El origen: persecución y tolerancia
Los últimos decenios del siglo V vieron el desencadenamiento de una persecución de los reyes germanos arrianos contra sus súbditos católicos. El ejemplo más flagrante fue el del vándalo Hunerico, en el norte de África, que en 484 trató de forzar a los 466 obispos católicos de su reino a convertirse al arrianismo. Casi 400 de ellos se negaron, y fueron deportados a las islas o al desierto y condenados a trabajos forzosos, junto a 4000 ciudadanos principales, sufriendo martirio varios de ellos.