11.02.10

¿Para cuándo un repudio público de la Iglesia hacia el parlamento europeo?

La noticia es de las que pone los pelos de punta a los que creemos que la mayor lacra en la historia de la humanidad es el aborto:

El pleno del Parlamento Europeo (PE) reclamó ayer que se garantice a las mujeres “un acceso fácil a la anticoncepción y el aborto” con el fin de que tengan “el control sobre sus derechos sexuales y reproductivos". La petición de los eurodiputados está recogida en un informe sobre la igualdad de sexos aprobado hoy con 381 votos a favor, 253 en contra y 31 abstenciones.

Ante un hecho así, la Iglesia puede tomar varias actitudes:

1- Mirar para otro lado y no darse por enterada.

2- Emitir una nota de queja diciendo que así nos va a ir muy mal y que tal, que cual, que si esto y que si aquello.

3- Condenar abiertamente al Parlamento europeo, acusándole de complicidad con el genocidio y de tener una catadura moral no superior a la de los nazis y los dictadores comunistas.

Creo que el primer punto debe ser descartado. En los próximos días habrá algún tipo de comunicación de la Santa Sede en relación con esta proposición aprobada por el parlamento europeo. Una proposición, dicho sea de paso, que no tiene ningún efecto “real", pues no deja de ser una declaración de intenciones. Lo cual no disminuye en nada su gravedad. Si ese parlamento tuviera capacidad real de imponer el aborto libre en los países europeos donde todavía no es legal, nadie dude que lo haría.

Me temo que tampoco asistiremos a lo que describo en el punto 3. A día de hoy todavía no se ha producido un enfrentamiento abierto, duro, frontal y descarnado entre la Iglesia y el sistema político que alienta la ejecución de millones de inocentes en el seno materno. A pesar de las críticas, se mantienen las formas. El problema es cuando la moderación en las formas sirven para aguar el fondo. Si seguimos el ejemplo del Señor, vemos que ante asuntos muy importantes, el “perder las formas” es una manera eficaz de transmitir un mensaje claro e inolvidable. Si el Señor usó el látigo y la voz para desmontar el negocio de los cambistas en el Templo, no veo por qué la Iglesia no puede usar su voz como un látigo que busque derribar el negocio de la cultura de la muerte en las instituciones que representan a los pueblos.

Leer más... »

10.02.10

Nicaragua, o cómo se puede ser de izquierdas y contrario al aborto

El gobierno sandinista de Nicaragua está dando una lección al mundo entero al no ceder a las presiones intolerables de la Onu y de grupos pro-abortistas como Amnistía Internacional. La ministra de gobernación, Ana Isabel Morales, ha dado una razón bien simple para seguir manteniendo una legislación que impide todo tipo de abortos: “La mayoría de los ciudadanos nicaragüenses consideran que es importante el derecho a la vida del no nato, que es también un ser humano con goce del derecho a la vida“. Y poco más hay que decir. Quien no ha nacido tiene tanto derecho a nacer como el resto de seres humanos que pueblan el planeta.

Ciertamente, doña Ana Isabel se aparta de la moral católica al decir que la natalidad debe de regularse “a través del uso de los métodos anticonceptivos“, pero supongo que sería pedir demasiado que una ministra sandinista se convierta en portavoz de la moral católica en esta materia.

Como cabía esperar, los pro-abortistas han exhibido toda su panoplia de argumentos favorables a la ejecución de seres humanos en el seno materno. Insisten en presentar la cuestión como un derecho de la mujer, sin responder a lo que la dirigente nicaraguense plantea sobre la dignidad del no nacido. Eso hace que el debate se convierta en un diálogo de sordos. Una de las partes se niega a aceptar un hecho que no admite duda: las embarazadas no tienen dentro un pedazo de carne, sino un ser vivo con adn propio -su propio hijo-, miembro de la especie humana como su madre.

