Consideraciones sobre el problema sinóptico (2)
En el primer artículo de esta serie analicé someramente el problema del orden de composición de los Evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas). En esta ocasión analizaré brevemente el problema de la dependencia entre los Evangelios sinópticos. Diremos que el Evangelio B depende del Evangelio A si el autor de B conoció a A y reutilizó parte de su contenido. Naturalmente, si B depende de A, A es anterior a B.
Supongamos que el orden de composición de los sinópticos es A-B-C. Dado ese orden, el problema de la dependencia admite ocho soluciones básicas, porque: B es dependiente o independiente de A (dos alternativas); y en cada uno de esos dos casos hay cuatro alternativas con respecto de C: 1) C depende de A y de B; 2) C depende de A pero no de B; 3) C depende de B pero no de A; 4) C no depende de A ni de B.
Como vimos antes, el problema del orden de composición admite seis soluciones básicas. Por lo tanto, dado que, como acabamos de ver, el problema de la dependencia (en abstracto) admite ocho soluciones básicas, y que ambos problemas son independientes entre sí, resulta que el problema sinóptico admite 48 soluciones básicas (6x8). Digo soluciones “básicas” porque cada una de ellas tiene numerosas variantes en cuestiones de detalle, lo que hace que la cuestión sinóptica sea sumamente compleja.