), y queriendo dar a conocer su poder, contuvo (esto es, permitió) con mucha paciencia los vasos de la ira preparados para la condena a fin de dar a conocer la riqueza de su gloria contenida en los vasos de la misericordia preparados para la bienaventuranza. Y en 2 Tim 2,20, dice: En una casa de altura no sólo hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro; unos, para servicios honrosos; otros, para servicios más bajos.

¿Por qué elige a unos para la gloria y a otros los condena? La razón de esto está en la voluntad divina. Por eso, en Super Ioannem dice Agustín: ¿Por qué a éste? ¿Por qué no a aquél? No quieras juzgarlo si no quieres equivocarte."
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JMI.-Con perdón, pero este artículo no trata de la predestinación, cuya consideración teológica es muy difícil y apenas puede ser realizada con fruto en un espacio reservado para COMENTARIOS.
03/03/19 1:56 AM
  
Jfp
Estimado Padre

Leyendo el post post, creo que la pornigrafia está causando un daño irreparable en la sociedad, el fácil consumo, así como sus prácticas aberrantes está llevando a generaciones hacia caminos nunca vistos..Es un vicio que crece, crece y cada vez necesita de nuevas cosas para satisfacerse....
Las webs para encuentros casuales, infidelidades...

El Cristiano tiene que ser consciente que la pornografia nos separa De Dios, poniendo en el centro de nuestra vida nuestros apetitos en vez De Dios

Personalmente he sido víctima de la pornografia y el único camino que me ha servido ha sido abandonarme a la gracia De Dios, para que actúe en mi frente a esta tentación sabiendo que Jesucrusto me ha justificado con su muerte y Resurrección y diciendo claramente Si a su Gracia

Muchas gracias por el post
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JMI.-Doy gracias a Dios que lo libró de esa pésima cautividad.
Que Él lo guarde siempre en su gracia. Bendición +
03/03/19 9:07 AM
  
hornero (Argentina)
JMI: "lo siento, comentarios así no los público", coincidimos, yo también lo lamento.
03/03/19 3:50 PM
  
Miguel
Agustín, a riesgo de abusar de la paciencia del P. Iraburu, permítame decir algo con brevedad, sobre el tema que sugiere. Empiezo por el final, que son las palabras de San Agustín, que usted mismo cita: "No quieras juzgar a Dios, si no quieres equivocarte". Pero las preguntas que preceden, son importantes: "Por qué a este? Por qué no a aquel?" En una palabra: por qué este aparente sin sentido? San Agustín sugiere, a mi entender, que preguntarnos el por qué, es bueno. Lo malo sería darnos una respuesta precipitada, que terminase en un juicio a Dios. Si al hacernos la pregunta, nos encontramos con ese tipo de respuesta, es que la respuesta es errónea. Pero la pregunta, no lo es.

La pregunta es para mí, como un nudo gordiano. Desatarlo es inutil. Se trata de hacer lo que hizo Alejandro Magno: cortarla. Tratar de desatarla, sería utilizar exclusivamente la razón. La razón es buena, pero como decía Pascal, tiene sus propios límites. No podemos hallar una respuesta plenamente satisfactoria, usando solamente la razón. No digo que no se use, ojo. Digo que la respuesta no puede venir únicamente de la razón. Esta nos ayuda hasta encontrar los limites, y luego?.... Luego solo Dios puede llevarnos se Su mano y mostrarnos la respuesta al aparente sin sentido (porque es solo aparente)

Obviamente no es una tarea sencilla. Pero si se despierta la duda, no hay más camino que buscar la respuesta con la ayuda de Dios. Porque la respuesta existe.

