(109) Buenos y malos pastores
1.- Buenos pastores, los que hablan claro: —sí, sí; no, no. Esto es bueno y esto es malo. Haz esto y NO hagas aquello.
2.- Malos, malísimos pastores, los voceros del idioma de la nada, almas de trabalengua, nieblas de la verdad, que llaman mal al bien y bien al mal, y hacen de faro de confusión, para naufragio de los fieles.

1.- Esos pastores acaramelados, permisivos con los ultras que quieren reventar sus diócesis, ¿de qué se quejan, si sus parroquias son máquinas productoras de nulidades, sucursales de la propaganda anticonceptiva; y sus seminarios son hervideros de vocaciones al exsacerdocio?
1.- Reventar de buenismo: —pobrecito el mal, querámosle, y qué malvado el bien, en su inmisericordia intolerante.
De la condenación de una de las ideas centrales del jansenismo se extraen importantes conclusiones.
1.- Mendiga satisfecha el alma el arrimo del Hijo de Dios, porque sabe que lo tiene ya, desde antes de pedirlo, y es la gracia.