Leer más... »

9.02.10

Bien por el presidente de HO

Ignacio Arsuaga ha anunciado la suspensión de la campaña “Referendum Vida Sí” en una carta abierta dirigida a Juan Manuel de Prada, que ayer mismo se pronunciaba en contra de dicha iniciativa desde su columna en el Abc.

No es necesario entrar de nuevo en los argumentos a favor o en contra del referéndum de marras. Pero hay una cosa clara: la iniciativa estaba dividiendo, y no poco, a los movimientos cívicos y las personas favorables a la vida. En ese sentido, incluso desde el punto de vista de los favorables a esa campaña, lo más sensato era retirarla. Hacerlo no implica asumir los argumentos de los que nos oponíamos a la petición de celebrar un referéndum de ese cariz. A menos que él diga lo contrario, estoy convencido de que Arsuaga sigue pensando que es una buena idea. Y tiene perfecto derecho a ello. Pero por ello mismo, tiene más mérito la suspensión de la campaña. Por encima de las posturas particulares está la unidad de acción ante la lacra de la cultura de la muerte.

Leer más... »

Pederastas: Hay que pasar de las palabras a los hechos

Benedicto XVI ha vuelto a referirse ayer al escándalo de los sacerdotes que han cometido abusos sexuales con niños y adolescentes. Hasta ayer, no recuerdo que ningún obispo o cardenal hubiera hecho referencia a las palabras de Cristo en Mateo 18,6: “Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar“.

Hemos leído lo de la aplicación de la tolerencia cero con los pederastas. Pues bien, sin llegar a la pena de muerte -eso implica hundir a alguien en el mar con una piedra de molino al cuello- yo propondría ir más allá, implementando las siguientes medidas, sobre todo para los casos en los que las víctimas son menores de 14 años (donde no hay consentimiento posible):

1. Excomunión de los pederastas, no revocable a menos que el sujeto esté en peligro de muerte y haya demostrado claramente su arrepentimiento, siguiendo así la disciplina severa de los primeros siglos de la Iglesia.

2. Excomunión de cualquier obispo que tolere, proteja o encubra a un sacerdote pederasta. Lo de las dimisiones, ni siquiera destituciones, suena a coña marinera. El pastor que ha permitido que los lobos se ceben con sus ovejas más pequeñas no sólo no tiene lugar como pastor en la Iglesia. Tampoco debe tenerlo como fiel.

3. Excomunión de cualquier superior de orden religiosa por las mismas razones que el punto 2.

Leer más... »

8.02.10

Rector de Begoña: más de lo mismo

Como todo el mundo puede comprobar leyendo la entrevista que hemos publicado, el discurso del rector del santuario de Begoña es de una originalidad extrema: “La jerarquía de la Iglesia es mala. Rouco es peor aún. Jesús no condenaba a nadie. Hay dos iglesias. Nosotros estamos cercanos al pueblo y a las necesidades de la gente…“. En definitiva, se repiten los mantras del progresismo eclesial, que tienen ya un aroma “naftalínico” que echa para atrás.

De todo lo que ha dicho el padre Jesús Garitaonandia hay algo en lo que tiene toda la razón del mundo: hay dos iglesias. En la suya, por ejemplo, se da de comulgar a los que abortan. Qué gran gesto de misericordia, ¿verdad? Lo he dicho quizás en demasiadas ocasiones en las últimas semanas, pero me temo que no me cansaré de decirlo. Vivimos en un cisma real. Es absurdo negarlo, es absurdo taparlo, es absurdo mirar para otro lado. Me río yo de la condición de cismáticos de los lefebvristas cuanto contemplo a sacerdotes, religiosos, teólogo y seglares del progresismo eclesial. La diferencia es que mientras que la FSSPX está recluida en sus aposentos, a la espera de un muy improbable éxito de las negociaciones que mantienen con Roma, los cismáticos de la izquierda viven la mar de bien ocupando parroquias, cargos y puestos diocesanos, con sus correspondientes prebendas, aulas, seminarios -ya menos-, etc, etc.

Leer más... »