Muchas gracias.
03/03/19 6:27 PM
  
Carlos Vides Alvarado
Agradezco a todos los que expresan sus opiniones y sentir de sus corazones, verdaderamente el Señor los utiliza para nuestro enriquecimiento espiritual y nuestro cuestionamiento interior. La diversidad es un gran tesoro que Dios nos ha dado en Su Amor! Gracias padre por compartir, aclarar, iluminar y presentar a nuestro discernimiento espiritual, no del mundo ni de la carne ni del demonio, el pensamiento que emana de Jesus Resucitado, quien ya venció el pecado y la muerte, donando Su vida, por toda la Creación, incluyéndonos a todos los seres humanos de todos los tiempos. La capacidad de discernir la Verdad de Dios y nuestra fe, son producto exclusivo de la Gracia de Dios, en el Espíritu Santo! Nosotros creemos en el Dios que nos revela Jesucristo, el Dios que a todos y todas nos ama con Amor eterno e infinito y nos acoge con Su Misericordia, siempre! Porque insistimos en creer que nuestros pensamientos superan los de Dios? Porque nos cuesta comprender el mensaje de Jesus, sobre los frutos de Su entrega por nuestra salvación? Porque insistimos en seguir juzgando solapadamente al Dios de Jesucristo y nuestro, aplicándole nuestro juicio imperfecto y falto de Caridad? Porque somos tan severos, escondiendo nos en un dolor de corazón por las víctimas si nosotros pensamos y somos talvez peores que años que condenamos? Porque no reconocemos que somos una Nada Soberbia y necesitamos pedirle la Gracia de nuestra conversión a Dios, para que ya convertidos, podamos, llenos de la Sabiduría de Dios, comprender el plan de salvación de toda Su Creación, incluyendo a toda la Humanidad? Oremos por nuestra conversión y la conversión todos los hombres, desde la humildad y humillación a la que nos conduce la Gracia de Dios, de que somos pecadores y necesitamos el perdón. Dios no necesita nada! Somos nosotros los que necesitamos aprender y practicar la espiritualidad del seguimiento a Jesus, para dejarnos transformar en verdaderos Santos de Dios, según su perfecta voluntad! Y desde esa santidad de vida, cumplir nuestra Misión de llevar esa Verdad de Cristo, en nuestra frágil vasija a nuestros hermanos todos! Oro al Padre Misericordioso nos de Su Gracia de la Conversión a Jesucristo a todos y todas los que leamos, reflexionemos y compartamos estas valiosas enseñan,as de vida espiritual. Dios los bendice y Alabado sea Jesucristo!
03/03/19 6:36 PM
  
Lucía Martínez
Le doy inmensas gracias a Nuestro Señor por su ministerio Padre Iraburu.
Es un regalo del Señor contar no sólo con sus enseñanzas por medio de estos artículos sino por las conferencias como "Dame de beber" . He escuchado varias veces aquella sobre la Divina Providencia y me ha hecho tanto bien, he recibido tanta paz y alegría pues a veces se nos olvida torpemente que Nuestro Señor nunca deja de mirarnos y está pendiente amorosamente de nosotros, que Él todo lo tiene bajo su control y que nada sucede sin su Voluntad.

Todas las noches oramos por usted en el Rosario.
Desde Colombia, reciba un abrazo de corazón con mucho afecto y gratitud.

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JMI.-Con lectore/as así, Lucia, es un problema:
no vaya a ser que el Señor me diga cuando llegue por su misericordia a su presencia: "ya en la tierra has recibido el premio de tus trabajos".
¿Y qué le digo yo, si es la verdad?........... Tendré que consultarlo...

Cien (ciento por uno) de oraciones, abrazos y gratitudes por su gratitud.
Bendición +
03/03/19 10:27 PM
  
Santi
Me parece que no queda del todo claro una cosa. Más allá de las consideraciones en torno al pecado, los pecados sexuales en los que se ven envueltos menores son delitos graves que todo ciudadano debería poner en conocimiento de la justicia.

No olvidemos que los sacerdotes son ciudadanos sujetos a a ley y que no solo deben fidelidad a la Iglesia sino que también están sujetos a la legislación civi.

Además, me parece que hay un aspecto injusto en asociar
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JMI.-Parece que le quedó truncado el mensaje. Espero a que lo complete.
04/03/19 3:24 AM
  
Miguel García cinto
Estimado Padre José Maria Iraburu :
Me ha gustado mucho su artículo, no tiene desperdicios. La relajación en el seno de nuestra Santa Iglesia Católica es una realidad, entre otras, ahí tenemos lo concerniente a la celebración de la Santa Misa en donde no pocos sacerdotes hacen caso omiso a lo expresado en el Concilio Vaticano II. Constitución sobre la liturgia 22,3 que bien claro expresa "Que nadie aunque sea sacerdote, añada, quite o cambie cosa alguna por iniciativa propia en la liturgia".
Opino que en estos tiempos que nos ha tocado vivir, los seglares con formación y comprometidos con nuestra Santa Iglesia Católica, deben arrimar si cabe más el hombro, para ayudar a erradicar tanto desmadre, exigiendo a la jerarquía más firmeza.
Que el Señor le bendiga y le guarde.

