La conversión de Gary Cooper, a los 50 años de su muerte
Algunos lectores habituales me han afeado que cuento demasiadas historias sobre conversiones de bellezas y mitos femeninos. La verdad, nunca son demasiadas, ni las conversiones, ni las bellezas. Iba a demostrar, con datos, que no tenían razón y…, resulta que algún motivo sí que tienen.
Así que, para ir equilibrando iba a aprovechar que el pasado viernes 13 de mayo se cumplían 60 años de la muerte de una de las grandes estrellas del cine, Gary Cooper, que se convirtió al catolicismo dos años antes de su muerte por cáncer. Cuando estaba en ello, leí que el profesor Alfonso Méndiz ya había escrito sobre el asunto, le pedí permiso para ‘fusilar‘ su artículo, y como es un tipo genial me lo dio. Supongo que si no me lo hubiese dado, seguiría siendo el tipo tan estupendo que es, y su blog, «Jesucristo en el cine», seguiría siendo un lugar en el que educar el gusto. Podéis comprobarlo vosotros mismos, no necesita mucha recomendación.
Os dejo con la conversión de Gary Cooper, en la que además de resaltar el papel de su familia, narra una anécdota de Thomas Merton que no conocía.
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