Dice Queiruga que Dios no condena ni castiga a nadie
Andrés Torres Queiruga es un teólogo importante. Su obra es amplia y su influencia en multitud de fieles, sacerdotes incluidos, es innegable. Recientemente fue entrevistado por “A Sentinela", el programa de la Iglesia en la Television autonómica gallega. Precisamente en Galicia, su tierra natal, Queiruga es un totem capaz de suscitar adhesiones eclesiales de alto rango cuando se ha sugerido que la Iglesia Católica puede pronunciarse sobre su teología. Y es que semejante figura cumbre de la teología de finales del siglo XX y principios del XXI tiene una cierta tendencia a no ajustarse a la doctrina católica. Por ejemplo, niega que Cristo resucitara tal y como lo dicen los evangelios y tal y como lo sostiene la Iglesia.
Así vemos que mientras que el Papa Benedicto XVI, a una pregunta sobre la resurrección de nuestro Señor, responde que “el sepulcro está vacío. Es decir, Jesús no abandonó su cuerpo a la corrupción, nos ha enseñado que también la materia está destinada a la eternidad, que resucitó realmente, que no ha quedado perdido. Jesús asumió también la materia, por lo que la materia está también destinada a la eternidad“, Queiruga dice, a la pregunta de un periodista, que si se encuentra el cuerpo de Cristo crucificado será el día más feliz de su vida.
Hasta donde yo sé, todo lo que la Iglesia ha hecho respecto a Torres Queiruga fue retirarle de la docencia en facultades y seminarios católicos. Pero también sé que el arzobispo de Santiago, Mons. Julián Barrio, se ha opuesto a que se condenen públicamente sus ideas heterodoxas. No porque esté de acuerdo con él sino, al menos así lo creo, porque se teme que haya una reacción del sector eclesial cercano al teólogo gallego. Hasta ahora lo ha logrado, pero queda por ver si antes o después asistiremos a una nota de la comisión episcopal para la doctrina de la fe de la CEE o a una notificación de la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede.

El director de Religión Digital 
José Arregi es ese señor que, alentado por los profesionales de la progresía eclesial mediática, quiso reventar la llegada de Mons. Munilla a la diócesis de San Sebastián. Pero la jugada les salió mal y ante la impotencia, el otrora franciscano optó por pedir la secularización. Es de esperar que el proceso se adelante ante la evidencia de sus artículos en Religión Digital. Cualquiera que le lea se da cuenta de que ese señor no sólo no es católico, sino que de ninguna de las maneras puede ser considerado como cristiano.
¿Que celebramos estos días? ¿que ocurrió hace veinte siglos en un país pequeño del Mediterráneo oriental? Ya fue profetizado siglos antes:
El Tribunal Constitucional 
         