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JMI.-Así es.
Bendición +
04/03/19 5:49 AM
  
Pepe Jacobo
Bruno puede ser que eso sea de lo que habla San Alfonso. Pero el tono sugiere más bien lo contrario.
De todas formas no niego que si te arrepientes Dios te perdona. Por supuesto. Es acerca de si uno puede llegar a un estado de endurecimiento tal, que ya no sea posible el arrepentimiento. Podría ser que fuera así, al menos en algunos casos. ¿Se podía arrepentir Judas, después de que hubiese entrado en el Satanas, por ejemplo? Yo no lo se pero tampoco creo que el Evangelio implique que si o que la Iglesia condene el que se diga que no. Al fin y al cabo, si los ángeles caídos o las almas condenadas se pudieran arrepentir serían perdonados, digo yo; la cosa es que ya no se pueden arrepentir. ¿Puede un hombre alcanzar este estado antes de morir o solo es posible para el hombre alcanzarlo una vez muerto? Hay arrepentimientos en el ultimo instante, por supuesto, y cuantos mas allá, mejor. ¿Es siempre, en todos los casos, en todas las circunstancias, posible? Pues no lo se. Pero no veo que eso haya sido declarado dogma de fe ni veo que los padres y los doctores lo afirmen unánimemente.
04/03/19 1:48 PM
  
Pepe Jacobo
Partiendo de algo incontrovertible, por ejemplo, el decreto sobre la justificación de Trento, que dice: "No obstante, aunque Jesucristo murió por todos, no todos participan del beneficio de su muerte, sino sólo aquellos a quienes se comunican los méritos de su pasión. ", si no todos participan del beneficio de su muerte, puede ser que no todos los que cayeron después de participar del beneficio de su muerte (e.d., ser bautizados) van poder volver a participar. Es experiencia supongo de todos los que por aquí andamos, de haber caído repetidamente y habernos vuelto a reconciliar con Dios. Pues bien, cada vez que caemos, siempre es posible que ya no volvamos a ser excitados por la gracia al arrepentimiento, y esto, sin duda es una de las cosas que hacen terrible el pecado mortal. Si esto es así, se sigue que PUEDE SER, no hay ninguna contradicción en afirmarlo, que hay hombres vivos que ya no vayan a participar del beneficio de su muerte.
Hubiera sido mas directo seguir este razonamiento: PREMISA: "no todos participan del beneficio de su muerte" (podemos estar seguros de que es verdad porque lo afirma Trento) CONCLUSIÓN: "hoy día algunos hay que morirán sin participar del beneficio de su muerte".
Yo la verdad, lo veo inapelable.
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JMI.- Miguel y Bruno le contestan.
04/03/19 2:27 PM
  
Miguel
A los que se arrepienten Dios les permite volver,
Y consuela a los que han perdido la esperanza.
Y los hace partícipes de la suerte de los justos.

Eclesiastes
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JMI.-Palabra de Dios.
04/03/19 2:59 PM
  
Bruno
Pepe Jacobo:

Si lo piensas un poco, verás que esto último que has dicho no puede ser correcto: "Es acerca de si uno puede llegar a un estado de endurecimiento tal, que ya no sea posible el arrepentimiento. Podría ser que fuera así, al menos en algunos casos".

Lo que estás diciendo es que hay algunos pecados o algún número de esos pecados que están más allá del poder de la gracia de Dios (porque el arrepentimiento es una gracia de Dios con la que el hombre colabora libremente). De hecho, estás negando el poder de la Cruz de Cristo, que solo podría ser eficaz para algunos pecados o para algún número de pecados. El pecado no habría sido vencido por completo, sino solo en algunos casos menos graves. Eso es evidentemente falso y así lo han afirmado todos los padres, doctores, teólogos y documentos magisteriales de la historia al hablar sobre el tema.

