Vamos a contar mentiras, tralará

Desde hace meses Religión Digital está metido en una cruzada loca para conseguir que los deseos de sus responsables respecto al futuro de la Cadena Cope se conviertan en realidad. Entre informaciones falsas, medias verdades y rumores no confirmados, se ha tejido una cadena de fracasos periodístícos digna de figurar en los anales de la historia. La realidad les ha dejado, por ahora, en muy mal lugar. Losantos no iba a renovar y renovó. Losantos no iba a empezar en septiembre y empezó. Y Losantos no se iba a comer el turrón y todo parece indicar que se lo va a tomar.

Sin duda el futuro de Losantos en la Cope no es eterno. Algún día se irá o le invitarán a irse. Puede ocurrir el año que viene o dentro de 10 años. Las presiones para que se fuera este año fueron enormes. Hay mucho carroñero anhelando hacerse con los despojos de una Cope sin audiencia. Políticos de derecha e izquierda, catolicistas -dícese de aquellos cuya profesión es vivir del catolicismo- de toda la vida o de hace una noche, progresía eclesial aliada con cierto tipo de oficialismo amargado, etc, etc; todos forman una especie de magma volcánico que empuja por salir a la superficie de la Cope para arrasar todo lo que hay en ella con tal de quemar el modelo de radio que Antonio Herrero “se inventó” en Antena 3 Radio. Porque nadie lo dude, lo que está en juego no es ya siquiera el futuro de Losantos, que en muchos aspectos no tiene mucho que ver con el desaparecido Antonio, sino el futuro de una forma de hacer radio, directa, contundente, que no se casa con ningún poder, a veces excesiva, a veces descontrolada, pero que ha prestado un servicio impagable a la sociedad española, en especial a ese sector que se conoce como derecha social.

De toda la catarata de teorías sobre el futuro de la Cope que hemos visto en los últimos meses, hoy hemos asistido a la última bufonada. Dicen que César Vidal se está buscando la forma de asegurarse su futuro con o sin Losantos. Y la prueba irrefutable de ello es que va a entrevistar en su programa al cardenal Rouco. Se dice también que aunque César Vidal mantiene una inmejorable relación con Losantos, se está desmarcando de él tanto en la forma como en el fondo. Los que oímos a César todos los días sabemos que eso no es cierto, pero quien escribe tal cosa no se dirige hacia los oyentes de Cope sino hacia un tipo de público que necesita creer que esta Cope va a dejar de ser lo que es. César Vidal acaba de desmentir en Religión en Libertad la última especulación esotérica sobre su futuro y el de Losantos.

Seamos serios por una vez señores. Se puede querer una Cope distinta. Se puede estar en total desacuerdo con que Losantos dirija La Mañana. Se puede desear que le sustituyan personajes de la talla mediática de un Urdaci, un Buruaga o un Apezarena. Incluso habrá quien piense que el principal programa de la emisora estaría en muy buenas manos si su responsable fuera el reverendísimo padre Bru. Incluso en un alarde de derroche de optimismo, se puede llegar a creer que la Cope sobreviría económicamente echando a sus principales estrellas en medio de la actual crisis. La opinión es libre, amigos. Lo que no puede ser libre es la manipulación, la mentira, las medias verdades, la obsesión enfermiza para conseguir, sea como sea, que la voluntad propia se haga realidad. Hay algo peor que un locutor sin micrófono: un periodista con un portal que parece la versión digital de la canción infantil “vamos a contar mentiras, tralará".

Luis Fernando Pérez