20.06.10

(90) La ley de Cristo –XI. las Constituciones Apostólicas. 2

–Ya se ve que esos cristianos antiguos eran buena gente, si se les podía hablar así.
–Eran cristianos.

A través de las Constituciones Apostólicas del 380, seguimos contemplando la forma primera que el Espíritu Santo dió a la Iglesia en ese siglo IV tan importante, el primero en que los cristianos del Imperio romano gozaron de libertad cívica y pudieron organizar libremente su comunidades y cultos, sus instituciones y costumbres.

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15.06.10

(89) La ley de Cristo –X. las Constituciones Apostólicas. 1

–Para mí que estas comparaciones con el mundo cristiano antiguo van hechas a mala idea.
–Sólo irán a mala idea si la pretensión de convertir y reformar es considerada una idea mala.

Las Constituciones Apostólicas, escritas probablemente hacia el año 380 en Siria –unos setenta años después de que la Iglesia logra la libertad en el Imperio–, son una completa exposición, aunque no oficial, en ocho libros de doctrina y moral, disciplina y liturgia, así como de espiritualidad y costumbres. Tuvieron no pequeño influjo en su tiempo. Hay de ellas textos en siríaco, griego, latín, copto, árabe y etiópico. Y son citadas en el Vaticano II y en el Catecismo de la Iglesia.

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9.06.10

(88) La ley de Cristo –IX. normas de la Iglesia antigua. 2

–Ahora, en un solo libro, el Código de Derecho Canónico, lo tenemos todo junto.
–Pero sus 1752 cánones sintetizan cánones procedentes de cientos de Concilios y documentos pontificios. Mire usted la obra de J. Mansi, en más de treinta volúmenes, Sacrorum Conciliorum nova et amplissima collectio, Graz 1960ss.

La Iglesia a comienzos del siglo IV es reconocida por el Imperio romano y cesan las persecuciones. Hacia el 300 los cristianos, aunque en minoría, son cada vez más numerosos en todo el Imperio. En algunas regiones, como en Armenia (295), llega a declararse el cristianismo religión oficial. Todavía, sin embargo, en el 303 se desencadena la persecución de Diocleciano, una de las más terribles sufridas por la Iglesia primera. Pero en el 312, en la batalla de Ponte Milvio, se produce la conversión del emperador romano Constantino (280-337), que en el Edicto de Milán (313), asegura definitivamente la libertad de la Iglesia.

Los obispos reciben honor de senadores, el clero cristiano hereda los privilegios de los sacerdotes paganos, las iglesias y grandes basílicas se multiplican, la Cruz viene a ser el signo fundamental del Imperio, se legisla en favor de la familia y la moralidad pública, se proscribe la crucifixión (315), se moderan las luchas de gladiadores y ciertos castigos a los esclavos, comienza a celebrarse civilmente el domingo (321).

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4.06.10

(87) La ley de Cristo –VIII. normas de la Iglesia antigua. 1

–¿No pretenderá usted que los laicos vivamos como los monjes?
–Lo que intento es que vivamos como verdaderos cristianos. Hablo de los siglos II y III, cuando no había monjes.

Solo podemos evaluar la situación presente de la Iglesia conociendo su pasado. El blog Reforma o apostasía se apoya con frecuencia en ese principio. Los males y las deficiencias que se dan actualmente en muchas Iglesias locales suelen ser objeto con frecuencia de una apreciación errónea. Pueden parecer irremediables ciertos males cuando perduran y se generalizan grandemente. Se estima entonces que pensar en reformas perfectivas sería un sueño inútil.

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29.05.10

(86) La ley de Cristo –VII. la koinonía de bienes

–Ya le veo la intención de meter su mano en nuestra cartera.
–Efectivamente, y la operación es muy delicada, porque la cartera suele estar tocando al corazón.

Vino nuevo en odres nuevos (Mt 9,17). Al recibir el don del Espíritu Santo, que renueva la faz de la tierra, se inicia entre los cristianos una vida nueva, según Cristo, el nuevo Adán. Y es una vida nueva no sólamente en lo interior, sino también en lo exterior. Es decir, no sólamente da lugar a hombres nuevos, sino también a comunidades nuevas, que realizan modos muy perfectos de convivencia, desconocidos por el mundo secular.

La comunidad apostólica de Jerusalén es descrita por San Lucas en los Hechos de los apóstoles en varios cuadros sintéticos (2,42-47; 4,32-35; 5,12-16), que vienen a desarrollar este precioso verso inicial: los creyentes bautizados «perseveraban en oír la enseñanza de los apóstoles y en la unión (koinonía), en la fracción del pan y en las oraciones» (2,42). La Iglesia apostólica naciente es, pues, una comunidad apostólica, fraterna, eucarística y orante. El término «koinonía» aparece en los Hechos únicamente en ese versículo, donde significa al mismo tiempo dos aspectos unidos entre sí: la comunión fraternal de los cristianos tanto en los corazones como en los bienes materiales.

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