Me resulta difícil darte más razones concretas, porque es como si afirmases que los padres y doctores no proclaman unánimemente la resurrección o la encarnación de Cristo. Sin darte cuenta, lo que rechazas es parte del núcleo mismo de la revelación.

Aunque tus pecados fueran rojos como la grana, quedarán blancos como la nieve.
04/03/19 3:11 PM
  
Padre Fortea
Estimado padre Iraburu, a quien siempre leo con deleite y con provecho. El caso del padre Maciel lo conozco bien por haber visitado muchísimas casas de esa congregación y haber hablado con personas que entraron en contacto con el padre Maciel.
Si pudo mantener el secreto, fue porque, como mucho, todo este asunto lo conocían tan solo un par de personas de dentro de la congregación.
No me voy a alargar en este comentario explicando de qué medios se sirvió para mantener el secreto. Pero es un caso en el que no se puede echar en cara a la jerarquía un silencio cómplice.
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JMI.-Gracias por su elogio, que aprecio mucho.
Es probable que, como usted dice, en la misma Legión, sólo muy pocos sabían los crímenes de Maciel, pues el control de los legionarios era absoluto. Pero en la Santa Sede sí lo sabían al menos unos pocos, porque a lo largo de la segunda mitad del siglo XX hubo una media docena de denuncias, algunas muy fuertes, con presencia de abogados y de víctimas, que sí llegaron a la Santa Sede, y que necesariamente hubieron de ser conocidas por los más altos Ministros de ciertas Congregaciones romanas. Sus dossiers acusatorios unas veces salían sobre la mesa, y otras volvían a los archivos. Altos eclesiásticos protegieron sin duda a Maciel en la Santa Sede durante ese medio siglo, logrando que se mantuviera su impunidad e incluso su prestigio. Creo, pues, que está abundantemente documentado que hubo encubrimiento.
Fue el Card. Ratzinger quien en la Congregación de la Fe inició el procedimiento judicial sobre Maciel, y quien, ya siendo Benedicto XVI, suspendió el proceso por la edad del acusado, pero reprobándolo en 2006. Quedó en retiro completo de "oración y penitencia".

Lo que también creo firmemente es que los aludidos ocultaron el caso a San Juan Pablo II, de tal modo que todavía al final de su vida mandó una nota de felicitación con motivo del homenaje muy solemne que el Secretario de Estado (creo) promovió en las bodas de oro sacerdotales de Maciel, poniendo a éste el Papa como ejemplo admirable.
04/03/19 3:50 PM
  
Javier
Hola Padre, sin duda todos los remedios espirituales que la Iglesia administra son mucho más urgentes que cualquier otro medio humano volitivo. Pero no se puede culpar a la falta de predicación o a la orientación pastoral como la causante de pecados de obispos y cardenales. Por su posición, es imposible alegar ignorancia o debilidad, al contrario, estos pecados son tan obstinadamente malvados que apenas cabe pensar en que el arrepentimiento sea posible sin un verdadero milagro.
Más bien me inclino a pensar que son estos crimínales los que intentan bloquear la predicación de la Iglesia sobre estos temas, marginando a los buenos pastores y promocionando a los encubridores. Es natural, faltos de la gracia divina, Dios los entrega a sus pasiones vergonzosas en una pendiente sin fin hasta que son capaces de cometer, con obstinación satanica las más terribles abominaciones.
04/03/19 7:52 PM
  
Luis Fernando
Padre Fortea:
Si pudo mantener el secreto, fue porque, como mucho, todo este asunto lo conocían tan solo un par de personas de dentro de la congregación.


LF:
Yo soy testigo directo de lo contrario. Siendo todavía protestante evangélico y trabajando como autónomo repartidor con furgoneta en Madrid, me tocó llevar un paquete a un centro que los Legionarios de Cristo tenían cerca de Madrid, en una zona privilegiada a la que se accedía desde la Carretera de La Coruña.
Por alguna extraña razón, la persona que me atendió sintió la necesidad de contarme las "hazañas" de su fundador. Yo entonces no entendí nada. Con el tiempo, lo entendí todo.
04/03/19 11:17 PM
  
Pedro Amate
Muy largo....Padre ,
Jose Maria Iraburo Larreta !!!.....

