Es obligado predicar la fe católica en su integridad
Es doctrina católica que en las principales religiones no cristianas hay elementos de verdad, en mayor o menor grado dependiendo de la religión que hablemos. Es igualmente doctrina católica que en las iglesias y comunidades eclesiales separadas no solo hay elementos de verdad, sino que la gracia de Dios está presente en ellas.
Por esllo, está bien reconocer lo que hay de santo y bueno en otras religiones, especialmente las cristianas. Pero, quede esto muy claro, no hay, literalmente, nada bueno en ellas que no esté presente en el catolicismo, aunque algunas de esas buenas cosas estén parcialmente escondidas en esta generación.
La fe católica tiene cosas magníficas que otros no tienen. Y si no las ofrecemos, si nos quedamos mirando el bien parcial de otros sin ofrecerles el bien total que poseemos por puro don, por pura gracia, ¿cómo cabe calificarnos?
Un ejemplo de esto que digo lo tenemos en el protestantismo. Por no tener, ni siquiera tienen toda la Biblia. Les faltan los Deuterocanónicos, A pesar de que las primeras biblias protestantes los incluían, decidieron sacarlos de su canon. Y menos mal que se quedaron en esos libros. Si por Lutero hubiera sido, la epístola de Santiago, a la que llamó “epístola de paja", habría sido también desechada. Cosa lógica porque es el único lugar de toda la Escritura donde las palabras fe, justificación y obras están juntas, precisamente para negar el solafideísmo. Y no digamos nada del papel de la Tradición, que ellos desechan como parte de la Revelación.
Los ortodoxos, que tras siglos sin tener un concilio para todos ellos parece que por fin van a celebrarlo, se quedaron, entre otras cosas, sin el ministerio petrino y además se alejaron de la fe cristiana del primer milenio en una cuestión tan delicada como la indisolubilidad del matrimonio, que ellos se saltan a la torera bendiciendo segundas, terceras e incluso cuartas uniones.De poco valen que digan que esas bendiciones no son sacramentales. Los pecados, y el adulterio lo es, no se bendicen.

En la diócesis de Huesca, a la que pertenezco, de vez en cuando pasan cosas la mar de interesantes. En la hoja diocesana “Pueblo de Dios”
Al leer la petición de los rabinos europeos al Vaticano para que suspenda las negociaciones con la FSSPX, pensé inmediatamente: “éramos pocos y parió la abuela". Aparte del “caso Williamson", que la propia Fraternidad se ha encargado de solucionar de forma bastante contundente, parece que les ha molestado el contenido de un artículo del superior de los lefebvristas en Francia, el P. Regis de Cuaqueray. El mismo arremetió contra el próximo encuentro de Asís, nada nuevo en el discurso lefebvrista, y al referirse a los judíos dijo: “¿Cómo puede uno imaginarse que Dios acepta con gusto las oraciones de los judíos, que son fieles a sus padres, quienes crucificaron a su Hijo, y que niegan el Dios trinitario?”