" El que esté libre de culpa ; sea el primero en tirar una piedra "....Al instante,todos se marcharon ,y Jesús le hace una pregunta a la mujer adúltera : Como es que todos se han marchado ,y nadie te ha condenado ? : Nadie , Señor !!! Pues Yo tampoco te condeno : Vete y no peques más "....

Como usted muy bien afirma. : El gran error de la Iglesia ,es que el Papa , el obispo o arzobispo ; no hayan reprendido a tiempo al pecador adúltero ,advirtiéndole de su grave error y del riesgo de ser expulsado de la Iglesia. Pero para eso hay que tener " la fuerza moral " ; que la Iglesia ,desgraciadamente adolece desde el Concilio Vaticano II.

Un cordial y filial afecto ,Padre José Maria : He leído todo su artículo y me gustado mucho !!
06/03/19 10:06 AM
  
Sor Julia
"Herejía" es solamente otra forma de decir "Libertad de Pensamiento"...y Dios nos hizo libres
++++++++++++++++++
JMI.-Dios nos concedió el don inmenso de la libertad, de la que carecen todas las demás criaturas del mundo visible. Por eso somos imágenes de Dios.
Y nos dio la libertad para que libremente, con Su ayuda, conociéramos y reconociéramos la verdad, y para que libremente, no por necesidad, hiciéramos el bien con Su ayuda.

Creer o/y predicar la herejía es, pues, algo que corrompe la libertad del hombre, hace de él no una imagen de Dios, sino una caricatura de Dios, una falsificación, y hace de él una persona en mayor o menor medida cautiva del padre de la mentira, el Diablo.

Dios nos libre de toda herejía y nos guarde en el esplendor de la verdad.
06/03/19 11:53 AM
  
Pedro Amate
" Sor Lucía " : Herejía no es sinónimo de libertad de Pensamiento .

El pensamiento es verdaderamente libre,cuando no sucumbe a la herejía de rebelarse contra Dios ,ni a la tentación de pecar contra el Espíritu Santo.

El pensamiento es totalmente libre cuando reconoce la Soberanía del Dios Todopoderoso : Padre , Hijo y Espíritu Santo ,y le da Gloria y Honra como Creador y Señor de todas sus criaturas.

El pensamiento es libre,cuando proclama el Reino de Dios ,y reconoce al Creador como el Único y Legítimo Gobernante del hombre creado a su imagen y semejanza.

La " Mujer " de Apocalipsis :12 ; es la Iglesia Universal de Vida Consagrada . La " Mujer ",que da a Luz un " Hijo Varón ",que será arrebatado por el Anciano de Días; para ser sentado a la derecha del Trono de Dios. Este " Hijo Varón " es el Mediador entre Dios y los hombres ,al cual el Anciano Venerable le entrega el Reino ,y le corona como Rey de todos los reinos de la tierra.

!!! VEN SEÑOR JESÚS !!!
07/03/19 12:15 PM
  
Un católico sin complejos
El artículo me parece excelente!!!
Dos puntos me han llamado la atencion:

Inumerales herejias
Autoridad apostólica debilitada.

¿Quien combate hoy en la Iglesia las herejías? X ejemplo en España.... ¿¿¿Quien combate los errores doctrinales??? ¿¿Quien forma al católico en la fe para que no caiga en errores como practicar yoga, mindfulness, anticoncepcion, etc....??? Resulta que centros católicos y parroquias permiten dar cursos de esto incluso lo promocionan y cuando quieres dar formación sobre la nueva era, las sectas, la defensa de la fe te cierran las puertas las parroquias.... Ese relajamiento en la defensa de la fe y en no combatir los errores lleva a licuar la fe y la moral y que luego pasen estos escándalos porque todo da igual.... Ya no hay reglas, ni normas, ni enseñanzas claras da igual ser católico o budista.... Mucha oración se necesita.

Bendiciones.
07/03/19 2:51 PM

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